Me pareció muy buena película, las actuaciones fueron dignas, destacaría la banda sonora y a Tobin Bell que cada vez que sale en escena se roba la pantalla.
Casi no tiene momentos tranquilos y eso le sube puntos al film, es quizás un poco inferior a la segunda; pero eso era lógico porque el guión y la trama no daban para más pero aún así salió fresca, entretenida y quizás más asquerosa que la segunda.

Vamos que las trampas dan miedo, el gore se mantiene, quizás lo que falló un poco fue el guión. La historia por momentos es interesante pero parece un poco repetitiva.

En esta tercera entrega si bien se cierran varias tramas, la saga se torna en serie. La fórmula de puzzle se toma en serio. Más que contar una historia contenida en sí misma (como las dos primeras más o menos), se dejan caer detalles o easter eggs introductorios para prometer o asegurar futuras entregas. Los finales ya son deliberadamente abiertos y a las tramas les faltan piezas del rompecabezas a propósito. Y tal vez esa sea una de las cosas más reprochables a la serie (habla uno que la revisionado en maratón casi sin parar), pues no por sacarse más cosas de la manga hacen que la historia sea más compleja. La hacen más absurda. Pero lo meritorio de esta secuela es lo depresiva y oscura que es. Es puñalada tras puñalada a sus personajes, como lo instaurado en las anteriores se va desmoronando camino a la muerte. Puede ser efectivo como "cierre" de "trilogía", aún ya un tanto bajo en calidad comparativa, pero como experiencia es desasosegante y triste.

No sé si será por estar viéndolas de seguido pero en esta tercera película de la saga, sigo pensando que está tanto a la altura de la primera como de la segunda aunque a lo mejor medio peldaño por debajo por alguna que otra cosa. En esta película lo que más sorprende son las nuevas trampas que hacen pasar a la víctimas. No llega a ser tan sangriento como las dos entregas anteriores pero si que más desagradables por utilizar cosas que realmente dan asco. En cuanto a la historia principal, se añaden personajes nuevos que siguen siendo interesantes y que aportan cierta importancia a la historia, que parece que no pero sigue teniendo para dar vueltas de campana y de sobra. Con esto quiero decir que todo está mínimamente estudiado para dar una buena sorpresa al espectador, que se espera lo que va pasar pero aún así puede sorprenderse. En esta película se enfoca más en la realización de pruebas o trampas, que son más originales y con cierta vuelta de tuerca. La historia principal sigue estando muy bien pero a lo mejor los giros de guion manipulan la historia del inicio de la saga un poco a su antojo, pero se sigue manteniendo fiel.

Esta tercera parte es a mi parecer la más salvaje, sangrienta y gore de las editadas. No te deja indiferente, te hace encogerte de dolor, lleva al extremo el sufrimiento humano.
No apta para gente delicada a la sangre, no tiene sustos, pero tiene exceso de mala leche. Te hace pasar un mal rato a cada "prueba" que son sometidos los protagonistas.
Buen giro final de guión que hace que puedas ir resolviendo el puzzle.

En esta ocasión el viejo terminal que no es capaz ni de respirar por sí mismo asienta su guarida de terror en el típico edificio abandonado, el cual convierte en un laberinto mortal de trampas mecanizadas para seguir torturando y asesinando de las formas más horribles a todo el que se encuentra por delante, pero defendiendo sin pudor que en el fondo desprecia a los asesinos, él es otra cosa, el inventor de la moral, un científico de la naturaleza humana. Son experimentos, no asesinatos. Cada uno se engaña como quiere.

A su lado Amanda, aprendiz de profeta torturadora. La prueba viviente de que lo que hace el viejo da resultado. Para nada parece una joven trastornada por estar rodeada de muerte y sangre a la que se le ha ido totalmente la puta pinza.

En las instalaciones no puede faltar una experta cirujana que te arregla cualquier dolencia con un taladro y unas pinzas. Y las víctimas, por supuesto, pues hay que entretenerse viendo a gente morir de las formas más gráficas posibles para pasar el rato.

Se revisita el pasado para recordarnos incoherencias anteriores y convertirlas en incoherencias aún más estúpidas. El montaje a lo videoclip gore con 2000 cortes y cambios de plano ahí está, como debe ser. La sorpresa final ni es sorpresa ni final, pero mantiene la seña de la franquicia de intentar colar que todo estaba pensado y calculado al milímetro, repitiendo frases aleatorias pronunciadas a lo largo de la película y tal.

Es tan inteligente la cinta que se puntúa sola: Saw 3.