Vemos en una escena de la película como la señorita Omaggio ( en su dia se publicitó la pelicula como si ella fuera la protagonista cuando es una mera secundaria, y encima en la película hace de mujer de Paco Rabal, toma esa) se atrinchera en su casa despues que su marido le comunique por telefono que cierre todo absolutamente todo con una amiga, como la mano de un zombie supuestamente atómico, le corta el hilo telefónico de la pared. Fijense que inteligentes son estos zombies que ademas cortan cables telefónicos, organizan comandos bélicos, y tienen un afan de joder al projimo que ni te imaginas. ¿Que Rober Rodríguez es fan de esta película? ¿ Por que no? ¡Si me apuras hasta Tarantino¡ Y es que todos los directores, absolutamente todos, del cine de explotation, mondogore, y demás lindezas italianas de la época, sabian hacer cine con mucho sentido de la diversion, el descaro y el entretenimiento. Desafio a cualquiera que busque ahora cualquier película del domesticado cine americano o hasta el español, que ofrezca el divertimento sin prejuicios, la diversión descarada, que es lo que uno busca a la hora de ver películas de zombies sin muchas pretensiones, que esta película. Desde que empieza la misma, no tienes nada mas que humor, acción a puntapala y un sentido del humor que uno tiene que tener a la hora de ver esta clase de productos, el resto lo pone Lenzi, Mattei o cualquiera de los directores de esta clase de películas.
Es más, si te la tomas por el plan perturbador o inquietante, aparte de la música o banda sonora industrial de la pelí, tienes escenas que te dejan desarmado por lo inesperado, tal es el caso de la escena del aeropuerto o la del hospital.
No soy muy amante de poner calificaciones a las películas que veo, pero ¿Rodríguez? ¿ Tarantino? Si me apuras hasta yo, que ya la he visto tres veces, esta y la de Apocalipsis canibal, que tambien me pareció hartamente disfrutable. Recomendable para los amantes de las películas de zombies serie Z.
Ah, que conste que Lenzi al igual que Deoddato, no me caen bien sus películas de canibalismo, por el mal trato abusivo y gratuito hacia los animales en esas películas, ¿hace falta hacer eso?

Una auténtica gozada totalmente desperdiciada. Si eres capaz de aguantar los primeros treinta minutos tu cuerpo termina relajándose hasta permitir que violen tus sentidos. Las neuronas reaccionan más lentas, la vista se muestra cansada y menos crítica, el guión cojea tanto que acabas cortando la otra pata para equilibrarlo, los diálogos se retuercen hasta volverse más ácidamente humorísticos, a los personajes les tomas cariño, a pesar de que todos, absolutamente todos, son demencialmente ridículos, perdonas que hasta el mismísimo Paco Rabal realice el peor trabajo de su carrera en la peor película de su carrera.

Pero entonces, ¿por qué una auténtica gozada?

- Porque molan las frikadas italianas de los años ochenta.
- Porque mola ver como el que mejor se lo pasa en esta frikada es el entrañable Paco Rabal, sobre todo en esas comprometidas interpretaciones con su bienavenida mujer.
- Porque Mel Ferrer aporta su grano de arena en este despropósito.
- Porque molan las cutres coreografías de sus macizas bailarinas.
- Porque a los zombies les mola mucho la carne, sobre todo la de mujer.
- Porque siendo una mierda de película, con el tiempo se convertirá -si no lo es ya- en una película de culto.

En parte pienso que hay que tener muy poca vergüenza para realizar una película así y en parte pienso que es necesario que haya de todo, porque no todo el campo es orégano. Confieso sentir cierta atracción cuando se me pone delante una película con títulos tan freaks como este maravilloso "La invasión de los zombies atómicos". La experiencia me dice que por lo general va a tratarse de algo muy lamentable y que en muy pocas ocasiones hay algo que valga la pena. La línea de esta producción es la de otras: mala, mala, mala.... Pero caigo, caigo, y es gratificante verificar que no soy el único al que le pasan estas cosas y que pese a todo, somos unos cuantos que han visto entera esta película.

Si empiezo a explicar los desatinos del contenido y quisiera ser pormenorizado no tendría suficiente espacio. Señalaré el maquillaje ridículo de los zombies, su actitud, inútiles a veces, inteligentes otras... No hay que darle muchas vueltas, como ante una película mala todo es posible sus constantes incoherencias ocupan minuto sí, minuto también. Aparece Paco Rabal, de militar, muy esforzado, irremediablemente ridículo también. Y la película avanza entre muertes y muertes, con una increíble cantidad de salsa de tomate usada y muy malas ideas una tras otra. Hay montones de películas apocalípticas mejores, eso sí, pocas como un título así.

Vale que los zombies no tienen buena fama. Ya sé, son feos y asquerosos, atacan a la gente, se la comen viva… pero pese a todo eso, son monstruos honrados y decentes. ¡Un respeto!

En esta peli los zombies roban coches, es decir, que saben conducir, y aparecen en avión, es decir, que saben pilotar. Demasiada habilidad para un cerebro podrido. Pero no sólo eso, también van armados hasta los piños, que lo mismo te apuñalan, que te lanzan un hacha, que te ametrallan, que te ensartan con un garfio enorme. Por joder, son capaces hasta de cortarte la línea telefónica con unos alicates. Y encima son unos cochinos. Cada vez que se acercan a una chati le arrancan la camisa para verle las tetas.

Los zombies pueden ser de todo, menos quinquis. Que lo único que les falta a éstos es hacerse una farmacia. No sabes si estás viendo una biografía del Vaquilla, o qué.

La peli es malísima, pero yo le pongo un cuatro porque me da la gana. Bueno, por eso y por su vivaracho festival gore, y por ver a Don Paco Rabal, tan serio, soltando esas chorradas sobre zombies atómicos.

No creo que Umberto Lenzi pretendiese revolucionar el subgénero de zombis, infectados mutantes y demás bichejos. Ni mucho menos. Pero el caso es que, veintitantos años antes de películas como "28 días después" o "Amanecer de los muertos", esta película nos presenta unos zombis que corren que se las pelan, manejan armas, roban coches, emboscan a sus víctimas y en general parecen perfectamente sanos y funcionales si no fuera por una especie de podredumbre carnal lograda con maquillaje a base de betún. Así que sí, si la "modernidad" de una película de este tipo se mide por lo ágiles, rápidos y habilidosos que son los "podridos", esta es la que parte la pana.

Por lo demás, la película ofrece lo que cabe esperar de una producción italiana de este tipo y de su época: reparto donde conviven especialistas de la caspa y actores serios en un mal momento, escenas gore retorcidas y creativas, efectos especiales artesanales pero efectivos, diálogos absurdos, ritmo irregular, puesta en escena barata pero funcional, situaciones disparatadas y final apocalíptico.

Esperar otra cosa de una película titulada "La invasión de los zombis atómicos" sí que sería disparatado.