Es entretenida. Es bastante original. Divierte, tiene momentos para sonreir con ganas, o reírse directamente. Está muy bien actuada por Gleeson, Fiennes, y un poco menos por Farrell. Es que es cierto que al carilindo de Colin el papel le cae como anillo al dedo, que está simpático y seductor, pero creo que por momentos abusa de esas caritas-ofrenda para sus admiradoras. Y además repite un poco su personaje culposo, como en "Cassandra's Dream". Sólo esos detalles. En cuanto a Brujas, se destaca muchísimo, es el cuarto protagonista de la película. Un acierto mas. En definitiva, una comedia negra que cumple con la misión de entretener, con originalidad y sin recurrir a parafernalias típicas de Hollywood.

La alquilé y la verdad es que casi me duermo.
Estas películas las deberían emitir en el canal viajar, porque la primera media hora es una visita guiada a Brujas, ciudad muy bonita , pero aburridísima. La trama tarda en desarrollarse, es lentísima, y el personaje de Colin Farrell es inaguantable. Salvo por un monólogo sobre los enanos que es bastante gracioso. La película la salva Fiennes, que es un actorazo, y su aparición le da alas a la película, que hasta ese momento la protagoniza el tedio.
Para muchos una obra maestra, para mí, un valium.

Para que luego digan que los cortometrajes no sirven para nada. "Six Shooter" ganó el oscar al mejor cortometraje en 2006 y de ahí este neófito y londinense director se ha embarcado en una película de gran entidad, con tres de los más importantes actores europeos -Ralph Fiennes, Colin Farrell y Brendan Gleeson, que ya trabajó en "Six Shooter"- y con un argumento que mezcla a partes iguales comedia y drama, en el marco de la ciudad gótica belga de Brujas, y con la mafia, los códigos de honor y los ajustes de cuentas como telón de fondo: dos asesinos a sueldo viajan hasta la singular ciudad, huyendo de un serio problema. Lo que ninguno de los dos sabe es que su respectivo jefe -un despiadado "hombre de familia", como suele pasar...- tiene unos planes muy particulares para los dos. Aunque parecía que únicamente Guy Ritchie tenia la patente para hablar de gángsters ingleses con su "Snatch, cerdos y diamantes" -en realidad, ahora son irlandeses-, "Escondidos en Brujas" da una vuelta de tuerca a la temática, y al tono, que sin ser tan gamberro, no abandona un toque irónico que sirve a la perfección para mostrar las dispares personalidades de los protagonistas. Con gran simpleza, pero con gran eficacia, en la cinta se van desgranando las motivaciones y pasiones de los personajes, dando inesperados giros argumentales que remozan el calado y profundidad de la historia. Uniendo algunos elementos surrealistas al film, como que Farrell se enamore de una chica que participa en el rodaje de una película rodada en Brujas y que está protagonizada por un enano racista -vamos, ni Dalí puesto de farlopa...-, la trama convierte a la ciudad en un personaje más, al principio pasivo y rechazado, pero finalmente activo e integrado en la dramaturgia de la historia. Pero el mejor elemento del film son las tres geniales interpretaciones de Fiennes, Farrell y Gleeson, que dotan al guión -que también ha sido escrito por el propio director- de un gran peso específico. Estamos ante una de las más firmes promesas del cine europeo, con un honroso debut en un género tan complejo como la comedia negra, encajada dentro del cine de gángsters. Ojalá no se malogre con productos consumibles made in Hollywood de medio pelo, y siga haciendo un cine con una calidad tan buena como su primer largometraje.

Una oportunidad desaprovechada para dar un golpe de efecto, la idea es buena, pero la película es decepcionante, un fiasco mal llevado con un Colin Farrell de espanto. Una película que aburre al espectador y que busca ser más grande de lo que pudo ser, insultando al público y haciéndole perder el tiempo.

Lo único positivo de esta cinta es Brujas, testigo de este tostón de película.

Un nuevo intento de comedia negra, que se queda en eso...en intento. Desde el primer momento pretendes encontrarle algún sentido a esta trama imprevisible por inexplicable, cuyos personajes quieren encontrar un fin a su vida, pero todo suena a paranoia. Quizá lo único destacable es el hermoso retrato que se hace de las calles de Brujas.