M, el vampiro de Düsseldorf
8.3
22,342
Thriller. Intriga
Un asesino de niñas tiene atemorizada a toda la ciudad de Berlín. La policía lo busca frenética y desesperadamente, deteniendo a cualquier persona mínimamente sospechosa. Por su parte, los jefes del hampa, furiosos por las redadas que están sufriendo por culpa del asesino, deciden buscarlo ellos mismos. (FILMAFFINITY)
14 de abril de 2007
14 de abril de 2007
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
M es uno de los films más oscuros de Lang, rodado en Alemania, relata la busqueda y captura de un escurridizo y cruel asesino de niñas (interpretado de manera magistral por un joven Peter Lorre), que tiene aterrorizada a toda la ciudad, ante sus constantes y silenciosos crímenes, que siempre quedan impuenes, pese al empeño de la policía. Sin embargo un buen día el hampa, recelosa de esta búsqueda, decide tomar cartas en el asunto.
La película crea un precedente en torno a asesino en serie, y a lo largo de la historia puede verse la influencia en grande títulos, incluso de la misma temática, como por ejemplo la española "El cebo" de Wadja.
El director alemán contruye un film con una gran tensión narrativa, en donde muchos momentos de silencio, y gestos del genial Lorre, hacen mucho más que el mejor de los dialogos, y es que una imagen vale más que mil palabras.
La película crea un precedente en torno a asesino en serie, y a lo largo de la historia puede verse la influencia en grande títulos, incluso de la misma temática, como por ejemplo la española "El cebo" de Wadja.
El director alemán contruye un film con una gran tensión narrativa, en donde muchos momentos de silencio, y gestos del genial Lorre, hacen mucho más que el mejor de los dialogos, y es que una imagen vale más que mil palabras.
1 de agosto de 2012
1 de agosto de 2012
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí una de esas escasas obras sin la cual el cine de hoy no sería el mismo. En los albores del cine sonoro, Fritz Lang consiguió hacer la primera película que utilizaba el sonido con sentido narrativo y, especialmente el silencio en contraposición al primero. Película con un guión fuerte, con intriga que mantiene la identidad del asesino oculta durante gran parte del metraje, (no así su sombra al más puro estilo expresionista) cuando el silbido lo delata por fin. Goza de algunas escenas memorables hechas en su gran mayoría con el recurso del fuera de campo, sin decir nada nos lo cuenta todo, con imágenes poderosísimas visualmente (un plato vacío, un globo enredado en unos cables eléctricos) aunque especialmente el juicio paralelo que le prepara lo peor de la sociedad y donde se ven las magníficas dotes interpretativas de Peter Lorre, logrando incluso que el espectador llegue a tener cierta empatía con un asesino de niñas.
Gran parte del valor de la película se de debe también al montaje, sorprendente para el año 1931, la película sugiere es reflexiva e inquieta al espectador con un ritmo adecuado, que no envidia nada al de los thrillers actuales, y sobre todo es capaz de bucear en los oscuros rincones de un psicópata y extraer su personalidad, muy ambigua, nada maniquea y bastante esclarecedora.
Si tiene algunos problemas propios de su edad, nadie dijo que inventar la narrativa en el cine fuera fácil y aquí Lang comete algunos ‘pecadillos’, diálogos breves y abruptos, alguna escena-florero, un mal uso de las elipsis, pero en definitiva producto de un estilo de cine que estaba en pañales y que no empañan una gran obra.
http://palomitasconchoco.wordpress.com
Gran parte del valor de la película se de debe también al montaje, sorprendente para el año 1931, la película sugiere es reflexiva e inquieta al espectador con un ritmo adecuado, que no envidia nada al de los thrillers actuales, y sobre todo es capaz de bucear en los oscuros rincones de un psicópata y extraer su personalidad, muy ambigua, nada maniquea y bastante esclarecedora.
Si tiene algunos problemas propios de su edad, nadie dijo que inventar la narrativa en el cine fuera fácil y aquí Lang comete algunos ‘pecadillos’, diálogos breves y abruptos, alguna escena-florero, un mal uso de las elipsis, pero en definitiva producto de un estilo de cine que estaba en pañales y que no empañan una gran obra.
http://palomitasconchoco.wordpress.com
19 de agosto de 2022
19 de agosto de 2022
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno escucha hablar acerca de esta película, nada más y nada menos que de 1931, y piensa que no será para tanto. ¡Pues sí, es para tanto! Simplemente es Genial.
CINE con mayúsculas y no la basura que nos están ofreciendo hoy en día que, cada vez, me apetece menos ver y más me aburre.
La producción, lo que es la realización y la ambientación, no tiene ni una pega. Expresionismo y realidad, nada parece de papel cartón.
Para describir la dirección faltan adjetivos. Pura imaginación y pura innovación. Estamos ante CINE de Autor, de un autor que no desperdicia ni un plano, que juega con la cámara desde todas las posiciones y todos lo ángulos, que cuida la expresión de la luz, la composición, y que tiene un intenso y agobiante sentido del ritmo. A todo lo cual añadiría que la dirección y el movimiento de los personajes, y especialmente de las grandes masas, son hipnóticos.
Las escenas de la persecución y del juicio de los mendigos impresionan, resultan arrebatadoras.Tampoco puedo dejar de comentar la escena de inicio, la niña con la pelota y el globo, y la forma en la que nos muestra que el crimen ya ha sucedido; metáfora visual de una hermosa plasticidad a pesar de su dureza.
Es un Director que atrapa al espectador, lo apresa visualmente y lo lleva por donde quiere y cómo quiere.
La historia no es una simple trama, de suspense e intriga, sobre la búsqueda de un criminal, sobre un asesino de niñas. Es mucho más porque tiene un importante discurso moral sobre la responsabilidad y la Justicia.
Discurso que sigue de perfecta actualidad en nuestros días, y que queda reflejado en el monólogo final del criminal.
¿Es este criminal, convicto y confeso, responsable y culpable de sus crimenes, o simplemente es un enfermo? Dígalo Usted... aunque las Madres han dejado claro su veredicto.
Con respecto a los protagonistas, la actuación de Peter Lorre, al final, a partir de la escena del desván y, especialmente, en el juicio de los mendigos, es tremenda, maravillosa. Puro expresionismo y un monólogo para la historia.
P.D.: hoy en día resulta curioso, pero en la película hay tabaco por todas partes, fuma todo el mundo, echando humo como si fueran locomotoras de carbón.
CINE con mayúsculas y no la basura que nos están ofreciendo hoy en día que, cada vez, me apetece menos ver y más me aburre.
La producción, lo que es la realización y la ambientación, no tiene ni una pega. Expresionismo y realidad, nada parece de papel cartón.
Para describir la dirección faltan adjetivos. Pura imaginación y pura innovación. Estamos ante CINE de Autor, de un autor que no desperdicia ni un plano, que juega con la cámara desde todas las posiciones y todos lo ángulos, que cuida la expresión de la luz, la composición, y que tiene un intenso y agobiante sentido del ritmo. A todo lo cual añadiría que la dirección y el movimiento de los personajes, y especialmente de las grandes masas, son hipnóticos.
Las escenas de la persecución y del juicio de los mendigos impresionan, resultan arrebatadoras.Tampoco puedo dejar de comentar la escena de inicio, la niña con la pelota y el globo, y la forma en la que nos muestra que el crimen ya ha sucedido; metáfora visual de una hermosa plasticidad a pesar de su dureza.
Es un Director que atrapa al espectador, lo apresa visualmente y lo lleva por donde quiere y cómo quiere.
La historia no es una simple trama, de suspense e intriga, sobre la búsqueda de un criminal, sobre un asesino de niñas. Es mucho más porque tiene un importante discurso moral sobre la responsabilidad y la Justicia.
Discurso que sigue de perfecta actualidad en nuestros días, y que queda reflejado en el monólogo final del criminal.
¿Es este criminal, convicto y confeso, responsable y culpable de sus crimenes, o simplemente es un enfermo? Dígalo Usted... aunque las Madres han dejado claro su veredicto.
Con respecto a los protagonistas, la actuación de Peter Lorre, al final, a partir de la escena del desván y, especialmente, en el juicio de los mendigos, es tremenda, maravillosa. Puro expresionismo y un monólogo para la historia.
P.D.: hoy en día resulta curioso, pero en la película hay tabaco por todas partes, fuma todo el mundo, echando humo como si fueran locomotoras de carbón.
16 de diciembre de 2008
16 de diciembre de 2008
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con M, Lang afronta una nueva página en la historia del cine, afrontando su primer film sonoro con un bien hacer, propio de un maestro curtido en años en el cine mudo.
Claro ejemplo de la importancia del sonido en esta película se muestra en la tonadilla silbada por el carismático Peter Lorre (encarnando a M, un psicópata asesino de niñas), un silbido que pone al espectador en vilo por la anunciada llegada de un suceso no grato. No obstante, M consta de una expresividad en los personajes propias del cine mudo, véase el cuasi monólogo final de Peter Lorre, enfrentándose a sus jueces y verdugos, una interpretación llena de emoción que hacen plantearse dos veces el hecho de que haya habido un error al capturar al supuesto M.
Claro ejemplo de la importancia del sonido en esta película se muestra en la tonadilla silbada por el carismático Peter Lorre (encarnando a M, un psicópata asesino de niñas), un silbido que pone al espectador en vilo por la anunciada llegada de un suceso no grato. No obstante, M consta de una expresividad en los personajes propias del cine mudo, véase el cuasi monólogo final de Peter Lorre, enfrentándose a sus jueces y verdugos, una interpretación llena de emoción que hacen plantearse dos veces el hecho de que haya habido un error al capturar al supuesto M.
10 de noviembre de 2010
10 de noviembre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año que Lang nos dio este filme, se sentía una cierta paranoia, justificada desde el punto de vista de que se escuchaba el silbido del cascabel, anunciando el nacimiento de la bestia, en una sociedad agonizante, que creía que acabando a sus monstruos caseros, a sus salteadores rapaces ocultos en sus asquerosas cloacas. Acabarían con sus miedos, sobre todo con el enemigo invisible, que tan patética y la vez extraordinariamente interpreto Peter Lore, dándole rostro a un Nosferatu llamado Peter Kurten.
En esa sociedad revuelta, se encubaba una hidra, una bestia, un depredador más terrorífico que “Peter Lore Kurten” entre esa sociedad disgregada y ya contaminada con la cizaña del nazismo; el demonio se despertó para profanar la virginidad de una niña que era la inocencia perdida de un mundo desgarrado en la primera guerra.
En esa sociedad revuelta, se encubaba una hidra, una bestia, un depredador más terrorífico que “Peter Lore Kurten” entre esa sociedad disgregada y ya contaminada con la cizaña del nazismo; el demonio se despertó para profanar la virginidad de una niña que era la inocencia perdida de un mundo desgarrado en la primera guerra.
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