Felicidad
1998 

7.4
20,185
Drama. Comedia
Irónica, crítica e inmisericorde comedia sobre los miembros de una familia de un suburbio de New Jersey. Un matrimonio a punto de divorciarse, tres hermanas y sus maridos, novios y amantes ocasionales. Tras una aparente normalidad, todos los personajes ocultan algún secreto y alguna que otra perversidad. (FILMAFFINITY)
25 de septiembre de 2009
25 de septiembre de 2009
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corrosiva comedia que gira en torno a un variado grupo de personajes algo desequilibrados, compuesto por tres hermanas, sus padres y amigos. Detrás de una aparente normalidad se esconden los más diversos traumas y perversiones.
Joy Jordan (Jane Adams) a sus 30 años sigue viviendo en la casa de su infancia, sus padres Lenny (Ben Gazzara) y Mona (Louise Lasser) abandonaron hace tiempo aquella vivienda para pasar una jubilación soleada y miserable en Florida, donde los encantos de su vecina Diane (Elizabeth Ashley) amenaza su matrimonio sin amor.
Joy mantiene la esperanza de que su realización sentimental esté a la vuelta de la esquina, aunque haya roto con su novio Andy (Jon Lovitz) para iniciar una relación con un emigrante y delincuente ruso llamado Vlad (Jared Harris).
Joy tiene dos hermanas: Trish (Cynthia Stevenson), un ama de casa felizmente casada, y Helen (Lara Flynn Boyle), una sofisticada escritora. Ambas se dedican a humillar a Joy.
Helen empieza a flirtear con un asesino anónimo que le suele hacer llamadas obscenas, no sospecha que quien la llama es su inofensivo vecino, el solitario Allen (Phillip Seymour Hoffman), quien a su vez es el objeto de deseo de Kristina (Camryn Manheim), persona aun más solitaria que él, aunque quizá no tan inofensiva.
Allen confía sus penas por su amor no correspondido a su psicoterapeuta, Bill (Dylan Baker), sin darse cuenta de que Bill, casado con Trish, apenas le presta atención.
Bill es presa de sus propias obsesiones incontrolables, que se centran principalmente en los compañeros de clase adolescentes de su hijo Billy (Rufus Read). Billy, a su vez, lucha por asimilar su paso a la madurez como hombre.
La película tuvo un presupuesto $3 millones y genero por venta de taquillas la cantidad de $5,7 millones, además recibió 21 nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, de los cuales gano nueve de ellos.
Joy Jordan (Jane Adams) a sus 30 años sigue viviendo en la casa de su infancia, sus padres Lenny (Ben Gazzara) y Mona (Louise Lasser) abandonaron hace tiempo aquella vivienda para pasar una jubilación soleada y miserable en Florida, donde los encantos de su vecina Diane (Elizabeth Ashley) amenaza su matrimonio sin amor.
Joy mantiene la esperanza de que su realización sentimental esté a la vuelta de la esquina, aunque haya roto con su novio Andy (Jon Lovitz) para iniciar una relación con un emigrante y delincuente ruso llamado Vlad (Jared Harris).
Joy tiene dos hermanas: Trish (Cynthia Stevenson), un ama de casa felizmente casada, y Helen (Lara Flynn Boyle), una sofisticada escritora. Ambas se dedican a humillar a Joy.
Helen empieza a flirtear con un asesino anónimo que le suele hacer llamadas obscenas, no sospecha que quien la llama es su inofensivo vecino, el solitario Allen (Phillip Seymour Hoffman), quien a su vez es el objeto de deseo de Kristina (Camryn Manheim), persona aun más solitaria que él, aunque quizá no tan inofensiva.
Allen confía sus penas por su amor no correspondido a su psicoterapeuta, Bill (Dylan Baker), sin darse cuenta de que Bill, casado con Trish, apenas le presta atención.
Bill es presa de sus propias obsesiones incontrolables, que se centran principalmente en los compañeros de clase adolescentes de su hijo Billy (Rufus Read). Billy, a su vez, lucha por asimilar su paso a la madurez como hombre.
La película tuvo un presupuesto $3 millones y genero por venta de taquillas la cantidad de $5,7 millones, además recibió 21 nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, de los cuales gano nueve de ellos.
21 de enero de 2008
21 de enero de 2008
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una canción popular dice algo así como "Felicidad no tienes dueño...", refiriendo a la imposibilidad de atrapar ese sentimiento a partir de las metas que suelen fijarse las personas (económicas, sociales, etc.)
Happiness reune a sus personajes en torno a un lugar común: la busqueda de la felicidad (incluso aunque ellos mismos no lo sepan.) Para esto recurrirán a diversas actividades, algunas socialmente cuestionables, otras directamente ilícitas.
Tal vez con espíritu revelador, o simplemente transgresor, el director apunta a mostrar los aspectos íntimos más incómodos de las personas. Es decir, no veremos a nadie buscando la felicidad a través de la lectura de Khalil Gibrán, o contemplando especies de aves. Aquí veremos a los personajes en las actividades más sórdidas, referidas a veces al sexo, en ocasiones al sexo y... siempre al sexo. Justamente, los personajes (como cobayos en un laberinto) están tan embotados buscando una y otra vez la salida por el lado del sexo que no ven que a la felicidad se llega por otro lado. Afortunadamente el director indica claramente al espectador qué camino debe seguir.
Digamos que Solondz busca inquietar y hacer reflexionar al espectador, pero también lo provoca recurriendo a un tema fácilmente escandaloso como el de la sexualidad pervertida. Incluso recurre al golpe bajo, como la escena del doctor y su hijo.
No me estoy quejando; reconozco que es un mérito del film exponer este abanico de situaciones, casi como un muestrario de falsos atajos hacia la elusiva felicidad.
En cuanto a las actuaciones, si bien todos estan en gran altura, hay que destacar a un inmenso Philip Seymour Hoffman.
Conexiones: la genial (aunque obviamente mucho más ajustada al status quo fílmico) 'Trece conversaciones sobre una cosa' también indaga en la búsqueda de la felicidad. 'Trece conversaciones...' es probablemente mi película favorita.
Happiness reune a sus personajes en torno a un lugar común: la busqueda de la felicidad (incluso aunque ellos mismos no lo sepan.) Para esto recurrirán a diversas actividades, algunas socialmente cuestionables, otras directamente ilícitas.
Tal vez con espíritu revelador, o simplemente transgresor, el director apunta a mostrar los aspectos íntimos más incómodos de las personas. Es decir, no veremos a nadie buscando la felicidad a través de la lectura de Khalil Gibrán, o contemplando especies de aves. Aquí veremos a los personajes en las actividades más sórdidas, referidas a veces al sexo, en ocasiones al sexo y... siempre al sexo. Justamente, los personajes (como cobayos en un laberinto) están tan embotados buscando una y otra vez la salida por el lado del sexo que no ven que a la felicidad se llega por otro lado. Afortunadamente el director indica claramente al espectador qué camino debe seguir.
Digamos que Solondz busca inquietar y hacer reflexionar al espectador, pero también lo provoca recurriendo a un tema fácilmente escandaloso como el de la sexualidad pervertida. Incluso recurre al golpe bajo, como la escena del doctor y su hijo.
No me estoy quejando; reconozco que es un mérito del film exponer este abanico de situaciones, casi como un muestrario de falsos atajos hacia la elusiva felicidad.
En cuanto a las actuaciones, si bien todos estan en gran altura, hay que destacar a un inmenso Philip Seymour Hoffman.
Conexiones: la genial (aunque obviamente mucho más ajustada al status quo fílmico) 'Trece conversaciones sobre una cosa' también indaga en la búsqueda de la felicidad. 'Trece conversaciones...' es probablemente mi película favorita.
26 de octubre de 2010
26 de octubre de 2010
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se habla, se dice, se comenta, que de las películas "independientes" que mejor reflejan el estilo de vida americano es American Beauty, de Sam Mendes. Antes, David Lynch dio su visión sobre ello en Terciopelo Azul.
Sam Mendes es un director que me gusta. Me gusta su estilo. Sus dramas "cotidianos" me parecen muy buenos. Ahora bien, creo que es injusto que se lleve toda la gloria por American Beauty, una película estrenada en 1999, un año después de ver la luz Happiness, de Todd Solondz.
Parecen la misma película, abordadas de manera similar, con diferentes presupuestos.
La misma impresión me causaron Lock and Stock y Snatch, ambas de Guy Ritchie. Son prácticamente la misma película pero la segunda rodada con mayor presupuesto y más "comercial".
La cosa es que Todd Solondz y Sam Mendes no son la misma persona, por tanto me parece injusto que no se le reconozca el mérito a un Director/Guionista que ha sido capaz de poner en pie Happiness con 3M de Dólares.
Espero que Sam le haya agradecido a Todd la deferencia de hacer público el "borrador" de lo que sería su gran obra.
------
Dylan Baker está ENORME.
Sam Mendes es un director que me gusta. Me gusta su estilo. Sus dramas "cotidianos" me parecen muy buenos. Ahora bien, creo que es injusto que se lleve toda la gloria por American Beauty, una película estrenada en 1999, un año después de ver la luz Happiness, de Todd Solondz.
Parecen la misma película, abordadas de manera similar, con diferentes presupuestos.
La misma impresión me causaron Lock and Stock y Snatch, ambas de Guy Ritchie. Son prácticamente la misma película pero la segunda rodada con mayor presupuesto y más "comercial".
La cosa es que Todd Solondz y Sam Mendes no son la misma persona, por tanto me parece injusto que no se le reconozca el mérito a un Director/Guionista que ha sido capaz de poner en pie Happiness con 3M de Dólares.
Espero que Sam le haya agradecido a Todd la deferencia de hacer público el "borrador" de lo que sería su gran obra.
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Dylan Baker está ENORME.
12 de agosto de 2008
12 de agosto de 2008
12 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Os voy a ser sinceros, y es que a pesar de la nota media que tiene (7,7) no me esperaba mucho de ella y así ha sido.
• Lo mejor:
- Pues un tema al que a algunos les ha parecido de la peor de las historias, pero el tema de la corrida (hablando en plata), me ha parecido además de gracioso y divertido, atrevido.
- El último minuto la cinta pasa de comedia negra a comedia absurda cuando el niño por fin se corre, el perro lame el asunto, después le chupa la boca la madre al perro y la guinda la pone el niño con su "¡YA ME HE CORRIDO!". Jajajajajajaja. La única carcajada que me logró sacar la peli.
- Puto "emparedado". Tremendo lo del padre...
- Sobre la última media hora escuchar una de mis canciones favoritas, el "All out of love" de los Air Supply.
- Philip Seymour Hoffman y su manera de pegar papeles en la pared, jajaja.
• Lo peor:
- Quitando todo lo anterior, la peli es un ABURRIMIENTO total, la cinta es muy lenta y pausada.
- Algunas historias se conectan con calzador y alguna que otra situación llega a ser inverosímil.
- Ni la historia de los viejos, ni la de la profesora, ni la del portero interesan lo más mínimo.
• Lo mejor:
- Pues un tema al que a algunos les ha parecido de la peor de las historias, pero el tema de la corrida (hablando en plata), me ha parecido además de gracioso y divertido, atrevido.
- El último minuto la cinta pasa de comedia negra a comedia absurda cuando el niño por fin se corre, el perro lame el asunto, después le chupa la boca la madre al perro y la guinda la pone el niño con su "¡YA ME HE CORRIDO!". Jajajajajajaja. La única carcajada que me logró sacar la peli.
- Puto "emparedado". Tremendo lo del padre...
- Sobre la última media hora escuchar una de mis canciones favoritas, el "All out of love" de los Air Supply.
- Philip Seymour Hoffman y su manera de pegar papeles en la pared, jajaja.
• Lo peor:
- Quitando todo lo anterior, la peli es un ABURRIMIENTO total, la cinta es muy lenta y pausada.
- Algunas historias se conectan con calzador y alguna que otra situación llega a ser inverosímil.
- Ni la historia de los viejos, ni la de la profesora, ni la del portero interesan lo más mínimo.
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