El ciudadano ilustre
2016 

7.1
12,703
Drama. Comedia
Daniel Mantovani, escritor argentino galardonado con el Premio Nobel de Literatura, hace cuarenta años abandonó su pueblo y partió hacia Europa, donde triunfó escribiendo sobre su localidad natal, Salas, y sus personajes. En el pico de su carrera, el alcalde de Salas le invita para nombrarle "Ciudadano Ilustre" del mismo, y Montavani, contra todo pronóstico, decide cancelar su apretada agenda y aceptar la invitación. (FILMAFFINITY)
26 de julio de 2017
26 de julio de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “El Ciudadano Ilustre” (2016) de Mariano Cohn & Gastón Duprat con Oscar Martínez, Dady Brieva, Andrea Frigerio, Belén Chavanne, Nora Navas, Iván Steinhardt, Manuel Vicente, entre otros. Comedia argentina, seleccionada para El Premio Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa; y ganadora de Mejor Película en Los Premios Goya, Ariel y Platino. La acción sigue a un escritor que decide regresar a su pueblo donde nació, que lo homenajea como “Ciudadano Ilustre” tras haber ganado El Premio Nobel de Literatura. Estructurada en capítulos, como si se tratara de una obra literaria, que lo es, la historia es un choque brutal de culturas, trasladado a La Argentina Profunda, que nos lleva a reflexionar sobre “la celebridad”, el pueblo llano; entre quién sobresale y quién es el mediocre; los ajustes de cuentas, que son formas de proyección sobre otros de las propias frustraciones; también la relación del escritor con su propio pasado, y con las personas de entonces; y muchos detalles hilarantes, hasta surrealistas, sobre un fondo dramático. De formato televisivo, pues cinematográficamente no es la gran cosa, la brillantez de la obra reside en los diálogos, en las situaciones audaces, en los contrastes, y cuando la realidad supera la ficción. Sin embargo, a mitad del metraje, ya se ve por donde irán los tiros, y la obra se hace predecible, ejemplo de ello, el giro que involucra a Julia (Belén Chavanne), y el exceso de escenas paródicas referenciales, hasta groseras que cuestionan ¿Qué es cultura? Del reparto, destaca Oscar Martínez como Daniel Mantovani; Dady Brieva como Antonio, aunque sobreactúe, inclusive Nicolás De Tracy como Roque, y su manera de hacer “el chancho” completa una propuesta esperpéntica. ¿Es acaso “El Ciudadano Ilustre” (2016) una historia de venganza? Nunca la cita “la pluma es más poderosa que la espada” del autor inglés Edward Bulwer-Lytton, fue mejor empleada que aquí.
RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
RECOMENDADA
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26 de agosto de 2017
26 de agosto de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película, que logra su cometido a través de una muy buena actuación de Oscar Martínez. El desarrollo del film es algo lento , pero logra remontar ese defecto con algunos vaivenes de humor e ironía ,que terminan embelleciendo una película aceptable
26 de mayo de 2018
26 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La dupla Cohn–Duprat vuelven sobre algunos temas ya mostrados en sus películas anteriores, la mirada pesimista al proceso creativo y la confrontación de dos mundos opuestos, con una película que repite el esquema de su cine y que no para de ganar premios.
Daniel Mantovani (Oscar Martínez), es un escritor argentino que ha sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura, quien vive hace más de cuarenta años en Europa y atraviesa una crisis creativa y decide aislarse en su mansión.
Cuando recibe una invitación para volver a su pueblo, Salas en la Provincia de Buenos Aires, para ser galardonado como ciudadano ilustre del lugar, primero se niega, pero después decide aceptar, por lo que tras 40 años regresa al pueblo que le ha servido de inspiración en su carrera.
Con el habitual tono de comedia negra de Cohn-Duprat, la película se centra en mostrar el inevitable choque entre el intelectual multipremiado y los habitantes de un pueblo donde no pasa nada, personajes que son toda una colección del estereotipo pueblerino.
La película cuenta con un guion ingenioso, plagado de frases algunas rimbombantes y otras un tanto más afortunadas, pero se sostiene en su mayor parte gracias al gran trabajo de Oscar Martínez, un actor en plenitud que borda su trabajo y le otorga matices a un personaje un tanto desagradable desde la escritura.
Con una realización no muy llamativa, la película encuentra sus mejores momentos en aquellos que son plenos de comedia, la mayoría bastante eficaces, y se pierde cuando en el tercer acto todo se torna más oscuro, los personajes sacan lo peor de si y las situaciones se sienten forzadas; lo mismo pasa con el giro de tuerca del final, que más que sorprender, pareciera un pretexto del autor para poner distancia respecto a lo que hemos visto.
http://tantocine.com/el-ciudadano-ilustre-de-mariano-cohn-y-gaston-duprat/
Daniel Mantovani (Oscar Martínez), es un escritor argentino que ha sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura, quien vive hace más de cuarenta años en Europa y atraviesa una crisis creativa y decide aislarse en su mansión.
Cuando recibe una invitación para volver a su pueblo, Salas en la Provincia de Buenos Aires, para ser galardonado como ciudadano ilustre del lugar, primero se niega, pero después decide aceptar, por lo que tras 40 años regresa al pueblo que le ha servido de inspiración en su carrera.
Con el habitual tono de comedia negra de Cohn-Duprat, la película se centra en mostrar el inevitable choque entre el intelectual multipremiado y los habitantes de un pueblo donde no pasa nada, personajes que son toda una colección del estereotipo pueblerino.
La película cuenta con un guion ingenioso, plagado de frases algunas rimbombantes y otras un tanto más afortunadas, pero se sostiene en su mayor parte gracias al gran trabajo de Oscar Martínez, un actor en plenitud que borda su trabajo y le otorga matices a un personaje un tanto desagradable desde la escritura.
Con una realización no muy llamativa, la película encuentra sus mejores momentos en aquellos que son plenos de comedia, la mayoría bastante eficaces, y se pierde cuando en el tercer acto todo se torna más oscuro, los personajes sacan lo peor de si y las situaciones se sienten forzadas; lo mismo pasa con el giro de tuerca del final, que más que sorprender, pareciera un pretexto del autor para poner distancia respecto a lo que hemos visto.
http://tantocine.com/el-ciudadano-ilustre-de-mariano-cohn-y-gaston-duprat/
11 de octubre de 2021
11 de octubre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fruto del inminente estreno de "Competencia oficial" (2021) recupero, para ir entrando en reacción, uno de los anteriores trabajos de Gastón Duprat & Mariano Cohn; el dúo de realizadores detrás de ella y de los que no había visto nada. Hablo por supuesto de "El ciudadano ilustre". Comedia negra negrísima, a la postre de sus más icónicos trabajos, que nos muestra el lado más miserable y rastrero del ser humano; bastante en la línea de su compatriota y pluscuamperfecta "Relatos salvajes" (Damián Szifron, 2014). Y qué queréis que os diga, me ha encantado.
A ver, esta no llega al desquiciado nivel de desbarre de aquella, cosa que me ha dolido. Este trabajo del dúo Duprat & Cohn es más comedido en ese aspecto, entre comillas. Pero perfectamente podría haber formado parte "El ciudadano ilustre" de una hipotética secuela de la de Szifron, no quepa duda.
Óscar Martínez lidera delante de la cámara de manera sublime, otro actor argentino que película a película se ha ido ganando mi respeto y admiración, un film que te atrapa a pesar de dar la sensación de estar escrito con brújula. Es su protagonista el que guía en todo momento la historia mientras sus artífices le siguen el ritmo a la expectativa de lo que a él le apetezca. Por eso tu, como espectador, nunca atisbas hacia dónde marcha el asunto aun a sabiendas de que lo narrado muy intrincado no es. Culminado todo ello con un desenlace que más de uno pondrá en tela de juicio.
En definitiva, quiero más de Gastón Duprat & Mariano Cohn.
A ver, esta no llega al desquiciado nivel de desbarre de aquella, cosa que me ha dolido. Este trabajo del dúo Duprat & Cohn es más comedido en ese aspecto, entre comillas. Pero perfectamente podría haber formado parte "El ciudadano ilustre" de una hipotética secuela de la de Szifron, no quepa duda.
Óscar Martínez lidera delante de la cámara de manera sublime, otro actor argentino que película a película se ha ido ganando mi respeto y admiración, un film que te atrapa a pesar de dar la sensación de estar escrito con brújula. Es su protagonista el que guía en todo momento la historia mientras sus artífices le siguen el ritmo a la expectativa de lo que a él le apetezca. Por eso tu, como espectador, nunca atisbas hacia dónde marcha el asunto aun a sabiendas de que lo narrado muy intrincado no es. Culminado todo ello con un desenlace que más de uno pondrá en tela de juicio.
En definitiva, quiero más de Gastón Duprat & Mariano Cohn.
10 de junio de 2024
10 de junio de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el minuto 60 hay una escena muy buena en la que un padre aborda a Mantovani en el cutre hotel que le habían asignado, inquiriéndole a que financie de su bolsillo una silla motorizada para su hijo paralítico, alegando a que los 9.800$ no supondrían nada para él, y que por el hecho de ser ambos oriundos de Salas es como si por ello hubiera un vínculo entre ellos. Se percibe que el padre es un vivo, un trilero, embaucador y demagogo, que emplea artimañas sucias, y que lo hace de una forma extorsiva, como el propio Mantovani acertadamente le indica. Literalmente, es como si le estuviera pasando una factura. Argumenta también que no es por la cantidad concreta de dinero o por lo que le suponga realmente a su bolsillo, sino que su labor no es la de una ONG, que él es escritor.
La película hace un retrato de los lugareños como gente bruta, aprovechada, entrometida, carroñera, hipócrita, mezquina, corta y miserable, por lo que a uno le nace posicionarse con el escritor, cuya imagen de hombre refinado, serio e inaccesible que se da aires de importancia, te hacen ver que a veces es una máscara, ya que este en realidad tiene buen fondo o su corazón (vemos que en secreto financia la silla al hijo de aquel sinvergüenza), que no todo es blanco o negro.
Él utiliza la bajeza de su pueblo para crear relatos realistas tristes y decadentes, lo que le vale para alcanzar el Nobel. ¿Por qué nunca escribe sobre cosas bonitas?, le reprocha una oyente. La pregunta se contesta sola.
La película hace un retrato de los lugareños como gente bruta, aprovechada, entrometida, carroñera, hipócrita, mezquina, corta y miserable, por lo que a uno le nace posicionarse con el escritor, cuya imagen de hombre refinado, serio e inaccesible que se da aires de importancia, te hacen ver que a veces es una máscara, ya que este en realidad tiene buen fondo o su corazón (vemos que en secreto financia la silla al hijo de aquel sinvergüenza), que no todo es blanco o negro.
Él utiliza la bajeza de su pueblo para crear relatos realistas tristes y decadentes, lo que le vale para alcanzar el Nobel. ¿Por qué nunca escribe sobre cosas bonitas?, le reprocha una oyente. La pregunta se contesta sola.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Claro que volvió a esa cloaca únicamente en busca de (¿una nueva ración de?, ¿hasta su pasado forma parte de la ficción?) material sobre el que escribir, sino, ¿para qué?
- ¿No considera demasiado egocéntrica la decisión de ser usted el protagonista de su propia obra?
- Todos los escritores somos egocéntricos, autorreferenciales, narcisistas y vanidosos. Creo que esto constituye una herramienta realmente imprescindible para la escritura. El lápiz, el papel y la vanidad. Sin eso no se puede escribir nada.
- ¿Cuánto hay en su novela de verdadera creación y cuánto de realidad?
- ¿Importa eso, mi amigo? La realidad no existe. No hay hechos, hay interpretaciones. La verdad o lo que llamamos la verdad es una interpretación que ha prevalecido sobre otras.
- No me está contestando a lo que le pregunto.
- Y respecto a lo de las interpretaciones, ¿esta cicatriz qué es? ¿Una antigua cirugía, la marca de la caída de una bicicleta o una herida de bala?
- ¿No considera demasiado egocéntrica la decisión de ser usted el protagonista de su propia obra?
- Todos los escritores somos egocéntricos, autorreferenciales, narcisistas y vanidosos. Creo que esto constituye una herramienta realmente imprescindible para la escritura. El lápiz, el papel y la vanidad. Sin eso no se puede escribir nada.
- ¿Cuánto hay en su novela de verdadera creación y cuánto de realidad?
- ¿Importa eso, mi amigo? La realidad no existe. No hay hechos, hay interpretaciones. La verdad o lo que llamamos la verdad es una interpretación que ha prevalecido sobre otras.
- No me está contestando a lo que le pregunto.
- Y respecto a lo de las interpretaciones, ¿esta cicatriz qué es? ¿Una antigua cirugía, la marca de la caída de una bicicleta o una herida de bala?
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