Florian Zeller adapta su propia obra de teatro a la gran pantalla y no sé cómo será la obra original pero la película la veo bien, correcta.

Los premios que se haya podido llevar Anthony Hopkins son merecidísimos. Él es esta película y sin él no sería lo que es. Una sola mirada suya, una sola expresión, son mejor que todo lo que puedan interpretar muchos otros actores que nunca llegarán a este saber hacer de la escuela británica, y además retro. Dadas las circunstancias, es posible que la implicación emocional de Hopkins con «El padre» haya sido alta.

Es verdad que la película es confusa, al menos hasta que llegas a entender lo que está pasando y te das cuenta de que estamos asistiendo a cómo percibe el protagonista la realidad debido a su demencia. Ese retrato de la enfermedad es en mi opinión lo más superfluo de la historia, no creo que sea la trama definitiva ni lo que le dé valor a la película.

En cambio, es el lado humano, paternal, lo más valioso de «El padre». Anthony representa la vulnerabilidad en la vejez de un modo conmovedor y sensible. En el fondo, «El padre» es una película muy triste, tan triste como la mirada de Anthony al sentirse abandonado.

Como frivolidad, debo decir lo apuesto que sigue siendo Rufus Sewell. ¿Es que este hombre no envejece?

Una notable película que desarrolla en la sencillez de su argumento el tema de la demencia senil vivido desde la piel del protagonista. Anthony Hopkins y Olivia Colman, bordan sus personajes y el resto de actores acompaña muy bien toda la trama.

Ahora, si lo que quieres es ir al cine a pasar un rato ameno, no recomiendo esta película para nada, simplemente porque es, dura no, lo siguiente. Mejor una comedia sino quieres salir de la sala con la moral por los suelos.

La vida misma te lleva a entender esta OBRA MAESTRA, Hopkins demuestra su inagotable talento y capacidad de transmitir emociones que hacen que inevitablemente te conectes con cada situación. un campo de permanente negación humana como es la edad adulta y sus invariables cambios. maravillosa y emotiva.

Una película sobria y emotiva. Te hace meterte en la piel de muchos ancianos y aprendes mucho sobre el trato a personas mayores. En cuanto a la interpretación destacaría a Anthony Hopkins y a Olivia Colman.
Me a llamado la atención la ambientación. Es muy interesante el detalle de utilizar mucho el color azul y los escenarios en los que se desarrolla la cinta que dan una sensación de tranquilidad y protección y a la vez de estar atrapado. Lo que más me a gustado es que a pesar de tratarse de una historia sencilla, no es para nada predecible.

Aparte de la gran interpretación asegurada por Hopkins (también de Olivia Colman) y de una historia desgraciadamente muy real y admirablemente bien contada, esta película me ha aportado una experiencia nueva. El director ha conseguido otra dimensión en el relato de un concepto. No la cuenta, sino que consigue que el espectador la viva, aportando una increíble compresión de la trama. Brillante y muy recomendable.