Pacto siniestro
1951 

7.8
22,488
Intriga. Thriller. Cine negro
Inspirada en la novela homónima de Patricia Higsmith. Durante un viaje en tren, Guy, un joven campeón de tenis (Farley Granger), es abordado por Bruno (Walker), un joven que conoce su vida y milagros a través de la prensa y que, inesperadamente, le propone un doble asesinato, pero intercambiando las víctimas con el fin de garantizarse recíprocamente la impunidad. Así podrían resolver sus respectivos problemas: él suprimiría a la mujer ... [+]
24 de noviembre de 2023
24 de noviembre de 2023
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No recordaba haber visto esta película, y eso que intentaba no perderme ninguna de las de Hitchcock en aquellos lejanos tiempos en que TVE se dedicaba a pasar muchos de los mejores clásicos del cine, en forma de ciclos o no (recuerdo que casi todas las semanas emitían en las décadas de los 70 y 80 alguna/s película de aquellas que hoy consideramos míticas).
Me acuerdo especialmente, del ciclo dedicado a Hitchcock, de las más impactantes, generalmente consideradas obras maestras, ya saben (Rebeca, Con la muerte en los talones, Vértigo etc etc), las que a día de hoy si las reemiten de nuevo en algún canal asequible procuro volver a disfrutar de ellas.
Es cierto que Extraños en un tren se trata de una de las primeras películas que rodó en Hollywood, pero no imaginaba tener con ella una decepción tan grande, y de ahí que me haya extrañado mucho que sea tan altamente puntuada y generalmente aclamada.
No hay por qué negar que tiene ciertas escenas, diálogos, y situaciones interesantes, incluso muy buenas, por eso la nota que le he puesto, pero en general coincido con todos aquellos que antes aquí han dejado escrita su crítica negativa. Aparte de detalles absurdos del argumento (que muchas veces en otros filmes se perdonan en aras del conjunto), no me ha parecido convincente la forma en que ha desarrollado la historia, en que ha escondido o enseñado sus cartas; los personajes -salvo quizá Bruno- no transmiten verdadero interés, psicopatía, intriga, preocupación, verosimilitud, en definitiva (en esto, la comparación con "La soga", que creo es de la misma época, es reveladora, por supuesto en favor de esta última), y eso, en una peli que se supone está hecha para atraparte en la butaca hasta el final, es imperdonable.
Y hay tantas incongruencias que no llevan a ningún sitio, y un final tan ... blandiblú, que desmerece muy mucho del genio que su director ha demostrado ser en la mayoría de sus películas, apareciendo en ella escasamente algún retazo del mismo, pero que en definitiva a mi entender supone un resbalón que no merece recomendar entre las del acreditado maestro. En definitiva, sólo para muy fans, cinéfilos perdidos, y completistas.
Me acuerdo especialmente, del ciclo dedicado a Hitchcock, de las más impactantes, generalmente consideradas obras maestras, ya saben (Rebeca, Con la muerte en los talones, Vértigo etc etc), las que a día de hoy si las reemiten de nuevo en algún canal asequible procuro volver a disfrutar de ellas.
Es cierto que Extraños en un tren se trata de una de las primeras películas que rodó en Hollywood, pero no imaginaba tener con ella una decepción tan grande, y de ahí que me haya extrañado mucho que sea tan altamente puntuada y generalmente aclamada.
No hay por qué negar que tiene ciertas escenas, diálogos, y situaciones interesantes, incluso muy buenas, por eso la nota que le he puesto, pero en general coincido con todos aquellos que antes aquí han dejado escrita su crítica negativa. Aparte de detalles absurdos del argumento (que muchas veces en otros filmes se perdonan en aras del conjunto), no me ha parecido convincente la forma en que ha desarrollado la historia, en que ha escondido o enseñado sus cartas; los personajes -salvo quizá Bruno- no transmiten verdadero interés, psicopatía, intriga, preocupación, verosimilitud, en definitiva (en esto, la comparación con "La soga", que creo es de la misma época, es reveladora, por supuesto en favor de esta última), y eso, en una peli que se supone está hecha para atraparte en la butaca hasta el final, es imperdonable.
Y hay tantas incongruencias que no llevan a ningún sitio, y un final tan ... blandiblú, que desmerece muy mucho del genio que su director ha demostrado ser en la mayoría de sus películas, apareciendo en ella escasamente algún retazo del mismo, pero que en definitiva a mi entender supone un resbalón que no merece recomendar entre las del acreditado maestro. En definitiva, sólo para muy fans, cinéfilos perdidos, y completistas.
28 de enero de 2024
28 de enero de 2024
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Con Pánico en la escena, al igual que con Bajo el signo de Capricornio, Hitchcock había tenido dos fracasos consecutivos tanto de la crítica como de taquilla. El estreno de Extraños en un tren significó una espectacular recuperación para Hitchcock. Producida por él mismo junto a Fred Ahern, éste no era un film que le hubieran propuesto o mucho menos impuesto, sino una novela que él había elegido y había considerado un buen material para hacer una película: Strangers on a Train, de Patricia Highsmith. El guión fue elaborado al principio por Raymond Chandler, un escritor del género de novela negra, pero a Hitchcock no le gustó lo que hizo y lo concluyó Czenzi Ormonde. A Truffaut tampoco le gustó el guión, pero sí la película, lo que quiere decir que se trata de un trabajo puramente visual, donde el elemento cinematográfico es mérito absoluto del director, dada la conocida manera de trabajar de Hitchcock: planificación absoluta y rodaje de pequeños trocitos de película que sólo él sabría cómo reunir porque habían sido filmados para montarlos de una sola manera.
Ya es célebre el comienzo de este film, en el cual los rieles del tren se van uniendo en la vía a la vez que los pies de los protagonistas se van acercando hasta que el encontronazo es inevitable y la cámara asciende y por fin muestra sus rostros. También la secuencia del crimen de Miriam, la esposa de Guy: Bruno la agarra por el cuello, los lentes de ella caen sobre la hierba del parque de atracciones, y reflejan a Bruno mientras la estrangula. La película está llena de pequeños momentos de suspenso que engañan al espectador dentro de una gran escena de misterio: Guy, quien no quiere matar al padre de Bruno, entra a su casa de noche para advertirlo, sube por la escalera y se encuentra a un perro enorme atravesado. Suspenso…el perro le lame la mano. Entra a la habitación, pero… el que se encuentra allí es el propio Bruno. Hacia el final del film, dos montajes paralelos: en uno Guy desesperado, trata de terminar cuanto antes el partido de tenis y en el otro, a Bruno se le cae el encendedor comprometedor de Guy por un albañal.
Un componente sobresaliente de Extraños en un tren es el manejo del tiempo. En algunas escenas Hitchcock estruja el tiempo, en otras lo relaja.
Todo el elemento narrativo del film, especialmente el montaje, son manejados con inmensa destreza.
Las interpretaciones son muy alabadas por Truffaut, especialmente la de Robert Walker, quien llega a representar al villano perfecto. Un auténtico trastorno antisocial de la personalidad.
Ya es célebre el comienzo de este film, en el cual los rieles del tren se van uniendo en la vía a la vez que los pies de los protagonistas se van acercando hasta que el encontronazo es inevitable y la cámara asciende y por fin muestra sus rostros. También la secuencia del crimen de Miriam, la esposa de Guy: Bruno la agarra por el cuello, los lentes de ella caen sobre la hierba del parque de atracciones, y reflejan a Bruno mientras la estrangula. La película está llena de pequeños momentos de suspenso que engañan al espectador dentro de una gran escena de misterio: Guy, quien no quiere matar al padre de Bruno, entra a su casa de noche para advertirlo, sube por la escalera y se encuentra a un perro enorme atravesado. Suspenso…el perro le lame la mano. Entra a la habitación, pero… el que se encuentra allí es el propio Bruno. Hacia el final del film, dos montajes paralelos: en uno Guy desesperado, trata de terminar cuanto antes el partido de tenis y en el otro, a Bruno se le cae el encendedor comprometedor de Guy por un albañal.
Un componente sobresaliente de Extraños en un tren es el manejo del tiempo. En algunas escenas Hitchcock estruja el tiempo, en otras lo relaja.
Todo el elemento narrativo del film, especialmente el montaje, son manejados con inmensa destreza.
Las interpretaciones son muy alabadas por Truffaut, especialmente la de Robert Walker, quien llega a representar al villano perfecto. Un auténtico trastorno antisocial de la personalidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un film triunfador, lleno de alabanzas, tanto del público como de la crítica.
Sin embargo, a mí no me termina de gustar.
¿Y por qué?
¿Recuerdan la fábula hitchcockiana de las dos cabras?
Dos cabras están comiéndose unos rollos de una película basados en una obra literaria famosa.
Una de las cabras le dice a la otra:
-“Me gustaba más el libro”.
Cada vez me convenzo más de que es preferible ver la película antes de leer el libro (y no al revés, como hace la mayoría... e hice yo). Cuando no es posible, prepárense para una decepción (hay muchas excepciones, claro). Hitchcock lo sabía y por eso nunca filmaba sobre guiones adaptados de grandes obras literarias “Jamás filmaría Crimen y Castigo", le dijo a Truffaut. Pero cuando rodó este film, la autora no era tan célebre y conocida como llegó a serlo después. El mismo Truffaut admitía que debía haber sido muy difícil escribir este guión.
La novela de Patricia Highsmith cuenta la historia de un intercambio de crímenes sin móvil, en los cuales Bruno mata a la esposa de Guy, dejándolo libre para que se case con la hija del senador. Guy, un hombre aparentemente normal, sano y mediocremente virtuoso, también asesina al padre de Bruno, teje una maraña de mentiras para ocultar su crimen y se convierte en un auténtico homicida. Toda la novela está llena de una ambigüedad moral y una atmósfera un tanto infernal que parece decirnos que cualquier persona puede convertirse en un criminal si es suficientemente tentado por las circunstancias. Aunque Bruno es un psicópata, Guy no es mejor que él. No somos mejores que nadie. Cualquiera de nosotros podría ser un criminal.
Por eso la película de Hitchcock me resulta maniquea y complaciente. Es sólo un thriller, mientras que la novela negra de la Highsmith es toda una indagación moral, muy a contrapelo de los gustos del Hollywood de entonces.
Hitchcock declara que él mismo, después de haber leído la novela, decidió llevarla al cine porque le gustó y le pareció un buen material para él. Entonces,¿por qué cambió la trama, o por qué permitió que los guionistas lo hiciesen? A Hitchcock no lo amedrentaba la complejidad moral de un relato. Filmó travestis, adúlteros, homosexuales, psicópatas y vouyeuristas. ¿Por qué no dejó que hubiera un intercambio de asesinatos donde el "bueno" se porta tan mal como el "malo"?
Sólo tengo una explicación, a manera de hipótesis: todavía estaba vigente el código Hays y existía la Liga de la Decencia. ¿Es posible que Hitchcock hubiera prescindido del aspecto amoral de la novela, de modo que uno de los protagonistas rechazara el mal y se negara a entrar en el pacto homicida del otro? De haberlo intentado no hubiera podido filmar la película. O no la hubiera podido exhibir porque no lo hubiera permitido la censura.
Pero estas son conjeturas.
Sin embargo, a mí no me termina de gustar.
¿Y por qué?
¿Recuerdan la fábula hitchcockiana de las dos cabras?
Dos cabras están comiéndose unos rollos de una película basados en una obra literaria famosa.
Una de las cabras le dice a la otra:
-“Me gustaba más el libro”.
Cada vez me convenzo más de que es preferible ver la película antes de leer el libro (y no al revés, como hace la mayoría... e hice yo). Cuando no es posible, prepárense para una decepción (hay muchas excepciones, claro). Hitchcock lo sabía y por eso nunca filmaba sobre guiones adaptados de grandes obras literarias “Jamás filmaría Crimen y Castigo", le dijo a Truffaut. Pero cuando rodó este film, la autora no era tan célebre y conocida como llegó a serlo después. El mismo Truffaut admitía que debía haber sido muy difícil escribir este guión.
La novela de Patricia Highsmith cuenta la historia de un intercambio de crímenes sin móvil, en los cuales Bruno mata a la esposa de Guy, dejándolo libre para que se case con la hija del senador. Guy, un hombre aparentemente normal, sano y mediocremente virtuoso, también asesina al padre de Bruno, teje una maraña de mentiras para ocultar su crimen y se convierte en un auténtico homicida. Toda la novela está llena de una ambigüedad moral y una atmósfera un tanto infernal que parece decirnos que cualquier persona puede convertirse en un criminal si es suficientemente tentado por las circunstancias. Aunque Bruno es un psicópata, Guy no es mejor que él. No somos mejores que nadie. Cualquiera de nosotros podría ser un criminal.
Por eso la película de Hitchcock me resulta maniquea y complaciente. Es sólo un thriller, mientras que la novela negra de la Highsmith es toda una indagación moral, muy a contrapelo de los gustos del Hollywood de entonces.
Hitchcock declara que él mismo, después de haber leído la novela, decidió llevarla al cine porque le gustó y le pareció un buen material para él. Entonces,¿por qué cambió la trama, o por qué permitió que los guionistas lo hiciesen? A Hitchcock no lo amedrentaba la complejidad moral de un relato. Filmó travestis, adúlteros, homosexuales, psicópatas y vouyeuristas. ¿Por qué no dejó que hubiera un intercambio de asesinatos donde el "bueno" se porta tan mal como el "malo"?
Sólo tengo una explicación, a manera de hipótesis: todavía estaba vigente el código Hays y existía la Liga de la Decencia. ¿Es posible que Hitchcock hubiera prescindido del aspecto amoral de la novela, de modo que uno de los protagonistas rechazara el mal y se negara a entrar en el pacto homicida del otro? De haberlo intentado no hubiera podido filmar la película. O no la hubiera podido exhibir porque no lo hubiera permitido la censura.
Pero estas son conjeturas.
14 de marzo de 2025
14 de marzo de 2025
Sé el primero en valorar esta crítica
Ingeniosos movimientos de cámara, sutiles juegos de sombras, planos originales, capacidad para contar una historia haciendo cómplice al espectador y resolviendo todas las tramas de manera previsible a la medida del gran público. Así es Hitchcock. Puede sorprendernos más de una vez durante el desarrollo, pero jamás en una resolución.
"Extraños en un tren" no es la excepción. Con un argumento interesante, la película es llevada con habilidad y la lógica cuota de suspenso, pero se derrumba en su tramo final a fuerza de inconsistencias y el infaltable desenlace trillado. Y encima, con las actuaciones bastante flojitas (exceptuando a Robert Walker y el breve papel de Leo G. Carroll), termina siendo solo una película más.
"Extraños en un tren" no es la excepción. Con un argumento interesante, la película es llevada con habilidad y la lógica cuota de suspenso, pero se derrumba en su tramo final a fuerza de inconsistencias y el infaltable desenlace trillado. Y encima, con las actuaciones bastante flojitas (exceptuando a Robert Walker y el breve papel de Leo G. Carroll), termina siendo solo una película más.
16 de octubre de 2011
16 de octubre de 2011
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se puede tratar a Hitchcock como a uno más, porque es un clásico. Sin embargo, esta película, aun basada en una excelente novela y con guión nada menos que de Raymond Chandler, se ha quedado un poco vieja. No en los métodos de suspense, no en los planos iniciales, que son magníficos, pero sí en el desenlace. Pero esto es corriente en el género policiaco, sea novela o cine: siempre es más atrayente el planteamiento que la resolución.
Se ve el paso del tiempo en algunas escenas, aun así memorables, como la del tío vivo enloquecido. Con los medios de hoy se podría haber dado más emoción.
Los actores también quedan algo anticuados, en su actuación, al lado de lo que ha venido después. Robert Walker -el malogrado actor, pues murió el mismo año 1951, con 32 años, en que se estrena esta película- está algo sobreactuado y Farley Granger, soso. La hermana de Ann (Patricia Hitchcock, hija del director) algo repelente.
Pero casi todo compensa por ver a Hitchcock, en un momento memorable, como solía aparecer en sus películas. Esta vez subiendo al tren cargado con un contrabajo: una nota de humor impagable.
Se ve el paso del tiempo en algunas escenas, aun así memorables, como la del tío vivo enloquecido. Con los medios de hoy se podría haber dado más emoción.
Los actores también quedan algo anticuados, en su actuación, al lado de lo que ha venido después. Robert Walker -el malogrado actor, pues murió el mismo año 1951, con 32 años, en que se estrena esta película- está algo sobreactuado y Farley Granger, soso. La hermana de Ann (Patricia Hitchcock, hija del director) algo repelente.
Pero casi todo compensa por ver a Hitchcock, en un momento memorable, como solía aparecer en sus películas. Esta vez subiendo al tren cargado con un contrabajo: una nota de humor impagable.
16 de enero de 2017
16 de enero de 2017
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hitchcock es todo un maestro y siempre lo ha demostrado, de toda su cinematografía encontramos obras maestras, películas inolvidables y me sorprende ver que “Extraños en el tren” es una de ellas para muchos.
La película no es el clásico thriller que tanto le apasionaba al genio del suspense, en este caso busca un poco de cine negro, intriga y suspense, un poco de todo.
Es una película buena, para nada es mala, tiene elementos muy buenos del género como la trama y el suspense con que ésta se desarrolla pero no se la razón porque no me enganchó para nada la historia, había algunos momentos un poco planos y otros sin embargo con una tensión muy buenos, pero en mi opinión es un poco irregular.
La película no es el clásico thriller que tanto le apasionaba al genio del suspense, en este caso busca un poco de cine negro, intriga y suspense, un poco de todo.
Es una película buena, para nada es mala, tiene elementos muy buenos del género como la trama y el suspense con que ésta se desarrolla pero no se la razón porque no me enganchó para nada la historia, había algunos momentos un poco planos y otros sin embargo con una tensión muy buenos, pero en mi opinión es un poco irregular.
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