Conocerás al hombre de tus sueños
2010 

5.9
21,861
Drama. Comedia
La historia sigue a un par de matrimonios, Alfie (Anthony Hopkins) y Helena (Gemma Jones), y su hija Sally (Naomi Watts) y su marido Roy (Josh Brolin), mientras sus pasiones, ambiciones y ansiedades les llevan a meterse en problemas y a perder la cabeza. A pesar de los intentos de estos personajes por esquivar sus problemas con quimeras y planes impracticables, sus esfuerzos sólo conducen a la angustia, la irracionalidad y el peligro.
7 de noviembre de 2010
7 de noviembre de 2010
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puntos negativos -cada uno resta 1 partiendo de 10-:
1.- Intenta ser una comedia, pero realmente no hace reir en ningún momento, -salvo cuando Anthony Hopkins presenta a su nueva "amada" a su hija y al yerno-.
2.- Es la misma película que Woody Allen ha hecho miles de veces, y que la tenemos más vista que el tebeo. El Woody Allen en mi opinión está un poco salidillo.
3.- No está muy claro cual es la generación que protagoniza la película, si la de Anthony Hopkins y su fea esposa Gemma Jones, con el añadido de la pilingi Lucy Punch, que como ya lo tiene todo en la vida, también está ya un poco hastiada y por tanto deprimida, o si la generación siguiente, con el enigmático y mediocre escritor Josh Brolin, su neurótica esposa Naomi Watts que desea quedarse embarazada y no se entera de que su esposo está colgado por la vecinita -Freida Pinto, la cual a su vez está a punto de casarse con un chico bien del que no está enamorada-, y esa falta de claridad deriva en mi opinión en que los personajes más favorecidos por la historia acaban siendo los secundarios: Antonio Banderas y el que tiene la librería sobre temas del más alla y todo ese rollo.
Lo que quiero decir es que la película es bastante plomazo, aburrida y descorazonadora, pero al mismo tiempo, como Woody Allen no acaba de definirse, de dar su opinión, -simplemente narra y graba lo que ocurre-, acaba siendo difícil de tragar y te acabas preguntando ¿si no la hubiera hecho Allen, tendría tantas críticas esta película, o realmente nadie sabría gran cosa sobre ella?.
4.- Los únicos momentos dulces de la película es cuando suena la música de Mozart o de Donizetti -Lucía de Lamermoor- en la voz de Pavarotti, pero claro esto es sólo un ratito de nada. Recomiendo vivamente escuchar en casa música de ambos, en vez de ver esta película.
5.- Se repiten demasiado las escenas de la viejecilla contando a su hija y al yerno los cuentos que le ha contado a ella la pitonisa.
Y 6.- No acaba por desarrollar otras tramas que podrían haber sido bastante divertidas, como por ejemplo, la posibilidad que en principio muestra la película de que vuelva a la vida el escritor que consigue el triunfo tras haber entrado en coma, y cuya obra triunfal ha sido robada por el mediocre escritor Josh Brolin, o la de que Antonio Banderas se enamore de su secretaria Naomi Watts, en vez de hacerlo de la pintora recomendada como artista por dicha secretaria, historias ambas que habrían añadido más jaleo aún a la película, y que en mi opinión hubieran dado un aire totalmente rocambolesco a la película, pero que, perdidos al río, no le vendría nada mal.
Por lo tanto, en mi opinión, la película se queda a la mitad y en el fondo vale más como drama que como comedia.
Nota un 4 sobre 10.
1.- Intenta ser una comedia, pero realmente no hace reir en ningún momento, -salvo cuando Anthony Hopkins presenta a su nueva "amada" a su hija y al yerno-.
2.- Es la misma película que Woody Allen ha hecho miles de veces, y que la tenemos más vista que el tebeo. El Woody Allen en mi opinión está un poco salidillo.
3.- No está muy claro cual es la generación que protagoniza la película, si la de Anthony Hopkins y su fea esposa Gemma Jones, con el añadido de la pilingi Lucy Punch, que como ya lo tiene todo en la vida, también está ya un poco hastiada y por tanto deprimida, o si la generación siguiente, con el enigmático y mediocre escritor Josh Brolin, su neurótica esposa Naomi Watts que desea quedarse embarazada y no se entera de que su esposo está colgado por la vecinita -Freida Pinto, la cual a su vez está a punto de casarse con un chico bien del que no está enamorada-, y esa falta de claridad deriva en mi opinión en que los personajes más favorecidos por la historia acaban siendo los secundarios: Antonio Banderas y el que tiene la librería sobre temas del más alla y todo ese rollo.
Lo que quiero decir es que la película es bastante plomazo, aburrida y descorazonadora, pero al mismo tiempo, como Woody Allen no acaba de definirse, de dar su opinión, -simplemente narra y graba lo que ocurre-, acaba siendo difícil de tragar y te acabas preguntando ¿si no la hubiera hecho Allen, tendría tantas críticas esta película, o realmente nadie sabría gran cosa sobre ella?.
4.- Los únicos momentos dulces de la película es cuando suena la música de Mozart o de Donizetti -Lucía de Lamermoor- en la voz de Pavarotti, pero claro esto es sólo un ratito de nada. Recomiendo vivamente escuchar en casa música de ambos, en vez de ver esta película.
5.- Se repiten demasiado las escenas de la viejecilla contando a su hija y al yerno los cuentos que le ha contado a ella la pitonisa.
Y 6.- No acaba por desarrollar otras tramas que podrían haber sido bastante divertidas, como por ejemplo, la posibilidad que en principio muestra la película de que vuelva a la vida el escritor que consigue el triunfo tras haber entrado en coma, y cuya obra triunfal ha sido robada por el mediocre escritor Josh Brolin, o la de que Antonio Banderas se enamore de su secretaria Naomi Watts, en vez de hacerlo de la pintora recomendada como artista por dicha secretaria, historias ambas que habrían añadido más jaleo aún a la película, y que en mi opinión hubieran dado un aire totalmente rocambolesco a la película, pero que, perdidos al río, no le vendría nada mal.
Por lo tanto, en mi opinión, la película se queda a la mitad y en el fondo vale más como drama que como comedia.
Nota un 4 sobre 10.
28 de agosto de 2010
28 de agosto de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es Woody Allen, el de las últimas comedias, el de las historias ligeras ausentes (casi) de carcajadas y que aspiran a reflejar una suerte de existencialismo "Woodyallenesco", el que repite el molde del corazón de sus personajes cambiándoles solo las caras, el que entretiene y divierte tan agradablemente que le perdonas que, otra vez, "esta no es su mejor película". No hay que buscar obras maestras en Allen. Hace tiempo que no se habla de trabajo "histórico" al referirse a la última del autor neoyorkino. Aún así, siempre merece la pena si ya te has afiliado a su sesgo cinematográfico, si te has acomodado a su humor sutil o delirante, según el momento o si, simplemente, te caen bien su decálogo de personajes recurrentes, enfermos de "Woodyallenismo", y que volverás a encontrarte en "Conocerás al hombre de tus sueños".
Nada nuevo... dos horas de buen cine, de interesantes e inesperadas historias, de un autor cada vez más previsible.
Nada nuevo... dos horas de buen cine, de interesantes e inesperadas historias, de un autor cada vez más previsible.
29 de agosto de 2010
29 de agosto de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es sorprendente que, entre los más críticos de esta película, se encuentren algunos que dicen ser admiradores del director, pero que esta vez les ha decepcionado. A mí nunca me decepciona. Algunas de sus películas, es verdad, son mejores o otras mucho más todavía, pero, hasta la peor de Woody Allen, muchos directores que todos sabemos, estarían encantados de haber sabido filmarla.
En esta, como en todas sus películas, hay un guión perfecto. Perfecto. Siempre hay situaciones graciosas, frases ingeniosas, personajes patéticos o tiernos o maquiavélicos o tontos con apariencia de enigmáticos o triunfadores despreciables...o todo ello junto... y siempre, siempre, intelectuales ridículos, la mayoría de las veces, interpretados por él mismo, que no le duelen prendas al mostrarse como es: gracioso, inteligente, neurótico, inseguro, eyaculador precoz, patético... No hay nadie en el cine que se haya reído de sí mismo como este hombre. Por eso, porque siempre hace la misma película, siempre nueva y siempre la misma, por eso vamos todos sus auténticos admiradores, a verla en cuanto la estrenan: porque ya hace un año que no hemos visto SU película... y queremos volver a verla... con los giros nuevos con que nos sorprende en cada una de ellas nuestro querido y neurótico genio.
No te la pierdas, de verdad... como siempre pasa con las películas de Woody Allen, cuando acaba te preguntas... ¿Cómo? ¿ha durado hora y media o sólo diez minutos?
En esta, como en todas sus películas, hay un guión perfecto. Perfecto. Siempre hay situaciones graciosas, frases ingeniosas, personajes patéticos o tiernos o maquiavélicos o tontos con apariencia de enigmáticos o triunfadores despreciables...o todo ello junto... y siempre, siempre, intelectuales ridículos, la mayoría de las veces, interpretados por él mismo, que no le duelen prendas al mostrarse como es: gracioso, inteligente, neurótico, inseguro, eyaculador precoz, patético... No hay nadie en el cine que se haya reído de sí mismo como este hombre. Por eso, porque siempre hace la misma película, siempre nueva y siempre la misma, por eso vamos todos sus auténticos admiradores, a verla en cuanto la estrenan: porque ya hace un año que no hemos visto SU película... y queremos volver a verla... con los giros nuevos con que nos sorprende en cada una de ellas nuestro querido y neurótico genio.
No te la pierdas, de verdad... como siempre pasa con las películas de Woody Allen, cuando acaba te preguntas... ¿Cómo? ¿ha durado hora y media o sólo diez minutos?
31 de agosto de 2010
31 de agosto de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen tema solo que parece una típica telenovela colombiana sin sentido.
Sinceramente predecible y como todas las de Woody Allen.
Antonio Banderas hace que suba la nota este film.
De sexo, amor y aburrimiento entre parejas.
Amor, sexo, humor y traiciones. Las vidas de varios personajes cuyas pasiones, ambiciones y angustias tendrán como consecuencia todo tipo de conflictos que irán desde la locura hasta el peligro. Esta comedia dramática gira en torno a diferentes miembros de una familia, sus variadas vidas amorosas y sus intentos de solucionar sus complicados romances.
Sinceramente predecible y como todas las de Woody Allen.
Antonio Banderas hace que suba la nota este film.
De sexo, amor y aburrimiento entre parejas.
Amor, sexo, humor y traiciones. Las vidas de varios personajes cuyas pasiones, ambiciones y angustias tendrán como consecuencia todo tipo de conflictos que irán desde la locura hasta el peligro. Esta comedia dramática gira en torno a diferentes miembros de una familia, sus variadas vidas amorosas y sus intentos de solucionar sus complicados romances.
4 de septiembre de 2010
4 de septiembre de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Woody Allen ya no está para grandes monumentos a su labor. Hace tiempo que dejó que sus películas de los 70 y 80 reescribieran las de los 90 y 2000 (exceptuando Si la cosa funciona, que fue concebida en los 70 aunque rodada el año pasado). El director de Manhattan da rienda suelta a sus manías, idas y venidas sobre la madurez y la relación de parejas para servirnos todo como el descuidado camarero que deja que la comida se enfrié en la barra antes de llegar a la mesa. Fría, parcialmente vacía y con poco sentimiento. Así es la nueva película del maestro.
Me asombra que a medida que Allen se hace mejor director, se vuelve más mediocre como guionista. Sus últimas direcciones están por encima de sus historias y parecen contarnos más cosas que la que dicen sus protagonistas a través del guion. El problema es que se repite y que tiene un ritmo entrecortado que evita que el espectador se meta de lleno en la historia. Es el problema que hay cuando alternas historias para que se abastezcan unas de otras simbólicamente, que habrá alguna mejor que otra y te dará pereza cuando se inicie un nuevo capítulo de la que no te interesa. A pesar de esto hay que decir en su favor que es de los pocos directores que hacen que su película tenga magia en algún momento de la misma y que esta rezume un sabor a clásico (debido a la dirección, los personajes y el tema escogido como las relaciones de pareja) que me hace preguntar si Allen no se hubiera encontrado en su salsa en las comedias de los 40 y 50. La utilización de la música, como de costumbre, es notable, aunque no siempre la elección.
Uno de los principales problemas de la película es el error de casting de tener a Brolin y Hopkins, dos actores sólidos que cumplen con su cometido pero que no tienen alma para este tipo de película, es como ver a un koala comiéndose un rinoceronte, es raro y poco creíble. El resto del reparto está bien con especial mención al verdadero monstruo interpretativo del film, que no es otra que Gemma Jones. Jones se come a Watts y Brolin, y domina el espacio con insultante facilidad. Es el toque cómico de la película pero también el dramático y soporta ese peso dándolo todo de ella misma y demostrando que puede haber papeles interesantes para mujeres de su edad si se interpretan con sentido. Un óscar para esta señora, por favor. Por cierto, Banderas no molesta, cumple. Como curiosidad, el grandioso Philip Glenister (Gene Hunt en Life On Mars) sale unos minutos.
En resumen, una película ciertamente decepcionante con algunos toques clásicos de Allen, que sigue demostrando con el paso de los años que el gran enemigo de sus películas nuevas es él mismo y su filmografía anterior. Viendo que el protagonista de su siguiente película va a ser el inefable Owen Wilson no creo que presenciemos una resurrección del clarinetista neoyorquino. Espero equivocarme.
Me asombra que a medida que Allen se hace mejor director, se vuelve más mediocre como guionista. Sus últimas direcciones están por encima de sus historias y parecen contarnos más cosas que la que dicen sus protagonistas a través del guion. El problema es que se repite y que tiene un ritmo entrecortado que evita que el espectador se meta de lleno en la historia. Es el problema que hay cuando alternas historias para que se abastezcan unas de otras simbólicamente, que habrá alguna mejor que otra y te dará pereza cuando se inicie un nuevo capítulo de la que no te interesa. A pesar de esto hay que decir en su favor que es de los pocos directores que hacen que su película tenga magia en algún momento de la misma y que esta rezume un sabor a clásico (debido a la dirección, los personajes y el tema escogido como las relaciones de pareja) que me hace preguntar si Allen no se hubiera encontrado en su salsa en las comedias de los 40 y 50. La utilización de la música, como de costumbre, es notable, aunque no siempre la elección.
Uno de los principales problemas de la película es el error de casting de tener a Brolin y Hopkins, dos actores sólidos que cumplen con su cometido pero que no tienen alma para este tipo de película, es como ver a un koala comiéndose un rinoceronte, es raro y poco creíble. El resto del reparto está bien con especial mención al verdadero monstruo interpretativo del film, que no es otra que Gemma Jones. Jones se come a Watts y Brolin, y domina el espacio con insultante facilidad. Es el toque cómico de la película pero también el dramático y soporta ese peso dándolo todo de ella misma y demostrando que puede haber papeles interesantes para mujeres de su edad si se interpretan con sentido. Un óscar para esta señora, por favor. Por cierto, Banderas no molesta, cumple. Como curiosidad, el grandioso Philip Glenister (Gene Hunt en Life On Mars) sale unos minutos.
En resumen, una película ciertamente decepcionante con algunos toques clásicos de Allen, que sigue demostrando con el paso de los años que el gran enemigo de sus películas nuevas es él mismo y su filmografía anterior. Viendo que el protagonista de su siguiente película va a ser el inefable Owen Wilson no creo que presenciemos una resurrección del clarinetista neoyorquino. Espero equivocarme.
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