El topo
6.4
24,858
Intriga. Thriller
Años 70, en plena guerra fría. El fracaso de una misión especial en Hungría provoca un cambio en la cúpula de los servicios secretos británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Sin embargo, cuando ya se había hecho a la idea de retirarse, le encargan una nueva misión: se sospecha que hay un “topo” infiltrado en la cúpula del Servicio y sólo alguien de fuera puede averiguar quién es. Con la ayuda de otros agentes ... [+]
16 de marzo de 2014
16 de marzo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca llegué a conectar con la película, pese a contener varios elementos que, en la mayoría de las ocasiones, me suelen interesar. Una nómina de actores ingleses de primer nivel, una novela de un maestro como Le Carré, una dirección comedida y elegante y una banda sonora de primer nivel, de factura española, para más señas.
Sin embargo, su guión me pareció demasiado enrevesado, todos los personajes guardan tremendos secretos y los silencios son más importantes que lo que se dice, pero esto está llevado a tal extremo que me pegué media película sin enterarme de nada. El final sí que tiene un poco más de ritmo y te deja con la sensación de que, si el guión hubiera sido un poco menos exigente, la película me habría gustado más.
Con todo, para el que le guste el cine de espías ¨(el de espías de verdad, esto no es Bourne ni Bond), que pruebe a verla, es posible que salga encantado o dormido.
Sin embargo, su guión me pareció demasiado enrevesado, todos los personajes guardan tremendos secretos y los silencios son más importantes que lo que se dice, pero esto está llevado a tal extremo que me pegué media película sin enterarme de nada. El final sí que tiene un poco más de ritmo y te deja con la sensación de que, si el guión hubiera sido un poco menos exigente, la película me habría gustado más.
Con todo, para el que le guste el cine de espías ¨(el de espías de verdad, esto no es Bourne ni Bond), que pruebe a verla, es posible que salga encantado o dormido.
30 de septiembre de 2015
30 de septiembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una buena película sobre espionaje.
Todo está muy bien hilado y poco a poco se va desgranando la historia. A medida que avanza la película el espectador va descubriendo el entramado de intereses.
Demasiado tranquila, el filme es bueno.
Todo está muy bien hilado y poco a poco se va desgranando la historia. A medida que avanza la película el espectador va descubriendo el entramado de intereses.
Demasiado tranquila, el filme es bueno.
4 de octubre de 2016
4 de octubre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película de espionaje sin florituras ni innecesarias escenas de acción, con un Gary Oldman en estado de gracia y un reparto en definitiva mas que correcto. La banda sonora es totalmente acorde con la línea del film, igual que su cuidada ambientación. El guión, acertado, pero sobretodo destaca la efectividad visual de su fotografía y en como logra ponernos en situación y absorbernos en una burbuja de grises, tensión y suspense. Desde principio a fin, en sus 120 minutos de metraje, el espectador se verá obligado a prestar toda la atención posible para no perderse en este complicado entramado de secretos y engaños donde cada mirada, cada gesto y cada silencio pueden expresar más que las propias palabras. La premisa es sencilla; encontrar a un topo infiltrado en la cúpula del Servicio de inteligencia británico por parte de los soviéticos en plena guerra fría en los 70´s, con varios posibles candidatos y una partida a dos bandas donde nada es lo que parece¿O si?
El mérito de Alfredson es desarrollar y conducir una historia compleja a través de imágenes de manera habilidosa y dándole un ritmo adecuado para el tipo de argumento del que se trata.
Si esperas espionaje a lo James Bond, Bourne o Misión imposible esta no es tu película, todo llega a su debido tiempo, nada esta mascado y el auténtico disfrute se basa en la apreciación de los pequeños detalles.
El mérito de Alfredson es desarrollar y conducir una historia compleja a través de imágenes de manera habilidosa y dándole un ritmo adecuado para el tipo de argumento del que se trata.
Si esperas espionaje a lo James Bond, Bourne o Misión imposible esta no es tu película, todo llega a su debido tiempo, nada esta mascado y el auténtico disfrute se basa en la apreciación de los pequeños detalles.
14 de enero de 2021
14 de enero de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con el debido respeto. Operación brujería. Sospecha. Hasta cierto punto. El gran inquisidor. Control. Protocolo. Secretos y mentiras. La guarida del león. El fondo de reptiles. Los solitarios siempre somos buenos observadores.
Todos los espías británicos trabajan al servicio del Kremlin y viceversa con los rusos y el Circus. Esa es la cosa.
Nada es lo que parece, todo es a la inversa. Todos están infiltrados, nadie es leal, la confusión vuela, la traición tiene siempre abierta la puerta y el único destino común de todos ellos es la derrota, el desamparo, la desolación, el fracaso, la soledad, la desesperación, la nada eterna y entera, la única amiga fiel y verdadera.
Vidas arrasadas por la pena y reflejo distorsionado pero exacto de todo lo demás, de los dos lados que defienden, la Gran Bretaña y la Unión Soviética en los setenta de la guerra fría, de los dos bandos enfrentados que en realidad son el mismo, un espejo en el que se miran y solo ven vacío, sin ningún valor o crédito moral, el desguace de la Historia, el sótano oscuro, donde se entierra todo lo prohibido, lo que no existe, lo que se queda en el camino, de lo que no se puede hablar, donde se esconde debajo de la alfombra lo inconfesable, la junta de cadáveres, donde se demuestra que toda nación no es en verdad más que una empresa corrupta, un negocio sin escrúpulos dirigido por siniestros funcionarios grises, sin ética, principios ni criterio ninguno u obra de teatro sucia, fea, opaca, interpretada por los más torpes y aburridos, donde todo es propaganda y maquillaje y se monta un triste trampantojo para que toda la buena gente se entretenga y crea, santos inocentes, que detrás del decorado hay algo más que solo un vacío negro que lo engulle todo o tal vez limbo donde los seres olvidados por Dios y el Diablo están en una estancada ciénaga y deambulan a su manera muerta, ciegamente, esperando algo que nunca llega, instalados en un frigorífico con aire acondicionado, sauna que ahoga mientras no mata.
En los sistemas de inteligencia es donde reina la mayor tontuna; la seguridad nacional es el lugar de mayor fragilidad y desgobierno. Estamos en manos de la peor gente, de los más ineptos y pusilánimes, aunque George, Smiley nada menos, se atreva a decir lo contrario.
La película intenta aunar fondo y forma, mirar gélidamente a estos seres desgraciados, con cierta distancia, matemática, intelectualmente, como a insectos desagradables, un tanto repulsivos, pero curiosos y bellos a su enfermiza manera, se supone que así trata de imitar su comportamiento, su modus operandi, y eso es bueno, hermoso, elegante, inteligente, pero también con cierta tendencia a lo vago, difuso y confuso, sobre todo cuando mezcla, a veces, si no estás atento, pareciera que aleatoriamente, el pasado, el presente, Rusia, Inglaterra, Hungría, a los hunos, los hotros y todos sus dimes y diretes, cuitas, revolcones, llantos y hostias, un poco a lo loco, silenciosamente y como de lado, esquinada, torcidamente, pero, hay que reconocerlo, siempre se entiende al final todo, casi, ciertamente.
No fue la gran juerga esta obra, pero estuvo bien la cosa.
Impresionante elenco, lo mejor de cada cosa y de cada casa, Gary, Hardy, Toby, Firth, Hurt, Mark, Benedict, Hinds... y paro de contar.
Buena película, tampoco demasiado. Estupenda fotografía, lechosa, mezcla de calidez fría y oscuridad mate.
Todos los espías británicos trabajan al servicio del Kremlin y viceversa con los rusos y el Circus. Esa es la cosa.
Nada es lo que parece, todo es a la inversa. Todos están infiltrados, nadie es leal, la confusión vuela, la traición tiene siempre abierta la puerta y el único destino común de todos ellos es la derrota, el desamparo, la desolación, el fracaso, la soledad, la desesperación, la nada eterna y entera, la única amiga fiel y verdadera.
Vidas arrasadas por la pena y reflejo distorsionado pero exacto de todo lo demás, de los dos lados que defienden, la Gran Bretaña y la Unión Soviética en los setenta de la guerra fría, de los dos bandos enfrentados que en realidad son el mismo, un espejo en el que se miran y solo ven vacío, sin ningún valor o crédito moral, el desguace de la Historia, el sótano oscuro, donde se entierra todo lo prohibido, lo que no existe, lo que se queda en el camino, de lo que no se puede hablar, donde se esconde debajo de la alfombra lo inconfesable, la junta de cadáveres, donde se demuestra que toda nación no es en verdad más que una empresa corrupta, un negocio sin escrúpulos dirigido por siniestros funcionarios grises, sin ética, principios ni criterio ninguno u obra de teatro sucia, fea, opaca, interpretada por los más torpes y aburridos, donde todo es propaganda y maquillaje y se monta un triste trampantojo para que toda la buena gente se entretenga y crea, santos inocentes, que detrás del decorado hay algo más que solo un vacío negro que lo engulle todo o tal vez limbo donde los seres olvidados por Dios y el Diablo están en una estancada ciénaga y deambulan a su manera muerta, ciegamente, esperando algo que nunca llega, instalados en un frigorífico con aire acondicionado, sauna que ahoga mientras no mata.
En los sistemas de inteligencia es donde reina la mayor tontuna; la seguridad nacional es el lugar de mayor fragilidad y desgobierno. Estamos en manos de la peor gente, de los más ineptos y pusilánimes, aunque George, Smiley nada menos, se atreva a decir lo contrario.
La película intenta aunar fondo y forma, mirar gélidamente a estos seres desgraciados, con cierta distancia, matemática, intelectualmente, como a insectos desagradables, un tanto repulsivos, pero curiosos y bellos a su enfermiza manera, se supone que así trata de imitar su comportamiento, su modus operandi, y eso es bueno, hermoso, elegante, inteligente, pero también con cierta tendencia a lo vago, difuso y confuso, sobre todo cuando mezcla, a veces, si no estás atento, pareciera que aleatoriamente, el pasado, el presente, Rusia, Inglaterra, Hungría, a los hunos, los hotros y todos sus dimes y diretes, cuitas, revolcones, llantos y hostias, un poco a lo loco, silenciosamente y como de lado, esquinada, torcidamente, pero, hay que reconocerlo, siempre se entiende al final todo, casi, ciertamente.
No fue la gran juerga esta obra, pero estuvo bien la cosa.
Impresionante elenco, lo mejor de cada cosa y de cada casa, Gary, Hardy, Toby, Firth, Hurt, Mark, Benedict, Hinds... y paro de contar.
Buena película, tampoco demasiado. Estupenda fotografía, lechosa, mezcla de calidez fría y oscuridad mate.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor fue Oldman. Lo peor, la historia del chaval gordo y tímido, por demasiado turbia, tonta y obvia. También gana la película en las relaciones más ambiguas sugeridas, en miradas, muy por ejemplo, como la de Strong a Firth en la fiesta.
La mejor escena de toda la película se produce cuando suena el himno ruso y todos lo cantan felizmente en esa jarana desangelada, digna de un tanatorio, infinitamente triste, está claro que es una broma que reaccionen de esa forma ante la música del enemigo, cierto, nadie lo duda, pero al mismo tiempo es la perfecta metáfora de lo que cuenta esta historia, de lo que late detrás de todo, de esa paradoja que les ocupa y consume y carcome, la vida que llevan, casi casi como la de cualquiera, la certeza de que siempre trabajan para el adversario, para el otro, nunca para ellos, su patria, pueblo o gente, la seguridad absoluta de que todos son traidores, a todo, a ellos mismos los primeros, la inviolable sensación de que todo es un monstruoso, sordo, cómico e inevitable error.
La mejor escena de toda la película se produce cuando suena el himno ruso y todos lo cantan felizmente en esa jarana desangelada, digna de un tanatorio, infinitamente triste, está claro que es una broma que reaccionen de esa forma ante la música del enemigo, cierto, nadie lo duda, pero al mismo tiempo es la perfecta metáfora de lo que cuenta esta historia, de lo que late detrás de todo, de esa paradoja que les ocupa y consume y carcome, la vida que llevan, casi casi como la de cualquiera, la certeza de que siempre trabajan para el adversario, para el otro, nunca para ellos, su patria, pueblo o gente, la seguridad absoluta de que todos son traidores, a todo, a ellos mismos los primeros, la inviolable sensación de que todo es un monstruoso, sordo, cómico e inevitable error.
25 de diciembre de 2011
25 de diciembre de 2011
11 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede ser que me haya pasado poniendo un tres como nota, pues tanto la dirección como los actores hacen un gran trabajo (la música también), pero el caso es que me falta algo que me hizo padecer durante su visionado. No es que me moleste el hiperrealismo (The Wire es mi serie favorita), pero es que, me aburrí. Un buen (muy bueno de hecho hasta que llegan los títulos de crédito, presentando de manera magistral a los personajes), un buen final, pero mucho tedio de por medio, hasta casi dormirme. Le falta algo, mas emoción o quizás es que, pese a las aparentes complejidades que se anunciaban, la trama tampoco me pareció para tanto y no acabé de conectar. Puede que esperase demasiado por las excelentes criticas pero el caso es que el desarrollo me pareció excesivamente lento y sin alma.
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