Por si la nota no lo dejaba claro, Wicked me ha parecido espectacular, pero es especialmente significativo que me resista a darle un 10 que durante gran parte del film creía que le iba a dar hasta que la película terminó. No hay prácticamente pegas que ponerle a Wicked: su trama entretiene, juega hasta cierto punto con tus expectativas y los clichés del género, tiene un comentario político sorprendentemente potente y muy bien manejado…los personajes son todos de 10, por lo bien escritos que están (sobre todo Elphaba claro, con una historia que te hace empatizar con ella) y lo increíblemente carismáticos que están todos y cada uno de los actores: desde un magnético Jonathan Bailey hasta un juguetón Jeff Goldblum, sin olvidar a una Michelle Yeoh que aunque cumple, promete mucho más de cara a la segunda entrega, y por supuesto una Ariana Grande que hace suya a Glinda en un papel divertidísimo. Aunque evidentemente la estrella indiscutible de la función es una descomunal Cynthia Erivo, que además tiene una voz como pocas han visto los musicales de Hollywood. Súmale lo increíblemente buena que es la BSO y los números musicales, con coreografías y producción mágicas.
¿Cuál es el “problema”? Que es una parte uno, y se nota demasiado. No tanto mientras la ves, pero si cuando acaba de una manera tan relativamente brusca, dejando demasiadas cosas para la secuela para la que hay esperar UN AÑO. Merece la pena haber estado todo esto tiempo en la primera parte de la historia, pero no el tener que esperar tanto para ver lo verdaderamente jugoso. Se siente como sí Capitán América: El primer vengador hubiera acabado cuando Steve se vuelve un súper soldado. Y cuanto se suele tardar en contar el origen previo a ese momento “click” del héroe (o antihéroe, o lo que sea) de una historia? Media hora, 45 minutos. Wicked le ha dedicado una película entera, una película magnífica, pero que en su conjunto no vuela tan alto.
Cuando tengamos la parte dos valoraremos esta mucho mejor (siempre que esa parte dos cumpla con unas expectativas que ahora están por las nubes), pero ojalá hubiésemos estado ante una parte uno que se sostuviera enteramente por sí misma como Dune o It. En fin, os dejo, que tengo que escuchar y cantar a pleno pulmón Defying Gravity.