Mapa de los sonidos de Tokio
2009 

5.4
7,988
Drama. Romance. Thriller
Ambientada en Tokio, narra la historia de una asesina a sueldo (Rinko Kikuchi), que oficialmente trabaja como empleada de un mercado. Kikuchi (nominada al Óscar por su papel de joven sorda en "Babel") interpreta a la criminal, mientras que Sergi López encarna al propietario de una tienda de vinos en Tokio. (FILMAFFINITY)
27 de septiembre de 2009
27 de septiembre de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni sorprende, ni emociona. Coixet ha exprimido un poco mas de su sentimentalismo ( que otras veces tan bien ha funcionado ) pero sin lograr emocionar lo mas mínimo. Bonita fotografia, fantástica ciudad, pero personajes desdibujados, un fuera de lugar sergi lopez y una voz en off ¿enferma? ¿nostalgica? y un amor irreal. Como ya ocurriera con otros films, pongamos por ejemplo Appaloosa, para dar vida a un galán, se necesita un actor sinó atractivo, si en estado de gracia. No ocurre ninguna de las dos cosas.
8 de octubre de 2009
8 de octubre de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Coixet vueleve a guiarme con la lente de la cámara y con su teleobjetivo a donde quiero. Los personajes que ha creado me parecen fascinantes y el narrador del film, lo mejor. Creo que el fallo está en el guión, en la historia, y sobre todo, en diálogos un tanto rinbombantes y pretenciosos que no resultan para nada creibles. La poesia hay que dejarla para la narración, no para los diálogos, o si no que se lo digan a Miró y 'El perro del Hortelano'. Por lo demás, vuelve a encadilarme como en ocasiones anteriores, con esa sutileza visual y esa facilidad para contar emociones a través del silencio reflexivo. También creo que ha bebido Wong Kar Wai pero nunca traicionando su estilo.
30 de diciembre de 2009
30 de diciembre de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el suicidio de su hija, un importante empresario de Tokio (Takeo Nakahara) contrata a Ryu (Rinko Kikuchi) para que mate a David (Sergi López), novio de la fallecida y a quien culpa de lo sucedido. Pero Ryu, que trabaja y vive prácticamente aislada del mundo pronto hace amistad con el hombre, iniciando una tórrida relación y viéndose en la encrucijada de realizar la tarea que le ha sido encomendada.
Coixet modifica ligeramente su lírico discurso para ofrecer una historia más carnal y pasional de lo que acostumbra, desafortunadamente la misma resulta más fría de lo que debiera debido al tono distante que acaba imprimiendo a la cinta. A ello ayuda mucho el poco partido que se saca de su apartado técnico, por ejemplo la fotografía la cual no consigue aprovechar las localizaciones. Por contra, la banda sonora resulta tan curiosa como interesante.
Muchos de los personajes parecen desaprovechados (la historia del narrador y su fascinación por la protagonista queda muy desdibujada), López y Kikuchi cumplen con sus personajes, pero el hecho de que sus diálogos (acordes con el tono general) sean tan afectados y distantes hacen menos creíble la relación que entre ambos se establece (véase el tono en el que recitan sus frases). Si bien las escenas que comparten en la curiosa habitación con forma de metro son lo más intenso de la película, y demuestran la maestría de Coixet tras la cámara. Desafortunadamente no son suficientes para mantener el interés por una historia más tibia de lo esperado.
Coixet modifica ligeramente su lírico discurso para ofrecer una historia más carnal y pasional de lo que acostumbra, desafortunadamente la misma resulta más fría de lo que debiera debido al tono distante que acaba imprimiendo a la cinta. A ello ayuda mucho el poco partido que se saca de su apartado técnico, por ejemplo la fotografía la cual no consigue aprovechar las localizaciones. Por contra, la banda sonora resulta tan curiosa como interesante.
Muchos de los personajes parecen desaprovechados (la historia del narrador y su fascinación por la protagonista queda muy desdibujada), López y Kikuchi cumplen con sus personajes, pero el hecho de que sus diálogos (acordes con el tono general) sean tan afectados y distantes hacen menos creíble la relación que entre ambos se establece (véase el tono en el que recitan sus frases). Si bien las escenas que comparten en la curiosa habitación con forma de metro son lo más intenso de la película, y demuestran la maestría de Coixet tras la cámara. Desafortunadamente no son suficientes para mantener el interés por una historia más tibia de lo esperado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Precisamente el tono frío hace que la parte final no sea tan emotiva como debiera, con Ryu sacrificando su vida David…
7 de enero de 2010
7 de enero de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de reconocer que las primeras películas de Coixet me gustaron mucho. Me gustaba su forma de narrar la historia, desmenuzando las historias para cocinar un plato de sufrimiento, sorpresas y dolor. La vida secreta de las palabras, Mi vida sin mí, Cosas que nunca te dije, son ejemplos de platos que nunca me cansan, que me siguen manteniendo sentado en la butaca y encogiéndome el estomago.
Pero de pronto todo esto se acabo, y apareció Elegy, una película previsible del tan manido y aburrido tema del intelectual interesante y la alumna sexy, historia sin historia que ni siquiera el gran Ben Kingsley pudo salvar, tan grandes eran las obviedades, clichés y repetitivos discursos.
Ahora Coixet vuelve con esta película Mapa de los Sonidos de Tokio que habla de un español afincado en Japón que intenta aplacar el sufrimiento producido por el suicidio de su mujer mediante una relación con una enigmática joven, y ahí acaba todo. Isabel poseída por el espíritu zen y el aroma a flor de loto, se cree que eso le basta para imitar a Kim Ki Duk, y pretende, sin conseguirlo, narrar una historia mediante silencios, imágenes y sonidos, los cuales son lo único que se salva de la película. Pero al final, los silencios son vacios y las imágenes no sirven para dotar de poesía, como en El Arco de Kim Ki Duk, una historia que no es tal y que no puede salvar ni Sergi López, que en esta película suena a falso.
Pero de pronto todo esto se acabo, y apareció Elegy, una película previsible del tan manido y aburrido tema del intelectual interesante y la alumna sexy, historia sin historia que ni siquiera el gran Ben Kingsley pudo salvar, tan grandes eran las obviedades, clichés y repetitivos discursos.
Ahora Coixet vuelve con esta película Mapa de los Sonidos de Tokio que habla de un español afincado en Japón que intenta aplacar el sufrimiento producido por el suicidio de su mujer mediante una relación con una enigmática joven, y ahí acaba todo. Isabel poseída por el espíritu zen y el aroma a flor de loto, se cree que eso le basta para imitar a Kim Ki Duk, y pretende, sin conseguirlo, narrar una historia mediante silencios, imágenes y sonidos, los cuales son lo único que se salva de la película. Pero al final, los silencios son vacios y las imágenes no sirven para dotar de poesía, como en El Arco de Kim Ki Duk, una historia que no es tal y que no puede salvar ni Sergi López, que en esta película suena a falso.
18 de agosto de 2010
18 de agosto de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Isabel Coixet está fascinada por Tokio y eso se nota, cada fotograma de la película en la que se ve Tokio se destila ese amor. Como directora, seguro que ha pensado, qué mejor idea que unir mi fascinación por la ciudad con una buena trama, un buen par de actores y listo, ya tengo peliculón. Pero, por desgracia, las cosas no funcionan así. Me pareció una película insulsa, sin alma, sin gracia, hasta aburrida (y eso que comparto fascinación por Tokio). La elección de los actores tampoco es acertada, Sergi López, un actor que me gusta, no puede hacer de galán que a las primeras de cambio enamora a su asesina con un par de copas de vino. La historia tal y como la vemos resulta increíble, no hay química entre los amantes y alguna escena es sonrojante. En definitiva, que Coixet mejor hubiera hecho rodando un documental sobre Tokio y sus lugares favoritos por que seguro que nos agradaría más a todos.
Lo mejor: evidentemente, el sonido, que capta sutilezas impensables, Tokio.
Lo peor: historia imposible de creer, poca química entre los actores, las escenas de sexo son bochornosas.
Para irreductibles amantes de Tokio, forzando mucho mucho la máquina.
Lo mejor: evidentemente, el sonido, que capta sutilezas impensables, Tokio.
Lo peor: historia imposible de creer, poca química entre los actores, las escenas de sexo son bochornosas.
Para irreductibles amantes de Tokio, forzando mucho mucho la máquina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena: bastante comentada, la escena del vello púbico me parece lamentable, y en general todas las escenas de sexo son demasiado frías.
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