El ciudadano ilustre
2016 

7.1
12,703
Drama. Comedia
Daniel Mantovani, escritor argentino galardonado con el Premio Nobel de Literatura, hace cuarenta años abandonó su pueblo y partió hacia Europa, donde triunfó escribiendo sobre su localidad natal, Salas, y sus personajes. En el pico de su carrera, el alcalde de Salas le invita para nombrarle "Ciudadano Ilustre" del mismo, y Montavani, contra todo pronóstico, decide cancelar su apretada agenda y aceptar la invitación. (FILMAFFINITY)
8 de noviembre de 2016
8 de noviembre de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con la astucia o picaresca propia de una parábola, vemos como el regreso a Ítaca del protagonista se complace histriónico a la par que reparador. La vuelta al hogar es ese viaje de reafirmación que buscamos todos en una época concreta de nuestras vidas, y el guion lo diversifica en una alegoría más que interpretable con capas y capas sobre las que leer. La ironía, el costumbrismo, la socarronería, la palabra, el lenguaje o el discurso, todos juegan un papel primordial en una trama mordaz y áspera, con momentos entre toscos y entrañables que no dejan de redescubrirnos la hipocresía y doble moral por la que nos regimos en nuestras actuaciones. Ese viaje a lo más profundo del protagonista hace revivir los instintos primarios como ejemplificación para el espectador, todo un trabajo de interpretación del elenco encabezado por un enorme Óscar Martínez, que resguardado en la palabra, intenta abrir la ventana a la salvación de su deidad narcisista.
4 de marzo de 2017
4 de marzo de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un escritor argentino acaba de recibir el Premio Nobel de Literatura por su última obra. Agotado mentalmente y sin ideas para volver a escribir, decide aceptar la invitación del alcalde de su pueblo, al que no visita desde hace 40 años, para condecorarle como "Ciudadano Ilustre" y recibir el aplauso y el calor de sus habitantes, a los que ha hecho famosos al citarlos en todas sus novelas.
Tenía ganas de ver esta película por las buenas críticas recibidas y por el Goya que obtuvo a la mejor película hispanoamericana. Una vez vista no puedo estar más de acuerdo con todos los premios que ha conseguido y rendirme a Oscar Martínez por su brillante papel, dando vida a un escritor que decide volver a sus orígenes para tomar aire fresco y tal vez coger alguna idea para su próxima novela, dado que actualmente se encuentra atascado. La película es audaz, crítica con el rico y con el pobre a partes iguales, tiene una gran dosis de humor negrísimo y el ritmo no decae en ningún momento. Muchas escenas están filmadas con cámara en mano lo que le da un aire de falso documental, siguiendo las andanzas y la vuelta a sus humildes orígenes de un hipotético ¿o real? Premio Nobel argentino. Tiene diálogos ingeniosos y subversivos, la mayoría de las veces con dobles intenciones. En cada escena pasa algo y no puedes dejar de apartar la mirada de la pantalla. Le da caña al poder más rancio, el que nunca elige al mejor sino al que más le conviene, ya sea política o económicamente. Ruge contra el inculto, el pueblerino, el que se conforma con dormir, comer, mear y cagar. El que en su calendario solo se cuenta de lunes a domingo y vuelta a empezar, sin planificar mínimamente ni a medio ni a largo plazo porque vive sin ilusión. Pero también azota al listo, al que se cree por encima del bien y del mal sólo por leer a Borges, por negarle pleitesía a un Rey o repudiar a la Iglesia. El que es capaz de juzgar desde las páginas de un libro o con lo que escribe a través de la fina punta de una pluma pero que en su vida ha bajado al fango ni se ha ensuciado las manos con trabajos de fuerza ni sabe lo que es pasarlas canutas a fin de mes porque tiene de todo y en grandes cantidades, incluso secretaria antes que una pírrica dosis de amor y cariño ante nada más que su propio ombligo. En resumen, estamos ante una película grotesca, brutal y salvaje, que toca todos los géneros posibles, con una actores que lo bordan y con unos directores en estado de gracia, Mariano Cohn y Gastón Duprat, que hace 8 años ya hicieron una pequeña joya que merece ser rescatada como es El hombre de al lado.
Sacapuntas de oro: La magna interpretación del señor Martínez y la no menos macabra actuación de Dady Brieva, que te encoge el alma y las pelotas. En las escenas entre los dos saltan chispas como dos púgiles en un cuadrilátero. Sus giros de guión y cada uno de sus personajes secundarios. La fina (y gruesa) ironía que envuelve todo. El logrado juego mezclando lo real con lo ficticio que hace que uno al acabar la película busque a Daniel Montovani en Google. Su final, inmejorable.
Sacapuntas de madera: No nos acabamos de enterar de la relación con su padre, pero imaginamos que representaba todo lo que criticaba luego en sus novelas. La poca química con Andrea Frigerio, aunque nos quieran vender lo contrario. Que en unos años harán un remake en Hollywood de ella y perderá toda su gracia.
Nota: 8 Sacapuntas.
Tenía ganas de ver esta película por las buenas críticas recibidas y por el Goya que obtuvo a la mejor película hispanoamericana. Una vez vista no puedo estar más de acuerdo con todos los premios que ha conseguido y rendirme a Oscar Martínez por su brillante papel, dando vida a un escritor que decide volver a sus orígenes para tomar aire fresco y tal vez coger alguna idea para su próxima novela, dado que actualmente se encuentra atascado. La película es audaz, crítica con el rico y con el pobre a partes iguales, tiene una gran dosis de humor negrísimo y el ritmo no decae en ningún momento. Muchas escenas están filmadas con cámara en mano lo que le da un aire de falso documental, siguiendo las andanzas y la vuelta a sus humildes orígenes de un hipotético ¿o real? Premio Nobel argentino. Tiene diálogos ingeniosos y subversivos, la mayoría de las veces con dobles intenciones. En cada escena pasa algo y no puedes dejar de apartar la mirada de la pantalla. Le da caña al poder más rancio, el que nunca elige al mejor sino al que más le conviene, ya sea política o económicamente. Ruge contra el inculto, el pueblerino, el que se conforma con dormir, comer, mear y cagar. El que en su calendario solo se cuenta de lunes a domingo y vuelta a empezar, sin planificar mínimamente ni a medio ni a largo plazo porque vive sin ilusión. Pero también azota al listo, al que se cree por encima del bien y del mal sólo por leer a Borges, por negarle pleitesía a un Rey o repudiar a la Iglesia. El que es capaz de juzgar desde las páginas de un libro o con lo que escribe a través de la fina punta de una pluma pero que en su vida ha bajado al fango ni se ha ensuciado las manos con trabajos de fuerza ni sabe lo que es pasarlas canutas a fin de mes porque tiene de todo y en grandes cantidades, incluso secretaria antes que una pírrica dosis de amor y cariño ante nada más que su propio ombligo. En resumen, estamos ante una película grotesca, brutal y salvaje, que toca todos los géneros posibles, con una actores que lo bordan y con unos directores en estado de gracia, Mariano Cohn y Gastón Duprat, que hace 8 años ya hicieron una pequeña joya que merece ser rescatada como es El hombre de al lado.
Sacapuntas de oro: La magna interpretación del señor Martínez y la no menos macabra actuación de Dady Brieva, que te encoge el alma y las pelotas. En las escenas entre los dos saltan chispas como dos púgiles en un cuadrilátero. Sus giros de guión y cada uno de sus personajes secundarios. La fina (y gruesa) ironía que envuelve todo. El logrado juego mezclando lo real con lo ficticio que hace que uno al acabar la película busque a Daniel Montovani en Google. Su final, inmejorable.
Sacapuntas de madera: No nos acabamos de enterar de la relación con su padre, pero imaginamos que representaba todo lo que criticaba luego en sus novelas. La poca química con Andrea Frigerio, aunque nos quieran vender lo contrario. Que en unos años harán un remake en Hollywood de ella y perderá toda su gracia.
Nota: 8 Sacapuntas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Más críticas de películas en mi blog, El Sacapuntas del Cine.
11 de agosto de 2017
11 de agosto de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo en DVD "El ciudadano ilustre", la película argentina dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn, con guion de Andrés Duprat y protagonizada por Oscar Martínez que cuenta la peripecia de Daniel Mantovani, quien habiendo obtenido el Nobel de Literatura por sus novelas en las que retrata con crudeza la vida de su pequeño pueblo de Salas, decide aceptar la invitación del alcalde para recibir la medalla de ciudadano ilustre y regresar a su pueblo 40 años después. Este realista film que ha proporcionado a su protagonista la Copa Volpi al mejor actor y que estuvo nominado a los Oscar como Mejor Película de habla no inglesa, me ha gustado por su original guión, por las agudas reflexiones que contiene acerca del proceso creativo, por el acertado retrato que hace de los distintos tipos e instintos de los vecinos, por la buena ambientación de un lugar donde no ha llegado el progreso, por la agria construcción del novelista que no me deja empatizar con él y, por lo que tiene de sátira en relación a la vuelta a las raíces y a las servidumbres del éxito. Un tono implacable y muchas formas oscuras hacen de esta película, una obra muy interesante, de 7,1.
5 de septiembre de 2020
5 de septiembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Refleja con acierto esas personalidades de quienes han llegado a la cima, y se encuentran de vuelta... Y ya no están dispuestos a soportar lo que les aleje de sus prioridades, dado que estas frecuentemente son esquivas en cuanto a intereses comunes.
El tono de comedia absurda, no la beneficia, se salva por la nostalgia que imprime la dirección de Mariano Cohn, y Gastón Duprat, manejados desde esos sentimientos universales a los que ninguno somos ajenos.
A medida que avanza se desnorta, y es entonces cuando surgió en mi cabeza una reflexión amarga, sobre la ausencia y la presencia. En ocasiones la mejor manera de actuar, es no haciendo nada.
El tono de comedia absurda, no la beneficia, se salva por la nostalgia que imprime la dirección de Mariano Cohn, y Gastón Duprat, manejados desde esos sentimientos universales a los que ninguno somos ajenos.
A medida que avanza se desnorta, y es entonces cuando surgió en mi cabeza una reflexión amarga, sobre la ausencia y la presencia. En ocasiones la mejor manera de actuar, es no haciendo nada.
14 de febrero de 2023
14 de febrero de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El ciudadano ilustre” nos cuenta una interesantísima historia sobre lo que supone ser alabado u odiado por la gente que nos rodea, en especial en el caso de personajes famosos, a los que realmente no se conoce a nivel personal, y que pueden llegar a pasar de ser respetados a terriblemente odiados en cuestión de horas (o al revés), tan sólo por un par de acciones aisladas cuya corrección queda a la interpretación de cada uno. Tomando esa premisa como base, la película desarrolla su trama con un guion sobresaliente, en el que se van abordando distintos temas y situaciones con una marcada carga moral y filosófica.
Oscar Martínez realiza un gran trabajo en el papel protagonista, cargando sobre sus hombros el peso de la película, y muchos de los secundarios que van apareciendo también realizan una buena labor. Los personajes funcionan, dentro de una trama que combina drama y comedia, consiguiendo resultar muy entretenida, y con una dosis satírica muy divertida. Todo lo comentado hace que nos encontremos frente a una propuesta sobresaliente. Una película muy interesante, que debería ser vista por todo el mundo, y que hace recapacitar sobre la forma de ser de las personas, así como sobre los roces que pueden generarse entre las mismas debido a diferencias de nivel cultural y formativo.
Oscar Martínez realiza un gran trabajo en el papel protagonista, cargando sobre sus hombros el peso de la película, y muchos de los secundarios que van apareciendo también realizan una buena labor. Los personajes funcionan, dentro de una trama que combina drama y comedia, consiguiendo resultar muy entretenida, y con una dosis satírica muy divertida. Todo lo comentado hace que nos encontremos frente a una propuesta sobresaliente. Una película muy interesante, que debería ser vista por todo el mundo, y que hace recapacitar sobre la forma de ser de las personas, así como sobre los roces que pueden generarse entre las mismas debido a diferencias de nivel cultural y formativo.
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