El audaz
8.2
31,982
Drama
Eddie Felson (Newman) es un joven arrogante y amoral que frecuenta con éxito las salas de billar. Decidido a ser proclamado el mejor, busca al Gordo de Minnesota (Gleason), un legendario campeón de billar. Cuando, por fin, consigue enfrentarse con él, su falta de seguridad le hace fracasar. El amor de una solitaria mujer (Laurie) podría ayudarlo a abandonar esa clase de vida, pero Eddie no descansará hasta vencer al campeón sin ... [+]
9 de noviembre de 2011
9 de noviembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se me hace difícil explicar con palabras esta soberbia pieza de cine, una dirección sobria pero a la vez conmovedora, en la que se adentra a la perfección en el alma de tres personajes, sin pasado, sin futuro, y que viven su momento presente conforme pueden. La fotografía del film es sencillamente genial, en glorioso blanco y negro, creando en su visionado una atmósfera de los bajos fondos, frío, sin esperanza y descorazonador. Y que decir. de la banda sonora de jazz que suena durante el film, perfecta para una película de cine negro como esta. A destacar también los tres papeles que interpretan magistralmente Paul Newman, Piper Laurie y George C. Scott. Tres papeles en los que dan vida a unos personajes sin pasado, sin futuro y que viven el presente conforme pueden. Para finalizar decir que si te gusta el buen cine, no lo dudes, El buscavidas es tu película.
¿Cómo puedo perder? No es suficiente con tener talento. Hay que tener carácter también. Sí, ahora sé lo que es tener carácter. Lo adquirí en una habitación de hotel en Louisville.
Eddie "the fast" Felson /Paul Newman
¿Cómo puedo perder? No es suficiente con tener talento. Hay que tener carácter también. Sí, ahora sé lo que es tener carácter. Lo adquirí en una habitación de hotel en Louisville.
Eddie "the fast" Felson /Paul Newman
30 de junio de 2014
30 de junio de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con tinte de películas estilo James Dean, a veces exacerbando los silencios, contrastando el glamour del look con la falta de carisma, Paul Newman encarna al buscavidas, as del billar pero que en su vida personal está lejos de desenvolverse con la misma certeza.
El ritmo de este film “The Hustler” (1961) debe ser tomado como tal de acuerdo al contexto temporal donde está rodada, es decir, considerando la factura de los sesentas, con carencia de diálogos o tramas que de pronto son poco ambiciosas y no se sostienen más que en uno o dos ejes principales.
Con todo, “El buscavidas” es la tragedia vinculada al talento, la inmadurez y que de modo bastante teatral se va erigiendo como un drama icónico del cine, tanto así que incluso décadas más tarde le generó una secuela, donde Eddie “el rápido” Felson ve reflejada su propia existencia.
La película no es dinámica, se toma su tiempo y en ello las lagunas pueden aburrir a algunos. Sin embargo, a los amantes del cine no les importará su duración de más de dos horas y parlamentos a ratos exiguos para mantenerse en vilo acerca del desenlace de este jugador empedernido en busca de su lección de vida.
Dólares más o dólares menos, Newman es “The hustler”. Su estampa se impregna de la esencia del as del billar y logra irradiar con maestría su satisfacción por vivir del día a día sin mayores objetivos que mantener reluciente su orgullo.
Las inserciones de George Scott y Jackie Gleason más Piper Laurie, hacen que este film sea un clásico de altura, aunque no recomendado para todo público, no por su naturaleza sino por el ritmo cancino y meditado de sus movimientos.
Recomendación:
Un clásico. Para amantes del cine a fuego lento.
=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com
El ritmo de este film “The Hustler” (1961) debe ser tomado como tal de acuerdo al contexto temporal donde está rodada, es decir, considerando la factura de los sesentas, con carencia de diálogos o tramas que de pronto son poco ambiciosas y no se sostienen más que en uno o dos ejes principales.
Con todo, “El buscavidas” es la tragedia vinculada al talento, la inmadurez y que de modo bastante teatral se va erigiendo como un drama icónico del cine, tanto así que incluso décadas más tarde le generó una secuela, donde Eddie “el rápido” Felson ve reflejada su propia existencia.
La película no es dinámica, se toma su tiempo y en ello las lagunas pueden aburrir a algunos. Sin embargo, a los amantes del cine no les importará su duración de más de dos horas y parlamentos a ratos exiguos para mantenerse en vilo acerca del desenlace de este jugador empedernido en busca de su lección de vida.
Dólares más o dólares menos, Newman es “The hustler”. Su estampa se impregna de la esencia del as del billar y logra irradiar con maestría su satisfacción por vivir del día a día sin mayores objetivos que mantener reluciente su orgullo.
Las inserciones de George Scott y Jackie Gleason más Piper Laurie, hacen que este film sea un clásico de altura, aunque no recomendado para todo público, no por su naturaleza sino por el ritmo cancino y meditado de sus movimientos.
Recomendación:
Un clásico. Para amantes del cine a fuego lento.
=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com
18 de julio de 2014
18 de julio de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clac, clac, clac, que tristes las bolas de billar, así entran y entran y vuelven a entrar. Pero solo caen. Clac, clac, clac el sonido más bello para el desgraciado "El buscavidas" (Robert Rossen, 1961).
¿Lo habéis oído? “El rápido” Eddie Felson (Paul Newman) se atreve con el Gordo de Minnesota (Jackie Gleason). Pero ¿qué podrá hacer un desmandado y un perdido como Felson, contra la siempre perfecta compostura del Gordo? ¿Basta la ambición, cierto talento y la pura adrenalina del juego, combinada con litros de alcohol y decenas de cigarrillos? Sin duda, no. La inestabilidad nunca es buena consejera, y menos si el encargado de repararla es un proxeneta del juego, primero el simplón Charlie (Myron McCormick), y después Bert (George C. Scott), una tortura.
Sarah (Piper Laurie) se siente vieja, y no se equivoca, lo es. Está herida y quebrada, su ser es irreparable y solo queda el whisky. Una mirada en la cafetería vacía de la estación, a altas horas de la noche es suficiente. Siempre lo es. ¿Qué son Sarah y Eddie? Lo mismo. No obstante, qué alegría íntima es amar y sentirse amado, qué sonrisa más pura provoca el amor.
Sorprendentemente, Sarah sería la fuerte de la relación. Eddie es un polvorín, para qué hablar de su físico, si tuviera templanza, si supiera ahogar sus demonios -y no en alcohol- podría conseguirlo absolutamente todo. Pero nada le interesa excepto el billar y buscar consuelo para su orgullo en los bajos fondos… ¿No sabías Eddie que bajar al infierno era peligroso para tu ebúrnea apostura y tus torpes estrategias? Suerte que te rescató Bert ¿verdad?
Bert te lo da todo, es decir, dinero y además deja que te lleves a la enteca de tu novia, bah, todo será fácil y si tú confías en Bert…¿Qué más se puede pedir? Magnífica Sarah, tú sabías que Eddie Felson no era ningún perdedor, tú lo conociste, tú lo llegaste a atisbar detrás de sus ademanes de “angry young man”. Los demás tan solo lo manipulaban a su antojo para después tirar el juguete roto. Aunque el dinero es el dinero y no debemos ser sentimentales y mezclar las cosas, Bert ciertamente sabe llevar las cuentas.
Pero Eddie, tú no tienes porqué naufragar… Aún te queda algo para morir tranquilo, ganar al Gordo de Minnesota; o ¿es a ti mismo a quién debes ganar? Igualmente ya no perderás nada.
Qué sabrán esos perdedores, nadie juega como tú, sin embargo… ¿comenzar de nuevo en las garras del billar? Ah, y ahora te quieren ¿no? Ahora se arrastran por ti, querido Eddie, el día llegó, pero a qué precio… La desorbitada cantidad que costaron tu inmadurez, tu inconsciencia y tu miedo.
Crítica completa en: http://www.ojocritico.com/criticas/querido-eddie-nos-jugamos-tu-caracter/
¿Lo habéis oído? “El rápido” Eddie Felson (Paul Newman) se atreve con el Gordo de Minnesota (Jackie Gleason). Pero ¿qué podrá hacer un desmandado y un perdido como Felson, contra la siempre perfecta compostura del Gordo? ¿Basta la ambición, cierto talento y la pura adrenalina del juego, combinada con litros de alcohol y decenas de cigarrillos? Sin duda, no. La inestabilidad nunca es buena consejera, y menos si el encargado de repararla es un proxeneta del juego, primero el simplón Charlie (Myron McCormick), y después Bert (George C. Scott), una tortura.
Sarah (Piper Laurie) se siente vieja, y no se equivoca, lo es. Está herida y quebrada, su ser es irreparable y solo queda el whisky. Una mirada en la cafetería vacía de la estación, a altas horas de la noche es suficiente. Siempre lo es. ¿Qué son Sarah y Eddie? Lo mismo. No obstante, qué alegría íntima es amar y sentirse amado, qué sonrisa más pura provoca el amor.
Sorprendentemente, Sarah sería la fuerte de la relación. Eddie es un polvorín, para qué hablar de su físico, si tuviera templanza, si supiera ahogar sus demonios -y no en alcohol- podría conseguirlo absolutamente todo. Pero nada le interesa excepto el billar y buscar consuelo para su orgullo en los bajos fondos… ¿No sabías Eddie que bajar al infierno era peligroso para tu ebúrnea apostura y tus torpes estrategias? Suerte que te rescató Bert ¿verdad?
Bert te lo da todo, es decir, dinero y además deja que te lleves a la enteca de tu novia, bah, todo será fácil y si tú confías en Bert…¿Qué más se puede pedir? Magnífica Sarah, tú sabías que Eddie Felson no era ningún perdedor, tú lo conociste, tú lo llegaste a atisbar detrás de sus ademanes de “angry young man”. Los demás tan solo lo manipulaban a su antojo para después tirar el juguete roto. Aunque el dinero es el dinero y no debemos ser sentimentales y mezclar las cosas, Bert ciertamente sabe llevar las cuentas.
Pero Eddie, tú no tienes porqué naufragar… Aún te queda algo para morir tranquilo, ganar al Gordo de Minnesota; o ¿es a ti mismo a quién debes ganar? Igualmente ya no perderás nada.
Qué sabrán esos perdedores, nadie juega como tú, sin embargo… ¿comenzar de nuevo en las garras del billar? Ah, y ahora te quieren ¿no? Ahora se arrastran por ti, querido Eddie, el día llegó, pero a qué precio… La desorbitada cantidad que costaron tu inmadurez, tu inconsciencia y tu miedo.
Crítica completa en: http://www.ojocritico.com/criticas/querido-eddie-nos-jugamos-tu-caracter/
7 de agosto de 2023
7 de agosto de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
1. Primero tiene que registrarse en Filmaffinity, no es tan complicado, un nick como Sines Crupulos, llamará más la atención que su nombre de pila.
2 Observe y estudie el entorno a su alrededor, identifique las especies de cada tribu y los diferentes tipos de lenguaje.
3. Puntuar en mayor número todas las películas vistas, mayor votación, mayor probabilidad de encontrar usuarios con la misma afinidad, desde películas nacionales hasta cine checoslovaco.
4. Lea criticas, no importa si no sabe identificar entre un plano general y uno contrapicado, es lo de menos, Tarantino nunca fue a la universidad de cine y la rompió.
5. Si no tiene experiencia alguna, no se preocupe, puede aprender y leer a los viejos sabios de Filmaffinity, a menudo los encuentra en el apartado de cine clásico.
6. Las primeras críticas siempre son subjetivas, trate de ser lo más objetivo, elimine las constantes muletillas. No se convierta en una parodia de si mismo.
7. Si su crítica es fusilada a mansalva, no desista, a Billy Wilder también lo fusilaron sus críticos.
8. Lleva más de un año y no tiene amigos, no se preocupe, Shia LaBeouf tampoco los tiene y es millonario.
9. Lleva más de 50 críticas, siente que es impopular, sus críticas están en el limbo, cree que todos están conspirando contra usted, entonces es usted bienvenido al club de fans de Mel Gibson.
10. Ahora es un viejo experimentado, bebe sin parar, vais de putas y lo más importante que sabe diferenciar entre un truño y una obra maestra, puede gritar a los cuatro vientos que el rey va desnudo, mientras el resto aún no lo ha pillado.
Lo habéis conseguido, ahora usted es el próximo Carlos Boyero. Y esta será una de sus películas favoritas de toda la vida.
Un inspirado Robert Rossen dirigió a un Paul Newman igualmente inspirado, ambos crearon una obra maestra, imperecedera, que va más allá de las meras imágenes, decorado, argumento y técnica. Todos los actores secundarios están estupendos, ellos no interpretan, sus personajes viven y hablan por sí solos, es una película que habla de la vida real, sin maquillaje ni florituras, de polvo y caspa, de bichos raros y perdedores, de fatalidad y simplicidad, de sonrisas y lágrimas, de amores rotos y una mesa de billar.
2 Observe y estudie el entorno a su alrededor, identifique las especies de cada tribu y los diferentes tipos de lenguaje.
3. Puntuar en mayor número todas las películas vistas, mayor votación, mayor probabilidad de encontrar usuarios con la misma afinidad, desde películas nacionales hasta cine checoslovaco.
4. Lea criticas, no importa si no sabe identificar entre un plano general y uno contrapicado, es lo de menos, Tarantino nunca fue a la universidad de cine y la rompió.
5. Si no tiene experiencia alguna, no se preocupe, puede aprender y leer a los viejos sabios de Filmaffinity, a menudo los encuentra en el apartado de cine clásico.
6. Las primeras críticas siempre son subjetivas, trate de ser lo más objetivo, elimine las constantes muletillas. No se convierta en una parodia de si mismo.
7. Si su crítica es fusilada a mansalva, no desista, a Billy Wilder también lo fusilaron sus críticos.
8. Lleva más de un año y no tiene amigos, no se preocupe, Shia LaBeouf tampoco los tiene y es millonario.
9. Lleva más de 50 críticas, siente que es impopular, sus críticas están en el limbo, cree que todos están conspirando contra usted, entonces es usted bienvenido al club de fans de Mel Gibson.
10. Ahora es un viejo experimentado, bebe sin parar, vais de putas y lo más importante que sabe diferenciar entre un truño y una obra maestra, puede gritar a los cuatro vientos que el rey va desnudo, mientras el resto aún no lo ha pillado.
Lo habéis conseguido, ahora usted es el próximo Carlos Boyero. Y esta será una de sus películas favoritas de toda la vida.
Un inspirado Robert Rossen dirigió a un Paul Newman igualmente inspirado, ambos crearon una obra maestra, imperecedera, que va más allá de las meras imágenes, decorado, argumento y técnica. Todos los actores secundarios están estupendos, ellos no interpretan, sus personajes viven y hablan por sí solos, es una película que habla de la vida real, sin maquillaje ni florituras, de polvo y caspa, de bichos raros y perdedores, de fatalidad y simplicidad, de sonrisas y lágrimas, de amores rotos y una mesa de billar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sentado al borde de mi vieja silla,
La tarde cae y agoniza,
Los últimos rayos de luz entran con más furia,
Nuestra resistencia es mutua,
Una copa vacía yace en mi mano,
Su aroma liviano aún invade la habitación,
Desde que ella se fue.
Hace tiempo que no apuesto nada,
Caigo y golpeo mi cabeza sobre el piso.
Aturdido entre montones de recortes de periódico,
Entre la máquina de escribir y el cenicero,
Un cuadro desencajado cuelga sobre la cama,
Anunciando una nueva Revolución que nunca llegara.
Voy camino al viejo billar,
Perdido entre madreselvas y luces de neón,
Visitando a los amigos,
Viejos soldados cubiertos de cicatrices,
Pensamientos que se filtran entre el humo y conversaciones de extraños.
En algún rincón debajo de telarañas y una luz intermitente,
Espera la vieja amiga roble de líneas delgadas,
Cubierta de arrugas y piel verde aterciopelada,
Deslizo suavemente mi mano sobre ella,
En cada esquina está escrito mi destino.
El amor es una tragedia universal,
La vida es una comedia absurda,
Así he nacido y así he de morir,
Hemos perdido tantas batallas,
Pero estoy listo para una más.
"¿Cómo puedo perder? No es suficiente con tener talento.
Hay que tener carácter también.
Sí, ahora sé lo que es tener carácter.
Lo adquirí en una habitación de hotel en Louisville".
La tarde cae y agoniza,
Los últimos rayos de luz entran con más furia,
Nuestra resistencia es mutua,
Una copa vacía yace en mi mano,
Su aroma liviano aún invade la habitación,
Desde que ella se fue.
Hace tiempo que no apuesto nada,
Caigo y golpeo mi cabeza sobre el piso.
Aturdido entre montones de recortes de periódico,
Entre la máquina de escribir y el cenicero,
Un cuadro desencajado cuelga sobre la cama,
Anunciando una nueva Revolución que nunca llegara.
Voy camino al viejo billar,
Perdido entre madreselvas y luces de neón,
Visitando a los amigos,
Viejos soldados cubiertos de cicatrices,
Pensamientos que se filtran entre el humo y conversaciones de extraños.
En algún rincón debajo de telarañas y una luz intermitente,
Espera la vieja amiga roble de líneas delgadas,
Cubierta de arrugas y piel verde aterciopelada,
Deslizo suavemente mi mano sobre ella,
En cada esquina está escrito mi destino.
El amor es una tragedia universal,
La vida es una comedia absurda,
Así he nacido y así he de morir,
Hemos perdido tantas batallas,
Pero estoy listo para una más.
"¿Cómo puedo perder? No es suficiente con tener talento.
Hay que tener carácter también.
Sí, ahora sé lo que es tener carácter.
Lo adquirí en una habitación de hotel en Louisville".
21 de diciembre de 2010
21 de diciembre de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un verdadero clásico, indefinido entre géneros, el más puro drama, mezclado con cine negro y la angustia vital. Una metáfora sobre valores y resultados, pragmatismo contra estilismo, victoria o derrota, vida y muerte. Paul Newman se saca de la manga a "Relámpago", con ojos azules, todo el talento del mundo y una emotividad a flor de piel, obligándole a cometer tonterías que se mezclan con la propia falta de educación emocional del personaje.
Artista con un tacto de billar, Eddie Felson solamente tiene una obsesión, encontrar y vencer a "El Gordo" de Minnesota, un soberbio Jackie Gleason muy justamente nominado como mejor actor de reparto. Sus minutos en pantalla no son muy abundantes, pero es una delicia todo momento y frase que dice, incluyendo sus rituales en las partidas. Pero, esta obsesión puede ser terrible.
Pese a su facilidad de evaporarse en situaciones de presión, un misterioso individuo considerado el manáger de los mejores jugadores de billar del país, interpretado por un brillante George C. Scott, recluta a Eddie; pese a su brillante juego, su quebrada moralidad perdedora y tormentosa relación con una excelente pero inestable muchacha (Pipper Laurie) hacen que más que una partida, empieza a estar en la balanza su propia alma.
Película inquietante la ofrecida por Robert Roseen, donde es más lo que se imagina que lo observado. Está basada en una novela de 1959, también muy interesante.
Artista con un tacto de billar, Eddie Felson solamente tiene una obsesión, encontrar y vencer a "El Gordo" de Minnesota, un soberbio Jackie Gleason muy justamente nominado como mejor actor de reparto. Sus minutos en pantalla no son muy abundantes, pero es una delicia todo momento y frase que dice, incluyendo sus rituales en las partidas. Pero, esta obsesión puede ser terrible.
Pese a su facilidad de evaporarse en situaciones de presión, un misterioso individuo considerado el manáger de los mejores jugadores de billar del país, interpretado por un brillante George C. Scott, recluta a Eddie; pese a su brillante juego, su quebrada moralidad perdedora y tormentosa relación con una excelente pero inestable muchacha (Pipper Laurie) hacen que más que una partida, empieza a estar en la balanza su propia alma.
Película inquietante la ofrecida por Robert Roseen, donde es más lo que se imagina que lo observado. Está basada en una novela de 1959, también muy interesante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo de los sobre-entendidos va más allá. El triángulo amoroso turbio que se plantea entre el manáger, Eddie y la muchacha es increíblemente escabroso, sin quedar claro qué es lo acontecido en esas habitaciones. Es de una sutileza increíble en la dirección que no sepamos lo que el personaje de Scott le susurra a la muchacha en esa fría fiesta.
Inolvidable final donde el personaje de "El Gordo" y Eddie reanudan su rivalidad, con el precioso momento en que Newman le dice a Gleason que jugó genial, "Tú también, relámpago".
Inolvidable final donde el personaje de "El Gordo" y Eddie reanudan su rivalidad, con el precioso momento en que Newman le dice a Gleason que jugó genial, "Tú también, relámpago".
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