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Julio César

Drama Fiel adaptación para el cine de la obra homónima de Shakespeare. Terminada la guerra civil entre César y Pompeyo (49-46 a. C.), César se convierte en dictador vitalicio y concentra en su persona todos los poderes, lo cual implica, de hecho, la desaparición de la República. En el año 44 a. C., Casio y Bruto, dos nobles romanos defensores a ultranza de las libertades republicanas, encabezan una conjura contra el dictador, que es asesinado ... [+]
Críticas 55
Críticas ordenadas por utilidad
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6
28 de abril de 2009
26 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo malo:

Excesivos soliloquios. Nula adaptación del teatro al cine. La recreación de una Roma de cartón piedra sin vida. Ese final alargado sin sentido.
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Lo bueno:

Mason y Brando. El uso de la cámara para potenciar la dramatización. Shakespeare. El ¿Tú, Bruto?.
Y los discursos ante la plebe, una auténtica lección de retórica. Sólo por ellos, ya merece la pena ver esta película.
8
10 de junio de 2014
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conocido como el director de la palabra, Joseph Leo Mankiewicz, guionista, productor y cineasta no podía dejar de sustraerse a la tentación de llevar a la pantalla la inmortal obra de Shakespeare basada en los textos de Plutarco. Y lo hizo con un modesto presupuesto en blanco y negro pero con un reparto de lujo, que huía de los fastos del Technicolor y el Cinemascope para centrarse en la magia del lenguaje y la interpretación. Como es habitual en las obras del dramaturgo, sus temas son universales y afectan a la condición humana, una profunda reflexión sobre los regímenes autoritarios, la ambición, el poder, la lealtad y la traición. Las palabras de un humilde ciego son premonitorias: “César, cuídate de los idus de Marzo”, ratificada en sueños por la esposa de éste.

Roma, año 44 antes de Cristo, Julio César, tras haber derrotado a Pompeyo en la batalla de Farsalia, es aclamado por sus fieles pero repudiado por sus sempiternos enemigos, que por las calles lanzan continuos discursos al pueblo recordando cómo antes de su victoria vitoreaban a otro, hoy vencido. Básicamente, Julio César vive esas diatribas con dos personas muy cercanas a él: su fiel y leal amigo Marco Antonio y Casio, “hombre extremadamente peligroso” en palabras del propio dictador. Casio trama una conspiración y busca su legitimación en otro noble romano: Bruto, un hombre popular y respetado por el pueblo. Pero el noble tiene problemas de conciencia y se debate consigo mismo, intentando hallar la frontera que separa el bien del mal.

Evidentemente los diálogos y monólogos son magistrales, por parte de la pléyade de actores que lidera un Marlon Brando asombroso con su famoso discurso desde las escaleras del senado al pueblo de Roma. Recomiendo versión original para apreciar en toda su pureza la calidad del lenguaje, su fidelidad al texto original. Esta no es una película espectacular, ni de batallas épicas, en todo caso, son batallas dialécticas, pero de una precisión y belleza absoluta. Una narración creativa y elegante en la puesta en escena, lo que prevalece son los personajes atormentados por encima de los decorados y todo lo aleatorio. Excelente la fotografía y la música de Miklos Rozsa.

Según las crónicas, los actores cobraron una cuarta parte de su caché habitual, el director afirmaba que desistió del color para que “el rojo de la sangre no inundara las relaciones de los protagonistas”. En cambio el productor John Houseman aludía al discreto presupuesto, incluso que tuvieron que utilizar el vestuario de “Quo Vadis”, gran superproducción anterior. Es obvio que esta versión de Shakespeare es la personal visión del cineasta como un “drama contemporáneo”, pero en mi opinión, está a la altura de los maestros en el tema de adaptaciones como fueron Orson Welles y Laurence Olivier, genios de la escena.
8
31 de diciembre de 2008
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente, el gran atractivo de este film es poder contemplar la soberbia interpretación de Marlon Brando. No cabe duda de que la cinta está muy bien dirigida por Mankiewicz, haciendo que se parezca más a una pieza teatral gracias a sus trabajados monólogos y diálogos. Tampoco se puede negar el talento interpretativo de sus actores (brillante, James Mason), y es que al fin y al cabo, Brando es un segundario en la película. La fotografía del film es realmente exquisita al igual que el resto de elementos de la cinta pero la fuerza de Marlon Brando es demasiado arrolladora y hace que el resto de elementos que componen el film se tambaleen y pierdan el interés durante el transcurso de la cinta. Para que puedan comprender mejor mis explicaciones, es mejor que lean la parte del spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La parte del monólogo de Brando tras la muerte del Cesar, es según mi opinión, la gran razón para visionar el film ya que se muestra el increíble y arrollador talento interpretativo del actor en una edad todavía muy temprana. Y es que la fuerza de su monólogo es tan magnánima que la película flojea durante el resto de la misma al no poder contener ninguna otra escena con una calidad equiparable.
8
2 de noviembre de 2009
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magistral adaptación de la no menos emblemática obra de William Shakespeare centrada en la conspiración que algunos de los hombres de confianza del César tejieron para quitarle de en medio. El motivo: la creencia por parte de este grupo de hombres de que el César estaba ambicionando demasiado poder, y en última instancia, que iba a restaurar la monarquía en Roma.

Dirigida con un total dominio del pulso narrativo y de la puesta en escena por parte de Mankiewicz, la película es, y hay que aceptarla como tal, una adaptación de una obra teatral. Sin embargo, y pese a la evidencia de los decorados, es de tal magnitud y categoría el texto de Shakespeare que una vez aceptamos tal convención lo único que nos queda es sentarnos y disfrutar durante casi dos horas de una maravillosa historia de traiciones e intrigas políticas en las altas esferas del poder romano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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La película no se centra tanto en la planificación a nivel técnico de la conspiración para acabar con Julio César, sino más bien en la planificación a nivel ideológico. Así, somos testigos de cómo gracias a las dotes persuasivas de Casio (el auténtico cerebro e instigador de toda la trama) se van añadiendo progresivamente más y más senadoras a la causa, entre ellos un dubitativo en principio y convencido a la larga Bruto, que será el encargado de dar la puñalada mortal a su incrédulo amigo el César.

Las interpretaciones están a un altísimo nivel y en los casos de Marlon Brando (como Marco Antonio) y James Mason (como Bruto) rozan la perfección. Los diálogos suenan demasiado aparatosos para un medio como el cine, pero como he dicho antes, es preciso entrar en el juego y aceptar que se trata de una obra teatral, pues de lo contrario tanto los numerosos soliloquios como las enormes parrafadas y discursos suenan tan sumamente artificiales que pierdan toda credibilidad posible.

El filme posee un gran ritmo narrativo desde el primer momento. Las artimañas de Casio por convencer y arrastrar a Bruto a su causa son fascinantes. De igual manera, la planificación y ejecución del magnicidio son resultado de un saber hacer ejemplar por parte de Mankiewicz, genio donde los haya. Los discursos posteriores ante el pueblo de unos exaltados Bruto y Antonio son toda una lección de retórica y de sugestiva manipulación de las masas por parte de los políticos, pese a la evidentemente exagerada reacción de la plebe. Mason y Brando dejan el listón interpretativo a una altura estratosférica, y esas repeticiones continuas de “Y Bruto es un hombre de honor...” en los labios de Marco Antonio mientras el pueblo se enfurece hielan verdaderamente la sangre.

Como único "pero" que le puedo poner a esta cinta, comentar que todo el tramo del filme que va desde la finalización del discurso de Marco Antonio hasta la conclusión carece de la fuerza de los dos primeros tercios de película. Se diluye toda la tensión generada y no existe el tan ansiado enfrentamiento cara a cara entre Marco Antonio y Bruto, sino que todo se queda en un enfrentamiento estratégico que pierden los conspiradores en favor del mencionado Antonio y el joven Octavio. Un último acto quizás demasiado extenso para lo que quedaba por contar.

Así pues, "Julio César" es una gran adaptación cinematográfica de la obra homónima del célebre dramaturgo inglés Shakespeare. Una auténtica lección de dirección e interpretación para una historia cargada de fuerza e inteligencia que aún hoy en día sigue estremeciendo como la primera vez. Muy recomendable.
5
18 de julio de 2007
22 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
La dirección de Mankiewicz simplemente desaparece, no existe. Ruttenberg se dedica a situar la cámara y a sacar y sacar planos. Pero el que dirige es Shakespeare. La película parece estar excesivamente encorsetada en el texto de Shakespeare, no da la sensación de libertad fílmica, al contrario, parece un guión muy rígido sin pocas oportunidades para un guión cinematográfico. No digo que se parezca, digo que la estructura está excesivamente teatralizada.

El reparto es de gran calidad, lleno de estrellas del buen hacer, pero le falta mucho a la película.

No sé, mucho ruido y pocas nueces, no se me ocurre mucho más que decir que valga la pena, mejor me callo.
Luc
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