Dahmer - Monstruo: La historia de Jeffrey DahmerMiniserie
2022 

Ian Brennan (Creador), Ryan Murphy (Creador) ...
7.0
15,607
Serie de TV. Drama. Thriller
Miniserie de TV (2022). 10 episodios. La historia del monstruo de Milwaukee, contada desde la perspectiva de las víctimas y la incompetencia policial, que permitió al nativo de Wisconsin emprender una carrera criminal de varios años.
16 de abril de 2024
16 de abril de 2024
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
-LLENA DE VIRTUDES: es la segunda crítica consecutiva que hago a una serie sobre Jeffrey Dahmer “el Carnicero de Milwaukee”. Si bien la anterior era para comentar las deficiencias que tiene “Mi amigo Dahmer” en esta ocasión será hablar de todas las impresionantes virtudes que tiene esta maravilla.
-SORPRESA: lo primero que tengo que aclarar es que es de las pocas veces que una historia que me sé de memoria me sorprende, no contando otra cosa, sino lo que ya sé. Es un mérito enorme. Y en ello tiene que ver el talento de los creadores, de los guionistas (aunque no os lo creáis, es lo primero que veo de Ryan Murphy) y de los directores (hasta la hija de David Lynch, Jennifer, está metida aquí).
-GUION: la trama no es lineal y es un acierto, ese intercalar el presente de cuando lo cogen en 1991 y su pasado desde que es un crío le da no solo más dinamismo a la historia, si no, sobre todo, una mayor comprensión de las causas-consecuencias de los actos de este pobre ser. ¿Pero es que hay causas? Para hacer lo que hizo ninguna. Bien lo dice él: “Creo que siempre he sido así. No creo que haya nada en mi pasado que fuera el detonante” o “Soy alguien extraño, distinto a los demás, siempre lo he sabido” -desde luego todas sus relaciones, también con su familia, son tensas-. Pero sí sirve, y de qué manera, para comprender el ambiente (su familia por ejemplo, su abuela y su padre, que nunca sospechan hasta qué punto es raro o tiene problemas y que las pocas veces que ha querido decirles algo no le han querido escuchar, aunque bastante tienen porque ellos también hacen todo lo posible por ayudarle y es imposible) el ambiente en el que se desarrollaron esos impulsos enfermos que puede controlar al comienzo (con periodos latentes muy largos, con muertes circunstanciales en las que no quiso matarlos, pero que le impulsan luego sí ya matar queriendo "porque bebía y me sentía cada vez más solo" -escalofriante-) pero que poco a poco se irán apoderando de él como les ocurre a todos los asesinos en serie ("por aquel entonces la obsesión ya me dominaba y no hacía nada por frenarme", "era muy fácil hacerlo, por eso pasaba" -escalofriante doble-) para en poco tiempo, con algún otro parón corto ("es curioso, cuando paré es cuando tenía miedo de que me cogieran"), cometer el grueso de todos sus asesinatos (ahora ya sí viviendo solo, en un apartamento de un barrio negro pobre) y su captura final. Porque si algo desprende esta serie es enfermedad. Él está enfermo, el ambiente en el que se cría y luego sigue es enfermo, la forma de escribir los acontecimientos y de dirigir las escenas es enferma. En el mejor (que también es el peor) de los sentidos. Intercalan perfectamente el ambiente constante malsano con momentos de puro escalofrío, generalmente al final de cada capítulo y según va avanzando la serie también entre medias. De la forma más natural, sin aspavientos.
-DIRECCIÓN: realmente impresionante como han conseguido que toda esa atmósfera se nos pegue a la piel y queramos quitarnos esa “suciedad” del cuerpo y de la mente. Ese acompañar a Dahmer en sus desventuras y tristezas y barbarie está conseguido de manera maestra. Y, como comento anteriormente, de forma natural. Eso aún nos turba más la cabeza porque empiezas a verlo todo de forma natural, aunque siempre llegue el momento del vértigo, del escalofrío, de lo surreal, terrible, inimaginable.
-ACTUACIONES: todas enormes, pero lo del chico que hace de Dahmer es simplemente de Óscar si en los Óscar entraran las series (que no entiendo por qué no entran desde hace años, cuando lo mejor que se hace es en series, no en películas. Además de que mantener la excelencia en un personaje durante tantas horas en una serie es mucho más meritorio que mantenerla en una hora y media). Y es que Evan Peters, al que no identifico de haberlo visto antes, aunque le habré visto en cosas secundarias y donde pasaría desapercibido, está colosal. Decía en una entrevista que para meterse en la piel y las entrañas –nunca mejor dicho- de Dahmer tuvo que llegar a sitios muy oscuros de sí mismo y que luego le costó deshacerse de ello. Lo entiendo perfectamente porque yo también soy actor. Enorme en los momentos íntimos, enorme en los momentos tristes y tímidos -qué tímido era- con esa voz y modos tan tranquilos, enorme en los momentos abominables –donde era un depredador, aunque nunca violento, pues esa es otra sorpresa: casi siempre los reducía simplemente poniendo pastillas en las bebidas y sí, después estrangulando-.
-MÁS SORPRESAS: Y es que esa es la otra sorpresa que me llevo, según lo ven los autores de (llamémoslo ya por su nombre) esta obra maestra de lo enfermo. Siempre me lo imaginé como un alcohólico con pulsiones que hizo cosas de las más terribles que ningún ser humano haya hecho jamás, pero no me lo imaginé como alguien que sintiera culpa, que fuera tan desgraciado y que controlara tanto a los demás (no se ponía tan borracho en esos momentos) –el quid de todo: controlar a un ser humano, poseerlo hasta el punto de surrealismo más abominable-, es decir no le conocía en nada. Y eso es aún peor, porque como ya dije empatizas, si no es con él –quiero pensar eso, porque no puede tener jamás nuestra empatía ni nuestro perdón, un ser como él-, al menos sí con todo lo triste y desgraciado y terrible que le envuelve. Una parte que le jodió y ¿le dio un impulso? Y otra que le favoreció e hizo que no le cogieran antes: prejuicios, homofobia, racismo, permisividad, querer no ver nada más que tu realidad, hacer la vista gorda, la incompetencia, la suerte, etc.
-CONCLUSIÓN: Jeffrey Dahmer era un desgraciado y un ser desgraciado, era culpable y un ser que sentía culpa. Y era un hombre muy enfermo, porque si algo te muestra esta serie es que era un hombre, no un monstruo, los monstruos no existen. Un hombre enfermo, desgraciado y culpable que hizo cosas monstruosas -no haré spoiler aquí-. Cuando le detienen les dice a los dos policías: “Por lo que he hecho debería estar muerto”. Pues eso.
-SORPRESA: lo primero que tengo que aclarar es que es de las pocas veces que una historia que me sé de memoria me sorprende, no contando otra cosa, sino lo que ya sé. Es un mérito enorme. Y en ello tiene que ver el talento de los creadores, de los guionistas (aunque no os lo creáis, es lo primero que veo de Ryan Murphy) y de los directores (hasta la hija de David Lynch, Jennifer, está metida aquí).
-GUION: la trama no es lineal y es un acierto, ese intercalar el presente de cuando lo cogen en 1991 y su pasado desde que es un crío le da no solo más dinamismo a la historia, si no, sobre todo, una mayor comprensión de las causas-consecuencias de los actos de este pobre ser. ¿Pero es que hay causas? Para hacer lo que hizo ninguna. Bien lo dice él: “Creo que siempre he sido así. No creo que haya nada en mi pasado que fuera el detonante” o “Soy alguien extraño, distinto a los demás, siempre lo he sabido” -desde luego todas sus relaciones, también con su familia, son tensas-. Pero sí sirve, y de qué manera, para comprender el ambiente (su familia por ejemplo, su abuela y su padre, que nunca sospechan hasta qué punto es raro o tiene problemas y que las pocas veces que ha querido decirles algo no le han querido escuchar, aunque bastante tienen porque ellos también hacen todo lo posible por ayudarle y es imposible) el ambiente en el que se desarrollaron esos impulsos enfermos que puede controlar al comienzo (con periodos latentes muy largos, con muertes circunstanciales en las que no quiso matarlos, pero que le impulsan luego sí ya matar queriendo "porque bebía y me sentía cada vez más solo" -escalofriante-) pero que poco a poco se irán apoderando de él como les ocurre a todos los asesinos en serie ("por aquel entonces la obsesión ya me dominaba y no hacía nada por frenarme", "era muy fácil hacerlo, por eso pasaba" -escalofriante doble-) para en poco tiempo, con algún otro parón corto ("es curioso, cuando paré es cuando tenía miedo de que me cogieran"), cometer el grueso de todos sus asesinatos (ahora ya sí viviendo solo, en un apartamento de un barrio negro pobre) y su captura final. Porque si algo desprende esta serie es enfermedad. Él está enfermo, el ambiente en el que se cría y luego sigue es enfermo, la forma de escribir los acontecimientos y de dirigir las escenas es enferma. En el mejor (que también es el peor) de los sentidos. Intercalan perfectamente el ambiente constante malsano con momentos de puro escalofrío, generalmente al final de cada capítulo y según va avanzando la serie también entre medias. De la forma más natural, sin aspavientos.
-DIRECCIÓN: realmente impresionante como han conseguido que toda esa atmósfera se nos pegue a la piel y queramos quitarnos esa “suciedad” del cuerpo y de la mente. Ese acompañar a Dahmer en sus desventuras y tristezas y barbarie está conseguido de manera maestra. Y, como comento anteriormente, de forma natural. Eso aún nos turba más la cabeza porque empiezas a verlo todo de forma natural, aunque siempre llegue el momento del vértigo, del escalofrío, de lo surreal, terrible, inimaginable.
-ACTUACIONES: todas enormes, pero lo del chico que hace de Dahmer es simplemente de Óscar si en los Óscar entraran las series (que no entiendo por qué no entran desde hace años, cuando lo mejor que se hace es en series, no en películas. Además de que mantener la excelencia en un personaje durante tantas horas en una serie es mucho más meritorio que mantenerla en una hora y media). Y es que Evan Peters, al que no identifico de haberlo visto antes, aunque le habré visto en cosas secundarias y donde pasaría desapercibido, está colosal. Decía en una entrevista que para meterse en la piel y las entrañas –nunca mejor dicho- de Dahmer tuvo que llegar a sitios muy oscuros de sí mismo y que luego le costó deshacerse de ello. Lo entiendo perfectamente porque yo también soy actor. Enorme en los momentos íntimos, enorme en los momentos tristes y tímidos -qué tímido era- con esa voz y modos tan tranquilos, enorme en los momentos abominables –donde era un depredador, aunque nunca violento, pues esa es otra sorpresa: casi siempre los reducía simplemente poniendo pastillas en las bebidas y sí, después estrangulando-.
-MÁS SORPRESAS: Y es que esa es la otra sorpresa que me llevo, según lo ven los autores de (llamémoslo ya por su nombre) esta obra maestra de lo enfermo. Siempre me lo imaginé como un alcohólico con pulsiones que hizo cosas de las más terribles que ningún ser humano haya hecho jamás, pero no me lo imaginé como alguien que sintiera culpa, que fuera tan desgraciado y que controlara tanto a los demás (no se ponía tan borracho en esos momentos) –el quid de todo: controlar a un ser humano, poseerlo hasta el punto de surrealismo más abominable-, es decir no le conocía en nada. Y eso es aún peor, porque como ya dije empatizas, si no es con él –quiero pensar eso, porque no puede tener jamás nuestra empatía ni nuestro perdón, un ser como él-, al menos sí con todo lo triste y desgraciado y terrible que le envuelve. Una parte que le jodió y ¿le dio un impulso? Y otra que le favoreció e hizo que no le cogieran antes: prejuicios, homofobia, racismo, permisividad, querer no ver nada más que tu realidad, hacer la vista gorda, la incompetencia, la suerte, etc.
-CONCLUSIÓN: Jeffrey Dahmer era un desgraciado y un ser desgraciado, era culpable y un ser que sentía culpa. Y era un hombre muy enfermo, porque si algo te muestra esta serie es que era un hombre, no un monstruo, los monstruos no existen. Un hombre enfermo, desgraciado y culpable que hizo cosas monstruosas -no haré spoiler aquí-. Cuando le detienen les dice a los dos policías: “Por lo que he hecho debería estar muerto”. Pues eso.
15 de octubre de 2022
15 de octubre de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recomendada para los amantes del género y del hecho real como base.
Personalmente, destacar la intención de ofrecer diferentes ópticas para contar la historia: la infinidad de capas que envuelven a la lacra del racismo; los daños colaterales a nivel familiar; la subjetividad alrededor de las posibles razones que pueden conducir a alguien a cometer semejantes atrocidades (ambiente, predisposición biológica, carácter multifactorial...); la rutina y todo lo mundano que acompaña a las personas con un déficit en la relaciones sociales...
Personalmente, destacar la intención de ofrecer diferentes ópticas para contar la historia: la infinidad de capas que envuelven a la lacra del racismo; los daños colaterales a nivel familiar; la subjetividad alrededor de las posibles razones que pueden conducir a alguien a cometer semejantes atrocidades (ambiente, predisposición biológica, carácter multifactorial...); la rutina y todo lo mundano que acompaña a las personas con un déficit en la relaciones sociales...
10 de febrero de 2024
10 de febrero de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Admiradora de Ryan Murphy estaba esperando esta serie pues después de Versace quede encantada con su American Crime Story, a sí que quería saber si su Dahmer superaría a Cunanan.
En temas de producción quita el aliento, la cinematografía es asombrosa, ya con solo esos colores amarillentos te da toda la repulsión que la serie quiere transmitir, los escenarios muy conseguidos, estamos a finales de los ochenta principios de los noventa, la ambientación es perfecta, el piso del psicópata te agobia, te asfixia y ese primer capitulo en el que ocurre prácticamente todo allí es brutal. Hay escenas que son pura genialidad que son muy Ryan Murphy por ejemplo meter el tema de los Ovnis y que sin esperarlo aparezca uno cruzando el cielo, no tiene nada que ver con la trama pero ahí está elevando un submundo así es Ryan y por eso me gusta tanto y es que no puede quedarse con una sola trama.
El tema actores es inmejorable Evan Peters a la cabeza interpreta a Dhamer, muso de Ryan hace todo lo que se le diga y más, es una perfecta marioneta, Evan hace cosas en esta serie que ningún otro actor de Hollywood se atrevería hacer directamente.
Richard Jenkins poco se ha hablado de el papelón que hace este hombre como padre de Dahmer.
Niecy Nash también está increíble pero luego hablaremos de su papel.
Realmente todos los que aparecen en esta serie están soberbios.
Ahora bien dicho las buenas cualidades me meto en la zona critica
Mucho cuidado con ver esta serie sin saber quien era el verdadero Dahmer de antemano, porque realmente no enseña nada de el monstruo que era, Dahmer tenía todas las filias más salvajes de el mundo y no le ves asesinando en ningún momento y eso juega en su contra, hace parecer a este tipo como un tío con diferentes filias y que el pobre no fue tratado correctamente por el sistema, la homofobia de la época, que siempre era el raro y fue dejado de lado por todo el mundo cuando necesitaba ayuda psicológica urgentemente y si puede que eso si sea verdad pero Dahmer no es la persona adecuada para hacer ese tipo de critica hacia el sistema y también hacia unos padres. Ese tipo era monstruo sádico y diabólico y tampoco me parece correcto la manera en la que aparece Evan, está muy sexualizado, sobre todo en los primeros capítulos yo creo que ya habrá otras peliculas y series para hacerlo, que Evan es muy atractivo pero aquí Ryan debía haberse contenido que luego pasa lo que ha pasado... , porque algunas personas no saben diferenciar al actor de el personaje... hasta en la propia serie se menciona esa paranoia de enviar cartas a un asesino y enamorarse de el.
Tampoco me ha gustado la manera de narrar la historia y es que si no conoces el caso te pierdes, salta demasiado de un tiempo a otro. Se me hizo algo de bola después de el capitulo 6 y es que después de ese episodio es como si la serie decidiera seguir otro rumbo, hasta el 5 Dahmer es el protagonista pero luego pasa a ser las desdichas de la vecina de Dahmer, Niecy está genial, pero pasa una cosa, yo estoy viendo la serie para ver el caso de Jeff Dahmer, como actuaba, la investigación o la incapacidad policial para detenerlo, no me interesa si a la hija de la vecina la detiene la policía por no se que cosa, que si vale, que es para que veamos como actúa la policía americana pero no me interesa la vecina de Dahmer, lo siento y sinceramente me parece triste, porque las victimas de Dahmer todos fueron hombres y sin embargo te ponen a Niecy como la más victima y no entendí nada, es que parece que si finalmente no le daban el protagonismo a una mujer no estaban tranquilos los productores, vamos que a Netflix le daba dolor de barriga.
Por eso es una serie que se siente extrañamente cortada y poco valiente a la hora de contar la verdad y es que la serie se miente a si misma, no enseñando el sadismo de Dahmer pero sin embargo si diciendo que una de sus víctimas, un chico sordo, era su amante y dando un capitulo entero a esa relación como si fueran una adorable pareja, cuando la familia negó que fueran pareja, no quiero ni pensar en el dolor de esas familias... . Entonces tenemos una serie muy bien hecha cinematográficamente y actoralmente lo vuelvo a decir pero le falta algo.
A si que sigo pensando que la obra maestra de Ryan Murphy sigue siendo Versace más sencilla en temas de producción pero mucho más rica en narración y es una serie mucho más honesta consigo misma.
En temas de producción quita el aliento, la cinematografía es asombrosa, ya con solo esos colores amarillentos te da toda la repulsión que la serie quiere transmitir, los escenarios muy conseguidos, estamos a finales de los ochenta principios de los noventa, la ambientación es perfecta, el piso del psicópata te agobia, te asfixia y ese primer capitulo en el que ocurre prácticamente todo allí es brutal. Hay escenas que son pura genialidad que son muy Ryan Murphy por ejemplo meter el tema de los Ovnis y que sin esperarlo aparezca uno cruzando el cielo, no tiene nada que ver con la trama pero ahí está elevando un submundo así es Ryan y por eso me gusta tanto y es que no puede quedarse con una sola trama.
El tema actores es inmejorable Evan Peters a la cabeza interpreta a Dhamer, muso de Ryan hace todo lo que se le diga y más, es una perfecta marioneta, Evan hace cosas en esta serie que ningún otro actor de Hollywood se atrevería hacer directamente.
Richard Jenkins poco se ha hablado de el papelón que hace este hombre como padre de Dahmer.
Niecy Nash también está increíble pero luego hablaremos de su papel.
Realmente todos los que aparecen en esta serie están soberbios.
Ahora bien dicho las buenas cualidades me meto en la zona critica
Mucho cuidado con ver esta serie sin saber quien era el verdadero Dahmer de antemano, porque realmente no enseña nada de el monstruo que era, Dahmer tenía todas las filias más salvajes de el mundo y no le ves asesinando en ningún momento y eso juega en su contra, hace parecer a este tipo como un tío con diferentes filias y que el pobre no fue tratado correctamente por el sistema, la homofobia de la época, que siempre era el raro y fue dejado de lado por todo el mundo cuando necesitaba ayuda psicológica urgentemente y si puede que eso si sea verdad pero Dahmer no es la persona adecuada para hacer ese tipo de critica hacia el sistema y también hacia unos padres. Ese tipo era monstruo sádico y diabólico y tampoco me parece correcto la manera en la que aparece Evan, está muy sexualizado, sobre todo en los primeros capítulos yo creo que ya habrá otras peliculas y series para hacerlo, que Evan es muy atractivo pero aquí Ryan debía haberse contenido que luego pasa lo que ha pasado... , porque algunas personas no saben diferenciar al actor de el personaje... hasta en la propia serie se menciona esa paranoia de enviar cartas a un asesino y enamorarse de el.
Tampoco me ha gustado la manera de narrar la historia y es que si no conoces el caso te pierdes, salta demasiado de un tiempo a otro. Se me hizo algo de bola después de el capitulo 6 y es que después de ese episodio es como si la serie decidiera seguir otro rumbo, hasta el 5 Dahmer es el protagonista pero luego pasa a ser las desdichas de la vecina de Dahmer, Niecy está genial, pero pasa una cosa, yo estoy viendo la serie para ver el caso de Jeff Dahmer, como actuaba, la investigación o la incapacidad policial para detenerlo, no me interesa si a la hija de la vecina la detiene la policía por no se que cosa, que si vale, que es para que veamos como actúa la policía americana pero no me interesa la vecina de Dahmer, lo siento y sinceramente me parece triste, porque las victimas de Dahmer todos fueron hombres y sin embargo te ponen a Niecy como la más victima y no entendí nada, es que parece que si finalmente no le daban el protagonismo a una mujer no estaban tranquilos los productores, vamos que a Netflix le daba dolor de barriga.
Por eso es una serie que se siente extrañamente cortada y poco valiente a la hora de contar la verdad y es que la serie se miente a si misma, no enseñando el sadismo de Dahmer pero sin embargo si diciendo que una de sus víctimas, un chico sordo, era su amante y dando un capitulo entero a esa relación como si fueran una adorable pareja, cuando la familia negó que fueran pareja, no quiero ni pensar en el dolor de esas familias... . Entonces tenemos una serie muy bien hecha cinematográficamente y actoralmente lo vuelvo a decir pero le falta algo.
A si que sigo pensando que la obra maestra de Ryan Murphy sigue siendo Versace más sencilla en temas de producción pero mucho más rica en narración y es una serie mucho más honesta consigo misma.
6 de noviembre de 2022
6 de noviembre de 2022
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siguiendo Netflix con su catálogo de series adictivas. Esta vez ha puesto a disposición del espectador esta miniserie biográfica sobre el famoso asesino de Milwaukee. Con un arranque trepidante, desasosegante y que por momentos me ha recordado a ‘Mindhunter’, conocemos a Dahmer metido en faena, para ir diseccionando poco a poco su comportamiento y viendo el monstruo en el que se fue, poco a poco convirtiendo.
Con su dosis de casquería y violencia, durante los distintos episodios la serie examina los pormenores que pudieron a hacer que Dahmer se convirtiese en el psicópata que terminó siendo, gracias a una brillante interpretación de su protagonista Evan Peters, planteando si el asesino nace o se hace. Por otro lado, asistimos al terror de los implicados por el comportamiento de este «sujeto»: las distintas víctimas que van cayendo sin saber dónde se estaban metiendo, los vecinos que compartieron «rendijas de ventilación» con él o sus propios progenitores.
Gracias al magnífico ejercicio de retrospección que hacen sus creadores con una labor de documentación encomiable, cabe destacar esos fallos encontrados en el sistema, los policías incompetentes de turno, y los factores del racismo y la homofobia.
A mí, la serie me enganchó desde el primer capítulo, que llega a cortar la respiración. Tiene un montón de personajes muy bien definidos, situaciones interesantes y una factura de lo más reseñable. Casi puedes respirar el hedor que se cuela en los distintos apartamentos.
Una de esas series que aparecerá en los tops personales de final de año.
Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
Con su dosis de casquería y violencia, durante los distintos episodios la serie examina los pormenores que pudieron a hacer que Dahmer se convirtiese en el psicópata que terminó siendo, gracias a una brillante interpretación de su protagonista Evan Peters, planteando si el asesino nace o se hace. Por otro lado, asistimos al terror de los implicados por el comportamiento de este «sujeto»: las distintas víctimas que van cayendo sin saber dónde se estaban metiendo, los vecinos que compartieron «rendijas de ventilación» con él o sus propios progenitores.
Gracias al magnífico ejercicio de retrospección que hacen sus creadores con una labor de documentación encomiable, cabe destacar esos fallos encontrados en el sistema, los policías incompetentes de turno, y los factores del racismo y la homofobia.
A mí, la serie me enganchó desde el primer capítulo, que llega a cortar la respiración. Tiene un montón de personajes muy bien definidos, situaciones interesantes y una factura de lo más reseñable. Casi puedes respirar el hedor que se cuela en los distintos apartamentos.
Una de esas series que aparecerá en los tops personales de final de año.
Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
29 de septiembre de 2022
29 de septiembre de 2022
20 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parecía un tema interesante una miniserie sobre uno de los pirados más pirados de la larga historia de asesinos en serie de EEUU.
Luego veo que anda Ryan Murphy y ya me asusto. Me va a meter ideología progre Netflix una vez más.
A los 10 minutos el tipo en una disco de caza y cuelan un canto gregoriano en latín como si el sujeto tuviera algún tipo de dilema religioso de reprimido sexual. Un canto católico cuando resulta que el personaje real ni era de familia católica y que encima era ateo. Típico antipapismo gringo metido con calzador igual que en la última de Mike Flanagan.
Luego hace como que reza cuando le meten mano.
Y hasta ahí llegué. Que no me cuente Ryan sus traumas. La historia de Dahmer es la que es. Era un zumbado total. Que lo que hacía no era ni por ser homosexual reprimido ni por traumas religiosos. El tipo era ateo declarado y darwinista. Un enfermo mental completo que ya desde niño estaba perturbado con la muerte. Que fueran homosexuales y negros simplemente fue por motivos de que le resultaba más sencillo. Cualquiera que se lea un poco el historial del tipejo y se ahorra varias horas de interpretación ficcionada sobre la realidad.
Que luego encima leo que le pretenden humanizar...
Otra basura manipuladora de Netflix. No caeré en la trampa.
Luego veo que anda Ryan Murphy y ya me asusto. Me va a meter ideología progre Netflix una vez más.
A los 10 minutos el tipo en una disco de caza y cuelan un canto gregoriano en latín como si el sujeto tuviera algún tipo de dilema religioso de reprimido sexual. Un canto católico cuando resulta que el personaje real ni era de familia católica y que encima era ateo. Típico antipapismo gringo metido con calzador igual que en la última de Mike Flanagan.
Luego hace como que reza cuando le meten mano.
Y hasta ahí llegué. Que no me cuente Ryan sus traumas. La historia de Dahmer es la que es. Era un zumbado total. Que lo que hacía no era ni por ser homosexual reprimido ni por traumas religiosos. El tipo era ateo declarado y darwinista. Un enfermo mental completo que ya desde niño estaba perturbado con la muerte. Que fueran homosexuales y negros simplemente fue por motivos de que le resultaba más sencillo. Cualquiera que se lea un poco el historial del tipejo y se ahorra varias horas de interpretación ficcionada sobre la realidad.
Que luego encima leo que le pretenden humanizar...
Otra basura manipuladora de Netflix. No caeré en la trampa.
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