El zurdo
6.4
2,384
28 de noviembre de 2012
28 de noviembre de 2012
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la primera película de Arthur Penn. Trata sobre la vida de Billy the Kid, o Billy el niño, como vuescencia prefiera. Aunque se le tituló El zurdo, no sé muy bien por qué, debe de ser que el protagonista es zurdo, aunque nunca se resalta este hecho en la película.
El hombre-guapo-ojazos-bonitos que encarna a Billy el Niño es Paul Newman, que aquí hace de héroe peligroso, rencoroso, que camina por el lado salvaje de la vida. Es vengativo y al final recibe de su propia medicina.
Es interesante el juego metaliterario, donde el héroe es, al mismo tiempo que vive, ficcionalizado, como Don Quijote, cuando en la segunda parte del libro se encuentra con gente que ha leído sus aventuras en el primer tomo. Aquí es el escritor que escribe sobre sus andanzas el que finalmente le vende y le conduce a la muerte. La literatura siempre tan puta.
Un 7,22
El hombre-guapo-ojazos-bonitos que encarna a Billy el Niño es Paul Newman, que aquí hace de héroe peligroso, rencoroso, que camina por el lado salvaje de la vida. Es vengativo y al final recibe de su propia medicina.
Es interesante el juego metaliterario, donde el héroe es, al mismo tiempo que vive, ficcionalizado, como Don Quijote, cuando en la segunda parte del libro se encuentra con gente que ha leído sus aventuras en el primer tomo. Aquí es el escritor que escribe sobre sus andanzas el que finalmente le vende y le conduce a la muerte. La literatura siempre tan puta.
Un 7,22
13 de diciembre de 2020
13 de diciembre de 2020
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que en 1911 Lawrence Trimble inmortalizara en la pantalla cinematográfica la figura de William H. Bonny en "Billy the Kid" hasta que el año pasado volviera a hacerlo Vincent D'Onofrio en "Sin piedad", hay casi medio centenar de cintas que se ocupan en exclusiva de la figura de lo que Ramón J. Sender llamó "El bandido adolescente". Como vemos, es mucha la atracción que este tema ha ejercido y sigue ejerciendo entre cineastas y literatos.
Cuando ya se habían contabilizado una treintena de obras sobre el personaje, para debutar en la gran pantalla Arthur Penn elige también a Billy el Niño encargando su interpretación a un jovencísimo Newman. La película narra con bastante fidelidad la vida del forajido que arranca con su llegada al rancho de John Tunstall, el Inglés, con el sueldo de un dólar al día más comida, caballo y cantimplora. Asesinado Tunstall en el contexto de la llamada "guerra del condado de Lincoln" entre los ganaderos de la zona, Billy, que lo consideraba un auténtico padre, en compañía de otros jóvenes vaqueros del rancho lo vengará iniciando así su carrera delictiva que concluirá con su muerte a manos del también célebre sheriff y antiguo amigo de correrías Patt Garret.
La historia es bien conocida, pero la obra de Penn ofrece algunos aspectos originales que conviene destacar. Por ejemplo el análisis de la personalidad de Billy, que se muestra desde el principio como un joven introvertido y tímido , un completo analfabeto que espera un día aprender a leer y escribir con su protector. Por eso la muerte del Inglés trastocará de plano su inestable equilibrio mental, inclinándolo a la bebida y a la violencia. Conocedor de los culpables de su muerte, en compañía de sus amigos Tom y Charly iniciará la caza sistemática de los mismos, con huidas a Madero y otras ciudades de la frontera mejicana donde encuentra la protección de sus amigos.
A medida que se suceden las acciones violentas, el carácter de Billy se vuelve atormentado e irascible con algunos signos de angustia, desequilibrios y trastornos psíquicos. Por momentos parece estar anunciando el personaje de Luke Jackson, ese "indomable" que diez años después interpretará el propio Newman en su famosa "Leyenda". Vemos también las graves quemaduras que sufre Billy en el incendio que sus enemigos provocan en la casa de uno de sus amigos que lo deja con la piel adherida a sus ropas, o el balazo en el abdomen que sufre uno de sus compañeros y que inútilmente trata de curar vertiendo sobre el mismo el whisky de una botella.
Otro detalle curioso que, seguramente, justifica la enorme fama que adquirió William H. Bonny, tempranamente los periódicos del Este informaban exageradamente de sus andanzas, atribuyéndole sin rigor alguno muchas de las muertes que se producían en su entorno. El propio protagonista sería consciente de su notoriedad. De las páginas de la prensa su figura pasó a los libros y a los tebeos infantiles, llamando la atención de periodistas, fotógrafos y escritores que marchan al Oeste para conocerlo personalmente. Alguno de estos, decepcionado cuando lo conoce, será quien lo denuncie ante Patt Garret. Había nacido el mito.
Por lo demás la película presenta una excelente fotografía en blanco y negro, y una cuidadosa ambientación tanto de interiores como de exteriores sobresaliendo en este caso la recreación de los pueblos. En cuanto a la interpretación resulta floja la de los jóvenes amigos de Billy, destaca sin embargo la de Newman si bien con cierta sobreactuación en algunas escenas, como ocurre por otra parte en otras obras juveniles suyas. En cualquier caso, el resultado es una buena película que anuncia la brillante carrera que esperaba a su director.
Cuando ya se habían contabilizado una treintena de obras sobre el personaje, para debutar en la gran pantalla Arthur Penn elige también a Billy el Niño encargando su interpretación a un jovencísimo Newman. La película narra con bastante fidelidad la vida del forajido que arranca con su llegada al rancho de John Tunstall, el Inglés, con el sueldo de un dólar al día más comida, caballo y cantimplora. Asesinado Tunstall en el contexto de la llamada "guerra del condado de Lincoln" entre los ganaderos de la zona, Billy, que lo consideraba un auténtico padre, en compañía de otros jóvenes vaqueros del rancho lo vengará iniciando así su carrera delictiva que concluirá con su muerte a manos del también célebre sheriff y antiguo amigo de correrías Patt Garret.
La historia es bien conocida, pero la obra de Penn ofrece algunos aspectos originales que conviene destacar. Por ejemplo el análisis de la personalidad de Billy, que se muestra desde el principio como un joven introvertido y tímido , un completo analfabeto que espera un día aprender a leer y escribir con su protector. Por eso la muerte del Inglés trastocará de plano su inestable equilibrio mental, inclinándolo a la bebida y a la violencia. Conocedor de los culpables de su muerte, en compañía de sus amigos Tom y Charly iniciará la caza sistemática de los mismos, con huidas a Madero y otras ciudades de la frontera mejicana donde encuentra la protección de sus amigos.
A medida que se suceden las acciones violentas, el carácter de Billy se vuelve atormentado e irascible con algunos signos de angustia, desequilibrios y trastornos psíquicos. Por momentos parece estar anunciando el personaje de Luke Jackson, ese "indomable" que diez años después interpretará el propio Newman en su famosa "Leyenda". Vemos también las graves quemaduras que sufre Billy en el incendio que sus enemigos provocan en la casa de uno de sus amigos que lo deja con la piel adherida a sus ropas, o el balazo en el abdomen que sufre uno de sus compañeros y que inútilmente trata de curar vertiendo sobre el mismo el whisky de una botella.
Otro detalle curioso que, seguramente, justifica la enorme fama que adquirió William H. Bonny, tempranamente los periódicos del Este informaban exageradamente de sus andanzas, atribuyéndole sin rigor alguno muchas de las muertes que se producían en su entorno. El propio protagonista sería consciente de su notoriedad. De las páginas de la prensa su figura pasó a los libros y a los tebeos infantiles, llamando la atención de periodistas, fotógrafos y escritores que marchan al Oeste para conocerlo personalmente. Alguno de estos, decepcionado cuando lo conoce, será quien lo denuncie ante Patt Garret. Había nacido el mito.
Por lo demás la película presenta una excelente fotografía en blanco y negro, y una cuidadosa ambientación tanto de interiores como de exteriores sobresaliendo en este caso la recreación de los pueblos. En cuanto a la interpretación resulta floja la de los jóvenes amigos de Billy, destaca sin embargo la de Newman si bien con cierta sobreactuación en algunas escenas, como ocurre por otra parte en otras obras juveniles suyas. En cualquier caso, el resultado es una buena película que anuncia la brillante carrera que esperaba a su director.
26 de octubre de 2012
26 de octubre de 2012
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues he aquí otro ejemplo de película hecha fundamentalmente por los actores, es decir: donde es el intérprete lo más valioso y quien da sentido a todo.
En este caso es Paul Newman, cómo no. A parte de guapísimo y bellísimo, y con una sonrisa que hace que te tiemblen las piernas, interpreta a este Billy el Niño con una profundidad que también, pero en otro sentido, te hace temblar. Curioso cómo se configura aquí el héroe del oeste, alejado de todo adorno noble y épico. Al contrario, este Billy es un auténtico sociópota inmaduro y cruel. Por momentos caprichoso y dominante; a veces tímido y asexuado, otras ardiente y lascivo. Y a ver quien es el hombre, la mujer, la criatura o la cosa que se le resiste.
A decir verdad, «El zurdo» es un western inusual. Lejos de llanuras y típicos pistoleros, parece casi un thriller, no sé por qué. Hay una inquietud en el ambiente, algo sobrecogedor que recorre la película, quizá en el personaje de Billy, o en la concepción de la historia, que se presenta funesta, «como a través de un cristal oscuro». Algunos monólogos, por ejemplo, de William Bonney con la mirada azul/gris al frente, como ido, como desde otro mundo, con esa mano izquierda del demonio levantada, son espeluznantes y tienen muchísima fuerza.
Así, esta originalidad en el estilo y la majestuosidad de las interpretaciones, desvían un tanto la atención de la trama propiamente dicha, que se reduce a una venganza poco explicada y a presentar los personajes de la leyenda, porque, claro, tienen que aparecer y de eso se trata. Lo malo es que, en fin, la historia de estos forajidos deja bastante que desear, y la gran mayoría de las veces sientes hacia los compañeros de Billy una imperiosa necesidad de llamarles estúpidos. Con todo, la película funciona bastante bien, concisa a su modo y bellamente teatral.
Me sorprende, eso sí, una nota tan baja para una película realmente interesante. A mi parecer, mejor que muchos llamados «clásicos» unánimemente reconocidos.
En este caso es Paul Newman, cómo no. A parte de guapísimo y bellísimo, y con una sonrisa que hace que te tiemblen las piernas, interpreta a este Billy el Niño con una profundidad que también, pero en otro sentido, te hace temblar. Curioso cómo se configura aquí el héroe del oeste, alejado de todo adorno noble y épico. Al contrario, este Billy es un auténtico sociópota inmaduro y cruel. Por momentos caprichoso y dominante; a veces tímido y asexuado, otras ardiente y lascivo. Y a ver quien es el hombre, la mujer, la criatura o la cosa que se le resiste.
A decir verdad, «El zurdo» es un western inusual. Lejos de llanuras y típicos pistoleros, parece casi un thriller, no sé por qué. Hay una inquietud en el ambiente, algo sobrecogedor que recorre la película, quizá en el personaje de Billy, o en la concepción de la historia, que se presenta funesta, «como a través de un cristal oscuro». Algunos monólogos, por ejemplo, de William Bonney con la mirada azul/gris al frente, como ido, como desde otro mundo, con esa mano izquierda del demonio levantada, son espeluznantes y tienen muchísima fuerza.
Así, esta originalidad en el estilo y la majestuosidad de las interpretaciones, desvían un tanto la atención de la trama propiamente dicha, que se reduce a una venganza poco explicada y a presentar los personajes de la leyenda, porque, claro, tienen que aparecer y de eso se trata. Lo malo es que, en fin, la historia de estos forajidos deja bastante que desear, y la gran mayoría de las veces sientes hacia los compañeros de Billy una imperiosa necesidad de llamarles estúpidos. Con todo, la película funciona bastante bien, concisa a su modo y bellamente teatral.
Me sorprende, eso sí, una nota tan baja para una película realmente interesante. A mi parecer, mejor que muchos llamados «clásicos» unánimemente reconocidos.
21 de octubre de 2012
21 de octubre de 2012
14 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo generoso diré que como el Oeste en si no me apasiona, si bien puede haber miradas que a veces lo hacen atractivo, no conozco para nada sus figuras legendarias, por llamarlas de algún modo. Lo que sé de Wyatt Earp, Doc Holliday, Jesse James y demás es lo que he visto en la pantalla. Por eso la decepción ante este Billy El Niño es manifiesta. Tanto que se ha hablado y escrito que se le convirtió en mito. Su fama es tan grande que se llegaron a rodar películas con el sugerente título de "Billy El Niño contra Drácula". Según la versión de Arthur Penn, el tal Billy no era más que un inmaduro, un personaje estrambótico, desequilibrado y perturbado, que se rodeaba de otros tipos de la misma calaña. Porque la banda que forma, es de vergüenza ajena. Unos hombretones que se comportan como si tuvieran ocho años. Si es que parecen retrasados mentales.
Como alguien apunta, Arthur Penn debuta en la dirección y se nota que está bastante verde. Hay momentos en que parece una película de televisión o de serie B. Por lo que se ve el director se esfuerza en crear una especie de personaje heroico y atormentado pero lo que le sale es un sinsentido. Porque la carrera criminal del protagonista no es tal sino fruto de una personalidad enfermiza. El que no lo conozca que se olvide de atracos, asaltos, peleas y maldades varias de un forajido. Es verdad que hay una venganza de por medio, pero me temo que esta no es más que el detonante para dar rienda suelta a la neurosis de Billy.
En fin, película desafortunada, un tanto absurda y teatral en el mal sentido de la palabra. Salvo algunos momentos puntuales y la presencia de Paul Newman, poca cosa es la que aporta "El Zurdo". Eso si, no sé si es mi imaginación o es que es así, pero la sensación que tengo es que más de uno, especialmente el escritor y los amigos de Billy, pierden aceite. Porque de lo contrario no se entiende la pasión que despierta un tipo tan limitado como este forajido pero con el careto de Paul Newman.
Como alguien apunta, Arthur Penn debuta en la dirección y se nota que está bastante verde. Hay momentos en que parece una película de televisión o de serie B. Por lo que se ve el director se esfuerza en crear una especie de personaje heroico y atormentado pero lo que le sale es un sinsentido. Porque la carrera criminal del protagonista no es tal sino fruto de una personalidad enfermiza. El que no lo conozca que se olvide de atracos, asaltos, peleas y maldades varias de un forajido. Es verdad que hay una venganza de por medio, pero me temo que esta no es más que el detonante para dar rienda suelta a la neurosis de Billy.
En fin, película desafortunada, un tanto absurda y teatral en el mal sentido de la palabra. Salvo algunos momentos puntuales y la presencia de Paul Newman, poca cosa es la que aporta "El Zurdo". Eso si, no sé si es mi imaginación o es que es así, pero la sensación que tengo es que más de uno, especialmente el escritor y los amigos de Billy, pierden aceite. Porque de lo contrario no se entiende la pasión que despierta un tipo tan limitado como este forajido pero con el careto de Paul Newman.
9 de octubre de 2010
9 de octubre de 2010
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Paul Newman, Billy el niño? Sí señor, Arthur Penn es capaz de convertir al deseado por todas (y todos) en el legendario William Bonney. Las andanzas del mítico forajido quedan representadas desde un prisma romático, el héroe y no el asesino, el idolatrado y no el perseguido.
Como siempre, Penn innova, tratando de alejarse de otros westerns y otras historias sobre Billy el niño. Fue su primer trabajo para la gran pantalla, y no fue un éxito, aunque con el tiempo ha sido mejor considerada. Aunque es verdad que no es su mejor película (La jauría humana, Bonnie & Clyde) ya dejó señas de su personalidad.
Como siempre, Penn innova, tratando de alejarse de otros westerns y otras historias sobre Billy el niño. Fue su primer trabajo para la gran pantalla, y no fue un éxito, aunque con el tiempo ha sido mejor considerada. Aunque es verdad que no es su mejor película (La jauría humana, Bonnie & Clyde) ya dejó señas de su personalidad.
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