Los coristas
2004 

7.6
86,509
Drama. Comedia
En 1948 Clément Mathieu, profesor de música desempleado, acepta un puesto como profesor vigilante en un internado de reeducación de menores. El sistema represivo aplicado por el director conmociona a Mathieu. Enseñándoles música y canto coral a estos niños tan difíciles, Mathieu transformará sus vidas cotidianas.
10 de septiembre de 2015
10 de septiembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intensa, eficaz y llena de ternura esta película que nos cuenta la llegada a un internado de niños de un nuevo profesor de música y la manera en que poco a poco incide en la vida de esos niños, la mayoría marginados y con el único anhelo de irse de allí lo más rápido posible. El mismo lograra la integración de todos formando un coro y lo más importante es que los hará sentir útiles y queridos aún con la contra del director del establecimiento quien tiene métodos totalmente opuestos al suyo. Hay una actuación notable de Gerard Jugnot quien compone el personaje principal con un humor y una ternura que logra transmitir al espectador quien se sentirá rápidamente identificado con él. Bonito y melancólico film característico del cine francés cuando hacen películas verdaderamente en serio como estas y muchas otras. Para no dejar de ver.
23 de agosto de 2016
23 de agosto de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puedes pensar que es la típica historia del nuevo maestro (en este caso prefecto) que llega a un lugar de mala muerte donde los niños no tienen ninguna esperanza de progresar y hacer algo de su vida, cuando llega entonces todo cambia y crea un cambio tan radical que todo parece como un cuento de hadas. Podría resumirse como los perdedores y su oportunidad de oro.
Tal vez esta historia ya esté muy contada (se pueden mencionar algunas) pero lo importante es como lo quieres contar, además de enfocarte en el tema que quieres tratar. El trasfondo de la película es bueno porque todos los personajes de alguna u otra forma no llegaron a realizar sus sueños y las consecuencias de su fracaso resultan en un ambiente nefasto dentro de un internado (los niños, el director, los demás maestros).
La diferencia es que el nuevo prefecto (Clément Mathieu) a pesar de sus sueños frustrados logra sacar provecho con la nueva oportunidad en bruto que tiene en sus manos. Siempre se puede volver a empezar y hacer algo más que solamente seguir la inercia de un mal ambiente.
Una película familiar, mucho más comercial y amena para el disfrute de todos los públicos. Lejos de una buena actuación por parte de la película, las interpretaciones del canto coral son hermosas y logran transmitirte toda la emoción para atraparte en la vida complicada de todos los niños. Al mismo tiempo que podemos ver los problemas de muchos de ellos, lo que nos hace más empáticos con su situación. Con gran sentimiento y un ritmo que no decae, esta película es un gran canto a las segundas oportunidades.
Tal vez esta historia ya esté muy contada (se pueden mencionar algunas) pero lo importante es como lo quieres contar, además de enfocarte en el tema que quieres tratar. El trasfondo de la película es bueno porque todos los personajes de alguna u otra forma no llegaron a realizar sus sueños y las consecuencias de su fracaso resultan en un ambiente nefasto dentro de un internado (los niños, el director, los demás maestros).
La diferencia es que el nuevo prefecto (Clément Mathieu) a pesar de sus sueños frustrados logra sacar provecho con la nueva oportunidad en bruto que tiene en sus manos. Siempre se puede volver a empezar y hacer algo más que solamente seguir la inercia de un mal ambiente.
Una película familiar, mucho más comercial y amena para el disfrute de todos los públicos. Lejos de una buena actuación por parte de la película, las interpretaciones del canto coral son hermosas y logran transmitirte toda la emoción para atraparte en la vida complicada de todos los niños. Al mismo tiempo que podemos ver los problemas de muchos de ellos, lo que nos hace más empáticos con su situación. Con gran sentimiento y un ritmo que no decae, esta película es un gran canto a las segundas oportunidades.
16 de abril de 2019
16 de abril de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguna vez a lo largo de la Educación Secundaria has dado clases de francés, probablemente hayas tenido la suerte de encontrarte con lo que yo llamo "el repertorio rápido de cine francés". Este repertorio está compuesto por películas francesas que son bastante conocidas y que suelen ser a las que más se recurre cuando se quieren enseñar películas en este idioma. Algunas pertenecientes a este repertorio pueden ser Intocable, Amélie o esta misma película, Los chicos del coro.
La película trata de Clement Mathieu (Gerard Jugnot), que llega como nuevo prefecto a un internado de niños pequeños. Allí, se encuentra con el director Rachin (François Berland), que dirige el internado de manera fascista. Contrariado por los métodos usados, Clement va estableciendo confianza con los niños y consigue hacer que se ilusionen por algo: un coro de música. Todo esto visto desde su diario, el cual está siendo leído por uno de los niños que formó parte del coro, Pierre Morhange (Jean-Baptiste Maunier de joven y Jacques Perrin de adulto).
El club de los poetas muertos... perdón, quería decir El Indomable Will Hunting... no está, tampoco es. El caso es que la historia de "profesor/terapeuta poco ortodoxo que inspira a generación de jóvenes (o un solo joven, depende de la película) y se gana su respeto" no es nada nuevo para el cine. Con esto me refiero a que si vas a hacer una película con esta premisa tienes que ofrecer algo distinto (La Ola tiene un planteamiento parecido, pero acaba transformándose y lanzando un mensaje interesante) y el camino más "sencillo” para que no sea una película más es apelar a los sentimientos. Así que la pregunta es: ¿Consigue Los chicos del coro transmitir emociones?
Y la respuesta es: en gran parte, sí. No tiene la carga emocional que tienen otras películas similares, pero tiene un elemento que es clave para la trama y que cumple el cometido: la música. Y aunque es cierto que te saca un poco de la película ver a jóvenes sin ningún tipo de formación musical cantar como si fuesen ángeles, lo cierto es que en el momento solo puedes sentarte, relajarte y disfrutar de unas voces increíbles. La banda sonora por cortesía del coro "Les Petits Chanteurs de Saint-Marc" es algo que merece la pena escuchar con auriculares y relajarse.
Al final, Los Chicos del Coro es una película con una trama que ya se ha visto y está lejos de ser la mejor ejecución probablemente, pero es una película que funciona y con una gran banda sonora que hasta a mi, que no soy gran fan de la música clásica, me resulta increíblemente bonita. Los chicos del coro no busca que te comas la cabeza y hablar de temas serios o criticar situaciones sociales, sino que disfrutes con ella. Y vaya si lo consigue.
La película trata de Clement Mathieu (Gerard Jugnot), que llega como nuevo prefecto a un internado de niños pequeños. Allí, se encuentra con el director Rachin (François Berland), que dirige el internado de manera fascista. Contrariado por los métodos usados, Clement va estableciendo confianza con los niños y consigue hacer que se ilusionen por algo: un coro de música. Todo esto visto desde su diario, el cual está siendo leído por uno de los niños que formó parte del coro, Pierre Morhange (Jean-Baptiste Maunier de joven y Jacques Perrin de adulto).
El club de los poetas muertos... perdón, quería decir El Indomable Will Hunting... no está, tampoco es. El caso es que la historia de "profesor/terapeuta poco ortodoxo que inspira a generación de jóvenes (o un solo joven, depende de la película) y se gana su respeto" no es nada nuevo para el cine. Con esto me refiero a que si vas a hacer una película con esta premisa tienes que ofrecer algo distinto (La Ola tiene un planteamiento parecido, pero acaba transformándose y lanzando un mensaje interesante) y el camino más "sencillo” para que no sea una película más es apelar a los sentimientos. Así que la pregunta es: ¿Consigue Los chicos del coro transmitir emociones?
Y la respuesta es: en gran parte, sí. No tiene la carga emocional que tienen otras películas similares, pero tiene un elemento que es clave para la trama y que cumple el cometido: la música. Y aunque es cierto que te saca un poco de la película ver a jóvenes sin ningún tipo de formación musical cantar como si fuesen ángeles, lo cierto es que en el momento solo puedes sentarte, relajarte y disfrutar de unas voces increíbles. La banda sonora por cortesía del coro "Les Petits Chanteurs de Saint-Marc" es algo que merece la pena escuchar con auriculares y relajarse.
Al final, Los Chicos del Coro es una película con una trama que ya se ha visto y está lejos de ser la mejor ejecución probablemente, pero es una película que funciona y con una gran banda sonora que hasta a mi, que no soy gran fan de la música clásica, me resulta increíblemente bonita. Los chicos del coro no busca que te comas la cabeza y hablar de temas serios o criticar situaciones sociales, sino que disfrutes con ella. Y vaya si lo consigue.
2 de junio de 2019
2 de junio de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No trates de buscar el exceso en 'Los chicos del coro'; no hay nada que echar en falta en su cóctel de ternura, pasión, infancia y música. Es bonita y esperanzadora sin quererlo. En definitiva, no necesita tener el carácter de superproducción para ser una verdadera maravilla.
21 de mayo de 2020
21 de mayo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cinta con una historia curiosa por la sabiduría que desprende. El film ante todo consigue que con el paso de los minutos les vayamos cogiendo aprecio a ciertos personajes como el profesor de música recién llegado, el chaval que cree que su padre irá a por él cada sábado, el chico con esa voz hecha para cantar o el mismo médico. Todos ellos demuestran ser unas buenísimas personas. El nuevo profesor no está de acuerdo con los métodos que se emplean para educar a los jóvenes debido a que son demasiado crueles. Por ello, él decide aplicar su propio estilo de aprendizaje, el cual consiste en hacer que sus alumnos se interesen por la música. Y de esta manera la cosa pega un giro radical para todos. Los distintos personajes están muy bien diferenciados y eso se nota en la profundidad de todos y cada uno de ellos. Además en el transcurso del visionado podemos apreciar que el profesor se vuelve el mejor amigo de todos los chicos de su clase, incluso un padre para alguno que otro. La música es muy armoniosa, y tanto es así que el mero hecho de centrar toda tu atención en ella te provoca una calma interior que logra que te olvides por unos momentos de lo malo que hay en tu vida.
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