El espíaMiniserie
2019 

Gideon Raff (Creador), Gideon Raff
7.2
4,126
Serie de TV. Intriga. Thriller. Drama
Miniserie de TV (2019). 6 episodios. Serie basada en la vida del espía israelí Eli Cohen. En la década de 1960, Cohen se convirtió en agente secreto del Mossad para espiar a Siria bajo el nombre ficticio de Kamel Amin Thaabet. Una larguísima misión que, a lo largo de los años, le llevó a cuestionarse si su lealtad a la patria era más importante que vivir una segunda vida en peligro constante y lejos de su familia. (FILMAFFINITY)
2 de octubre de 2019
2 de octubre de 2019
14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Biopic de Eli Cohen, uno de los más famosos espías que llegó a ser viceprimer ministro de Defensa de la nación que espiaba, Siria, enemigo estratégico de Israel, como el resto de los países árabes, por ser fronteriza con el Lago Tiberíades o Mar de Galilea, donde se embalsan prácticamente la totalidad de agua dulce del Estado de Israel.
Esta es su historia, cómo lo captó el Mossad, cómo logró infiltrarse y llegar a codearse con la crême de la crême de la sociedad siria, siendo amigo personal del primer ministro sirio e impulsor del partido Baaz que aún sigue gobernando en Siria, de su gran amor, su mujer, Nadia, y de cómo fue capturado y ejecutado, a pesar de que hasta el propio Papa Pablo VI intercedió por él.
Gran ambientación, excelente fotografía y magistrales interpretaciones bajo la dirección de Gideon Raff.
Notable, 8.
Esta es su historia, cómo lo captó el Mossad, cómo logró infiltrarse y llegar a codearse con la crême de la crême de la sociedad siria, siendo amigo personal del primer ministro sirio e impulsor del partido Baaz que aún sigue gobernando en Siria, de su gran amor, su mujer, Nadia, y de cómo fue capturado y ejecutado, a pesar de que hasta el propio Papa Pablo VI intercedió por él.
Gran ambientación, excelente fotografía y magistrales interpretaciones bajo la dirección de Gideon Raff.
Notable, 8.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los sirios se niegan a devolver su cuerpo, el hombre que descubrió las defensas en los Altos del Golán y que señaló con los eucaliptos que regaló a Siria para tal fin, Altos del Golán que Israel capturó en la Guerra de los Seis días dos años después de su ejecución, y que nunca ha devuelto desde entonces a pesar de las reclamaciones sirias ante la ONU, lo que le permitió el control absoluto del Lago Tiberíades o Mar de Galilea.
28 de septiembre de 2019
28 de septiembre de 2019
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una serie de género, basada en hechos reales, pero realmente bien contada, bordada con finos detalles, en especial los psicológicos, que llevan a un hombre simple, con una hermosa y devota esposa, que luego le da dos hijas a arriesgar su vida por cumplir un sueño. Esto subyace a la historia principal que es muy buena, pero el autor intenta describir a este hombre, como se siente discriminado en su país por ser un israelí de origen árabe, como le hacen sentir poca cosa, su deseo de trascender que lo guía en su destino y que más tarde lo confunde perdiendo su personalidad, enamorándose de su papel ficticio de millonario y poderoso, más allá de los riesgos y la soledad que le deparan. Gran producción, recreación histórica excelente y muy buenas actuaciones. Pequeña maravillosa obra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me quedo con dos escenas maravillosas de puro cine, la que el hermano descubre el trabajo del protagonista, por ser sutil y contundente. La otra es donde el protagonista es arrestado en su país por reaccionar ante una situación donde se siente discriminado y su otra personalidad lo traiciona. Exquisitas.
3 de diciembre de 2019
3 de diciembre de 2019
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
A un cinéfilo como yo, le gusta que le cuenten una historia de forma entretenida y que sea creible. Por pasión con este arte, he visto mucho cine durante toda mi vida y tengo un chip que detecta los errores o las contradicciones según mi criterio. Yo soy de los que ven a Breaking Bad como una OBRA MAESTRA, y las dos primeras EL PADRINO, lo mismo.
Pues esta joya la vi con mi esposa y nos encantó a los dos. Tiene algún detallito mejorable, pero el nivel general es tan alto que los “fallos” se diluyen.
Y el señor Sacha, un pedazo de actor.
Para disfrutarla y con el paso del tiempo, volver a verla.
Pues esta joya la vi con mi esposa y nos encantó a los dos. Tiene algún detallito mejorable, pero el nivel general es tan alto que los “fallos” se diluyen.
Y el señor Sacha, un pedazo de actor.
Para disfrutarla y con el paso del tiempo, volver a verla.
10 de septiembre de 2019
10 de septiembre de 2019
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Continuando con la temática de espionaje centrada en el Mossad, que ya abordara en ‘Rescate en el mar Rojo’, el director israelí Gideon Raff crea y dirige para Netflix ‘El espía’. Miniserie de seis episodios basada en las peripecias de Eli Cohen (Sacha Baron Cohen). De ascendencia siria, aunque criado en Egipto, se convirtió en una pieza clave para los servicios secretos de Israel.
En una profesión dónde la fama corre a rebufo del fracaso, su caída en desgracia le aseguró un lugar en la historia. Y al igual que ocurriera con otros mitos, su legado e influencia se desató ya fallecido durante la Guerra de los Seis Días. La información que había suministrado tiempo atrás fue vital en la anticipación israelí. El cenit de la guerra preventiva supuso para sus compatriotas un testamento póstumo, que le brindó la consideración de héroe.
‘El espía’ abarca desde su reclutamiento para la causa hasta su fatídico final. Centrada en su figura, acierta Raff al no colocar subtramas innecesarias que alteren el orden lógico de las cosas. La narración posee la inestimable virtud de la concreción. El trato que da a su entorno familiar, el padecimiento de la esposa ante las prolongadas ausencias del marido, ignorante hasta el final de su verdadero desempeño, está filmado con sobrio gusto. El apasionante contexto geoestratégico brinda posibilidades para el lucimiento, asegurando un interés que viene por añadidura.
El guión, que se aleja del academicismo sin caer en la vulgaridad, dota a la serie del ritmo propicio para consumirla en un par de días. Las escenas de acción, sin constituir el núcleo gordiano de la propuesta, añaden una dosis preventiva de adrenalina al servicio de una tensión que no decae.
Los personajes que trabajan como topos, bien bajo el paraguas policial o al servicio de otro estado, tienen en una personalidad inalienable un claro denominador común. Con un toque de aventurerismo a cuestas, sus motivaciones fluctúan desde el compromiso político, con arraigadas convicciones ideológicas, la lealtad para con su país, hasta el mero interés económico.
En el caso que nos ocupa veo a un hombre normal. Casado, con las problemáticas del día a día. No se le presuponen especiales aptitudes para el puesto. Incluso su reclutador es escéptico ante su desempeño. ‘El espía’ retrata una heroicidad asentada en la determinación. Un trabajo de orfebrería en dónde su rol de empresario adinerado le va a abrir las puertas del poder en Siria. Lo interpreta Sacha Baron Cohen, artista bregado en la comedia y que ejecuta una aseada actuación. Le ayuda una certera caracterización, que secunda un gran parecido físico.
Se desprende una foto ajustada de la ineptitud e incompetencia del mundo árabe. Esas disfuncionalidades florecen sin adoctrinamiento, de manera natural, del desarrollo honrado de una historia contada para perdurar.
En una profesión dónde la fama corre a rebufo del fracaso, su caída en desgracia le aseguró un lugar en la historia. Y al igual que ocurriera con otros mitos, su legado e influencia se desató ya fallecido durante la Guerra de los Seis Días. La información que había suministrado tiempo atrás fue vital en la anticipación israelí. El cenit de la guerra preventiva supuso para sus compatriotas un testamento póstumo, que le brindó la consideración de héroe.
‘El espía’ abarca desde su reclutamiento para la causa hasta su fatídico final. Centrada en su figura, acierta Raff al no colocar subtramas innecesarias que alteren el orden lógico de las cosas. La narración posee la inestimable virtud de la concreción. El trato que da a su entorno familiar, el padecimiento de la esposa ante las prolongadas ausencias del marido, ignorante hasta el final de su verdadero desempeño, está filmado con sobrio gusto. El apasionante contexto geoestratégico brinda posibilidades para el lucimiento, asegurando un interés que viene por añadidura.
El guión, que se aleja del academicismo sin caer en la vulgaridad, dota a la serie del ritmo propicio para consumirla en un par de días. Las escenas de acción, sin constituir el núcleo gordiano de la propuesta, añaden una dosis preventiva de adrenalina al servicio de una tensión que no decae.
Los personajes que trabajan como topos, bien bajo el paraguas policial o al servicio de otro estado, tienen en una personalidad inalienable un claro denominador común. Con un toque de aventurerismo a cuestas, sus motivaciones fluctúan desde el compromiso político, con arraigadas convicciones ideológicas, la lealtad para con su país, hasta el mero interés económico.
En el caso que nos ocupa veo a un hombre normal. Casado, con las problemáticas del día a día. No se le presuponen especiales aptitudes para el puesto. Incluso su reclutador es escéptico ante su desempeño. ‘El espía’ retrata una heroicidad asentada en la determinación. Un trabajo de orfebrería en dónde su rol de empresario adinerado le va a abrir las puertas del poder en Siria. Lo interpreta Sacha Baron Cohen, artista bregado en la comedia y que ejecuta una aseada actuación. Le ayuda una certera caracterización, que secunda un gran parecido físico.
Se desprende una foto ajustada de la ineptitud e incompetencia del mundo árabe. Esas disfuncionalidades florecen sin adoctrinamiento, de manera natural, del desarrollo honrado de una historia contada para perdurar.
13 de septiembre de 2019
13 de septiembre de 2019
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace poco que supe sobre la nueva serie (o miniserie) en exclusiva de Netflix, la cual se trataba de un drama sobre un espía israelí, basada en hechos reales y protagonizad por el hilarante Sacha Baron Cohen ("Ali G", "Borat" y "Bruno" para los amigos).
Esto último es lo que más me llamaba la atención, ya que tenía ganas de ver este cambio de registro. Cierto es que ya le habíamos visto en algunos proyectos más serios, pero jamás como protagonista, y menos en un drama.
La serie nos cuenta la historia de Eli Cohen, un israelí que se infiltró en Siria y los tuvo engañados a todos durante años. La verdad es que desconocía este hecho histórico, y la verdad es que si se investiga un poco se ve mucho potencial en la premisa. Pero vayamos por partes.
La dirección de la serie resulta correcta, pero no hay en ella nada que destaque realmente, en lo que se refiere a los apartados técnicos. En cuanto al guion (cortesía del mismo responsable), este resulta tan entretenido como rudimentario, no llegando nunca aburrir pero tampoco a emocionar (demasiado frialdad en el conjunto), sorprender o entusiasmar.
A destacar lo inverosímil de algunas secuencias, ya que, para generar tensión en el espectador, se ofrecen una serie se situaciones difíciles de asimilar que ponen en peligro al protagonista, cuando lo único que se consigue es romper la barrera de la realidad. Sobraban y no eran necesarias, la verdad.
Por otro lado la miniserie consta de seis episodios, y aunque lo que se cuenta es bastante interesante, uno se pregunta si no sobraba algún episodio, pero se agradece que tampoco hayan recurrido al relleno, excediendo la duración a más episodios, por lo que conforme.
Pero si por algo destaca la serie es por la participación de Sacha Baron Cohen. El actor y cómico nos ofrece una interpretación comedida, carismática y más que lograda, siendo seguramente lo mejor del conjunto. No obstante,no creo que sea su mejor registro, pero se agradece el cambio de aires y sale victorioso como gran protagonista.
Otra cantar es el personaje que interpreta, ya que pone de los nervios en muchas ocasiones, ya sea por lo descrito de algunas situaciones donde se expone de forma innecesaria por decisiones ilógicas o por su forma de ser. Desconozco hasta que punto es cierto lo que se nos cuenta, pero estamos ante un hombre que lo sacrificó todo de forma egoísta y desmedida, destrozando a sus seres queridos. Cuesta bastante empatizar con él, aunque la serie juegue a eso.
En conclusión, estamos ante una miniserie que destaca sólo por su actor protagonista y que sirve para una tarde aburrida, pero en una era donde hay demasiada calidad en la oferta de series, no es una imprescindible. Si te interesa el tema y te gusta el actor, quizás salgas satisfecho, pero en realidad nada nuevo luce bajo el sol, y aunque no estemos ante un mal trabajo, tampoco es nada del otro aquel, siendo un thriller tan correcto como rudimentario. Ni más ni menos.
Más críticas: ocioworld.net
Esto último es lo que más me llamaba la atención, ya que tenía ganas de ver este cambio de registro. Cierto es que ya le habíamos visto en algunos proyectos más serios, pero jamás como protagonista, y menos en un drama.
La serie nos cuenta la historia de Eli Cohen, un israelí que se infiltró en Siria y los tuvo engañados a todos durante años. La verdad es que desconocía este hecho histórico, y la verdad es que si se investiga un poco se ve mucho potencial en la premisa. Pero vayamos por partes.
La dirección de la serie resulta correcta, pero no hay en ella nada que destaque realmente, en lo que se refiere a los apartados técnicos. En cuanto al guion (cortesía del mismo responsable), este resulta tan entretenido como rudimentario, no llegando nunca aburrir pero tampoco a emocionar (demasiado frialdad en el conjunto), sorprender o entusiasmar.
A destacar lo inverosímil de algunas secuencias, ya que, para generar tensión en el espectador, se ofrecen una serie se situaciones difíciles de asimilar que ponen en peligro al protagonista, cuando lo único que se consigue es romper la barrera de la realidad. Sobraban y no eran necesarias, la verdad.
Por otro lado la miniserie consta de seis episodios, y aunque lo que se cuenta es bastante interesante, uno se pregunta si no sobraba algún episodio, pero se agradece que tampoco hayan recurrido al relleno, excediendo la duración a más episodios, por lo que conforme.
Pero si por algo destaca la serie es por la participación de Sacha Baron Cohen. El actor y cómico nos ofrece una interpretación comedida, carismática y más que lograda, siendo seguramente lo mejor del conjunto. No obstante,no creo que sea su mejor registro, pero se agradece el cambio de aires y sale victorioso como gran protagonista.
Otra cantar es el personaje que interpreta, ya que pone de los nervios en muchas ocasiones, ya sea por lo descrito de algunas situaciones donde se expone de forma innecesaria por decisiones ilógicas o por su forma de ser. Desconozco hasta que punto es cierto lo que se nos cuenta, pero estamos ante un hombre que lo sacrificó todo de forma egoísta y desmedida, destrozando a sus seres queridos. Cuesta bastante empatizar con él, aunque la serie juegue a eso.
En conclusión, estamos ante una miniserie que destaca sólo por su actor protagonista y que sirve para una tarde aburrida, pero en una era donde hay demasiada calidad en la oferta de series, no es una imprescindible. Si te interesa el tema y te gusta el actor, quizás salgas satisfecho, pero en realidad nada nuevo luce bajo el sol, y aunque no estemos ante un mal trabajo, tampoco es nada del otro aquel, siendo un thriller tan correcto como rudimentario. Ni más ni menos.
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