Conocerás al hombre de tus sueños
2010 

5.9
21,861
Drama. Comedia
La historia sigue a un par de matrimonios, Alfie (Anthony Hopkins) y Helena (Gemma Jones), y su hija Sally (Naomi Watts) y su marido Roy (Josh Brolin), mientras sus pasiones, ambiciones y ansiedades les llevan a meterse en problemas y a perder la cabeza. A pesar de los intentos de estos personajes por esquivar sus problemas con quimeras y planes impracticables, sus esfuerzos sólo conducen a la angustia, la irracionalidad y el peligro.
13 de septiembre de 2010
13 de septiembre de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me duele dar esta valoración a una película de Woody Allen, uno de mis directores preferidos, sin duda, pero acabo de salir del cine con un cabreo importante. Me he aburrido, diría que durante el 80% de la película, lo cual ya es indicativo, pero lo peor, para mi, ha sido soportar a la madre de Naomi Watts, una vieja loca que no sólo no para de engañarse a si misma, lo cual tiene un pase, pero resulta irritante que no se pueda callar ni un solo instante ni sea capaz de dejar de decir memeces. Así pues sólo he sacado una cosa en claro, que si yo hubiese sido Josh Brolin la hubiese puesto " a vivir su siguiente vida" bien rapidito.
Espero nadie se me sienta ofendido por el título, si es así disculpas anticipadas, supongo que me ha cogido en un mal día...
Espero nadie se me sienta ofendido por el título, si es así disculpas anticipadas, supongo que me ha cogido en un mal día...
27 de septiembre de 2010
27 de septiembre de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta película sospecho que o bien woody allen está perdiendo facultades, o bien estaba muy liado de trabajo y encargó la peli a otro: echo de menos en "encontrarás al hombre de tus sueños" la chispa irónica de otras peliculas, así como la fotografía con esos tonos de luz amarillenta que utilizaba para sus escenas interiores.
Se me hace "rara", lo que dije al principio, parece hecha por otro, una imitación.
Se me hace "rara", lo que dije al principio, parece hecha por otro, una imitación.
1 de mayo de 2011
1 de mayo de 2011
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Woody Allen sigue plasmando en sus películas su universo mental sobre las emociones, el amor, la infidelidad y la neurosis; esta película es prueba de ello.
Nos venden este film como una comedia, pero al parecer, lo único divertido en toda esta historia es el personaje de la madre de la protagonista, que con sus excentricidades, su ingenuidad y sus teorías esotéricas, crea el contrapunto simpático a toda esta maraña de inseguridades, acidez y desolación.
Tampoco es el cuento de hadas que pronostica el título, ni la película de romance con “chica conoce a chico” y “vivieron felices para siempre”. Así, que si se visiona esta cinta con las esperanzas puestas en la promesa implícita del título de la película o en el género bajo el cuál la han catalogado, muy probablemente, quedará la sensación de decepción o desconcierto al finalizar la proyección de la misma.
Si no se toman literalmente las referencias que nos han dado en el cartel, es posible acoger esta película de una forma diferente, acogerla como una más del estilo Allen, que cuenta con la ironía a flor de piel, y con una fotografía adecuada para envolver la historia en ese ambiente frío de relaciones interpersonales poco recíprocas, que es de lo que realmente trata esta película.
Protagonizada con una Naomi Watts maravillosa, dotada de un reparto interesante y con un Banderas correcto que podría haber explotado un poco más su personaje.
En resumidas cuentas: una película sin pena ni gloria para pasar un rato entretenido una tarde de fin de semana.
Nos venden este film como una comedia, pero al parecer, lo único divertido en toda esta historia es el personaje de la madre de la protagonista, que con sus excentricidades, su ingenuidad y sus teorías esotéricas, crea el contrapunto simpático a toda esta maraña de inseguridades, acidez y desolación.
Tampoco es el cuento de hadas que pronostica el título, ni la película de romance con “chica conoce a chico” y “vivieron felices para siempre”. Así, que si se visiona esta cinta con las esperanzas puestas en la promesa implícita del título de la película o en el género bajo el cuál la han catalogado, muy probablemente, quedará la sensación de decepción o desconcierto al finalizar la proyección de la misma.
Si no se toman literalmente las referencias que nos han dado en el cartel, es posible acoger esta película de una forma diferente, acogerla como una más del estilo Allen, que cuenta con la ironía a flor de piel, y con una fotografía adecuada para envolver la historia en ese ambiente frío de relaciones interpersonales poco recíprocas, que es de lo que realmente trata esta película.
Protagonizada con una Naomi Watts maravillosa, dotada de un reparto interesante y con un Banderas correcto que podría haber explotado un poco más su personaje.
En resumidas cuentas: una película sin pena ni gloria para pasar un rato entretenido una tarde de fin de semana.
3 de julio de 2011
3 de julio de 2011
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con los años las películas de Allen han ido adquiriendo un tono cómodo; un tono discretamente aburguesado. Conocerás al hombre de tus sueños es una más de esas comedias un tanto dispersas en las que se dan cita algunas luminarias para pasarla bien sin mayor entrega, sin derramar una sola gota de pasión. Por la forma como está construida la historia sus actores están juntos pero no se encuentran; hacen lo suyo pero dejando esa incómoda impresión de haber actuado bajo la condición de evitar cualquier colisión, cualquier comparación. .
La idea de la que la película toma su nombre es atractiva. Que tan disparatado, ignorante o respetable pueda ser el confiar en aquellos que pronostican el futuro es el sugerente planteamiento con el que arranca Conocerás al hombre de tus sueños. Sin embargo y pese a habérsela usado como punto desencadenante de toda la historia, esta idea de la propensión humana a refugiarnos en promesas redentoras, se queda a mitad de camino reducida a una simple caricatura. Este Allen ya no se arriesga, se conforma con unas finas pinceladas con las cuales, en conjunto, no se pinta mayor cosa.
El genio de Annie Hall y Zelig vuelve otra vez, pero ahora sin el brillo de entonces, a la obsesión en torno a la imposibilidad de una relación de pareja estable. Lo de Allen se ha vuelto una divagación repetitiva y libre sobre una búsqueda sin hallazgos: nunca nos encontramos de una manera definitiva con el otro, nos le acercamos con danzas rituales que siempre terminan en infidelidades, en rupturas y en atracciones ilusas que llevan siempre la impronta de un fracaso asegurado.
Encontrarás al hombre de tus sueños confirma lo que se sabe hace ya mucho tiempo: que Allen sabe contar bien sus historias pero también confirma lo que viene sabiéndose hace menos tiempo y es que Allen se siente a gusto - y que poco o nada le interesa que tantos compartan ese gusto – haciendo estos divertimentos cultos a los que siempre se prestan sus actores preferidos - o los de moda - con el solo guiño del clarinetista de Manhattan.
Divertimentos que nunca serán banales o superficiales. En Allen siempre habrá - y la hay en Encontrarás al hombre de tus sueños - una crítica desalmada de las modas, los afanes, las petulancias y los dogmas con los que los hombres intentan huir de sus inseguridades y de sus penurias. Lo valioso de esta y de todas y cada una de sus películas es que nunca se deja llevar por juicios moralistas o por desenlaces justicieros. Cada personaje termina encarando el destino que el azar le depara sin que en ello intervengan merecimientos, premios o castigos. A aquel a quien la suerte le sonría bien puede ser que la desdicha lo espere a la vuelta de la esquina. Y viceversa. De esa incertidumbre están tejidas nuestras vidas y ese ha sido, desde siempre, el tema recurrente de las películas de Allen.
La idea de la que la película toma su nombre es atractiva. Que tan disparatado, ignorante o respetable pueda ser el confiar en aquellos que pronostican el futuro es el sugerente planteamiento con el que arranca Conocerás al hombre de tus sueños. Sin embargo y pese a habérsela usado como punto desencadenante de toda la historia, esta idea de la propensión humana a refugiarnos en promesas redentoras, se queda a mitad de camino reducida a una simple caricatura. Este Allen ya no se arriesga, se conforma con unas finas pinceladas con las cuales, en conjunto, no se pinta mayor cosa.
El genio de Annie Hall y Zelig vuelve otra vez, pero ahora sin el brillo de entonces, a la obsesión en torno a la imposibilidad de una relación de pareja estable. Lo de Allen se ha vuelto una divagación repetitiva y libre sobre una búsqueda sin hallazgos: nunca nos encontramos de una manera definitiva con el otro, nos le acercamos con danzas rituales que siempre terminan en infidelidades, en rupturas y en atracciones ilusas que llevan siempre la impronta de un fracaso asegurado.
Encontrarás al hombre de tus sueños confirma lo que se sabe hace ya mucho tiempo: que Allen sabe contar bien sus historias pero también confirma lo que viene sabiéndose hace menos tiempo y es que Allen se siente a gusto - y que poco o nada le interesa que tantos compartan ese gusto – haciendo estos divertimentos cultos a los que siempre se prestan sus actores preferidos - o los de moda - con el solo guiño del clarinetista de Manhattan.
Divertimentos que nunca serán banales o superficiales. En Allen siempre habrá - y la hay en Encontrarás al hombre de tus sueños - una crítica desalmada de las modas, los afanes, las petulancias y los dogmas con los que los hombres intentan huir de sus inseguridades y de sus penurias. Lo valioso de esta y de todas y cada una de sus películas es que nunca se deja llevar por juicios moralistas o por desenlaces justicieros. Cada personaje termina encarando el destino que el azar le depara sin que en ello intervengan merecimientos, premios o castigos. A aquel a quien la suerte le sonría bien puede ser que la desdicha lo espere a la vuelta de la esquina. Y viceversa. De esa incertidumbre están tejidas nuestras vidas y ese ha sido, desde siempre, el tema recurrente de las películas de Allen.
28 de agosto de 2010
28 de agosto de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me dispongo a escribir esta crítica debido al vapuleo abrumador que está recibiendo el largometraje. A decir verdad, inmediatamente después del visionado, no entendí demasiado de qué iba todo el asunto, pero, tras pasar un rato pensando, llegué a una conclusión que me convenció de tal manera que una película que se hubiese merecido mi más sincera repulsa, pasase a ser una reflexión interesante de lo que expondré a continuación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Grosso modo, este trabajo se me plantea como una tesis acerca de los Cambios (sí, con mayúsculas) que, de forma más o menos voluntaria, se establecen en la vida de cualquier persona.
-¿Por qué una película tan coral en vez de centrarse en un par de personajes para resolver la cuestión de una forma más sencilla? En mi opinión, el director expande el abanico hasta mostrar todas las posibilidades. De no haber hecho esto, la película podría haber pecado de irreal y demagógica.
-Finalmente, Woody Allen, apelando al papel de autor, expone su punto de vista acerca de la cuestión: los cambios que cada uno decida llevar a cabo no deberían ser forzados para dejar que se desarrollen fluidamente en un intento de asegurar un buen fin. Creo que esto se demuestra en la última escena, en la que podemos contemplar que la única persona que acaba obteniendo algo positivo es la madre de Naomi Watts.
Y esto es todo. Sólo me queda decir que, independientemente de lo graciosa que le resulte a cada uno, estoy muy de acuerdo en eso de que la película per se no va de nada, pero yo no creo que una persona como Woody Allen no haya querido decir algo con ella, aunque no tenga nada que ver con lo que yo piense.
-¿Por qué una película tan coral en vez de centrarse en un par de personajes para resolver la cuestión de una forma más sencilla? En mi opinión, el director expande el abanico hasta mostrar todas las posibilidades. De no haber hecho esto, la película podría haber pecado de irreal y demagógica.
-Finalmente, Woody Allen, apelando al papel de autor, expone su punto de vista acerca de la cuestión: los cambios que cada uno decida llevar a cabo no deberían ser forzados para dejar que se desarrollen fluidamente en un intento de asegurar un buen fin. Creo que esto se demuestra en la última escena, en la que podemos contemplar que la única persona que acaba obteniendo algo positivo es la madre de Naomi Watts.
Y esto es todo. Sólo me queda decir que, independientemente de lo graciosa que le resulte a cada uno, estoy muy de acuerdo en eso de que la película per se no va de nada, pero yo no creo que una persona como Woody Allen no haya querido decir algo con ella, aunque no tenga nada que ver con lo que yo piense.
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