Alcarràs
6.7
14,828
3 de mayo de 2022
3 de mayo de 2022
11 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carla Simón ya nos tocó la fibra con su debút, su magnífica VERANO 1993. La historia y los personajes, su forma de contarnos lo que parece ser su niñez son ya una reivindicación de una autora y una magnífica narradora, alguien fuera de lo corriente en el panorama cinematrográfico patrio.
Pero ahora llega esta ALCARRÀS y asistimos a una obra ya redonda, a mi entender, tan sincera y tan fresca como la primera, incluso más por el amateurismo del reparto coral, pero ya con hechuras de obra maestra y en la que la tradición, el amor a la tierra, a la familia, al pasado, a las gentes que forman tu comunidad es tan palpable como sincero y, sobre todo, capaz de ser entendido por cualquier espectador, incluso por aquellos urbanitas o veinteañeros incapaces de distinguir un melocotón de una mandarina. Ojo, el que suscribe puede incluirse dentro del primer grupo, no por desgracia ya en el segundo.
Y es que Clara Simón nos presenta desde el primer fotograma a unos personajes cercanos, valientes y a la vez vulnerables, lo hace además con honestidad, sin tapujos, una historia de perdedores, de una generación que se sabe ya la última pero que cuida mucho el objetivo de intentar transmitir todo lo que sabe a sus hijos, a sus nietos.
Algo similar a lo que hizo Ana Iris Simón recientemente en su magnífico y aclamado libro FERIA. Quizás estemos asistiendo a una reivindicación de lo tradicional, así, en general, por parte de creadores, creadoras en estos casos, jóvenes capaces de mostrar un respeto y una cierta admiración por un mundo que vivieron en su niñez y del que se despiden con estas magníficas obras. Se agradece, ciertamente.
¿De dónde han salido esos actores y actrices no profesionales, esos niños y niñas, ese anciano de mirada serena y parco en gestos y palabras? Seguro que en la imaginación de Clara Simón estaban ya allí desde que pergeñó la historia, desde los inicios, pero encontrarlos, darles vida, poner diálogos y gestos en ellos es una labor tan ingente como valorable, es por esto que estamos ante una película personal y al tiempo universal, una delicia para disfrutar en sus dos horas de duración desde el principio hasta el fin.
Gracias, directora.
Pero ahora llega esta ALCARRÀS y asistimos a una obra ya redonda, a mi entender, tan sincera y tan fresca como la primera, incluso más por el amateurismo del reparto coral, pero ya con hechuras de obra maestra y en la que la tradición, el amor a la tierra, a la familia, al pasado, a las gentes que forman tu comunidad es tan palpable como sincero y, sobre todo, capaz de ser entendido por cualquier espectador, incluso por aquellos urbanitas o veinteañeros incapaces de distinguir un melocotón de una mandarina. Ojo, el que suscribe puede incluirse dentro del primer grupo, no por desgracia ya en el segundo.
Y es que Clara Simón nos presenta desde el primer fotograma a unos personajes cercanos, valientes y a la vez vulnerables, lo hace además con honestidad, sin tapujos, una historia de perdedores, de una generación que se sabe ya la última pero que cuida mucho el objetivo de intentar transmitir todo lo que sabe a sus hijos, a sus nietos.
Algo similar a lo que hizo Ana Iris Simón recientemente en su magnífico y aclamado libro FERIA. Quizás estemos asistiendo a una reivindicación de lo tradicional, así, en general, por parte de creadores, creadoras en estos casos, jóvenes capaces de mostrar un respeto y una cierta admiración por un mundo que vivieron en su niñez y del que se despiden con estas magníficas obras. Se agradece, ciertamente.
¿De dónde han salido esos actores y actrices no profesionales, esos niños y niñas, ese anciano de mirada serena y parco en gestos y palabras? Seguro que en la imaginación de Clara Simón estaban ya allí desde que pergeñó la historia, desde los inicios, pero encontrarlos, darles vida, poner diálogos y gestos en ellos es una labor tan ingente como valorable, es por esto que estamos ante una película personal y al tiempo universal, una delicia para disfrutar en sus dos horas de duración desde el principio hasta el fin.
Gracias, directora.
11 de mayo de 2022
11 de mayo de 2022
6 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando una pasa por esas tierras secas y agrestes de la muga entre Lérida y Zaragoza se sorprende al ver esas vastas extensiones de frutales entre las cuencas del Cinca y el Segre, posibles gracias a un ingenioso sistema de regadíos que convierten lo áspero en un auténtico vergel y sí, yo también he parado el coche y he robado un melocotón incapaz de reprimirme ante el exultante oasis que acompaña buena parte del trayecto.
Me ha gustado mucho esta película de Carla Simón, bastante mas que la anterior “Verano del 1993” que se me hizo desagradable y difícil de ver en ocasiones. Quizás sea porque me ha recordado a los buenos tiempos de mi niñez en el pueblo, con toda la familia y jugando con los primos alrededor de los abuelos. Tiempo de recogida de higos y uva allá entre Julio y Septiembre, cuando las primeras desavenencias familiares comenzaban a empañar las idílicas reuniones y se ponían de manifiesto los conflictos entre sus miembros, pero siempre se solucionaban porque estaban ellos, los abuelos.
Que bien cuenta la directora esas jornadas estivales a través de las miradas de cada uno de sus integrantes, la lucha feroz y casi suicida de Roger contra la expropiación de las tierras familiares, los conflictos con sus hermanos y su propia familia, la mirada incisiva de la adolescente Mariona, la inocencia de Iris o la actitud tierna a la vez que conflictiva de Rogelio. Todos magníficamente interpretados pero muy malamente doblados, aconsejo verla en versión original si es posible.
Hay quien dice que es aburrida, a mí me ha enganchado de principio a fin.
Me ha gustado mucho esta película de Carla Simón, bastante mas que la anterior “Verano del 1993” que se me hizo desagradable y difícil de ver en ocasiones. Quizás sea porque me ha recordado a los buenos tiempos de mi niñez en el pueblo, con toda la familia y jugando con los primos alrededor de los abuelos. Tiempo de recogida de higos y uva allá entre Julio y Septiembre, cuando las primeras desavenencias familiares comenzaban a empañar las idílicas reuniones y se ponían de manifiesto los conflictos entre sus miembros, pero siempre se solucionaban porque estaban ellos, los abuelos.
Que bien cuenta la directora esas jornadas estivales a través de las miradas de cada uno de sus integrantes, la lucha feroz y casi suicida de Roger contra la expropiación de las tierras familiares, los conflictos con sus hermanos y su propia familia, la mirada incisiva de la adolescente Mariona, la inocencia de Iris o la actitud tierna a la vez que conflictiva de Rogelio. Todos magníficamente interpretados pero muy malamente doblados, aconsejo verla en versión original si es posible.
Hay quien dice que es aburrida, a mí me ha enganchado de principio a fin.
13 de mayo de 2022
13 de mayo de 2022
6 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
He leído opiniones de todo tipo sobre esta película y es que no dejará a nadie indiferente.
Alcarràs es prácticamente un documental de lo que es vivir en el campo, se asemeja en cierto modo a películas neorrealistas pero en un contexto completamente actual.
En mi opinión, su gran acierto es que plasma el conflicto que sucede desde varios puntos de vista, incluyendo a los protagonistas de todas las edades y observamos como este conflicto les afecta de alguna forma a todos y cada uno.
No es una película que recomendaría al público general ya que si no estás acostumbrado a este tipo de cine se te hará muy lenta y al acabar creerás que no ha pasado nada, al resto les recomiendo encarecidamente que le den una oportunidad
Alcarràs es prácticamente un documental de lo que es vivir en el campo, se asemeja en cierto modo a películas neorrealistas pero en un contexto completamente actual.
En mi opinión, su gran acierto es que plasma el conflicto que sucede desde varios puntos de vista, incluyendo a los protagonistas de todas las edades y observamos como este conflicto les afecta de alguna forma a todos y cada uno.
No es una película que recomendaría al público general ya que si no estás acostumbrado a este tipo de cine se te hará muy lenta y al acabar creerás que no ha pasado nada, al resto les recomiendo encarecidamente que le den una oportunidad
29 de mayo de 2022
29 de mayo de 2022
6 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los miembros de una familia van a ser expulsados de una tierra que llevan cultivando durante generaciones.
Asistimos a un desfile de viñetas naturalistas, que muestran la vida en el campo, las circunstancias de la última cosecha, las fiestas del pueblo, las protestas de los campesinos, los enfrentamientos entre varios personajes. El dolor y la indignación de aquellos que ven desaparecer su medio de subsistencia es retratado con delicadeza, sin aspavientos. Hay un armonía que preside el conjunto, que no abandona a los personajes, así como instantes de emoción callada, discreta. Hay una serie de individuos perfectamente perfilados, cuyo punto de vista y su evolución resulta transparente. Hay sabiduría y talento en este relato de una tragedia propiciada por el cambio de los tiempos, en una evocación de un pasado feliz. Hay detalles que enamoran y detalles que engrandecen el film. Se trata de una magnífica película (la segunda de Carla Simón), una obra con alma.
Asistimos a un desfile de viñetas naturalistas, que muestran la vida en el campo, las circunstancias de la última cosecha, las fiestas del pueblo, las protestas de los campesinos, los enfrentamientos entre varios personajes. El dolor y la indignación de aquellos que ven desaparecer su medio de subsistencia es retratado con delicadeza, sin aspavientos. Hay un armonía que preside el conjunto, que no abandona a los personajes, así como instantes de emoción callada, discreta. Hay una serie de individuos perfectamente perfilados, cuyo punto de vista y su evolución resulta transparente. Hay sabiduría y talento en este relato de una tragedia propiciada por el cambio de los tiempos, en una evocación de un pasado feliz. Hay detalles que enamoran y detalles que engrandecen el film. Se trata de una magnífica película (la segunda de Carla Simón), una obra con alma.
17 de mayo de 2022
17 de mayo de 2022
5 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si "Alcarràs" hubiera estado firmada por, pongamos: Chloé Zhao, y versara sobre, digamos: señoras de mediana edad viviendo en caravanas y cagando en cubos, desde nuestra eterna sapiencia la habríamos puesto a parir al grito de: cinta sobrevalorada por ese público norteamericano que no tiene ni puta idea de nada. Para equilibrar la balanza lo justo sería que ahora dicho público dijese exactamente lo mismo de esta cinta con la que Carla Simón ganó el oso de oro en Berlín, al tiempo que aquí la ponemos en un pedestal y le pasamos la lengua por los pies. Yo lo siento pero la versión que vería mil veces sin cansarme de "Alcarràs" la firmó Icíar Bollaín hace seis años bajo el título de "El olivo" (2016).
Por ir a lo esencial, y no marear más de lo debido la perdiz, visto que la realizadora catalana no es una cineasta que me hable a mi. ¿Es mejor "Alcarràs" que "Verano 1993" (2017)? Sí. Aquí los personajes en general, y los críos en particular, son un 0'01% menos insoportables que en aquella. Así que sí. Ahora bien, Carla Simón repite la fórmula de su ópera prima, así que todo aquel que no entrara en aquella casi que tampoco lo hará aquí, aun siendo capaz de valorar positivamente el conjunto y sus no pocas virtudes.
¿Qué hubiera pasado con "Alcarràs" si no hubiera triunfado en el Festival de Berlín?
Por ir a lo esencial, y no marear más de lo debido la perdiz, visto que la realizadora catalana no es una cineasta que me hable a mi. ¿Es mejor "Alcarràs" que "Verano 1993" (2017)? Sí. Aquí los personajes en general, y los críos en particular, son un 0'01% menos insoportables que en aquella. Así que sí. Ahora bien, Carla Simón repite la fórmula de su ópera prima, así que todo aquel que no entrara en aquella casi que tampoco lo hará aquí, aun siendo capaz de valorar positivamente el conjunto y sus no pocas virtudes.
¿Qué hubiera pasado con "Alcarràs" si no hubiera triunfado en el Festival de Berlín?
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