Guapis
2020 

5.1
1,153
16 de septiembre de 2020
16 de septiembre de 2020
32 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sexualización infantil existe, eso es innegable, ahora se conoce como hipersexualizacion infantil, porque cada vez es más grande, más intensa y hasta algo violenta en esa cultura de sexualizar a los infantes, en vísperas ya sea de un consumo masivo, publicidad, temas culturales o hasta asuntos de corte político-social con bastante fondo religioso.
El problema de Cuties no es que transite temáticamente sobre lo antes expuesto, siempre he defendido el cine como una herramienta crítica y reflexiva de los males de la humanidad, el asunto con Cuties es que su reflexión y crítica hacia esa hipersexualización infantil es muy paupérrima y enormemente solapada por secuencias de bailes (y algunas otras peores) que refuerzan los estereotipos tratados más que otra cosa. Y no tampoco es que Cuties sea una película de baile o batallas de baile, se ubica en un contexto así ciertamente, pero es una herramienta solo para dar secuencias algo molestas con planos innecesariamente sugestivos y largos. Porque sí, no nos rasguemos las vestiduras ni pequemos de mojigatos, la naturalización de esta hipersexualidad es culpa de cada uno de nosotros, a la hora de no cuestionar que ven nuestros niños/niñas en redes sociales (un paseo rápido de una niña por Instagram y sin supervisión adulta le va dar una noción equivocada de cómo debería lucir o que debería hacer), tampoco se cuestiona el trasfondo patriarcal y misógino de algunos de los hits musicales de “nuestra época de oro en música” y menos aún los estereotipos que crean algunos juguetes de las más famosas marcas mundiales. Este es un asunto de cultura sí, pero es un asunto aún más grande de educación dentro y fuera del hogar. Por ahí Cuties entra levemente en estos contextos para mencionarlos, pero no desarrolla ninguno, ni siquiera el del paso de la “niña a mujer” a nivel fisiológico, todos sos menciones para crear un contexto que se soluciona casi siempre con violencia o con otra secuencia de baile con exceso de primeros planos. Y es que si Cuties es pobre a la hora de abordar el tema, también es pobre a la hora de intentar tener una narrativa equilibrada. Casi nada de lo que pasa en el filme nos resulta interesante.
¿Qué se puede rescatar de la película? El elenco está increíble y comprometido, aunque espero que esas chicas hayan tenido algunas clases de orientación y reflexión sobre el tema. Técnicamente es un filme muy bien llevado, destacando una fotografía muy natural y a nivel de dirección es un filme que cumple más no destaca en absoluta. Pero Cuties falla enormemente en la forma en que plantea su conflicto, y falla más en la manera de resolverlos, es cierto que el plano final es la secuencia más bella de la película, pero se llega ahí de una manera poco orgánica y creíble.
Cuties es una oportunidad perdida de reflejarnos y encararnos con eso que permitimos y que debemos cambiar, a veces es solo un show expositivo algo excesivo, a veces me revolvió el estómago y casi siempre me entristeció por su enfoque poco oportuno.
Opinión Final: Extraño que un filme tan superficial de un tema tan vital tenga dos premios en dos de los festivales más importantes del mundo. Eso me deja mucho que desear. Cuties pone el contexto, desarrolla su argumento y lo resuelve de manera pobre. Un mal enfoque de un tema vital con exceso de planos inecesarios en estética y en narrativa. Esto es más una exposición lamentable que una reflexión oportuna. Lastima recursos.
El problema de Cuties no es que transite temáticamente sobre lo antes expuesto, siempre he defendido el cine como una herramienta crítica y reflexiva de los males de la humanidad, el asunto con Cuties es que su reflexión y crítica hacia esa hipersexualización infantil es muy paupérrima y enormemente solapada por secuencias de bailes (y algunas otras peores) que refuerzan los estereotipos tratados más que otra cosa. Y no tampoco es que Cuties sea una película de baile o batallas de baile, se ubica en un contexto así ciertamente, pero es una herramienta solo para dar secuencias algo molestas con planos innecesariamente sugestivos y largos. Porque sí, no nos rasguemos las vestiduras ni pequemos de mojigatos, la naturalización de esta hipersexualidad es culpa de cada uno de nosotros, a la hora de no cuestionar que ven nuestros niños/niñas en redes sociales (un paseo rápido de una niña por Instagram y sin supervisión adulta le va dar una noción equivocada de cómo debería lucir o que debería hacer), tampoco se cuestiona el trasfondo patriarcal y misógino de algunos de los hits musicales de “nuestra época de oro en música” y menos aún los estereotipos que crean algunos juguetes de las más famosas marcas mundiales. Este es un asunto de cultura sí, pero es un asunto aún más grande de educación dentro y fuera del hogar. Por ahí Cuties entra levemente en estos contextos para mencionarlos, pero no desarrolla ninguno, ni siquiera el del paso de la “niña a mujer” a nivel fisiológico, todos sos menciones para crear un contexto que se soluciona casi siempre con violencia o con otra secuencia de baile con exceso de primeros planos. Y es que si Cuties es pobre a la hora de abordar el tema, también es pobre a la hora de intentar tener una narrativa equilibrada. Casi nada de lo que pasa en el filme nos resulta interesante.
¿Qué se puede rescatar de la película? El elenco está increíble y comprometido, aunque espero que esas chicas hayan tenido algunas clases de orientación y reflexión sobre el tema. Técnicamente es un filme muy bien llevado, destacando una fotografía muy natural y a nivel de dirección es un filme que cumple más no destaca en absoluta. Pero Cuties falla enormemente en la forma en que plantea su conflicto, y falla más en la manera de resolverlos, es cierto que el plano final es la secuencia más bella de la película, pero se llega ahí de una manera poco orgánica y creíble.
Cuties es una oportunidad perdida de reflejarnos y encararnos con eso que permitimos y que debemos cambiar, a veces es solo un show expositivo algo excesivo, a veces me revolvió el estómago y casi siempre me entristeció por su enfoque poco oportuno.
Opinión Final: Extraño que un filme tan superficial de un tema tan vital tenga dos premios en dos de los festivales más importantes del mundo. Eso me deja mucho que desear. Cuties pone el contexto, desarrolla su argumento y lo resuelve de manera pobre. Un mal enfoque de un tema vital con exceso de planos inecesarios en estética y en narrativa. Esto es más una exposición lamentable que una reflexión oportuna. Lastima recursos.
28 de septiembre de 2020
28 de septiembre de 2020
24 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película está muy mal por muchas razones. La primera y principal, porque sexualiza a niñas. Sí, niñas, actrices en edad de adolescencia temprana, de 11-12 años. Son muchas, muchísimas las escenas y tomas en las que estas niñas hacen bailes dignos de cualquier videoclip de reggeaton, en que la cámara les enfoca el culo y el escote y hacen twerking y todo tipo de movimientos propios de productos para mayores de edad. Y lo peor es que en todo momento se ve que son niñas, ves que sus cuerpos no están desarrollados y se siente que lo que se está viendo no está bien. Siento decir estas palabras, pero es material para pedófilos.
Ahora vendría el momento en el que habría que preguntarse ¿está justificado? ¿Habla la película sobre lo mal que está esta sexualización de las menores? ¿tiene una moraleja para demostrarnos que este no es el camino? ¿tiene una enseñanza final que nos aclara que lo que hemos visto no es correcto? La respuesta es no. Y si lo tiene, porque me consta por entrevistas y comunicados por parte del equipo del film que esa era la intención, ésta no se ve por ningún lado. Y esto nos lleva al siguiente punto de la crítica.
La película está muy mal hecha. Comete todos los errores habidos y por haber de cineastas principiantes y eso es probablemente lo que hace que este largometraje sea un despropósito bochornoso. Tiene una intención que no consigue transmitir ni de lejos. La película intenta tratar los temas de la represión, la exploración de la feminidad o la aceptación social pero lo que vemos en pantalla no nos acerca ni por asomo a estos temas. La directora Maimouna Doucuré quiere hablarnos de estas vivencias, pero lo que nos dice su film es “niñas, poneos a bailar y moved esos traseros”. Un ejemplo de que se necesita saber de cine para hacer cine.
Ahora vendría el momento en el que habría que preguntarse ¿está justificado? ¿Habla la película sobre lo mal que está esta sexualización de las menores? ¿tiene una moraleja para demostrarnos que este no es el camino? ¿tiene una enseñanza final que nos aclara que lo que hemos visto no es correcto? La respuesta es no. Y si lo tiene, porque me consta por entrevistas y comunicados por parte del equipo del film que esa era la intención, ésta no se ve por ningún lado. Y esto nos lleva al siguiente punto de la crítica.
La película está muy mal hecha. Comete todos los errores habidos y por haber de cineastas principiantes y eso es probablemente lo que hace que este largometraje sea un despropósito bochornoso. Tiene una intención que no consigue transmitir ni de lejos. La película intenta tratar los temas de la represión, la exploración de la feminidad o la aceptación social pero lo que vemos en pantalla no nos acerca ni por asomo a estos temas. La directora Maimouna Doucuré quiere hablarnos de estas vivencias, pero lo que nos dice su film es “niñas, poneos a bailar y moved esos traseros”. Un ejemplo de que se necesita saber de cine para hacer cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ahora viene todo mucho más detallado, pero es largo. Gracias de antemano si lo lee ;)
Entremos ahora en cosas más concretas, libres de spoilers. La primera de ellas es que la película habla de la sexualización de la mujer (que no de las niñas) pero el problema está en que las actrices sí son niñas, como ya hemos mencionado. Las coloca en situaciones por las que los infantes no deberían pasar ni siquiera en la ficción. Hemos visto cientos de películas americanas donde estos roles los hacen actores más mayores (a veces demasiado mayores) pero no dejan de ser personas adultas conscientes de lo que tienen que hacer. Ignoro como se habrá tratado este tema durante la filmación, pero casi que puedo asegurar que personas de una edad tan joven no lo terminan de entender, ojalá me equivoque. Por no decir que la trama de ser todavía una niña es lo más torpe que tiene la película a nivel narrativo.
Volviendo a hacer alusión a las películas americanas, este es otro punto a tratar. Esta historia la hemos visto ya demasiadas veces. Una niña oprimida por su contexto familiar que busca liberarse y encuentra una vía de escape. No aporta absolutamente nada nuevo ni explora ninguna alternativa que la pueda hacer mínimamente interesante, ni siquiera a nivel visual. Ya que nos contextualiza en un barrio de mayor presencia musulmana, bien podría acercarse visualmente como propuesta narrativa a esta cultura y no grabando en piloto automático unos matices que le darían muchísima más riqueza al film.
Por otro lado, es tan formulaica que se siente artificial en todas sus escenas. Las tramas son meras fórmulas. Las escenas saltan de unas a otras sin cohesión ni originalidad buscando meramente la comedia fácil porque son niñas, ignorando el sentido o la intención de las mismas. El cliché oscurece cualquier atisbo de naturalidad que pudiera tener y todo es muy gratuito. Sabemos que películas como Perfect Pitch o la saga Fast and Furious tienen tramas totalmente formulaicas para justificar escenas de baile y de acción. La trama es la excusa para poder realizar un espectáculo visual en un sentido u otro. Cuties hace lo mismo pero no queda muy claro para mostrar qué. La única escena, digamos, más artística de la película, es una secuencia de baile a modo de videoclip de trap con las niñas mirando sensualmente y con cara de malotas a cámara mientras se contonean. Aparte de tener la calidad cinematográfica de un video de Tik Tok, el hecho de que miren a cámara (cosa que vuelven a hacer al final del metraje) te saca completamente de la película, si ya de por si su estrepitoso guion no fuese suficiente.
Por último, la construcción de sus personajes es inexistente. Aquí lo único que se salva es la interpretación de su protagonista, Fathia Youssouf, quien actúa muy bien y le aporta un granito de dignidad al film. Pero los demás personajes, ni las “amigas” ni la madre ni nadie tiene algo que me haga acordarme de ellos, las relaciones no se construyen en absoluto y al final tengo que sentir algo, no se el qué, porque un personaje se ¿redime? con otro. Me ha recordado mucho a Neil Breen, con esos saltos de unas escenas a otras inconexas, por tratar sin ningún rumbo varios temas interesantes y por terminar más confundido que al inicio. La única diferencia es que la calidad de producción es algo más elevada y por ahí habrá convencido a algunos. Es un despropósito narrativo, basado en el aquí y ahora, que deja muchísimos cabos sueltos y que no se aclara en lo que quiere contar.
Una película que falla estrepitosamente en transmitirte su mensaje y que por desgracia lo que te acaba contando es bastante peligroso. Por poner un ejemplo comparativo, es como si le haces fumar a un niño un paquete de tabaco al día durante un año y después le dices “Fumar es malo, no fumes”. El mal ya está hecho aunque “lo remedies” de boca.
Entremos ahora en cosas más concretas, libres de spoilers. La primera de ellas es que la película habla de la sexualización de la mujer (que no de las niñas) pero el problema está en que las actrices sí son niñas, como ya hemos mencionado. Las coloca en situaciones por las que los infantes no deberían pasar ni siquiera en la ficción. Hemos visto cientos de películas americanas donde estos roles los hacen actores más mayores (a veces demasiado mayores) pero no dejan de ser personas adultas conscientes de lo que tienen que hacer. Ignoro como se habrá tratado este tema durante la filmación, pero casi que puedo asegurar que personas de una edad tan joven no lo terminan de entender, ojalá me equivoque. Por no decir que la trama de ser todavía una niña es lo más torpe que tiene la película a nivel narrativo.
Volviendo a hacer alusión a las películas americanas, este es otro punto a tratar. Esta historia la hemos visto ya demasiadas veces. Una niña oprimida por su contexto familiar que busca liberarse y encuentra una vía de escape. No aporta absolutamente nada nuevo ni explora ninguna alternativa que la pueda hacer mínimamente interesante, ni siquiera a nivel visual. Ya que nos contextualiza en un barrio de mayor presencia musulmana, bien podría acercarse visualmente como propuesta narrativa a esta cultura y no grabando en piloto automático unos matices que le darían muchísima más riqueza al film.
Por otro lado, es tan formulaica que se siente artificial en todas sus escenas. Las tramas son meras fórmulas. Las escenas saltan de unas a otras sin cohesión ni originalidad buscando meramente la comedia fácil porque son niñas, ignorando el sentido o la intención de las mismas. El cliché oscurece cualquier atisbo de naturalidad que pudiera tener y todo es muy gratuito. Sabemos que películas como Perfect Pitch o la saga Fast and Furious tienen tramas totalmente formulaicas para justificar escenas de baile y de acción. La trama es la excusa para poder realizar un espectáculo visual en un sentido u otro. Cuties hace lo mismo pero no queda muy claro para mostrar qué. La única escena, digamos, más artística de la película, es una secuencia de baile a modo de videoclip de trap con las niñas mirando sensualmente y con cara de malotas a cámara mientras se contonean. Aparte de tener la calidad cinematográfica de un video de Tik Tok, el hecho de que miren a cámara (cosa que vuelven a hacer al final del metraje) te saca completamente de la película, si ya de por si su estrepitoso guion no fuese suficiente.
Por último, la construcción de sus personajes es inexistente. Aquí lo único que se salva es la interpretación de su protagonista, Fathia Youssouf, quien actúa muy bien y le aporta un granito de dignidad al film. Pero los demás personajes, ni las “amigas” ni la madre ni nadie tiene algo que me haga acordarme de ellos, las relaciones no se construyen en absoluto y al final tengo que sentir algo, no se el qué, porque un personaje se ¿redime? con otro. Me ha recordado mucho a Neil Breen, con esos saltos de unas escenas a otras inconexas, por tratar sin ningún rumbo varios temas interesantes y por terminar más confundido que al inicio. La única diferencia es que la calidad de producción es algo más elevada y por ahí habrá convencido a algunos. Es un despropósito narrativo, basado en el aquí y ahora, que deja muchísimos cabos sueltos y que no se aclara en lo que quiere contar.
Una película que falla estrepitosamente en transmitirte su mensaje y que por desgracia lo que te acaba contando es bastante peligroso. Por poner un ejemplo comparativo, es como si le haces fumar a un niño un paquete de tabaco al día durante un año y después le dices “Fumar es malo, no fumes”. El mal ya está hecho aunque “lo remedies” de boca.
15 de septiembre de 2020
15 de septiembre de 2020
22 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vivimos tiempos extraños. Permitimos a los niños exponerse a ver imágenes que no deberían ver, a comportarse de una manera que no es aceptable y a darles la razón en todo por no discutir, pero luego nos escandaliza cualquier cosa que implique sexo. Todos hemos sido niños y a todos se nos acabó la infancia con la llegada del sexo y la adolescencia. Cuties va sobre la aceptación en un grupo de amigas y el conflicto familiar pero tampoco me parece tan provocadora, ni tan mala película, ni tan buena. Olvidable como mucho.
9 de septiembre de 2020
9 de septiembre de 2020
59 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por la cineasta francesa de ascendencia senegalesa Maïmouna Doucouré, “Mignonnes” (Que es su título original) monta su narrativa en la historia de base que sigue a el derrotero y el drama de Amy, una chica de 11 años que se une a un grupo de bailarinas de la escuela. Amy y sus amigas de baile comienzan un viaje de auto descubrimiento de su feminidad y sexualidad que se enfrentan a los valores familiares y religiosos de sus familias por lo cual deviene el conflicto que se representa en la película.
“Guapis” llamó negativamente la atención en diversos mercados europeos por el afiche que había sido elegido para difundir el próximo estreno, en la que se veía a la protagonista, Fathia Youssouf, y a otras chicas del filme vestidas con escasa y provocadora ropa de baile y en una actitud corporal que se interpretaba como sexualmente explícita. como respuesta a esas críticas negativas de la prensa la productora y Netflix cambió el afiche por uno más "inocente". Así el afiche fue sacado de circulación pero las imágenes del audiovisual, que no son menos que provocadoras y además impropias de chicas pre adolescentes, por supuesto han quedado.
La nueva película que Netflix estrena no sólo trata de un grupo de niñas de 11 años, vestidas como showgirls y bailando como bailarinas eróticas para el placer de los adultos, sino que puede ser vehículo para promover la hiper sexualización de menores de edad, la "cosificación" de la mujer y lo que es peor la pedofilia.
Si bien el film trata del conflicto que enfrenta a las niñas protagonistas con sus familias y su entorno socio-cultural también narra el derrotero de una niñas pre adolescentes aprendiendo a bailar como mujerzuelas de burdel con todo lo que ello implica en las imágenes que se las ve con poca ropa desde un punto de vista de una cámara que imita los ángulos y encuadres de planos propios de una película pornográfica.
Netflix lo hizo de nuevo, no contentos de ofrecer cuanta porquería se filme, difundiendo audiovisuales de ínfima calidad, ahora apela al morbo poniendo en peligro a pre adolescentes que pueden estar a un paso de caer en la explotación sexual.
Netflix con su poder mediático está llevando a gran parte de la sociedad por los senderos de la estupidez y ahora, por lo que se ve, de la degradación moral al punto de la pedofilia.
“Guapis” llamó negativamente la atención en diversos mercados europeos por el afiche que había sido elegido para difundir el próximo estreno, en la que se veía a la protagonista, Fathia Youssouf, y a otras chicas del filme vestidas con escasa y provocadora ropa de baile y en una actitud corporal que se interpretaba como sexualmente explícita. como respuesta a esas críticas negativas de la prensa la productora y Netflix cambió el afiche por uno más "inocente". Así el afiche fue sacado de circulación pero las imágenes del audiovisual, que no son menos que provocadoras y además impropias de chicas pre adolescentes, por supuesto han quedado.
La nueva película que Netflix estrena no sólo trata de un grupo de niñas de 11 años, vestidas como showgirls y bailando como bailarinas eróticas para el placer de los adultos, sino que puede ser vehículo para promover la hiper sexualización de menores de edad, la "cosificación" de la mujer y lo que es peor la pedofilia.
Si bien el film trata del conflicto que enfrenta a las niñas protagonistas con sus familias y su entorno socio-cultural también narra el derrotero de una niñas pre adolescentes aprendiendo a bailar como mujerzuelas de burdel con todo lo que ello implica en las imágenes que se las ve con poca ropa desde un punto de vista de una cámara que imita los ángulos y encuadres de planos propios de una película pornográfica.
Netflix lo hizo de nuevo, no contentos de ofrecer cuanta porquería se filme, difundiendo audiovisuales de ínfima calidad, ahora apela al morbo poniendo en peligro a pre adolescentes que pueden estar a un paso de caer en la explotación sexual.
Netflix con su poder mediático está llevando a gran parte de la sociedad por los senderos de la estupidez y ahora, por lo que se ve, de la degradación moral al punto de la pedofilia.
17 de octubre de 2020
17 de octubre de 2020
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todas las buenas criticas que he leído respecto a esta película hacen alusión a la buena intención de la guionista y directora, pero para mí, la intención no es lo único que cuenta.
Como producto cinematográfico es pésimo y demuestra que la directora la realizó sin saber como enfocar el tema y haciéndolo de la peor manera posible.
Como producto cinematográfico es pésimo y demuestra que la directora la realizó sin saber como enfocar el tema y haciéndolo de la peor manera posible.
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