Desastrosa, detestable, de vergüenza ajena, vomitiva, irrisoria, patética, insultante (hacia uno mismo en el muy improbable caso de que te haya gustado), dolorosa (para todos los sentidos), altamente perjudicial hacia la educación ética (si es que saben algo de ello los niños de hoy día), nefasta, ridícula, cáustica, irritante, como un picor de ojos en sangre viva y echarte sal, como tener sed y que te den un polvorón, como tener congestión nasal y sonarte con papel de lija, como tener hemorroides y tener que hacer la vuelta ciclista (sin sillín), deplorable, altamente criticable (en cualquier apartado que implique la producción de semejante aborto fílmico o lo que debió de abortarse), ambientada en una ¿madrid? donde sólo hay BMW y cabinas de teléfono que ponen: PHONE, con niños hormonados que llevan chupas de cuero (cuando ya no se llevan) (en España nunca se llevaron), con el único propósito de verle las braguitas a María Valverde Nariz Ganzúa, con el único propósito de verle el cuerpo de tirillas a Mario Casas y demostrar lo malotes que son los chicos de calle (si a mi me llega a decir Mario Lacasitos que me largue o me da 2 guantazos le saco la barra de acero del calibre 50 del maletero y le convierto cada uno de sus huesecitos en pastillas de calcio), en fin... con el único propósito de gustarte a tí, pobre adolescente imberbe e ignorante al que le queda que aprender mucho en esta vida y al que esta clase de directuchos y actores de "moda" les hacen un flaco favor, ¿a tí? sólo tengo una cosa que decirte, espero que aprendas las lecciones que esta vida te tiene reservada de la forma más dura, devastadora y aplastante posible, a ver si se os quitan las tonterías ¡coño!

Di Angelo "The Italian Stallion"

Si el libro ya sorprendía a más de uno por su incapacidad para aportar más de un par de frases llamativas, la película nos dejó a todos más que boquiabiertos cuando, al verla, pensamos "vaya, pero si es incluso peor que el libro". Un niña buena y de familia acomodada, guapa y preocupada por sus estudios, se enamora perdidamente de su opuesto: el malote con pasado oscuro, el que va demasiado rápido con la moto y tiene problemas familiares. Vaya guion. Los espectadores que no están habituados a historias así podrían pensar "qué original, qué maravilla". Pero todos nos tememos que no es así. Cientos de películas demuestran que ni es lo más original que te puedes encontrar en el cine, pero (y esto es lo mejor) también cientos de libros (por no decir miles y miles) demuestran que Moccia podría hacerse puesto a escribir otro género, otra forma, otra historia que no fuese "príncipe malo se ha enamorado de chica buena".
Añadir, por supuesto, que los actores no tienen culpa de esto: fueron escogidos por moda, fama o para asegurar que el público viese la película. Sea como fuere, bienvenidos a OTRA película más.

Inverosímil. Vale que esté destinada a un público juvenil pero los adolescentes son más listos, o eso espero. En qué cabeza cabe todo esto. A la gente le roban, y por lo visto es una gracia. Si le destrozo el coche a otro es que estoy de broma ¿cómo me lo voy a tomar? Si el del coche se defiende está loco... No tiene ni pies ni cabeza esta película. Y además cursi... Tengo que confesar que la he dejado a medias porque era insoportable. Mátame camión.

Cuando uno ve a Mario Casas en el cartel, comienza a echarse "p'atrás". Típico actorcillo de series juveniles que da el salto a la gran pantalla con el único objetivo de hacer dinero; y teniendo en su historial excrementos cinematográficos como "Mentiras y gordas" (y encima subvencionados, pero no es el sitio para despotricar), hay que recelar un poco por mero prejuicio. La película no tiene una historia que enganche en exceso: la niña pija (el ambiente, el colegio... todo es MUY repelente) que se encoña del macarra motero. Pues vaya. La película discurre de forma mediocre, algunas tramas internas dejan muchísimo que desear y la actuación de los actores no deja de ser pasable. Las notas positivas es que no es un megapastelón (hay, torpes eso sí, pegotes de "dramón") y que no tiene ni punto de comparación con la mencionada "Mentiras y gordas", lo cual le hace merecerse casi la totalidad de los puntos que le concedo: 4, de "regular", como es la propia película.

Diré en mi defensa que fui obligado a ver esta película por unos amigas en DVD, así que no me pude negar, ya que solo no veo esto ni muerto, en primer lugar porque hace ya mucho tiempo que perdí la fe en el cine español, aunque casi prefiero estos productos para adolescentes a esas producciones con grandes presupuestos y expectativas que se quedan en nada principalmente por una falta de talento yo diría que preocupante la que nos encontramos en este bendito pais.

Hablando de la cinta lo que me llamó poderosamente la atención es las mil y un maneras que se curran los guionistas para que el Gran Mario se quite la camiseta, imposible rodar dicho film en invierno pues el constipado del tirillas habría sido descomunal. La actuación del yogurín se limita a apretar la mandíbula y estar más tenso que el Madrid en las visitas al Nou Camp. Esas poses artificiales supongo yo que serán cosecha propia y no sus clases de interpretación, hoy toca clase de malote. Me desagrada profundamente esa voz de eunuco reprimido con exceso de cartones de tabaco que alguien habrá considerado sexy. Papel penoso pero el chaval es un mandado, estoy seguro que si se ha visto pensará: ¡No te quites la camiseta otra vez majete que ya huele mucho el tema!