La chica danesa
2015 

6.7
29,053
Drama. Romance
Drama basado en la verdadera historia de una pareja de artistas daneses, Einar y Gerda Wegener. La vida de este matrimonio dio un giro cuando Einar sustituyó a la modelo femenina que su mujer, Gerda, tenía que pintar. Cuando los retratos resultan ser un éxito, ella anima a su marido a adoptar una apariencia femenina. Lo que comenzó como un juego llevó a Einar a una metamorfosis inesperada. (FILMAFFINITY)
19 de mayo de 2016
19 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película refleja con cariño y sensibilidad el intenso drama marital que viven Einar (Eddie Redmayne)
y Gerda (Alicia Vikander) causado por el cambio de sexualidad del primero.Toda la complejidad de la transformación de Einar la percibimos a través de los ojos de Gelda, quien nos cautiva con su frustración, tristeza y amor incondicional, haciendo que Vikander se apodere completamente de la pantalla.
La chica danesa destaca por su increíble trabajo visual, que te hace sentir intensamente cada segundo del filme, a través de su meticulosa ambientación y vestuario de los años veinte y treinta en Copenhagen y París.
y Gerda (Alicia Vikander) causado por el cambio de sexualidad del primero.Toda la complejidad de la transformación de Einar la percibimos a través de los ojos de Gelda, quien nos cautiva con su frustración, tristeza y amor incondicional, haciendo que Vikander se apodere completamente de la pantalla.
La chica danesa destaca por su increíble trabajo visual, que te hace sentir intensamente cada segundo del filme, a través de su meticulosa ambientación y vestuario de los años veinte y treinta en Copenhagen y París.
23 de mayo de 2016
23 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi “The Danish Girl” (RU, 2015) dirigida por el reconocido Tom Hooper (quien lleva un impresionante record con sus tres últimas películas, todas exitosas comercialmente: El Discurso del rey, Los miserables y, ahora, con La chica danesa). La película está basada en una novela de David Ebershoff y cuenta con un buen reparto, donde brillan los protagonistas Eddie Redmayne y Alicia Vikander. El filme trata de una pareja de artistas durante el período de entreguerras en Europa, Einar y Gerda Wegener, donde el esposo (Redmayne) evoluciona de ser un reconocido paisajista a un rechazado transexual. Su esposa (Vikander) termina liberando la feminidad de su esposo, al convertirlo en su modelo femenina. Pues bien, la cinta ha cosechado muchas nominaciones en diferentes festivales de cine, comerciales e independientes, en especial por la actuación de Redwayne; además, fue un buen producto comercial que ha arrojado buenas ganancias a sus productores. Sin embargo, como raras veces pasa en estas circunstancias, la crítica ha sido dura con este filme tan exitoso y aplaudido, por varios motivos, los cuales comparto en alguna medida: i) la trama, para lograr la atención del público general, simplificó el drama de la transformación del protagonista (incluso dejando en el vacío el pasado de Einar, dando a entender que su transformación no fue fruto de un largo proceso de autoaceptación sino una secuela desencadenada por la esposa al volverlo su modelo femenina para sus obras), hasta convertirlo en un recorrido simplista que no conmueve seriamente al espectador; ii) la historia, por su larga cadencia en las acciones, termina siendo aburridora e incluso demasiado larga para la forma en que el director se propuso narrarla; iii) la actuación de Vikander termina siendo más impactante que la del propio Redwayne, a pesar de que los aplausos han sido más para este último; y iv) la poca fuerza dramática que termina por hacerlo un producto light para el público general. Le agrego otra crítica, pero ya al proceso de edición: en toda película hay yerros de una escena a otra (un actor puesto en un lugar y en la escena siguiente está en otro, una prenda de vestir que misteriosamente desaparece, etc.), pero en esta cinta dichos yerros se pasan de lo normal. Un ojo acucioso se sentiría algo defraudado al ver tantas cosas como ésta. No obstante, a pesar de estas críticas, la película tiene un gran mérito que no puede dejarse pasar: pone sobre la alfombra roja temas tabú para nuestra sociedad (aunque no creo que logre trasmitir claramente lo que debió significar en aquellos días). En este sentido, da pie para reflexiones sobre temas de género a la vez que podría servir, aunque no sea su objeto central, para meditar el papel de la medicina experimental: resulta que Einar se decide a enfrentar una serie de cirugías experimentales y profundamente riesgosas para cambiar su sexo en aquel entonces. Aquí hay remisión al eterno debate sobre los límites del consentimiento informado en el acto médico. En conclusión, la película no es para nada mala, pero tanto ruido que ha generado lleva a preguntarnos qué tan buena es y, en este sentido, comparto lo dicho por la crítica; sin embargo, una vez hecha la observación precedente, sí considero que vale la pena, pues entretiene a la vez que nos lleva, si queremos, a reflexiones bien importantes sobre discriminación y género que hoy día, a pesar de supuestos avances, sigue siendo un tabú. La recomiendo. 23-05-2016.
25 de mayo de 2016
25 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acepto que la pareja protagonista está tremenda en sus papeles. Los dos actores, a pesar de ser muy jóvenes y no llevar mucho tiempo haciendo cine, ya han demostrado sobradamente su valía, han recibido buenas críticas y su futuro es muy brillante si no se malean por el camino. Y aquí están los dos que se salen.
Acepto también que si pensamos que se desarrolla en 1926, el drama del protagonista es muy grave, pues lo que hoy es normal entonces no lo era ni de lejos en esa sociedad. Puedo incluso admitir que Redmayne es capaz de transmitir sus fuertes sentimientos interiores, a pesar de que todo empieza como un juego y al final se vuelve demasiado radical, algo que no me termina de resultar muy creíble.
Todo eso es cierto, pero a mí personalmente el desarrollo del argumento me ha parecido tedioso y excesivamente lento. Es una película con muy pocos personajes y escenarios, basada en el diálogo principalmente. Esto no tiene por qué ser malo, pero creo que todo transcurre con mucha parsimonia, y me ha llegado a cansar. Se me ha hecho bastante larga a pesar de las interpretaciones de Redmayne y Vikander. De todas formas reconozco que es un problema subjetivo mío, pues simplemente esta historia de travestismo no me llama la atención ni me provoca demasiado interés. También es una película fuertemente romántica, un género que nunca me ha producido otra cosa que aburrimiento.
No me ha gustado, pero solo por mis gustos cinéfilos. Sé que no está tan mal.
Acepto también que si pensamos que se desarrolla en 1926, el drama del protagonista es muy grave, pues lo que hoy es normal entonces no lo era ni de lejos en esa sociedad. Puedo incluso admitir que Redmayne es capaz de transmitir sus fuertes sentimientos interiores, a pesar de que todo empieza como un juego y al final se vuelve demasiado radical, algo que no me termina de resultar muy creíble.
Todo eso es cierto, pero a mí personalmente el desarrollo del argumento me ha parecido tedioso y excesivamente lento. Es una película con muy pocos personajes y escenarios, basada en el diálogo principalmente. Esto no tiene por qué ser malo, pero creo que todo transcurre con mucha parsimonia, y me ha llegado a cansar. Se me ha hecho bastante larga a pesar de las interpretaciones de Redmayne y Vikander. De todas formas reconozco que es un problema subjetivo mío, pues simplemente esta historia de travestismo no me llama la atención ni me provoca demasiado interés. También es una película fuertemente romántica, un género que nunca me ha producido otra cosa que aburrimiento.
No me ha gustado, pero solo por mis gustos cinéfilos. Sé que no está tan mal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No entiendo cómo no se dan cuenta de que es un hombre si se supone que su voz es de hombre con falsete. No me lo creo.
8 de julio de 2016
8 de julio de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
103/04(06/06/16) Interesante film del británico Tom Hoopper, una valiente propuesta que busca dar voz y alma a las personas encerradas en un sexo contrario a su mentalidad, los transexuales, para ello hace un coctel entre dos libros, “Man into Woman” (1933), de Nils Hoyer y “La chica danesa” (2000) de David Ebershoff, inspirándose ambos libremente en la vida de una disfuncional pareja danesa, los pintores Einar-Lili Elbe y Gerda Wegener, sobre la travesía existencial y física del primero, y como afrontó esto su esposa. De cómo aún hay trabajo que hacer por la tolerancia y la justicia social habla el hecho de que esta cinta ha sido prohibida por “depravada” en los Emiratos Árabes, Jordania, Kuwait, Qatar, Oman y Bahrain. El cine tiene mucho que hacer para la normalización de este problema, obras como “Transamerica”, o series como “Orange is new black”, “Transparent” o “Sense8” son loable prueba de ello. En lo que respecta a este film tengo que decir que tiene elementos muy buenos, y otros no tanto, le falta regularidad y equilibrio narrativo, me queda la impresión que con más arrojo podrían sus mimbres haber dado más de sí. La pareja protagonista es su gran pilar, Eddie Redmaine y Alicia Vikander, pero (a mi prima Marta no le gustara mi opinión sobre el actor) a Eddie lo veo todavía en el papel de Stephen Hawking, lo noto arrastrando los tics de ese rol, en una actuación desde mi modesta opinión sobrevalorada, mientras a la actriz la veo superlativa, la verdadera chica danesa del título es ella, para mí ha nacido una estrella con su papel.
Para la dramatización de la vida Einar-Lili se han modificado muchos elementos, desde las edades, los arcos temporales, se han añadido personajes inexistentes, se han obviado situaciones para acentuar los niveles dramáticos, para sumar momentos ficticios, como su conmovedor final interesados ir a mi blog, enlace al final). El guión es de Lucinda Coxon, una historia de amor que deberá superar barreras nunca vistas, alternando picos de calidad con defectos, con irregularidad en su desarrollo, su primer tramo evoluciona de modo vertiginoso, no dando tiempo a mostrar de modo natural y fluido el “advenimiento” de Einar en Lili, y luego cae en la redundancia, que estanca el ritmo, demasiada enfatización entorpece el avance del relato. Adolece de falta de tensión, todo transcurre de modo demasiado lineal, sin apenas sobresalto. Es un relato duro, agrio, de sacrificio, el de Gerda por su marido y el de Einar-Lili por llegar a ser lo que su mente desea, pero le falta pasión. Como falta peso a los secundarios, bastante desdibujados, como Ulla (Amber Heard), Henrik (Ben Whishaw), o el que tiene más metraje, Hans Axgil (Matthias Schoenaerts), totalmente impostado de lo bondadoso que es, y es que estos no parecen tener aristas son planos.
El amor abre dos visiones del relato, una es acerca del sufrimiento, del tránsito desgarrador de Einar a Lili, el otro enfoque es el de cómo afronta la esposa el haberse casado con un hombre y que este vaya metamorfoseando a mujer, de espíritu (y travistiéndose) y lo desea de cuerpo, de como ella empieza con un amor carnal y este va derivando en cariño incondicional. En el lado de Einar-Lili me despierta sensaciones encontradas, me resulta forzado el momento catarsis de él, me es inverosímil que su feminidad estuviera en “letargo” y por ponerse unas medias emergiera de modo explosivo, todo estaba bien en pareja, con aparentes buenas relaciones sexuales, pero fue travestirse y surgir la mujer que llevaba dentro, de gran simplismo, incluso conlleva un inherente mensaje subversivo de <cuidado como te vistas de mujer! Te puedes “contagiar”>, no te crees que algo tan fundamental como sentirse encerrado sexualmente en el lado contrario salga a flote de este modo tan burdo, debería haber habido alguna pista anteriormente, es que no había habido conflictos identitarios en la infancia o juventud? Es hacer simplicidad de algo tan profundo y complejo. Einar ya había estado en contacto con vestuario femenino y de pronto le viene un flash, no me extrañaría que los transexuales puedan ver en esto algo tosco, es que Einar no se había sentido atraído por hombres hasta entonces? Tampoco entiendo que cuando aflora la feminidad de Lili ya no haya más mundo para “ella”, deja de pintar, por qué? Es que no es compatible el arte con la transexualidad? Es que su horizonte se queda en ser dependienta de unos grandes almacenes? Un reduccionismo bastante burdo. Dejando aparte la génesis, está la crisis de identidad sexual nos llega emocionante, con sugerentes momentos cargados de dramatismo, de turbación, como cuando desnudo se pone delante de un espejos y se esconde los genitales entre las piernas para verse “mujer”, relato de una transformación, de iniciación sexual, de lucha contra los convencionalismos sociales, de represión sexual, llegando al espectador el dolor y la angustia interior de Lili-Einar, lo malo es que para ello no sorprende, surca caminos academicista, quiere el realizador darnos un producto apto para los máximos paladares, cayendo en algunos tramos en la sensiblería, con un ritmo algo inconstante, con un microcosmos de personajes algo acartonados, artificiosos, no hay ningún personaje malo, o intolerante, todos caen el buenismo, de tanta corrección se pasan, quedándose en la superficie, llegando parecer que Hopper parece más interesado en el envoltorio que en el contenido, con una preciosista ambientación, capaz de nublar las posibilidades melodramáticas de la historia, esta hermosura visual va en detrimento de una narración que no deja ver la oscuridad y complejidad de su inherente potencial. Por otro lado está el modo de enfrentar Gerda la odisea en la que se sumerge cuando el hombre con el que se casó se va desvaneciendo cual mariposa para convertirse en mujer, deja muestras de gran amor, de sensibilidad de comprensión, de respeto, el mundo se le viene encima, pero ella demuestra enorme dignidad. (sigue en spoiler)
Para la dramatización de la vida Einar-Lili se han modificado muchos elementos, desde las edades, los arcos temporales, se han añadido personajes inexistentes, se han obviado situaciones para acentuar los niveles dramáticos, para sumar momentos ficticios, como su conmovedor final interesados ir a mi blog, enlace al final). El guión es de Lucinda Coxon, una historia de amor que deberá superar barreras nunca vistas, alternando picos de calidad con defectos, con irregularidad en su desarrollo, su primer tramo evoluciona de modo vertiginoso, no dando tiempo a mostrar de modo natural y fluido el “advenimiento” de Einar en Lili, y luego cae en la redundancia, que estanca el ritmo, demasiada enfatización entorpece el avance del relato. Adolece de falta de tensión, todo transcurre de modo demasiado lineal, sin apenas sobresalto. Es un relato duro, agrio, de sacrificio, el de Gerda por su marido y el de Einar-Lili por llegar a ser lo que su mente desea, pero le falta pasión. Como falta peso a los secundarios, bastante desdibujados, como Ulla (Amber Heard), Henrik (Ben Whishaw), o el que tiene más metraje, Hans Axgil (Matthias Schoenaerts), totalmente impostado de lo bondadoso que es, y es que estos no parecen tener aristas son planos.
El amor abre dos visiones del relato, una es acerca del sufrimiento, del tránsito desgarrador de Einar a Lili, el otro enfoque es el de cómo afronta la esposa el haberse casado con un hombre y que este vaya metamorfoseando a mujer, de espíritu (y travistiéndose) y lo desea de cuerpo, de como ella empieza con un amor carnal y este va derivando en cariño incondicional. En el lado de Einar-Lili me despierta sensaciones encontradas, me resulta forzado el momento catarsis de él, me es inverosímil que su feminidad estuviera en “letargo” y por ponerse unas medias emergiera de modo explosivo, todo estaba bien en pareja, con aparentes buenas relaciones sexuales, pero fue travestirse y surgir la mujer que llevaba dentro, de gran simplismo, incluso conlleva un inherente mensaje subversivo de <cuidado como te vistas de mujer! Te puedes “contagiar”>, no te crees que algo tan fundamental como sentirse encerrado sexualmente en el lado contrario salga a flote de este modo tan burdo, debería haber habido alguna pista anteriormente, es que no había habido conflictos identitarios en la infancia o juventud? Es hacer simplicidad de algo tan profundo y complejo. Einar ya había estado en contacto con vestuario femenino y de pronto le viene un flash, no me extrañaría que los transexuales puedan ver en esto algo tosco, es que Einar no se había sentido atraído por hombres hasta entonces? Tampoco entiendo que cuando aflora la feminidad de Lili ya no haya más mundo para “ella”, deja de pintar, por qué? Es que no es compatible el arte con la transexualidad? Es que su horizonte se queda en ser dependienta de unos grandes almacenes? Un reduccionismo bastante burdo. Dejando aparte la génesis, está la crisis de identidad sexual nos llega emocionante, con sugerentes momentos cargados de dramatismo, de turbación, como cuando desnudo se pone delante de un espejos y se esconde los genitales entre las piernas para verse “mujer”, relato de una transformación, de iniciación sexual, de lucha contra los convencionalismos sociales, de represión sexual, llegando al espectador el dolor y la angustia interior de Lili-Einar, lo malo es que para ello no sorprende, surca caminos academicista, quiere el realizador darnos un producto apto para los máximos paladares, cayendo en algunos tramos en la sensiblería, con un ritmo algo inconstante, con un microcosmos de personajes algo acartonados, artificiosos, no hay ningún personaje malo, o intolerante, todos caen el buenismo, de tanta corrección se pasan, quedándose en la superficie, llegando parecer que Hopper parece más interesado en el envoltorio que en el contenido, con una preciosista ambientación, capaz de nublar las posibilidades melodramáticas de la historia, esta hermosura visual va en detrimento de una narración que no deja ver la oscuridad y complejidad de su inherente potencial. Por otro lado está el modo de enfrentar Gerda la odisea en la que se sumerge cuando el hombre con el que se casó se va desvaneciendo cual mariposa para convertirse en mujer, deja muestras de gran amor, de sensibilidad de comprensión, de respeto, el mundo se le viene encima, pero ella demuestra enorme dignidad. (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Eddie Redmayne encarna a Einar-Lili, y lo hace recordándome a su anterior (y oscarizado) rol del astrofísico Stephen Hawking, con un lenguaje gestual similar, no consigue que vea una transición natural, su amaneramiento me llega de modo brusco, con una media sonrisa forzada, que más que vergüenza parece este infantilizándose, con unas poses sobreactuadas. Redmayne tiene aún con sus defectos varios apreciables momentos, aparte de alguno mencionado, cuando va a un peep-show e intenta imitar los gestos de la stripper, o su feliz rostro cuando está en el gran almacén de dependienta. Entre el personaje de Hawking y Einar-Lili hay similitudes, y es que las dos personas son abocadas a una mutación gradual física y psíquica. Alicia Vikander está impresionante, componiendo un arco de desarrollo espléndido, del amor físico al cariño y comprensión, con una mirada que desarma, que enternece, como se ve sufrir, transpirando un gran mundo interior, emitiendo frescura, es el alma del film, la que te conmueve, mujer autosuficiente, inteligente, adelantada a su tiempo, juguetona, una actuación intensa, extraordinario el momento en que le pide llorando y empapada por la lluvia (símbolo de su dolor) a Lili que Einar vuelva, teniendo con Eddie una gran química que hace el papel de él tenga más brillo. El resto del elenco de secundarios quedan difusos y escasamente delineados.
La puesta en escena resulta fastuosa, con un excelente diseño de producción de Eve Stewart (“El discurso del rey”, “Los miserables” o “Victor Frankenstein”), rodándose en hermosos escenarios que recrean con esmero la época alusiva, en Copenhague (incluso la clínica que se supone en Dresden es en la capital danesa), Bruselas, en Londres, en Berlín, y en parajes naturales de Noruega (Nordøyene, Møre og Romsdal, y Mannen, Haramsøya), donde será su poético final, esta sensación de entrar en este tiempo reforzada por el sobresaliente diseño de vestuario canario Paco Delgado (“Los miserables”, “Biutiful” o “La piel que habito”), todo esto realzado por la magnífica fotografía de Danny Cohen (“El discurso del Rey”, “Los miserables” o “Room”), jugando con encuadres opresivos, simbólicos, dotando de mucha profundidad a los planos, con ultraexpresivos primeros planos, con muchas miradas a cristales y espejos para dar el retorno deformado del alma, inspiradas sus tonalidades y planos en las pinturas de Gerda (en lo referente a las personas) y en las de Einar (en lo referente a los paisajes naturales y urbanos, señalado ya desde su precioso y bucólico arranque de film, en patinados pastel, retratando a Einar de modo andrógino, cuasi-asexual. Se añade la siempre deliciosa música del galo Alexandre Desplat (“El árbol de la vida”, “El curioso caso de Benjamin Button” o “El Gran Hotel Budapest”), quizás demasiado intrusiva para empujarte emocionalmente, pero estimulante en sus acordes de piano.
Spoiler:
Momentos recordables, aparte de los ya referidos: La muerte de Lili junto a Gerda, muy lírica; El epílogo con Gerda lanzando al viento en un paraje natural bello el fular de Gerda, y este siendo mecido por el aire en las alturas, a modo de espíritu libre de Lili.
Einar-Lili al doctor que la va a operar, Dr. Warnekros (Sebastian Koch): "Creo que soy una mujer"
Gerda que está con él asevera al médico: "Yo también lo creo”.
Film valiente, pero que debía haberlo sido más para no quedarse en lo correcto, para ser un plato para más gente, pero a la vez aminorar su carga de profundidad en un tema controvertido. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en. http://tomregan.blogspot.com/2016/07/la-chica-danesa.html
La puesta en escena resulta fastuosa, con un excelente diseño de producción de Eve Stewart (“El discurso del rey”, “Los miserables” o “Victor Frankenstein”), rodándose en hermosos escenarios que recrean con esmero la época alusiva, en Copenhague (incluso la clínica que se supone en Dresden es en la capital danesa), Bruselas, en Londres, en Berlín, y en parajes naturales de Noruega (Nordøyene, Møre og Romsdal, y Mannen, Haramsøya), donde será su poético final, esta sensación de entrar en este tiempo reforzada por el sobresaliente diseño de vestuario canario Paco Delgado (“Los miserables”, “Biutiful” o “La piel que habito”), todo esto realzado por la magnífica fotografía de Danny Cohen (“El discurso del Rey”, “Los miserables” o “Room”), jugando con encuadres opresivos, simbólicos, dotando de mucha profundidad a los planos, con ultraexpresivos primeros planos, con muchas miradas a cristales y espejos para dar el retorno deformado del alma, inspiradas sus tonalidades y planos en las pinturas de Gerda (en lo referente a las personas) y en las de Einar (en lo referente a los paisajes naturales y urbanos, señalado ya desde su precioso y bucólico arranque de film, en patinados pastel, retratando a Einar de modo andrógino, cuasi-asexual. Se añade la siempre deliciosa música del galo Alexandre Desplat (“El árbol de la vida”, “El curioso caso de Benjamin Button” o “El Gran Hotel Budapest”), quizás demasiado intrusiva para empujarte emocionalmente, pero estimulante en sus acordes de piano.
Spoiler:
Momentos recordables, aparte de los ya referidos: La muerte de Lili junto a Gerda, muy lírica; El epílogo con Gerda lanzando al viento en un paraje natural bello el fular de Gerda, y este siendo mecido por el aire en las alturas, a modo de espíritu libre de Lili.
Einar-Lili al doctor que la va a operar, Dr. Warnekros (Sebastian Koch): "Creo que soy una mujer"
Gerda que está con él asevera al médico: "Yo también lo creo”.
Film valiente, pero que debía haberlo sido más para no quedarse en lo correcto, para ser un plato para más gente, pero a la vez aminorar su carga de profundidad en un tema controvertido. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en. http://tomregan.blogspot.com/2016/07/la-chica-danesa.html
16 de septiembre de 2016
16 de septiembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver las variopintas opiniones vertidas en filmaffinity, no puedo más que confirmar aquel dicho que dice que "para gustos se hicieron los colores". Si bien no es un film que se encuadre dentro de mis géneros habituales, puedo opinar a su favor, que me ha parecido bastante interesante, en momentos emotiva, y con un trasfondo que muestra al espectador la complejidad de la mente humana y lo poco que aún en la actualidad conocemos de ella, aunque algunos crean lo contrario.
Sobresaliente la actuación del/la protagonista que ha sabido llevar con gran maestría el papel, dado que en la mayoría de los casos no se puede esconder lo que la naturaleza nos dio por definición, sin olvidar a la compañera que demuestra en el metraje que el amor puede llegar hasta lo que algunos definirían en el actual declive de nuestra sociedad sentimental como "límites insospechados"....
En resumen, completamente recomendable a los abiertos de mente y a los románticos.
Sobresaliente la actuación del/la protagonista que ha sabido llevar con gran maestría el papel, dado que en la mayoría de los casos no se puede esconder lo que la naturaleza nos dio por definición, sin olvidar a la compañera que demuestra en el metraje que el amor puede llegar hasta lo que algunos definirían en el actual declive de nuestra sociedad sentimental como "límites insospechados"....
En resumen, completamente recomendable a los abiertos de mente y a los románticos.
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