Dogville
7.5
69,617
Drama. Thriller
Grace llega al remoto pueblo de Dogville huyendo de una banda de gángsters. Persuadidos por las palabras de Tom, que se ha erigido en portavoz de la comunidad, los vecinos se avienen a ocultarla. Grace, a cambio, trabaja para ellos. Sin embargo, cuando Dogville sea sometido a una intensa vigilancia policial para dar con la fugitiva, sus habitantes exigirán a Grace otros servicios que les compensen del peligro que corren al darle cobijo. ... [+]
14 de noviembre de 2010
14 de noviembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de cómo una mujer muy agraciada se da cuenta de que tener un punto de vista relativista y pragmático ayuda mucho a resolver los problemas en un mundo tan poco agraciado como el nuestro. Dogville es semióticamente abrumadora, visualmente reformista, técnicamente brillante, artísticamente sólida... y además viéndola sufres como un perro atado.
MUY RECOMENDABLE VER ANTES: "Rompiendo las Olas" y "Bailar en la oscuridad", películas anterior que se entienden como la trilogía del Corazón de Oro (libro de cabecera del director durante su infancia).
MUY RECOMENDABLE VER ANTES: "Rompiendo las Olas" y "Bailar en la oscuridad", películas anterior que se entienden como la trilogía del Corazón de Oro (libro de cabecera del director durante su infancia).
20 de marzo de 2011
20 de marzo de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
-Tienes la idea preconcebida de que nadie puede tener el mismo nivel de ética que el tuyo, así que por eso les disculpas. No puedo pensar en nada más arrogante que éso.
Le dice James Caan a Nicole Kidman. Y yo no puedo pensar en un director más arrogante que Lars Von Trier, que sabiéndose a sí mismo como un narrador genial, decide rodar una película de 3 horas sin decorados, haciendo que el espectador preste la máxima atención a la historia y a los personajes al 100%.
Una bendita arrogancia, ya que el experimento le sale a las mil maravillas.
No sólo consigue que los espectadores nos centremos durante el largo metraje de la historia in crescendo, sino que además el estilo teatral con el que rueda forma parte de la poética abstracta que requiere la propia historia, ya que la película es un terrible cuento alegórico sobre la condición humana.
Algo que suena así un poco pseudo-intelectual pero que es la verdad.
Dogville es tan profunda y tiene tantas interpretaciones posibles y tantos detalles que es de ésas películas que da gusto volver a verla de vez en cuando porque siempre encuentras algo nuevo. Y da gusto volver a verla porque supone volver a ver a Nicole Kidman en estado de Gracia (nunca mejor dicho), y a un puñado de buenos actores haciendo unas interpretaciones impecables.
Tampoco soy yo un incondicional de Lars Von Trier, creo que en algunas películas se le va la olla y la idea del cine Dogma me parece una pretenciosa pedantería, pero creo que Dogville (y Bailar en la oscuridad) le hace entrar en la historia del cine como uno de los grandes cineastas de todos los tiempos, innovador, arriesgado y agitador de conciencias.
Hacer un análisis más profundo de la película me parece una carga, puesto que son tantas las cosas que se vienen a la cabeza depués de verla que un día después me parece como para escribir un libro.
Así que más que nada, espero que esta crítica sirva para que a alguno de ustedes se le quite el miedo de ver una peli más de Lars von Trier o la pereza de ver una de 3 horas sin decorados. Merece la pena de veras.
Habrá quien piense que sobrevaloro la película, pues puede ser, pero es que creo que Dogville es de esas películas que o se aman o se odian.
Le dice James Caan a Nicole Kidman. Y yo no puedo pensar en un director más arrogante que Lars Von Trier, que sabiéndose a sí mismo como un narrador genial, decide rodar una película de 3 horas sin decorados, haciendo que el espectador preste la máxima atención a la historia y a los personajes al 100%.
Una bendita arrogancia, ya que el experimento le sale a las mil maravillas.
No sólo consigue que los espectadores nos centremos durante el largo metraje de la historia in crescendo, sino que además el estilo teatral con el que rueda forma parte de la poética abstracta que requiere la propia historia, ya que la película es un terrible cuento alegórico sobre la condición humana.
Algo que suena así un poco pseudo-intelectual pero que es la verdad.
Dogville es tan profunda y tiene tantas interpretaciones posibles y tantos detalles que es de ésas películas que da gusto volver a verla de vez en cuando porque siempre encuentras algo nuevo. Y da gusto volver a verla porque supone volver a ver a Nicole Kidman en estado de Gracia (nunca mejor dicho), y a un puñado de buenos actores haciendo unas interpretaciones impecables.
Tampoco soy yo un incondicional de Lars Von Trier, creo que en algunas películas se le va la olla y la idea del cine Dogma me parece una pretenciosa pedantería, pero creo que Dogville (y Bailar en la oscuridad) le hace entrar en la historia del cine como uno de los grandes cineastas de todos los tiempos, innovador, arriesgado y agitador de conciencias.
Hacer un análisis más profundo de la película me parece una carga, puesto que son tantas las cosas que se vienen a la cabeza depués de verla que un día después me parece como para escribir un libro.
Así que más que nada, espero que esta crítica sirva para que a alguno de ustedes se le quite el miedo de ver una peli más de Lars von Trier o la pereza de ver una de 3 horas sin decorados. Merece la pena de veras.
Habrá quien piense que sobrevaloro la película, pues puede ser, pero es que creo que Dogville es de esas películas que o se aman o se odian.
14 de junio de 2011
14 de junio de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lars von Trier (“Bailar en la oscuridad”, “Riget”), es uno de esos artistas/creadores capaces de arrastrar continuamente a su legión de incondicionales fans, y de generar el escepticismo o la máxima exaltación entre el resto del público y la crítica. A nadie deja indiferente. Cada nueva película supone un paso más en su intención por romper con los moldes establecidos y rastrear nuevos caminos del lenguaje cinematográfico, como con el DOGMA ("Los idiotas"), o la Automavisión (“El jefe de todo esto”)
“Dogville” es la primera de una pensada trilogía (que continuaría con “Manderlay”), donde busca ahondar en la naturaleza humana, en la bondad y la maldad de las acciones del individuo, en el orgullo, la cobardía, los celos, la lujuria, las agresiones sexistas, las racistas, el sentido de culpa… El hilo argumental es Grace, una bella y en principio ingenua joven que, huyendo de los gángsteres, llega a Dogville, un pueblo perdido en la llamada América profunda. Allí, Tom, joven ilustrado y portavoz del pueblo, se ofrece a esconderla y como contrapartida ella se dispone a hacer pequeños servicios a cada uno de los vecinos para ganarse su confianza. Pero con el tiempo, y a medida que se va cercando su búsqueda por la mafia y la policía, las exigencias del trabajo y sus condiciones de vida se van endureciendo hasta los límites que… el director necesita para que comprendamos lo que en el fondo esconde.
Y Lars von Trier no es complaciente. No lo es ni en sus conclusiones (que no adelanto aquí pero que podemos decir supone uno de los finales más perturbadores que ha dado el cine), ni en su puesta en escena (que elimina de la decoración todo lo que distraiga la atención sobre lo que se cuenta -nada sobra, nada está ahí porque quede bonito-). Pasada la sorpresa inicial (que por desgracia provocó la deserción de bastante público, huidizo –y casi siempre con razón- del llamado “cine intelectual”) “Dogville” va, poco a poco, atrapándonos en sus emociones, haciendo un extraordinario uso del lenguaje cinematográfico, invisible pero del que nadie puede escapar.
A lo largo del relato cada personaje va a adquirir un carácter arquetípico, una representación de las ideas, o más bien inclinaciones morales, que les definirán, convirtiendo el resultado en un cuento moral con sentido alegórico, que bucea en la condición humana para que podamos percibir la tenue y frágil línea que separa la bondad y la maldad, el amor desinteresado de la utilización de las personas para fines propios. En definitiva de las debilidades y maldades a que podemos llegar.
“Dogville” es una de esas raras y grandes obras maestras (las imprescindibles) que de vez en cuando nos da el cine.
“Dogville” es la primera de una pensada trilogía (que continuaría con “Manderlay”), donde busca ahondar en la naturaleza humana, en la bondad y la maldad de las acciones del individuo, en el orgullo, la cobardía, los celos, la lujuria, las agresiones sexistas, las racistas, el sentido de culpa… El hilo argumental es Grace, una bella y en principio ingenua joven que, huyendo de los gángsteres, llega a Dogville, un pueblo perdido en la llamada América profunda. Allí, Tom, joven ilustrado y portavoz del pueblo, se ofrece a esconderla y como contrapartida ella se dispone a hacer pequeños servicios a cada uno de los vecinos para ganarse su confianza. Pero con el tiempo, y a medida que se va cercando su búsqueda por la mafia y la policía, las exigencias del trabajo y sus condiciones de vida se van endureciendo hasta los límites que… el director necesita para que comprendamos lo que en el fondo esconde.
Y Lars von Trier no es complaciente. No lo es ni en sus conclusiones (que no adelanto aquí pero que podemos decir supone uno de los finales más perturbadores que ha dado el cine), ni en su puesta en escena (que elimina de la decoración todo lo que distraiga la atención sobre lo que se cuenta -nada sobra, nada está ahí porque quede bonito-). Pasada la sorpresa inicial (que por desgracia provocó la deserción de bastante público, huidizo –y casi siempre con razón- del llamado “cine intelectual”) “Dogville” va, poco a poco, atrapándonos en sus emociones, haciendo un extraordinario uso del lenguaje cinematográfico, invisible pero del que nadie puede escapar.
A lo largo del relato cada personaje va a adquirir un carácter arquetípico, una representación de las ideas, o más bien inclinaciones morales, que les definirán, convirtiendo el resultado en un cuento moral con sentido alegórico, que bucea en la condición humana para que podamos percibir la tenue y frágil línea que separa la bondad y la maldad, el amor desinteresado de la utilización de las personas para fines propios. En definitiva de las debilidades y maldades a que podemos llegar.
“Dogville” es una de esas raras y grandes obras maestras (las imprescindibles) que de vez en cuando nos da el cine.
24 de agosto de 2011
24 de agosto de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A primera vista la rarísima película del danés Lars Von Trier parece una tomadura de pelo: unos amigos sin recursos, pretendiendo hacer sus pinitos en el cine, se han instalado en un solar abandonado de lo más precario y han dibujado los escenarios con tizas, lapiceros y carboncillo. Nada que ver con la realidad. Superada esa inicial fase de estupor, contemplaremos que la anómala película de Trier, aún con sus heterodoxos y misérrimos platós de rodaje, es un producto estrella, una película estrafalaria pero sobresaliente e impecable. Sin el embozo coadyuvante de un escenario debidamente pertrechado, los actores están desnudos, y su única arma de seducción es su interpretación. Nicole Kidman, como la desdichada Grace, saca adelante un proyecto arriesgado y difícil de manejar que hubiera sido un tostón insoportable de no contar con su venerable presencia. Se nos presenta una historia fascinante de relaciones humanas, con moralejas y radiografías de la naturaleza humana en su faceta más miserable y vil. La joven Grace, bendecida inicialmente por la solidaridad de un pueblo que decide acogerla para protegerla de unos canallas facinerosos, cae presa de la protervia de los primeros, tan inicuos como los gangsters de quien huía. Dogville es la historia de una perfidia monumental y de la lánguida blandura de la bondad.
14 de abril de 2013
14 de abril de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por donde empezar... simplemente brillante. Es una película que me habían recomendado pero que ahora que la veo me doy cuenta de que aun así, la empecé con bajas expectativas... realmente, no sabia con que me iba a encontrar.
El montaje en escena, ese "minimalisimo" llevado al extremo, me resultó un poco forzado al principio aunque luego, me gustó, y me ayudó a centrarme realmente en la historia, en el argumento. En el fondo, los planos y todo en general, tienen una intención tan vehemente, como la de mostrarte la verdad. Y la verdad puede a llegar a ser tan fea y tan hermosa...!
Cuando te olvidas de las formas, y entras de pleno en Dogville: sus habitantes y sus discursos... de repente es como si hubieras entrado en un microcosmos en el cual se reproduce con exactitud y con diferentes ejemplos; la naturaleza humana.
El montaje en escena, ese "minimalisimo" llevado al extremo, me resultó un poco forzado al principio aunque luego, me gustó, y me ayudó a centrarme realmente en la historia, en el argumento. En el fondo, los planos y todo en general, tienen una intención tan vehemente, como la de mostrarte la verdad. Y la verdad puede a llegar a ser tan fea y tan hermosa...!
Cuando te olvidas de las formas, y entras de pleno en Dogville: sus habitantes y sus discursos... de repente es como si hubieras entrado en un microcosmos en el cual se reproduce con exactitud y con diferentes ejemplos; la naturaleza humana.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y que decir de tan escalofriante naturaleza... Una sociedad podrida por dentro, tan degradada y tan hipócrita que no sabes que es peor si " esa bondad como fachada" o " esa maldad escondida". Sin duda una película que da para pensar...
Grace, nuestra protagonista, llega al pueblo de improvisto y les pide que le tiendan la mano. A lo que los habitantes, acceden pero un "módico precio". Es increíble con que arrogancia se tachan de buenos mientras abusan de una pobre chica, que aun siendo fugitiva, no les ha dado ningún motivo como para tratarla así.
Grace, que a primera vista, parece un frágil corderillo, va mostrando poco a poco, a través de los abusos que recibe- en todos los sentidos- una faceta de fortaleza interior que brilla por si sola y te plantea a ti mismo, si ir a Dogville a exterminar a sus gentes o no.
Grace es tan humilde que cree que si ella estuviera en sus condiciones, actuaría igual, pero aun así, cuando se trata de ella, nunca, y nunca, deja sus valores de lado... incluso ante las peores circunstancias.
Ella es como un espejo que te obliga a verte a ti mismo, a sumergirte en ti mismo para ver saber como eres realmente. Lo que pasa es que como un espejo, no solo refleja la belleza sino también la fealdad de las almas. Y cuando, uno a uno, sus anfitriones van descubriendo su otra cara de la moneda, la rechazan y como consecuente, también a ella.
Lo gracioso, o hasta irónico, es que cuando incluso racionalmente y a través del diálogo hablado Grace les cuenta y les hace ver las atrocidades que le han cometido a su persona, los pueblerinos se niegan a ver la verdad. Simplemente, me fascinó. Yo también me he llegado a sentir así. Supongo, que todo el mundo, en un momento de integridad consigo mismo, se ha visto engullido por un mundo tan mediocre y estúpido como es el nuestro.
El punto clímax para mí, obviando el final, es el momento en que la atan como si fuera un animal. Y le quitan toda libertad, si más no, externa. Fue un punto en el que me sentí demasiado violentada. Fue fascinante y terrorífico al mismo tiempo, como se puede ser ¿¿¿¿TAN MAL NACIDO???? Sin lugar a dudas en ese momento, uno ya se plantea buscar en el google maps esta mierda de pueblo, puesto que la rabia interior va "in crescendo" y las ganas de sangre humana se imponen con fuerza ante impulsos asesinos.
Para terminar, cuando descubres que Grace es hija del mafioso y escuchas su conversación... Son de esos momentos, en que los clavos que había sueltos y que ya empezabas a atar, salen de la madera a tal velocidad que te golpean en la mente con un mar de preguntas nuevas y a la vez familiares, que no sabes como encarar ni hacerles frente.
Es increíble. Supongo que la volveré a ver, y a ver, y a ver, hasta que entienda incluso las conjunciones que usan.
Y cuando finalmente, matan al pueblo, en el fondo, todo espectador siente aquel dulce plato de venganza tirado en cara. Y uno recupera, o que decir, olvida aquella cordura que le han sustraído al llevarle hasta los límites de la mente humana.
- Que lo maten uno a uno. Y dile que si consigue retener sus lágrimas, los dejarán sano y salvo...- (Grace) Increíble. Simplemente increíble. Imposible quedarse igual después de esta película. Simplemente, IMPOSIBLE.
Grace, nuestra protagonista, llega al pueblo de improvisto y les pide que le tiendan la mano. A lo que los habitantes, acceden pero un "módico precio". Es increíble con que arrogancia se tachan de buenos mientras abusan de una pobre chica, que aun siendo fugitiva, no les ha dado ningún motivo como para tratarla así.
Grace, que a primera vista, parece un frágil corderillo, va mostrando poco a poco, a través de los abusos que recibe- en todos los sentidos- una faceta de fortaleza interior que brilla por si sola y te plantea a ti mismo, si ir a Dogville a exterminar a sus gentes o no.
Grace es tan humilde que cree que si ella estuviera en sus condiciones, actuaría igual, pero aun así, cuando se trata de ella, nunca, y nunca, deja sus valores de lado... incluso ante las peores circunstancias.
Ella es como un espejo que te obliga a verte a ti mismo, a sumergirte en ti mismo para ver saber como eres realmente. Lo que pasa es que como un espejo, no solo refleja la belleza sino también la fealdad de las almas. Y cuando, uno a uno, sus anfitriones van descubriendo su otra cara de la moneda, la rechazan y como consecuente, también a ella.
Lo gracioso, o hasta irónico, es que cuando incluso racionalmente y a través del diálogo hablado Grace les cuenta y les hace ver las atrocidades que le han cometido a su persona, los pueblerinos se niegan a ver la verdad. Simplemente, me fascinó. Yo también me he llegado a sentir así. Supongo, que todo el mundo, en un momento de integridad consigo mismo, se ha visto engullido por un mundo tan mediocre y estúpido como es el nuestro.
El punto clímax para mí, obviando el final, es el momento en que la atan como si fuera un animal. Y le quitan toda libertad, si más no, externa. Fue un punto en el que me sentí demasiado violentada. Fue fascinante y terrorífico al mismo tiempo, como se puede ser ¿¿¿¿TAN MAL NACIDO???? Sin lugar a dudas en ese momento, uno ya se plantea buscar en el google maps esta mierda de pueblo, puesto que la rabia interior va "in crescendo" y las ganas de sangre humana se imponen con fuerza ante impulsos asesinos.
Para terminar, cuando descubres que Grace es hija del mafioso y escuchas su conversación... Son de esos momentos, en que los clavos que había sueltos y que ya empezabas a atar, salen de la madera a tal velocidad que te golpean en la mente con un mar de preguntas nuevas y a la vez familiares, que no sabes como encarar ni hacerles frente.
Es increíble. Supongo que la volveré a ver, y a ver, y a ver, hasta que entienda incluso las conjunciones que usan.
Y cuando finalmente, matan al pueblo, en el fondo, todo espectador siente aquel dulce plato de venganza tirado en cara. Y uno recupera, o que decir, olvida aquella cordura que le han sustraído al llevarle hasta los límites de la mente humana.
- Que lo maten uno a uno. Y dile que si consigue retener sus lágrimas, los dejarán sano y salvo...- (Grace) Increíble. Simplemente increíble. Imposible quedarse igual después de esta película. Simplemente, IMPOSIBLE.
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