Samurai XSerieAnimación
1996 

Animación
7.7
9,526
Serie de TV. Animación. Acción. Fantástico. Comedia. Drama
Serie de TV (1996-1999). 3 temporadas. 95 episodios. A mediados del siglo XIX, la Revolución Meji significó el final del Shogunato y el principio de una nueva era para Japón. La victoria del bando reformista no hubiera sido posible sin la espada de un joven e implacable asesino apodado Hitokiri Battosai que tras el final del conflicto desapareció sin dejar rastro... Diez años después, el legendario Hitokiri Battosai ha reaparecido en ... [+]
26 de julio de 2011
26 de julio de 2011
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era yo un mocoso prepúber hipnotizado por mi propia mocedad cuando me encontré con esta serie en el canal plus. Cosa mala, había que madrugar que no veas para llegar a tiempo, pero ahí estaba yo, que si me dicen que es para ir al colegio iba a levantarse a esa hora la tía Rita.
Recuerdo que me gustaba, no sabría ahora por qué, pero me molaba cantidad la serie esta. Como cualquier otro de los 90, estaba fogueado en el mundillo gracias a Oliver Aton y al vigoréxico y metrosexual Son Goku. En aquella época, por si no lo recordáis, los dibujos de los japoneses eran cosa muy de niños, como los de Disney, y ver al carnicero Batusai (castellanización) era para papá y mamá como ver a Pluto, o eso pensaban ellos. Más trarde pasaron a ser lo que son ahora, entretenimiento para jóvenes más mayores, coloquialmente conocidos como frikis o frikazos según el grado de desprecio o burla deseado.
El caso; como yo era jovencillo pues me atraía lo que es propio, es decir, los colorines, las hostias y los personajes guays. Sin embargo, ya notaba yo que había algo más trascendente y con trasfondo detrás de los personajes guays. La cogí por banda ya más mayorcito y tela de lo buena que es. Los diálogos, el clímax, las motivaciones encontradas, la moral entredicha, la sangre fraternal, el sacrificio abnegado, el amor inconfeso, la venganza iracunda...la leche. Las cuitas verbales entre rivales son majestuosas, egregias, henchidas, ontológicas, psicológicas, exquisitas...buah, ¡inmensas!
No toda la serie es así, de hecho sólo lo es la parte que se desarrolla en Kioto, la lucha contra el Juppon-Gatana; la parte anterior y posterior no valen gran cosa, encuadrándose en el montón de series mediocres que tienen a bien producirse para resaltar las pocas buenas.
Le di una oportunidad a los dibujos orientales modernillos y, francamente, no valen ni para aburrirse. Son planos, planos, planos...Que sí, que muy chulos los dibujos, las explosiones y los efectos tecnicolor, pero no hay una miga que rascar de lo superficiales hasta el insulto que son.
Lo dicho, un pasote de serie; vibrante, oscura y reflexiva como ninguna otra.
Recuerdo que me gustaba, no sabría ahora por qué, pero me molaba cantidad la serie esta. Como cualquier otro de los 90, estaba fogueado en el mundillo gracias a Oliver Aton y al vigoréxico y metrosexual Son Goku. En aquella época, por si no lo recordáis, los dibujos de los japoneses eran cosa muy de niños, como los de Disney, y ver al carnicero Batusai (castellanización) era para papá y mamá como ver a Pluto, o eso pensaban ellos. Más trarde pasaron a ser lo que son ahora, entretenimiento para jóvenes más mayores, coloquialmente conocidos como frikis o frikazos según el grado de desprecio o burla deseado.
El caso; como yo era jovencillo pues me atraía lo que es propio, es decir, los colorines, las hostias y los personajes guays. Sin embargo, ya notaba yo que había algo más trascendente y con trasfondo detrás de los personajes guays. La cogí por banda ya más mayorcito y tela de lo buena que es. Los diálogos, el clímax, las motivaciones encontradas, la moral entredicha, la sangre fraternal, el sacrificio abnegado, el amor inconfeso, la venganza iracunda...la leche. Las cuitas verbales entre rivales son majestuosas, egregias, henchidas, ontológicas, psicológicas, exquisitas...buah, ¡inmensas!
No toda la serie es así, de hecho sólo lo es la parte que se desarrolla en Kioto, la lucha contra el Juppon-Gatana; la parte anterior y posterior no valen gran cosa, encuadrándose en el montón de series mediocres que tienen a bien producirse para resaltar las pocas buenas.
Le di una oportunidad a los dibujos orientales modernillos y, francamente, no valen ni para aburrirse. Son planos, planos, planos...Que sí, que muy chulos los dibujos, las explosiones y los efectos tecnicolor, pero no hay una miga que rascar de lo superficiales hasta el insulto que son.
Lo dicho, un pasote de serie; vibrante, oscura y reflexiva como ninguna otra.
9 de octubre de 2014
9 de octubre de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos los chavales noventeros guardamos un algo de las mañanas en el plus a las 07:30 los sábados.
Será nostalgia al acordarnos de esa serie que parecía infantil, y que apenas entendíamos, pero que tenía algo mucho mas serio y maduro que sólo llegábamos a entrever.
Esa moral de Kenshin, esa busqueda de la redención.
Ahora...más de 10 años después, la podemos disfrutar en todo su esplendor.
Banda sonora muy bonita, contexto histórico muy interesante y personajes muy carismáticos.
Ahora bien, la serie original acaba en el capítulo 62. El resto es relleno que se hizo para seguir el tirón.
El doblaje en castellano es HORRIBLE, hasta se inventan frases enteras y confunden lugares y momentos. Merece mas la pena verla en inglés o en japonés si encontráis buenos subtítulos.
Será nostalgia al acordarnos de esa serie que parecía infantil, y que apenas entendíamos, pero que tenía algo mucho mas serio y maduro que sólo llegábamos a entrever.
Esa moral de Kenshin, esa busqueda de la redención.
Ahora...más de 10 años después, la podemos disfrutar en todo su esplendor.
Banda sonora muy bonita, contexto histórico muy interesante y personajes muy carismáticos.
Ahora bien, la serie original acaba en el capítulo 62. El resto es relleno que se hizo para seguir el tirón.
El doblaje en castellano es HORRIBLE, hasta se inventan frases enteras y confunden lugares y momentos. Merece mas la pena verla en inglés o en japonés si encontráis buenos subtítulos.
11 de febrero de 2015
11 de febrero de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué queda por decir esta serie que no se haya dicho ya antes? Fue sin duda una de las favoritas personales mías y de muchos por allá en su primera transmisión de hace muchos años, Ruruoni Kenshin fue una serie donde nos llego en un tiempo donde la animación japonesa estaba en la cúspide de su popularidad aquí en américa latina. Con un doblaje mas que decente hecho en mi país, Colombia. No puedo evitar sentirme orgulloso por el buen trabajo de traducción y de reparto de voces que hicieron al menos.
La serie recojio rápidamente popularidad por enorme mezcla de epicidad, grandes personajes, excelente música, un argumento entretenido y atrapan te. Así como una brutalidad que no habíamos visto los que no crecieron con Saint Seiya o Dragon Ball pero no le llegaban a sus zapatos en eso. Reviéndola hace muchos años, la disfrute de igual manera que cuando la disfruta siendo un niño, y si bien hay partes que hoy día calificaría de débiles para el espectáculo, de ninguna manera quita la calidad que tiene.
Desde un gran personaje principal como Kenshin Himura, el cual nos demostró de niños que no se necesitaba ser una bruto simio con muchos músculos (como Goku) o un saco de costal de boxeo (como Seiya) para ganar y ser un excelente espadachín y luchador, el cual siempre usaba sus habilidades y tácticas para derrotar a su adversario, sin olvidar claro el no cometer asesinato ni matar a nadie debido a su promesa de no matar jamas. Algo así en estos días seria visto como algo risible, pero debido al pasado de Kenshin y como esa promesa de transforma en la punta de su fuerza, al hacerlo mas fuerte sin necesidad de arrebatarle la vida a nadie en el proceso, me hacen admirarlo mas.
¿Los demás personajes que puedo decir? Muchos son memorables y harán recordarlos con nostalgia. Algunos arcos dentro del comienzo de su primera temporada son algo débiles, y otros son mas que buenos y fuertes, debido claro a la mezcla entre arcos de calidad pasados del manga, y otros escritos a manera de relleno en la serie. Pero rápidamente sube de nivel cuando entra en su segunda temporada que cubre el arco más famoso y por el cual es mayormente recordada, que es arco de Kyoto, el de Makoto Shishio. Uno de los mejores villanos en el anime y manga sin duda alguna. Me gustaría describirlo a el así como a mucho mas personajes, pero sinceramente, ¿cambiaría algo de lo que he dicho yo u otros MAS de la serie desde hace tiempo? repetir lo mismo me resultaría corto y agridulce así que dejémoslo en que es una de esas series que despertaron una pasión en mi y en muchos otros mas por el mundo de la animación oriental y también en general si se quiere añadir, al menos para mi y algunos conocidos míos.
El resto de arcos después de la Kyoto son débiles y no creo que valgan mucho la pena mas allá de simple curiosidad, una pena que el último arco que era la de Enishi, no hayan sido adaptados correctamente pero que se le puede hacer. No se vale mas que soñar una mejor adaptación algún día, sobre todo ahora que la pasión por Kenshin renace con películas Live action y ovas que sacan de la serie.
La serie recojio rápidamente popularidad por enorme mezcla de epicidad, grandes personajes, excelente música, un argumento entretenido y atrapan te. Así como una brutalidad que no habíamos visto los que no crecieron con Saint Seiya o Dragon Ball pero no le llegaban a sus zapatos en eso. Reviéndola hace muchos años, la disfrute de igual manera que cuando la disfruta siendo un niño, y si bien hay partes que hoy día calificaría de débiles para el espectáculo, de ninguna manera quita la calidad que tiene.
Desde un gran personaje principal como Kenshin Himura, el cual nos demostró de niños que no se necesitaba ser una bruto simio con muchos músculos (como Goku) o un saco de costal de boxeo (como Seiya) para ganar y ser un excelente espadachín y luchador, el cual siempre usaba sus habilidades y tácticas para derrotar a su adversario, sin olvidar claro el no cometer asesinato ni matar a nadie debido a su promesa de no matar jamas. Algo así en estos días seria visto como algo risible, pero debido al pasado de Kenshin y como esa promesa de transforma en la punta de su fuerza, al hacerlo mas fuerte sin necesidad de arrebatarle la vida a nadie en el proceso, me hacen admirarlo mas.
¿Los demás personajes que puedo decir? Muchos son memorables y harán recordarlos con nostalgia. Algunos arcos dentro del comienzo de su primera temporada son algo débiles, y otros son mas que buenos y fuertes, debido claro a la mezcla entre arcos de calidad pasados del manga, y otros escritos a manera de relleno en la serie. Pero rápidamente sube de nivel cuando entra en su segunda temporada que cubre el arco más famoso y por el cual es mayormente recordada, que es arco de Kyoto, el de Makoto Shishio. Uno de los mejores villanos en el anime y manga sin duda alguna. Me gustaría describirlo a el así como a mucho mas personajes, pero sinceramente, ¿cambiaría algo de lo que he dicho yo u otros MAS de la serie desde hace tiempo? repetir lo mismo me resultaría corto y agridulce así que dejémoslo en que es una de esas series que despertaron una pasión en mi y en muchos otros mas por el mundo de la animación oriental y también en general si se quiere añadir, al menos para mi y algunos conocidos míos.
El resto de arcos después de la Kyoto son débiles y no creo que valgan mucho la pena mas allá de simple curiosidad, una pena que el último arco que era la de Enishi, no hayan sido adaptados correctamente pero que se le puede hacer. No se vale mas que soñar una mejor adaptación algún día, sobre todo ahora que la pasión por Kenshin renace con películas Live action y ovas que sacan de la serie.
7 de agosto de 2017
7 de agosto de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien no tiene la fuerza que tienen las OVAS, mantiene su alma intacta. En la serie de animación Kenshin ya no es el carnicero Battousai, han pasado 10 años desde que la Revolución Meiji concluyera con éxito y el Shogun Tokugawa fuese derrocado para darle el poder de nuevo al Emperador y comenzar una democracia. Japón, antes un país hermético por completo y atrasado con respecto a casi el resto del planeta debido a su prolongada era feudal, ahora lucha por adaptarse a los tiempos que corren y girar al mismo ritmo que el mundo.
Kenshin es un vagabundo, de aquí y de allí, de todo el mundo, de ninguna parte. Viaja con su Sakabatō (katana de filo invertido), símbolo de la paz por la que lucho enfrentándose a la muerte día tras día a finales de la Era Tokugawa., ayudando siempre a los más desvalidos por 2 motivos; para redimir el peso de las personas que mató y para mantener la paz por la que tan duramente luchó.
Kenshín ayuda desinteresadamente a la gente y durante su periplo termina encontrando el amor verdadero y la amistad verdadera, termina encontrando por fin un hogar y encuentra la felicidad momentánea, como cualquier ser humano. Y momentánea porque su pasado parece perseguirle y se ve forzado a luchar una vez tras otra, bien para proteger su vida, la de sus amigos o la de los habitantes de Japón.
A pesar de no tener el potencial ni la madurez que Kenshin, Recuerdos, esta serie de animación es un auténtica joya por los valores que lleva impresos. Valores positivos sobre la amistad, el amor, la familia, la solidaridad, los principios, la paz, los ideales... etc. No tiene una animación prodigiosa pero engancha mucho, tiene muchos toques de humor y otros dramáticos. También tiene grandes personajes, desde héroes a villanos y sobre todo una evolución de los personajes durante el transcurso de la historia. La serie alcanza su cenit en la parte de Shishio, hasta ahí es sobresaliente. Como es lógico cuando alcanza todo su esplendor tiene que bajar y pierde fuelle hasta ser tan sólo una serie notable que por suerte no prolongaron más. Aún así tiene capítulos espectaculares después de la saga de Shishio, como el nº 63, La leyenda del ninja Ryuno.
En su conjunto y por lo que nos enseña, le doy un 9, siendo mi favorita porque sólo enseña cosas buenas, Kenshin es un personaje maravilloso acompañado de una historia maravillosa, producto de la mezcla de 2 personajes que existieron en la vida real, Miyamoto Musashi y Kawakami Gensai (el hitokiri en el que se basan para hacer Kenshin). Esta serie de anime tiene momentos maravillosos que merecen la pena ser vistos, una serie que podrían recomendar en los colegios por su alto contenido de valores y no la basura de dibujos que consumen hoy los niños. Gracias Kenshin, el Eterno Samurái para mi generación y espero que para posteriores generaciones.
Kenshin es un vagabundo, de aquí y de allí, de todo el mundo, de ninguna parte. Viaja con su Sakabatō (katana de filo invertido), símbolo de la paz por la que lucho enfrentándose a la muerte día tras día a finales de la Era Tokugawa., ayudando siempre a los más desvalidos por 2 motivos; para redimir el peso de las personas que mató y para mantener la paz por la que tan duramente luchó.
Kenshín ayuda desinteresadamente a la gente y durante su periplo termina encontrando el amor verdadero y la amistad verdadera, termina encontrando por fin un hogar y encuentra la felicidad momentánea, como cualquier ser humano. Y momentánea porque su pasado parece perseguirle y se ve forzado a luchar una vez tras otra, bien para proteger su vida, la de sus amigos o la de los habitantes de Japón.
A pesar de no tener el potencial ni la madurez que Kenshin, Recuerdos, esta serie de animación es un auténtica joya por los valores que lleva impresos. Valores positivos sobre la amistad, el amor, la familia, la solidaridad, los principios, la paz, los ideales... etc. No tiene una animación prodigiosa pero engancha mucho, tiene muchos toques de humor y otros dramáticos. También tiene grandes personajes, desde héroes a villanos y sobre todo una evolución de los personajes durante el transcurso de la historia. La serie alcanza su cenit en la parte de Shishio, hasta ahí es sobresaliente. Como es lógico cuando alcanza todo su esplendor tiene que bajar y pierde fuelle hasta ser tan sólo una serie notable que por suerte no prolongaron más. Aún así tiene capítulos espectaculares después de la saga de Shishio, como el nº 63, La leyenda del ninja Ryuno.
En su conjunto y por lo que nos enseña, le doy un 9, siendo mi favorita porque sólo enseña cosas buenas, Kenshin es un personaje maravilloso acompañado de una historia maravillosa, producto de la mezcla de 2 personajes que existieron en la vida real, Miyamoto Musashi y Kawakami Gensai (el hitokiri en el que se basan para hacer Kenshin). Esta serie de anime tiene momentos maravillosos que merecen la pena ser vistos, una serie que podrían recomendar en los colegios por su alto contenido de valores y no la basura de dibujos que consumen hoy los niños. Gracias Kenshin, el Eterno Samurái para mi generación y espero que para posteriores generaciones.
2 de septiembre de 2020
2 de septiembre de 2020
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo estar más de acuerdo con las críticas de los demás usuarios. Acabo de terminar los 94 capítulos y tengo sentimientos encontrados. Si tuviera que valorar exclusivamente la primera y la segunda temporada sería un 9 clarísimamente. Lo tiene todo: personajes carismáticos, adversarios interesantes, relaciones interpersonales jugosas, humor del bueno y una banda sonora increíble. Sin embargo, nada más acabar el arco de Shishio, tras un par de episodios entretenidos, empieza la decadencia.
En cuanto empieza la siguiente trama la serie se vuelve superaburrida y, en mi caso, se me hizo imposible mantener la atención a diferencia de los 66 episodios anteriores. Ni los personajes ni las historias consiguieron atraparme lo más mínimo. Empecé a perder el interés poco a poco, veía cómo una serie que amaba se desinflaba y no podía evitar sentir indiferencia.
Además de las tramas insulsas y los nuevos personajes carentes de interés, empiezan a abusar de los elementos fantasiosos de una manera exagerada (el último arco de los chinos es un disparate) y si ya de por sí la serie se flipa muchísimo con las peleas este punto le hizo perder toda la credibilidad que podía quedarle.
Sin embargo, prefiero quedarme con lo bueno y olvidar lo malo. Prefiero pensar que esa tercera temporada nunca existió y que la serie acabó con el arco de Shishio. Sesenta y seis episodios pesan más que veintiocho por muy pesados que se hagan estos últimos. Eso sí, para quien quiera iniciarse le recomiendo encarecidamente que después del episodio 66 NO SIGA o se llevará un chasco. No aporta nada y así te quedarás con buen sabor de boca.
Como aun así quiero ser lo más objetiva posible le pondré la nota que se merece en su conjunto. Teniendo en cuenta que el 70% de la serie es un 9 y que el 30% es un 5, la nota final se queda en un 7,8.
En cuanto empieza la siguiente trama la serie se vuelve superaburrida y, en mi caso, se me hizo imposible mantener la atención a diferencia de los 66 episodios anteriores. Ni los personajes ni las historias consiguieron atraparme lo más mínimo. Empecé a perder el interés poco a poco, veía cómo una serie que amaba se desinflaba y no podía evitar sentir indiferencia.
Además de las tramas insulsas y los nuevos personajes carentes de interés, empiezan a abusar de los elementos fantasiosos de una manera exagerada (el último arco de los chinos es un disparate) y si ya de por sí la serie se flipa muchísimo con las peleas este punto le hizo perder toda la credibilidad que podía quedarle.
Sin embargo, prefiero quedarme con lo bueno y olvidar lo malo. Prefiero pensar que esa tercera temporada nunca existió y que la serie acabó con el arco de Shishio. Sesenta y seis episodios pesan más que veintiocho por muy pesados que se hagan estos últimos. Eso sí, para quien quiera iniciarse le recomiendo encarecidamente que después del episodio 66 NO SIGA o se llevará un chasco. No aporta nada y así te quedarás con buen sabor de boca.
Como aun así quiero ser lo más objetiva posible le pondré la nota que se merece en su conjunto. Teniendo en cuenta que el 70% de la serie es un 9 y que el 30% es un 5, la nota final se queda en un 7,8.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Momentos para recordar:
El duelo con Jin-e, el segundo duelo con Sanosuke, la pelea en la mansión de la banda Oni, el duelo con Saito, todos los duelos en la base de Shishio y las subtramas de los adversarios, los enfrentamientos con el Juppongatana, todos los momentos de relax entre los personajes principales, el gran humor sin fanservice.
Momentos para olvidar:
Después de Shishio, Kenshin se vuelve más débil en los combates (incomprensible), se vuelve distante con Kaoru (prácticamente la trata como a una hermana después de que episodios atrás le había confesado sus sentimientos), Saito desaparece inexplicablemente, Aoshi más de lo mismo, dos personajes superinteresantes tirados por el retrete...
La trama inventada de la pirata e incluso los capítulos de relleno de la primera temporada son más interesantes que todas las tramas posteriores juntas.
El duelo con Jin-e, el segundo duelo con Sanosuke, la pelea en la mansión de la banda Oni, el duelo con Saito, todos los duelos en la base de Shishio y las subtramas de los adversarios, los enfrentamientos con el Juppongatana, todos los momentos de relax entre los personajes principales, el gran humor sin fanservice.
Momentos para olvidar:
Después de Shishio, Kenshin se vuelve más débil en los combates (incomprensible), se vuelve distante con Kaoru (prácticamente la trata como a una hermana después de que episodios atrás le había confesado sus sentimientos), Saito desaparece inexplicablemente, Aoshi más de lo mismo, dos personajes superinteresantes tirados por el retrete...
La trama inventada de la pirata e incluso los capítulos de relleno de la primera temporada son más interesantes que todas las tramas posteriores juntas.
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