Juventud
2015 

7.0
21,800
Drama. Comedia
Fred Ballinger (Michael Caine), un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de ... [+]
29 de junio de 2016
29 de junio de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se me hizo excesivamente pesada, perdí el interés en ella rápidamente, no conecté.
Aburrida, buenos actores pero para mi gusto desaprovechados.
Mezcla imagenes de desnudos para mí, sin ningun sentido. No conecté en ningun momento, una pena tras la Gran belleza esperaba mucho y tal vez es eso lo que me pasó. Un placer.
Aburrida, buenos actores pero para mi gusto desaprovechados.
Mezcla imagenes de desnudos para mí, sin ningun sentido. No conecté en ningun momento, una pena tras la Gran belleza esperaba mucho y tal vez es eso lo que me pasó. Un placer.
Una trama demasiado pretenciosa con elementos bizarros que no logra complacer del todo al espectador
3 de agosto de 2016
3 de agosto de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una cartelera llena de blockbusters, surge la necesidad de tomarse un respiro y darle oportunidad a cintas que abordan temas más profundos y que pueden llegar a ser una excelente propuesta para generar una reflexión en la audiencia y así disfrutar de una película diferente. No obstante, llega un momento en que el cinéfilo evasor de lo comercial se pregunta a sí mismo si lo que está observando en realidad es una cinta excelente o si bien debe de convencerse de que así es con tal de satisfacer su afán de no dejarse llevar por lo común.
Esta sensación es la que uno puede llegar a sentir con Youth, película dirigida por Paolo Sorrentino (La grande bellezza), que trata acerca de Fred Ballinger, un director de orquesta de edad avanzada en pleno retiro, quien decide tomar un descanso en un lujoso hotel ubicado en medio de los Alpes suizos. Durante su estancia, recibirá una oferta para dirigir una presentación para la reina de Inglaterra, al tiempo en que se le presentan una serie de situaciones que lo hacen reflexionar acerca de su vida familiar, su pasado, y reivindicar su amistad con Mick Boyle, otro artista contemporáneo dedicado a la dirección de cine que también se ha hospedado en el hotel en busca de inspiración para crear su “película testamento”. Además, la presencia de otras “celebridades” y “gente común” en el lugar de descanso le mostrarán diversos contrastes y claroscuros que las personas viven en diversas etapas de su vida.
Con una fotografía y una banda sonora magníficas, así como con diálogos excelentes y de gran profundidad, se trata de una cinta con una realización magnífica. No obstante, su trama peca de ser demasiado pretenciosa, incluyendo secuencias surrealistas que en lugar de darle mayor profundidad al filme lo hacen demasiado confuso. Asimismo, muchos de los elementos utilizados son exagerados llegando incluso a ser bizarros, la desnudez que muestra tanto de jóvenes como adultos mayores es excesiva y sin sentido, ya que si la idea del director era mostrar el contraste entre vejez y juventud se pudo haber valido de otros elementos más sutiles.
Además, el director incluye demasiadas historias que en muchos casos no tienen razón de ser dentro de la trama. Así, queda de más la inclusión de un pseudo Maradona, una pareja de ancianos que no se habla, entre otros personajes, ya que no logra concatenar exitosamente todas las historias en una trama que tenga sentido. Por otra parte, el mismo entorno en el que se desarrolla la historia es demasiado confuso, ya que nunca se logra saber cuál es realmente el concepto del hotel, debido a que presenta a niños, jóvenes, adultos y ancianos conviviendo en un sitio que en diversas ocasiones más bien parece un reclusorio, incluso un campo de concentración al estilo nazi, en un ambiente más bien de desolación que de lujo. Por lo tanto, la inclusión de tantos elementos difusos genera una sensación de pesadez en el espectador, hasta que llega un punto en el que ya no sabe cuál es realmente el mensaje que el director está intentando transmitir.
En cuanto a las actuaciones, el papel de Michael Caine (The Cider House Rules, Interstellar) como el retirado director de orquesta es excelente, aunque llega a desaparecer durante muchas partes de la película. Por otra parte, Harvey Keitel (The Grand Budapest Hotel, Inglorious Basterds) interpreta muy bien al entrañable amigo de Ballinger. Completan el reparto Paul Dano (Love & Mercy, There Will be Blood) en el papel de un joven actor en busca de inspiración y Rachel Weisz (The Constant Gardener, The Deep Blue Sea) como la resentida hija de Ballinger, ambos realizando buenas interpretaciones. Por último, cabe destacar la aparición de Jane Fonda como la actriz musa de Mick Boyle, quien cuenta con una modesta participación.
Es así como, a pesar de contar con una excelente cinematografía y buenas actuaciones, Youth es una película que puede llegar a ser muy difícil de disfrutar, puesto que el exceso de simbolismos genera cansancio y confusión en un público que al final deberá de darle más de dos vueltas a la trama para tratar de interpretar el mensaje del artista o incluso desear que ya termine a pesar de su magnífica banda sonora.
Calificación: TÚ DECIDES.
Más reseñas en https://wraparty.wordpress.com/
Twitter @wraparty
Esta sensación es la que uno puede llegar a sentir con Youth, película dirigida por Paolo Sorrentino (La grande bellezza), que trata acerca de Fred Ballinger, un director de orquesta de edad avanzada en pleno retiro, quien decide tomar un descanso en un lujoso hotel ubicado en medio de los Alpes suizos. Durante su estancia, recibirá una oferta para dirigir una presentación para la reina de Inglaterra, al tiempo en que se le presentan una serie de situaciones que lo hacen reflexionar acerca de su vida familiar, su pasado, y reivindicar su amistad con Mick Boyle, otro artista contemporáneo dedicado a la dirección de cine que también se ha hospedado en el hotel en busca de inspiración para crear su “película testamento”. Además, la presencia de otras “celebridades” y “gente común” en el lugar de descanso le mostrarán diversos contrastes y claroscuros que las personas viven en diversas etapas de su vida.
Con una fotografía y una banda sonora magníficas, así como con diálogos excelentes y de gran profundidad, se trata de una cinta con una realización magnífica. No obstante, su trama peca de ser demasiado pretenciosa, incluyendo secuencias surrealistas que en lugar de darle mayor profundidad al filme lo hacen demasiado confuso. Asimismo, muchos de los elementos utilizados son exagerados llegando incluso a ser bizarros, la desnudez que muestra tanto de jóvenes como adultos mayores es excesiva y sin sentido, ya que si la idea del director era mostrar el contraste entre vejez y juventud se pudo haber valido de otros elementos más sutiles.
Además, el director incluye demasiadas historias que en muchos casos no tienen razón de ser dentro de la trama. Así, queda de más la inclusión de un pseudo Maradona, una pareja de ancianos que no se habla, entre otros personajes, ya que no logra concatenar exitosamente todas las historias en una trama que tenga sentido. Por otra parte, el mismo entorno en el que se desarrolla la historia es demasiado confuso, ya que nunca se logra saber cuál es realmente el concepto del hotel, debido a que presenta a niños, jóvenes, adultos y ancianos conviviendo en un sitio que en diversas ocasiones más bien parece un reclusorio, incluso un campo de concentración al estilo nazi, en un ambiente más bien de desolación que de lujo. Por lo tanto, la inclusión de tantos elementos difusos genera una sensación de pesadez en el espectador, hasta que llega un punto en el que ya no sabe cuál es realmente el mensaje que el director está intentando transmitir.
En cuanto a las actuaciones, el papel de Michael Caine (The Cider House Rules, Interstellar) como el retirado director de orquesta es excelente, aunque llega a desaparecer durante muchas partes de la película. Por otra parte, Harvey Keitel (The Grand Budapest Hotel, Inglorious Basterds) interpreta muy bien al entrañable amigo de Ballinger. Completan el reparto Paul Dano (Love & Mercy, There Will be Blood) en el papel de un joven actor en busca de inspiración y Rachel Weisz (The Constant Gardener, The Deep Blue Sea) como la resentida hija de Ballinger, ambos realizando buenas interpretaciones. Por último, cabe destacar la aparición de Jane Fonda como la actriz musa de Mick Boyle, quien cuenta con una modesta participación.
Es así como, a pesar de contar con una excelente cinematografía y buenas actuaciones, Youth es una película que puede llegar a ser muy difícil de disfrutar, puesto que el exceso de simbolismos genera cansancio y confusión en un público que al final deberá de darle más de dos vueltas a la trama para tratar de interpretar el mensaje del artista o incluso desear que ya termine a pesar de su magnífica banda sonora.
Calificación: TÚ DECIDES.
Más reseñas en https://wraparty.wordpress.com/
Twitter @wraparty
1 de septiembre de 2016
1 de septiembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante como experimento, estéticamente muy pulcra, con detalles ingeniosos, pero como película tiende mucho al truño. Porque en el fondo no se nos cuenta nada, salvo que el apático compositor y director Ballinger al final accede a dirigir un concierto ante la reina de Inglaterra.
Caine y Keitel son dos grandes actores, pero aquí se les obliga a unos papeles que no avanzan nada, que se repiten hasta el cansancio. Las bromitas sobre cuándo y cuánto han meado no tienen gracia.... Luego hay personajes estrambóticos que no dicen nada.
Se disfruta con la fotografía, con el paisaje, aunque a veces suene a postal falsa.
Y la famosa Canción sencilla, de la que se habla siempre y que se interpreta al final de la película no es nada del otro jueves. Muy amañaíta pero muy convencional. Mejor estaban las vacas con su concierto de esquias. Las vacas sí que son naturales y no el decadentismo de algunos personajes.
Entiendo que es una peli muy de cinéfilos. Yo lo soy pero cada vez me asquean más los directores pretenciosos, como Sorrentino. Es de los que mientras ruedan están diciendo ¡mirad de lo que soy capaz! Yo prefiero la objetividad de un Rossellini, Ford....
Caine y Keitel son dos grandes actores, pero aquí se les obliga a unos papeles que no avanzan nada, que se repiten hasta el cansancio. Las bromitas sobre cuándo y cuánto han meado no tienen gracia.... Luego hay personajes estrambóticos que no dicen nada.
Se disfruta con la fotografía, con el paisaje, aunque a veces suene a postal falsa.
Y la famosa Canción sencilla, de la que se habla siempre y que se interpreta al final de la película no es nada del otro jueves. Muy amañaíta pero muy convencional. Mejor estaban las vacas con su concierto de esquias. Las vacas sí que son naturales y no el decadentismo de algunos personajes.
Entiendo que es una peli muy de cinéfilos. Yo lo soy pero cada vez me asquean más los directores pretenciosos, como Sorrentino. Es de los que mientras ruedan están diciendo ¡mirad de lo que soy capaz! Yo prefiero la objetividad de un Rossellini, Ford....
18 de septiembre de 2016
18 de septiembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuevamente Paolo Sorrentino sorprende, y lo hace gratamente.
Una mirada personal con una visión preciosista (sello personal del autor), acerca de esos temas que tanto parecen apasionarle: la vejez y la belleza. Y les imprime un toque hermoso, lleno de poesía y esteticismo, de supersimetría. Ayudado por unas locaciones tan bellas como sus encuadres y tan asépticas en su composición que duele, duele verlas y no es posible no sentirse conmovido. Así es Sorrentino.
La historia, con un lineamiento claro y puntual se muestra llena de revelaciones, de planos secuencias de video clip. Y empatan muy bien y nos lo enrostran muy claro. La vida es un bien preciado y poco valorado, que nos reclama y nos exije pero parece que no nos damos por enterados. Y cuando parece que finalmente comprendemos hacia donde vamos ya es demasiado tarde, pues se nos ha escapado de las manos.
Los personajes sencillamente deliciosos, llenos de matices y culpas, ajenos a su presente y siempre opacados por su pasado que arrastran como un lastre o su futuro idealizado. Que buen trabajo el realizado por este pequeño grupo muy bien elegido, llenos de tormentos que deambulan con sus culpas junto a unos extras fascinantes y que dejan mucha curiosidad.
Finalmente, el cierre. La conclusión. Un poco forzada pero no por ello menos poética.
Quizás otro de los finales mas hermosos que he visto ultimamente. Y que conmueve y duele, duele mucho. Pero aún así, agradeces con el corazón.
Detalles mas en spoiler... Con algo mas de info.
Una mirada personal con una visión preciosista (sello personal del autor), acerca de esos temas que tanto parecen apasionarle: la vejez y la belleza. Y les imprime un toque hermoso, lleno de poesía y esteticismo, de supersimetría. Ayudado por unas locaciones tan bellas como sus encuadres y tan asépticas en su composición que duele, duele verlas y no es posible no sentirse conmovido. Así es Sorrentino.
La historia, con un lineamiento claro y puntual se muestra llena de revelaciones, de planos secuencias de video clip. Y empatan muy bien y nos lo enrostran muy claro. La vida es un bien preciado y poco valorado, que nos reclama y nos exije pero parece que no nos damos por enterados. Y cuando parece que finalmente comprendemos hacia donde vamos ya es demasiado tarde, pues se nos ha escapado de las manos.
Los personajes sencillamente deliciosos, llenos de matices y culpas, ajenos a su presente y siempre opacados por su pasado que arrastran como un lastre o su futuro idealizado. Que buen trabajo el realizado por este pequeño grupo muy bien elegido, llenos de tormentos que deambulan con sus culpas junto a unos extras fascinantes y que dejan mucha curiosidad.
Finalmente, el cierre. La conclusión. Un poco forzada pero no por ello menos poética.
Quizás otro de los finales mas hermosos que he visto ultimamente. Y que conmueve y duele, duele mucho. Pero aún así, agradeces con el corazón.
Detalles mas en spoiler... Con algo mas de info.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Acerca de ese final. Conmovedor. La soprano vuelve tangible ese sentimiento contenido en toda la película. Y duele porque logra involucrarnos directamente al abofetearnos con esa realidad tan clara y efímera como es la vida. Hermosa un su sencilla cotidianeidad y corta, como lo es la juventud.
3 de octubre de 2016
3 de octubre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado más que lo que el poster hacía temer, y menos que "La gran belleza", como era de temer.
De esta película habría mucho que comentar pero nos centraremos en lo básico: va dos colegas de cierta edad que están de vacaciones en un resort de lujo, donde hay viejos y jóvenes (en número similar) que se relacionan de varios modos. Los protagonistas se ve que son amigos de hace tiempo y su tema de conversación favorito es la próstata.
Es de esas películas con muchos personajes secundarios, donde se intuye que cada uno tiene su historia pero no terminas de saberla del todo. Al final te quedas con algunas ideas filosóficas que están bien, son profundas.
Sorrentino sigue copi-homenajeando a Fellini, si la última vez era "La Dolce Vita", ahora con "8 1/2". Puestos a hacerlo, lo hace muy bien, así que no nos vamos a quejar.
La fotografía es espectacular.
Gustará a: ricos aburridos, creyentes de la iglesia maradoniana, Federico Fellini
No gustará a: jóvenes, viejos, tragasables
De esta película habría mucho que comentar pero nos centraremos en lo básico: va dos colegas de cierta edad que están de vacaciones en un resort de lujo, donde hay viejos y jóvenes (en número similar) que se relacionan de varios modos. Los protagonistas se ve que son amigos de hace tiempo y su tema de conversación favorito es la próstata.
Es de esas películas con muchos personajes secundarios, donde se intuye que cada uno tiene su historia pero no terminas de saberla del todo. Al final te quedas con algunas ideas filosóficas que están bien, son profundas.
Sorrentino sigue copi-homenajeando a Fellini, si la última vez era "La Dolce Vita", ahora con "8 1/2". Puestos a hacerlo, lo hace muy bien, así que no nos vamos a quejar.
La fotografía es espectacular.
Gustará a: ricos aburridos, creyentes de la iglesia maradoniana, Federico Fellini
No gustará a: jóvenes, viejos, tragasables
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