El Karate Kid
6.1
60,930
Drama
Daniel Larusso llega a Los Ángeles procedente de la costa Este de Estados Unidos dispuesto a hacer nuevos amigos. Sin embargo, se convierte en el blanco de los ataques de los Cobras, un hostil grupo de estudiantes de kárate, cuando comienza a salir con Ali, la antigua novia del cabecilla del grupo. En tal situación, no tiene más remedio que pedirle ayuda a Miyagi, un maestro de artes marciales, para que le enseñe kárate. Bajo la tutela ... [+]
11 de octubre de 2013
11 de octubre de 2013
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
De todos los machacados por los abusones del colegio; en nombre de todos aquellos humillados que son el sparring involuntario de los matones de instituto; de los que sufren insultos y tienen miedo de ir a clase para no toparse con ese que es dos tallas más grande o tiene más mala uva que tú; para todos ellos, «Karate Kid» es una buena dosis de esperanza.
Las cosas, claro, no son tan fáciles como nos la pinta aquí Avildsen, pero se agradece, de todos modos, el retrato bastante realista de las intrigas juveniles y los buenos propósitos que impregnan la película, donde incluso el más «malo» de todos terminará demostrado gran nobleza, cosa que me ha encantado. Lo que sí es para ponerse a llorar es que un chaval con el físico y los precedentes de Daniel (Ralph Macchio) se haga un experto karateka en un par de semanas y participe en un campeonato oficial de igual a igual con quienes seguramente se han entrenado duramente durante años. A mi esto me toca un poco las narices. Y no menos inquietante es ver cómo la chica más popular del instituto, que es un cielo de niña (Elisabeth Shue), nada más verle se enamora de Daniel, que es un esqueleto andante con un discretísimo atractivo, sin que el muchacho tenga que preocuparse lo más mínimo por conquistarla.
En fin, que entre una cosa y otra te empiezas a mosquear lo bastante como para que te digas que «Karate Kid» es una grandísima fantasmada, con un ataque «de la grulla» inconmensurablemente lamentable que sólo produce risa. El maestro Miyagi es encantador y su entrenamiento, por estrambótico, se convierte en clásico. Amena y conservadora, pero nada más.
Las cosas, claro, no son tan fáciles como nos la pinta aquí Avildsen, pero se agradece, de todos modos, el retrato bastante realista de las intrigas juveniles y los buenos propósitos que impregnan la película, donde incluso el más «malo» de todos terminará demostrado gran nobleza, cosa que me ha encantado. Lo que sí es para ponerse a llorar es que un chaval con el físico y los precedentes de Daniel (Ralph Macchio) se haga un experto karateka en un par de semanas y participe en un campeonato oficial de igual a igual con quienes seguramente se han entrenado duramente durante años. A mi esto me toca un poco las narices. Y no menos inquietante es ver cómo la chica más popular del instituto, que es un cielo de niña (Elisabeth Shue), nada más verle se enamora de Daniel, que es un esqueleto andante con un discretísimo atractivo, sin que el muchacho tenga que preocuparse lo más mínimo por conquistarla.
En fin, que entre una cosa y otra te empiezas a mosquear lo bastante como para que te digas que «Karate Kid» es una grandísima fantasmada, con un ataque «de la grulla» inconmensurablemente lamentable que sólo produce risa. El maestro Miyagi es encantador y su entrenamiento, por estrambótico, se convierte en clásico. Amena y conservadora, pero nada más.
7 de octubre de 2013
7 de octubre de 2013
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Karate Kid" tiene el grave inconveniente que para ser una película de artes marciales, cuenta con un protagonista que no tiene ni pajolera idea. Observad que ni siquiera sabe ponerse en guardia, optando por una especie de tembleque que me recuerda más a las poses de Chiquito de la Calzada que a un luchador de verdad. El golpe de la grulla no es sólo patético sino que es casi imposible golpear a alguien con él. Ni siquiera tiene cuerpo pues Ralph Macchio es un tirillas. Acostumbrado en mi niñez al portento de un Bruce Lee o un Van Damme, esta carencia es la que me ha hecho siempre ver "Karate Kid" con enorme desconfianza tirando a risa, aunque reconozco que las pelea son bastante realistas dado este problema. Por cierto, el que sabe pelear aquí, es un tal Darryl Vidal, el contrincante en semifinales de John Lawrence (William Zabka), cuya primera aparición, explosiva y llena de agilidad, delata que está muy por encima del resto, siendo el único, junto a otro muchacho, cinturón negro.
Dicho lo cual, si en la parte estrictamente de artes marciales es más bien mediocre, en la otra, medio drama, medio comedia romántica juvenil, cumple. Incluso con todos sus defectos, a los niños y a los más crecidos les puede emocionar este curioso entrenamiento al que somete Miyagi (Pat Morita) a su alumno Daniel Larusso (Ralph Macchio), fantasioso pero con cierta base. Mientras otros se preocupan en enseñar a pegar, él se conforma con lo básico, los movimientos, los bloqueos y sobre todo, la capacidad mental, el equilibrio. Como le dice, lo que se aprende con el karate es una lección que sirve para la vida corriente. No está mal, pero me interesa más este extraño romance con una Ali (Elisabeth Shue) no sólo más que mona, animadora por supuesto, sino encantadora y de buena posición. No me cae mal este Daniel ni es feo pero ¿no hay nadie que se pirre por sus huesos en ese exclusivo club y que no sea malo? No sé, no me creo mucho la historia. Veremos a ver que pasa en las secuelas.
Dicho lo cual, si en la parte estrictamente de artes marciales es más bien mediocre, en la otra, medio drama, medio comedia romántica juvenil, cumple. Incluso con todos sus defectos, a los niños y a los más crecidos les puede emocionar este curioso entrenamiento al que somete Miyagi (Pat Morita) a su alumno Daniel Larusso (Ralph Macchio), fantasioso pero con cierta base. Mientras otros se preocupan en enseñar a pegar, él se conforma con lo básico, los movimientos, los bloqueos y sobre todo, la capacidad mental, el equilibrio. Como le dice, lo que se aprende con el karate es una lección que sirve para la vida corriente. No está mal, pero me interesa más este extraño romance con una Ali (Elisabeth Shue) no sólo más que mona, animadora por supuesto, sino encantadora y de buena posición. No me cae mal este Daniel ni es feo pero ¿no hay nadie que se pirre por sus huesos en ese exclusivo club y que no sea malo? No sé, no me creo mucho la historia. Veremos a ver que pasa en las secuelas.
28 de noviembre de 2011
28 de noviembre de 2011
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ejemplo claro de cómo los ojos de un niño pueden ampliar lo que está viendo. Esta película pierde muchísimo vista 30 años después, pero en aquel momento todos emulábamos por la calle la patada de la grulla de Daniel Larusso.
Quitándonos las anteojeras y los prejuicios de la nostalgia, nos encontramos con una historia de amistad entre dos personajes muy distintos, y el clásico rollo de superación personal para vencer los problemas. Desde luego lo mejor del film es el entrañable señor Miyagi, que habla poco pero cada vez que lo hace sube el pan. En cuanto a las artes marciales, en el fondo aparecen muy poco tiempo, y las luchas en el torneo son bastante escuetas. Sin embargo, solo por la actuación de Pat Morita, es muchísimo superior al remake con Jackie Chan.
De todas formas está película está muy sobrevalorada por la nostalgia de los que la vimos de niños.
Quitándonos las anteojeras y los prejuicios de la nostalgia, nos encontramos con una historia de amistad entre dos personajes muy distintos, y el clásico rollo de superación personal para vencer los problemas. Desde luego lo mejor del film es el entrañable señor Miyagi, que habla poco pero cada vez que lo hace sube el pan. En cuanto a las artes marciales, en el fondo aparecen muy poco tiempo, y las luchas en el torneo son bastante escuetas. Sin embargo, solo por la actuación de Pat Morita, es muchísimo superior al remake con Jackie Chan.
De todas formas está película está muy sobrevalorada por la nostalgia de los que la vimos de niños.
12 de marzo de 2007
12 de marzo de 2007
24 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realmente lo único destacable de este filme es el personaje del señor Miyagi. Una especie de maestro, un guía de apariencia endeble, ancestral y senil, pero que lleva consigo una correcta filosofía para el arte de la pelea. Y su posición de ataque de “la grulla” siempre será recordada en el cine.
27 de septiembre de 2005
27 de septiembre de 2005
4 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pués sí, es una peli mediocrilla, con personajes y situaciones esterotipadas y dirigida a un público determinado, el título da pistas. Pero cuando una película así está minimamente bien hecha, si a tí te apasiona el cine y, encima, eres parte de ese público objetivo, ¡ay! la peli se acaba convirtiendo en parte de tu infancia/adolescencia.
No por eso la peli pasa a ser buena, pero no olvidas las horas que pasaste en tu cuarto dando y puliendo cera, y te sigue emocionando ver a Miyagui saltar la verja hecho un jabato.
No por eso la peli pasa a ser buena, pero no olvidas las horas que pasaste en tu cuarto dando y puliendo cera, y te sigue emocionando ver a Miyagui saltar la verja hecho un jabato.
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