La noche del cazador
1955 

8.1
32,911
Intriga. Drama. Cine negro. Thriller
Tras realizar un atraco en el que han muerto dos personas, Ben Harper regresa a su casa y esconde el botín confiando el secreto a sus hijos. En la cárcel, antes de ser ejecutado, comparte celda con Harry Powell y en sueños habla del dinero. Tras ser puesto en libertad, Powell, obsesionado por apoderarse del botín, va al pueblo de Harper, enamora a su viuda y se casa con ella. (FILMAFFINITY)
19 de diciembre de 2013
19 de diciembre de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
167/17(30/10/13) Charles Laughton en su única realización fílmica hizo una Obra Maestra que el tiempo ha situado en el Olimpo del Séptimo Arte, aunque el genial actor ya había dirigido obras teatrales. Un evocador relato embestido de goticismo tenebroso, fascinante fábula sobre el despertar de la inocencia en un mundo de depredadores. Fue un fracaso comercial que impidió que Laughton afrontara más direcciones.
James Agee (murió en 1955, antes del estreno del film), adapta el best-seller homónimo de 1953 de Davis Grubb, inspirado en la historia real de Harry Powell (el Barbazul de Quiet Dell), ahorcado el 18 de marzo de 1932, mató a 2 viudas y 3 niños en Clarksburg (Virginia Occidental), cerca de donde vivía Grubb de adolescente. El guión tenía más páginas que la novela, con descripciones infilmables, monólogos interiores complejos, Laughton lo reescribió para hacerlo manejable, no quiso figurar en los créditos como guionista. Laughton edifica un cuento de hadas avieso con ecos a clásicos infantiles (‘Hansel y Gretel’ de los Grimm), con Ogro con pose de reverendo, lobo con piel de cordero, hay una Hada Madrina, su varita mágica es una escopeta, hay un emulo de bosque encantado, el bucólico río, es el enfrentamiento entre el bien y el mal, la trama es la pesadilla de los niños, se quedan sin padre, luego sin madre, y son perseguidos por un monstruo. Nos presenta un mundo de adultos poblado de maldad y decadencia, están la avaricia, asesinatos, lujuria, pobreza, el fanatismo religioso o la mentira, los niños son los guardianes de la pureza de espíritu. La cinta rebosa referencias bíblicas, es una dura crítica al radicalismo beato y a los falsos profetas charlatanes que nos embaucan con su verbo fácil, de cómo tras muchos oradores buenistas se hayan farsantes hipócritas que predican con demagógicas palabras, también se radiografía la Gran Depresión de USA, enternecedora la escena en que una cola de niños esperan a que una buena samaritana les dé de comer una patata.
La puesta en escena es COLOSAL, revestida de ambientación de marcado expresionismo gótico, recargado de lirismo tenebroso, con unos cuasi-surrealistas escenarios creados por el diseñador de producción Hilyard M. Brown (‘Cleopatra’ de J. L. Mankiewicz), repletos de inspiración mística, para el recuerdo el dormitorio de Willa en forma de cripta, el sótano o el ANTOLÓGICO recorrido por el río, esto atomizado por el HITO de la fotografía de Stanley Cortez (‘El Cuarto mandamiento’) en glorioso b/n, con expresivas sombras, claroscuros, penumbras, contraluces creando una atmósfera de cuento de terror sombrío, de ensoñación lúgubre, a esto se suman las inquietantes tomas aéreas, con unos elegantes picados nos presentan la historia remarcando la épica que veremos, unos cielos estrellados hiperrealistas, impactantes primeros planos, SUBLIMES los de los nudillos de Harry, perspectivas imposibles que provocan zozobra. A estos elementos se suma la HERMOSA música de Walter Schumann que emana melancolía y pesadumbre, con una preciosa nana cantada por Kitty White, y sumado al tierno tema ‘Pretty Fly’ cantado por el personaje de Pearl, o el siniestro recurso leit motive de Harry Powell haciendo notar su presencia cantando el himno religioso ‘Apoyado En Los Brazos Eternos’, acentuando la ambigüedad retorcida del relato.
La cinta engancha desde su APOTEÓSICO inicio, títulos de crédito sobre cielo multiestrellado, de fondo una linda nana cantada a coro que estremece <Sueña, sueña mi pequeño, sueña aunque el cazador en la noche llene tu corazón infantil con temor…>, desaparecen los títulos y sobre este mismo cielo sobreimpresionada Lilian Gish habla a 5 niños, también sobreimpresionados, les dice <Desconfiad de los falsos profetas que se cubren con pieles de cordero pero que en su interior son fieros como lobos. Por sus frutos los conoceréis>, la cámara desciende del cielo al día, vemos un gran río, un pueblo a su orilla, se acerca a una granja, unos niños juegan al escondite, uno de estos chicos corre a esconderse a un sótano se para en seco, y en un elegante plano señala los pies de una mujer tendida muerta, los niños rodean a la mujer, cándidas almas testigos de la per de las maldades, la privación de vida, la cámara en un SOBERBIO travelling hacia atrás se aleja, mientras volvemos a oír a LIlian Gish <Un árbol bueno no puede dar frutos malos, ni tampoco un árbol corrompido puede dar buenos frutos, recordad que por sus frutos los conoceréis>, mientras la cámara se ha dirigido a un coche que circula a la vera del río, lo conduce un tipo vestido de negro con un sombrero de reverendo, ‘El Árbol Corrompido’, EXTRAORDINARIO Robert Mitchum, y mira al cielo para hablar cínicamente con Dios en un turbador monólogo en el que justifica sus asesinatos de viudas pues son de índole divinos, <No es que te importen los asesinatos, tu libro está lleno de ellos. Pero hay cosas que odias, Señor. Las cosas que huelen a perfume, cosas con ropa de encaje, cosas con el pelo rizado…>, acongojante, a continuación lo vemos en una sala de variedades asistiendo excitado a la danza de una stripper, el gesto de Mitchum se tuerce, la cámara se acerca en un atronador zoom a los tensos nudillos de su mano izquierda, en ellos tatuado ‘HATE’ (‘ODIO’), se cierran en puño y los mete en el bolsillo de su chaqueta, y de ella sale la punta de su navaja rompiendo la tela, en señal alegórica de erección malévola, Mitchum mira arriba y dice <Hay tantos seres así, no puedes acabar con el mundo entero>. Luego viene la bucólica presentación de los protagonistas niños, otra toma aérea que se acerca a unos chicos, dos hermanitos que juegan sobre la hierba llena de flores y de pronto el retorcido mundo de los mayores, el padre llega herido con un revólver y con un dinero robado, le encomienda al niño que guarde la plata, segundos después llega la policía que lo detiene, PERTUBADORA presentación de personajes, propia de un SIBARITA.
James Agee (murió en 1955, antes del estreno del film), adapta el best-seller homónimo de 1953 de Davis Grubb, inspirado en la historia real de Harry Powell (el Barbazul de Quiet Dell), ahorcado el 18 de marzo de 1932, mató a 2 viudas y 3 niños en Clarksburg (Virginia Occidental), cerca de donde vivía Grubb de adolescente. El guión tenía más páginas que la novela, con descripciones infilmables, monólogos interiores complejos, Laughton lo reescribió para hacerlo manejable, no quiso figurar en los créditos como guionista. Laughton edifica un cuento de hadas avieso con ecos a clásicos infantiles (‘Hansel y Gretel’ de los Grimm), con Ogro con pose de reverendo, lobo con piel de cordero, hay una Hada Madrina, su varita mágica es una escopeta, hay un emulo de bosque encantado, el bucólico río, es el enfrentamiento entre el bien y el mal, la trama es la pesadilla de los niños, se quedan sin padre, luego sin madre, y son perseguidos por un monstruo. Nos presenta un mundo de adultos poblado de maldad y decadencia, están la avaricia, asesinatos, lujuria, pobreza, el fanatismo religioso o la mentira, los niños son los guardianes de la pureza de espíritu. La cinta rebosa referencias bíblicas, es una dura crítica al radicalismo beato y a los falsos profetas charlatanes que nos embaucan con su verbo fácil, de cómo tras muchos oradores buenistas se hayan farsantes hipócritas que predican con demagógicas palabras, también se radiografía la Gran Depresión de USA, enternecedora la escena en que una cola de niños esperan a que una buena samaritana les dé de comer una patata.
La puesta en escena es COLOSAL, revestida de ambientación de marcado expresionismo gótico, recargado de lirismo tenebroso, con unos cuasi-surrealistas escenarios creados por el diseñador de producción Hilyard M. Brown (‘Cleopatra’ de J. L. Mankiewicz), repletos de inspiración mística, para el recuerdo el dormitorio de Willa en forma de cripta, el sótano o el ANTOLÓGICO recorrido por el río, esto atomizado por el HITO de la fotografía de Stanley Cortez (‘El Cuarto mandamiento’) en glorioso b/n, con expresivas sombras, claroscuros, penumbras, contraluces creando una atmósfera de cuento de terror sombrío, de ensoñación lúgubre, a esto se suman las inquietantes tomas aéreas, con unos elegantes picados nos presentan la historia remarcando la épica que veremos, unos cielos estrellados hiperrealistas, impactantes primeros planos, SUBLIMES los de los nudillos de Harry, perspectivas imposibles que provocan zozobra. A estos elementos se suma la HERMOSA música de Walter Schumann que emana melancolía y pesadumbre, con una preciosa nana cantada por Kitty White, y sumado al tierno tema ‘Pretty Fly’ cantado por el personaje de Pearl, o el siniestro recurso leit motive de Harry Powell haciendo notar su presencia cantando el himno religioso ‘Apoyado En Los Brazos Eternos’, acentuando la ambigüedad retorcida del relato.
La cinta engancha desde su APOTEÓSICO inicio, títulos de crédito sobre cielo multiestrellado, de fondo una linda nana cantada a coro que estremece <Sueña, sueña mi pequeño, sueña aunque el cazador en la noche llene tu corazón infantil con temor…>, desaparecen los títulos y sobre este mismo cielo sobreimpresionada Lilian Gish habla a 5 niños, también sobreimpresionados, les dice <Desconfiad de los falsos profetas que se cubren con pieles de cordero pero que en su interior son fieros como lobos. Por sus frutos los conoceréis>, la cámara desciende del cielo al día, vemos un gran río, un pueblo a su orilla, se acerca a una granja, unos niños juegan al escondite, uno de estos chicos corre a esconderse a un sótano se para en seco, y en un elegante plano señala los pies de una mujer tendida muerta, los niños rodean a la mujer, cándidas almas testigos de la per de las maldades, la privación de vida, la cámara en un SOBERBIO travelling hacia atrás se aleja, mientras volvemos a oír a LIlian Gish <Un árbol bueno no puede dar frutos malos, ni tampoco un árbol corrompido puede dar buenos frutos, recordad que por sus frutos los conoceréis>, mientras la cámara se ha dirigido a un coche que circula a la vera del río, lo conduce un tipo vestido de negro con un sombrero de reverendo, ‘El Árbol Corrompido’, EXTRAORDINARIO Robert Mitchum, y mira al cielo para hablar cínicamente con Dios en un turbador monólogo en el que justifica sus asesinatos de viudas pues son de índole divinos, <No es que te importen los asesinatos, tu libro está lleno de ellos. Pero hay cosas que odias, Señor. Las cosas que huelen a perfume, cosas con ropa de encaje, cosas con el pelo rizado…>, acongojante, a continuación lo vemos en una sala de variedades asistiendo excitado a la danza de una stripper, el gesto de Mitchum se tuerce, la cámara se acerca en un atronador zoom a los tensos nudillos de su mano izquierda, en ellos tatuado ‘HATE’ (‘ODIO’), se cierran en puño y los mete en el bolsillo de su chaqueta, y de ella sale la punta de su navaja rompiendo la tela, en señal alegórica de erección malévola, Mitchum mira arriba y dice <Hay tantos seres así, no puedes acabar con el mundo entero>. Luego viene la bucólica presentación de los protagonistas niños, otra toma aérea que se acerca a unos chicos, dos hermanitos que juegan sobre la hierba llena de flores y de pronto el retorcido mundo de los mayores, el padre llega herido con un revólver y con un dinero robado, le encomienda al niño que guarde la plata, segundos después llega la policía que lo detiene, PERTUBADORA presentación de personajes, propia de un SIBARITA.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Robert Mitchum crea uno de los villanos más CARISMÁTICOS del Cine, un encantador de serpientes, temible su tétrica sombra, manejo gestual y de mirada MAGNO, con el fosco toque de ir cantando himnos beatos, seductor de verbo ágil, sonrisa pícara, hipócrita misógino, acertadamente roza la teatralidad grotesca en ocasiones cual Monstruo, persiguiendo a los niños por las escaleras del sótano cual Frankenstein, o por el pantano mientras ellos intentan huir en la barca, o el trémulo tramo en que cuenta la historia del ‘Odio’ y del ‘Amor’ tatuado en sus nudillos, un COLOSO en uno de sus mejores roles, tan ambiguo que no se sabe si es un mentiroso o se cree realmente enviado por Dios. Su antagonista es una EXCELSA Lillian Gish, la Heroína-Hada Madrina Rachel Cooper, construye un poderoso personaje, sabiendo combinar la fragilidad y bondad con la valentía y el coraje, descrita por el propio Laughton como una especie de Mama Ganso, esto queda nítido cuando por el pueblo los niños la siguen en fila india, DESCOMUNAL su imagen sentada en la mecedora rodeada de niños y con la escopeta en su regazo, ANTOLOGÍA del cine, y definitoria de su personalidad la frase <Soy un gran árbol con ramas para muchos pájaros>. Willa es una débil de alma manipulada con arteras palabras, un ser voluble al que Shelly Winters encarna con gran ímpetu, una reprimida sexual con sentimientos de culpa, magnífica su mirada dejándose ir.
Regada de escenas ICONO del CINE, unas ya glosadas, otras: La del verdugo llegando a casa quejándose ante su mujer de lo ingrato de su trabajo, luego arropa a sus 2 hijos en la cama, en contraposición a los 2 que ha dejado huérfanos, o la de los niños cantando en el colegio pérfidamente sobre el ahorcamiento del padre de uno de ellos, demostración de la maldad innata en nuestra podrida sociedad, o cuando en la noche aparece en el dormitorio de los hermanitos la sombra de Powell reflejada en la pared, el niño se asoma por la ventana y lo ve bajo una farola, y comienza a cantar, o la noche de bodas de Willa y Harry, Powell destila misoginia y humilla a Willa, con la bombilla en medio en simbolismo de Dios que lo ve todo, o el sermón que Willa rodeada de antorchas ante una congregación, o el cuasi-MÍSTICO asesinato de Willa, un PORTENTOSO lienzo del terror, funesto plano del dormitorio en forma de cripta rodeado de penumbras, Powell mira por la ventana buscando la luz de Dios, Willa tumbada habla resignada, Powell con gestos operísticos, primer plano de él, parece poseído, saca la navaja de su chaqueta y lentamente se acerca a ella, se tumba despacio sobre ella alzando el brazo asesino, ella cierra los ojos, y la escena pasa en elipsis a la cama de los hermanitos, , o la imagen de Willa muerta bajo las aguas del rio con el agua ondulándole los rubios cabellos, y fundiéndose la imagen con Harry apoyado contra un árbol frente a la casa cantando su tema favorito, o el FANTÁSTICO tramo en que los hermanitos surcan el rio de noche iluminados por una radiante Luna, FASCINANTE, EGREGIA poesía visual mientras Pearl canta el bello tema ‘Pretty Fly’, con primeros planos de la NATURALEZA, una rana, una simbólica tela de araña, unos conejos,… recorrido con evocaciones místicas, o cuando los dos niños duermen escondidos en un pajar y oyen en la noche a Powell cantar, entra en imagen la silueta del Ogro montado a caballo, o su GLORIOSO clímax final, Rachel está sentada a oscuras en su mecedora con la escopeta en su regazo y en ese mismo plano surrealista vemos por la ventana el jardín y en él a Harry Powell sentado cantando y a él se une coreando Rachel demostrando su valentía, y de pronto un niño aparece con una vela encendida, la apaga y Harry desapareció, … y más.
OBRA MAESTRA del Arte Universal, MÁGICO film, loa la inocencia de los niños frente al mundo fanático de los adultos que se mueven por codicia o por delirio religioso. Que CHARLES LAUGHTON no dirigiera más es un estigma que el Cine llevará siempre consigo. Fuerza y honor!!!
Regada de escenas ICONO del CINE, unas ya glosadas, otras: La del verdugo llegando a casa quejándose ante su mujer de lo ingrato de su trabajo, luego arropa a sus 2 hijos en la cama, en contraposición a los 2 que ha dejado huérfanos, o la de los niños cantando en el colegio pérfidamente sobre el ahorcamiento del padre de uno de ellos, demostración de la maldad innata en nuestra podrida sociedad, o cuando en la noche aparece en el dormitorio de los hermanitos la sombra de Powell reflejada en la pared, el niño se asoma por la ventana y lo ve bajo una farola, y comienza a cantar, o la noche de bodas de Willa y Harry, Powell destila misoginia y humilla a Willa, con la bombilla en medio en simbolismo de Dios que lo ve todo, o el sermón que Willa rodeada de antorchas ante una congregación, o el cuasi-MÍSTICO asesinato de Willa, un PORTENTOSO lienzo del terror, funesto plano del dormitorio en forma de cripta rodeado de penumbras, Powell mira por la ventana buscando la luz de Dios, Willa tumbada habla resignada, Powell con gestos operísticos, primer plano de él, parece poseído, saca la navaja de su chaqueta y lentamente se acerca a ella, se tumba despacio sobre ella alzando el brazo asesino, ella cierra los ojos, y la escena pasa en elipsis a la cama de los hermanitos, , o la imagen de Willa muerta bajo las aguas del rio con el agua ondulándole los rubios cabellos, y fundiéndose la imagen con Harry apoyado contra un árbol frente a la casa cantando su tema favorito, o el FANTÁSTICO tramo en que los hermanitos surcan el rio de noche iluminados por una radiante Luna, FASCINANTE, EGREGIA poesía visual mientras Pearl canta el bello tema ‘Pretty Fly’, con primeros planos de la NATURALEZA, una rana, una simbólica tela de araña, unos conejos,… recorrido con evocaciones místicas, o cuando los dos niños duermen escondidos en un pajar y oyen en la noche a Powell cantar, entra en imagen la silueta del Ogro montado a caballo, o su GLORIOSO clímax final, Rachel está sentada a oscuras en su mecedora con la escopeta en su regazo y en ese mismo plano surrealista vemos por la ventana el jardín y en él a Harry Powell sentado cantando y a él se une coreando Rachel demostrando su valentía, y de pronto un niño aparece con una vela encendida, la apaga y Harry desapareció, … y más.
OBRA MAESTRA del Arte Universal, MÁGICO film, loa la inocencia de los niños frente al mundo fanático de los adultos que se mueven por codicia o por delirio religioso. Que CHARLES LAUGHTON no dirigiera más es un estigma que el Cine llevará siempre consigo. Fuerza y honor!!!
29 de noviembre de 2010
29 de noviembre de 2010
9 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lenta, aburrida, diálogos absurdos, y poco creíbles, aburrida.. Los personajes parecen imbéciles, no se salva ni uno, me caen mal. Es aburrida. La terminé de ver teniendo la esperanza de que el final me haría cambiar de opinión. Error. Predecible hasta la médula.Aburridisima.
Sé que es normal el toque machista del cine de la época, pero con ésta es que me parto de risa. Es aburrida.
Que charles Laughton me devuelva la hora y 28 minutos que dura esta película.¿He dicho que es aburrida?
Se salvan: algunas escenas por la fotografía.
Aburrida.
Sé que es normal el toque machista del cine de la época, pero con ésta es que me parto de risa. Es aburrida.
Que charles Laughton me devuelva la hora y 28 minutos que dura esta película.¿He dicho que es aburrida?
Se salvan: algunas escenas por la fotografía.
Aburrida.
31 de marzo de 2007
31 de marzo de 2007
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de que se considere un clásico, contiene errores muy graves que provocan que 50 años después, esta película ya no sea la misma.
No dudo que en 1955 gustara mucho pero realmente me desconcertó la interpretación exagerada de Robet Mitchum, así como la excasa dirección de los niños y las lagunas en la historia.
Simplemente la película no aguanta y aunque empieza bien acabas deseando que acabe, por cierto de una manera bastante desilusionante, sin fuerza alguna.
No he visto mucho de los aspectos positivos que otras críticas han expresado, únicamente el ambiente creo que si consigue lo que busca pero por lo demás la he visto con falta de ritmo, y con malas interpretaciones.
No dudo que en 1955 gustara mucho pero realmente me desconcertó la interpretación exagerada de Robet Mitchum, así como la excasa dirección de los niños y las lagunas en la historia.
Simplemente la película no aguanta y aunque empieza bien acabas deseando que acabe, por cierto de una manera bastante desilusionante, sin fuerza alguna.
No he visto mucho de los aspectos positivos que otras críticas han expresado, únicamente el ambiente creo que si consigue lo que busca pero por lo demás la he visto con falta de ritmo, y con malas interpretaciones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El momento en que Robert Mitchum va detras de los niños en el sótano como si fuera Frankenstein es totalmente ridículo, al igual que cuando recibe el disparo y grita dando saltos como si fuera un can. Incomprensible.
21 de noviembre de 2005
21 de noviembre de 2005
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un película extraña, inusual, gran fracaso en la época y revalorizada con el tiempo. Imprescindible verla, a destacar las secuencias de la persecución en el rio con los primeros planos de los animales. Moderna, adelantada a su tiempo, quizá demasiado.
14 de marzo de 2011
14 de marzo de 2011
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
En fin, últimamente me debato en una contínua duda metafísica en mi relación con el cine clásico.
Estoy revisando muchas de las películas que en mi adolescencia y primera juventud me impactaron y me hicieron amar el cine y dedicarme a este bello arte de forma profesional.
Pero con la revisión están llegando muchas decepciones, y esta es una de ellas.
Buena idea para el guión que desgraciadamente no tiene una continuidad en el propio guión definitivo y menos aún en la resolución.
¿Por qué había esa tendencia a hacer las películas poco creíbles? ¿Quién determinaba que un actor tenía que tirarse al suelo como un payaso de circo cuando persigue a unos niños y por el guión no los puede pillar?
¿Nadie se daba cuenta de lo ridículo que resulta?
Puedo entender la falta de medios técnicos, algo obvio en la época de la que hablamos, pero eso no justifica que se caiga en la pantomima con caídas absurdas, puñetazos al aire e interpretaciones "increíbles", como la de Robert Mitchum en esta película.
Por supuesto no voy a generalizar y me centro en esta película, hay muchas otras que siguen teniendo la misma magia que cuando era más joven y hoy en día me dejan un gran sabor de boca.
Eso sí, cada día estoy más convencido de que el cine actual en muchos casos supera al cine clásico porque simplemente hace que me crea la historia, y eso para mí es de lo que se trata.
Estoy revisando muchas de las películas que en mi adolescencia y primera juventud me impactaron y me hicieron amar el cine y dedicarme a este bello arte de forma profesional.
Pero con la revisión están llegando muchas decepciones, y esta es una de ellas.
Buena idea para el guión que desgraciadamente no tiene una continuidad en el propio guión definitivo y menos aún en la resolución.
¿Por qué había esa tendencia a hacer las películas poco creíbles? ¿Quién determinaba que un actor tenía que tirarse al suelo como un payaso de circo cuando persigue a unos niños y por el guión no los puede pillar?
¿Nadie se daba cuenta de lo ridículo que resulta?
Puedo entender la falta de medios técnicos, algo obvio en la época de la que hablamos, pero eso no justifica que se caiga en la pantomima con caídas absurdas, puñetazos al aire e interpretaciones "increíbles", como la de Robert Mitchum en esta película.
Por supuesto no voy a generalizar y me centro en esta película, hay muchas otras que siguen teniendo la misma magia que cuando era más joven y hoy en día me dejan un gran sabor de boca.
Eso sí, cada día estoy más convencido de que el cine actual en muchos casos supera al cine clásico porque simplemente hace que me crea la historia, y eso para mí es de lo que se trata.
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