Tres colores: Blanco
1994 

7.2
15,934
29 de febrero de 2008
29 de febrero de 2008
43 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi sensación al finalizar esta película fue "terminé de tragarme esta película", y es que nunca me levanto antes de que termine una. La vi por recomendacion de FILMAFFINITY, ya que el promedio de mis almas gemelas le daba 8.5 y me pareció interesante ver una comedia extranjera. Vaya sorpresa la mía al no reirme nunca, no llorar nunca, no identificarme nunca, no enojarme nunca, durante esta cinta, una sensación completamente nueva al ver un filme, la indiferencia. El hilo argumental se me hace pobre, y no se cierran muy bien las historias de manera que me quedo con dudas.
Sencillamente no entiendo las votaciones tan favorables hacia este film, me parecio carente de todo espíritu, me aburrí muchísimo aunque mis únicos alicientes fueron las actuaciones, a mi entender fenomenales, de Zamachowski y Gajos.
Lo mejor: La actuación de Zamachowski, los escenarios donde se filma la historia.
Lo peor: Los silencios, el poco humor (podría haberse explotado mejor), el argumento que fue el que me atrajo a ver la película no se desarrolla con la suficiente gracia.
Sencillamente no entiendo las votaciones tan favorables hacia este film, me parecio carente de todo espíritu, me aburrí muchísimo aunque mis únicos alicientes fueron las actuaciones, a mi entender fenomenales, de Zamachowski y Gajos.
Lo mejor: La actuación de Zamachowski, los escenarios donde se filma la historia.
Lo peor: Los silencios, el poco humor (podría haberse explotado mejor), el argumento que fue el que me atrajo a ver la película no se desarrolla con la suficiente gracia.
17 de agosto de 2009
17 de agosto de 2009
31 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejando de lado el mensaje general que intenta transmitir la segunda parte de la trilogía abanderada de Kieslowski, ese segundo principio revolucionario de egalité tan difuminado; el filme del polaco, aún lleno de momentos ingeniosos y sorprendentemente emotivos, deja al espectador bastante frío al final. La cinta esconde en el tintero cientos de interrogantes que nunca son respondidos, quizás proponiendo que "saboreemos el misterio". Los misterios son fascinantes, sí, pero sólo si son sobre el propósito de la existencia, no sobre la procedencia de miles de dólares ahorrados por un modesto peluquero en principio arruinado, por poner un ejemplo.
La fotografía y las localizaciones siempre son preciosas, por supuesto; desde las hermosas calles parisinas hasta las frías y sobrias ciudades de Polonia. Eso sí, se echan de menos los encuadres atrevidos y los travellings veloces.
Cabe destacar la interpretación de los actores, muy creíble. Sin embargo sus personajes fingen poseer una profundidad que jamás se revela más allá de unos tormentos sin causa aparente (Mikolaj) o resultan totalmente paradójicos e insostenibles (Dominique y Karol). ¿Todo por qué? Porque el guión, amago de "comedia negra amorosa", es ridículo, desganado y, se diría, improvisado.
Un intento pasable que queda muy por debajo de su predecesora Azul, muchísimo más elaborada en todos los sentidos (¡Esa música!).
La fotografía y las localizaciones siempre son preciosas, por supuesto; desde las hermosas calles parisinas hasta las frías y sobrias ciudades de Polonia. Eso sí, se echan de menos los encuadres atrevidos y los travellings veloces.
Cabe destacar la interpretación de los actores, muy creíble. Sin embargo sus personajes fingen poseer una profundidad que jamás se revela más allá de unos tormentos sin causa aparente (Mikolaj) o resultan totalmente paradójicos e insostenibles (Dominique y Karol). ¿Todo por qué? Porque el guión, amago de "comedia negra amorosa", es ridículo, desganado y, se diría, improvisado.
Un intento pasable que queda muy por debajo de su predecesora Azul, muchísimo más elaborada en todos los sentidos (¡Esa música!).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hablando de fallos de guión (prevenidos estáis si os destripo la peli):
¿Qué llevó a Dominique a casarse con un hombre que apenas hablaba su idioma? ¿Su asombrosa habilidad para tocar el peine, quizás?
¿Por qué Dominique, casta hasta el matrimonio, se acuesta con el primer maromo que conoce justo después del divorcio? Debe de ser una mujer totalmente desquiciada. Si no, mirad qué bien quema las cortinas de su local y deja tirado a su ex, para luego amarlo con locura después de que éste la mandara al trullo. Puta ninfómana bipolar.
¿Qué atormenta tanto a Mikolaj como para querer morir a manos de otro? ¿Lo persigue la mafia rusa? ¿Ha muerto toda su familia en un desafortunado accidente de coche (pobre Julie)? ¿Ha perdido todo jugando duro a las cartas? Desde luego sus problemas no pueden ser tan graves si se acojona con una bala de fogueo y tiene pasta suficiente como para derrochar en navidad.
¿De dónde saca Karol, un peluquero arruinado y pluriempleado, mil dólares para comprar solares edificables? ¿El facineroso del mercadillo le pagaba tanta pasta por rondar con una pistola inofensiva?
¿En qué clase de macroempresa tiene que invertir uno para teletransportarse inmediatamente al puesto de director con 50.000 dólares? ¿El poder y el dinero te ayudan a recuperar la potencia del miembro viril? Menudo cabrón avaro, ese Karol Karol.
¿Cómo coño compras un cadáver sin dejar ningún tipo de rastro a las autoridades? ¿Es que sólo se fijan en posibles asesinatos por razones de herencia? ¿Tan mal estaba Polonia?
En fin, que tenía el potencial, pero se aprovechó mal.
¿Qué llevó a Dominique a casarse con un hombre que apenas hablaba su idioma? ¿Su asombrosa habilidad para tocar el peine, quizás?
¿Por qué Dominique, casta hasta el matrimonio, se acuesta con el primer maromo que conoce justo después del divorcio? Debe de ser una mujer totalmente desquiciada. Si no, mirad qué bien quema las cortinas de su local y deja tirado a su ex, para luego amarlo con locura después de que éste la mandara al trullo. Puta ninfómana bipolar.
¿Qué atormenta tanto a Mikolaj como para querer morir a manos de otro? ¿Lo persigue la mafia rusa? ¿Ha muerto toda su familia en un desafortunado accidente de coche (pobre Julie)? ¿Ha perdido todo jugando duro a las cartas? Desde luego sus problemas no pueden ser tan graves si se acojona con una bala de fogueo y tiene pasta suficiente como para derrochar en navidad.
¿De dónde saca Karol, un peluquero arruinado y pluriempleado, mil dólares para comprar solares edificables? ¿El facineroso del mercadillo le pagaba tanta pasta por rondar con una pistola inofensiva?
¿En qué clase de macroempresa tiene que invertir uno para teletransportarse inmediatamente al puesto de director con 50.000 dólares? ¿El poder y el dinero te ayudan a recuperar la potencia del miembro viril? Menudo cabrón avaro, ese Karol Karol.
¿Cómo coño compras un cadáver sin dejar ningún tipo de rastro a las autoridades? ¿Es que sólo se fijan en posibles asesinatos por razones de herencia? ¿Tan mal estaba Polonia?
En fin, que tenía el potencial, pero se aprovechó mal.
31 de mayo de 2008
31 de mayo de 2008
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me agrada eso de mezclar comedia con drama, este es uno de aquellos buenos ejemplos, y la verdad es que no defrauda.
Blanco se titula la segunda parte de la trilogía de Kieslowski, trata de un hombre llamado Karol que se encuentra en París con su esposa, a la cual ama más que nada en el mundo, pero debido a una impotencia sexual que sufre, Dominique pierde el "amor" por él y se terminan divorciando. Karol vuelve a Polonia, su país natal, donde comenzará una nueva vida.
El blanco se asocia a la luz, la bondad, la inocencia, la pureza. Se le considera el color de la perfección y es que para este hombre su esposa era la perfección y hacerla feliz era encontrar esa tan anhelada luz al final del túnel.
Una película más baja en intensidad comparándola con Azul, pero que a la vez es liviana, ágil y digerible, con un personaje principal del cual fácilmente te encariñas. Una historia original, para un final también bastante original.
Recomendada para todo tipo de público. Una buena película.
Blanco se titula la segunda parte de la trilogía de Kieslowski, trata de un hombre llamado Karol que se encuentra en París con su esposa, a la cual ama más que nada en el mundo, pero debido a una impotencia sexual que sufre, Dominique pierde el "amor" por él y se terminan divorciando. Karol vuelve a Polonia, su país natal, donde comenzará una nueva vida.
El blanco se asocia a la luz, la bondad, la inocencia, la pureza. Se le considera el color de la perfección y es que para este hombre su esposa era la perfección y hacerla feliz era encontrar esa tan anhelada luz al final del túnel.
Una película más baja en intensidad comparándola con Azul, pero que a la vez es liviana, ágil y digerible, con un personaje principal del cual fácilmente te encariñas. Una historia original, para un final también bastante original.
Recomendada para todo tipo de público. Una buena película.
25 de octubre de 2008
25 de octubre de 2008
21 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Conocen a esa mujer que...? Ya saben a cual me refiero.
Esa mujer que es capaz de hipnotizarte con un solo y sinuoso movimiento, con solo un pestañear de ojos.
Esa mujer que te domina, aunque tu puedas creer que es al contrario.
Esa mujer que te convierte en un auténtico calzonazos.
Esa mujer por la que pierdes la cabeza.
Esa mujer por la que matarías o por la que serías capaz de condenarte en el infierno, sólo por ella.
Esa mujer que consigue obsesionarte.
Esa mujer que finge hacer el amor, cuando la llamas. Dios quiera que sea fingido.
Esa mujer que hace que la palabra dolor adquiera una tonalidad rojiza, dantesca, pero al mismo tiempo blanca, como la nieve, pura, como la fría nieve.
Esa mujer que consigue que se pare tu mundo, todo a tu alrededor.
Esa mujer que consigue romperte el corazón.
Aquí Julie Delpy es esa mujer, y Zbigniew Zamachowski el pobre diablo que se cruza en el camino de esa mujer, más bella que ninguna, más perversa que ninguna.
Krzysztof Kieslowski pinta con finos colores, se esconde en sí mismo, para regalarnos una historia, un drama disfrazado de comedia, o quizá sea una comedia disfrazada de drama.
En definitiva una historia que cautiva por su sencillez, y aun siendo, según muchos, la más floja de la trilogía, la considero la mejor, con la que más me siento identificado. Porque todos o casi todos, conocemos a esa mujer.
Esa mujer que es capaz de hipnotizarte con un solo y sinuoso movimiento, con solo un pestañear de ojos.
Esa mujer que te domina, aunque tu puedas creer que es al contrario.
Esa mujer que te convierte en un auténtico calzonazos.
Esa mujer por la que pierdes la cabeza.
Esa mujer por la que matarías o por la que serías capaz de condenarte en el infierno, sólo por ella.
Esa mujer que consigue obsesionarte.
Esa mujer que finge hacer el amor, cuando la llamas. Dios quiera que sea fingido.
Esa mujer que hace que la palabra dolor adquiera una tonalidad rojiza, dantesca, pero al mismo tiempo blanca, como la nieve, pura, como la fría nieve.
Esa mujer que consigue que se pare tu mundo, todo a tu alrededor.
Esa mujer que consigue romperte el corazón.
Aquí Julie Delpy es esa mujer, y Zbigniew Zamachowski el pobre diablo que se cruza en el camino de esa mujer, más bella que ninguna, más perversa que ninguna.
Krzysztof Kieslowski pinta con finos colores, se esconde en sí mismo, para regalarnos una historia, un drama disfrazado de comedia, o quizá sea una comedia disfrazada de drama.
En definitiva una historia que cautiva por su sencillez, y aun siendo, según muchos, la más floja de la trilogía, la considero la mejor, con la que más me siento identificado. Porque todos o casi todos, conocemos a esa mujer.
21 de abril de 2007
21 de abril de 2007
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kieslowski continúa su trilogía con algunos de los sentimientos más comunes. El amor no correspondido y la venganza. Entrañable Karol, el personaje interpretado por Zamachowski y su amor incondicional por Dominique. Entrañable la amistad surgida con Mikolaj Y emocionante su final.
Kieslowski genio con la cámara no consigue la fuerza musical de Azul y su fotografía tampoco es tan visual como en su anterior cinta. Es difícil trabajar con el blanco. Es difícil filmar un blanco y que la pantalla no quede saturada de color. Es difícil poner a Julie Delpy sobre fondo blanco y que no parezca demasiado pálida. Por eso, es imposible que se consiga la calidad de fotografía que alcanzaron sus otras dos películas: “Azul” y “Rojo”.
Kieslowski genio con la cámara no consigue la fuerza musical de Azul y su fotografía tampoco es tan visual como en su anterior cinta. Es difícil trabajar con el blanco. Es difícil filmar un blanco y que la pantalla no quede saturada de color. Es difícil poner a Julie Delpy sobre fondo blanco y que no parezca demasiado pálida. Por eso, es imposible que se consiga la calidad de fotografía que alcanzaron sus otras dos películas: “Azul” y “Rojo”.
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