La chica danesa
2015 

6.7
29,048
Drama. Romance
Drama basado en la verdadera historia de una pareja de artistas daneses, Einar y Gerda Wegener. La vida de este matrimonio dio un giro cuando Einar sustituyó a la modelo femenina que su mujer, Gerda, tenía que pintar. Cuando los retratos resultan ser un éxito, ella anima a su marido a adoptar una apariencia femenina. Lo que comenzó como un juego llevó a Einar a una metamorfosis inesperada. (FILMAFFINITY)
18 de febrero de 2016
18 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película con logros estimables pero que me genera cierto rechazo, ya sea por se melodramático metraje, o por la nada convincente construcción e interpretación del personaje encarnado por Redmayne.
Salgo de la proyección de "La chica danesa" y no tengo buenas sensaciones. Explicar los puntos negativos me cuesta un gran esfuerzo, No sé definir bien mi desagrado. Meditándolo unos días lo que más me cojea es Lilí. El personaje no tiene fuerza, no hace al espectador cómplice, transmite una sensación que estoy seguro no es la que pretende. En varios tramos del film dudo de la cordura mental de este personaje. Me parece peligroso hacia sí mismo, con un deseo entendible pero ciego en todo lo que no se refiere a él. La interpretación de Edie Redmayne tampoco me ayuda. Su Oscar fue excesivo, pero hay que reconocerle un gran trabajo en "La teoría del todo". AQuí, sencillamente, no me lo creo. Sus miradas al limbo y su sonrisa bucólica no son suficientes armas para transmitir su lucha interna.
La partenaire de Redmayne, Alicia Vikander, sí logra una gran actuación y eclipsa completamente la de su compañero. No es la primera vez que ésto le pasa al joven Eddie, si no volvamos a echar un vistazo a la ya citada "La teoría del todo" y observemos a Felicity Jones. Su sacrificio la irá alejando cada vez más de su marido.Y ese personaje y ese enfoque si nos logra interesar. Merecida nominación, pero ¿mejor acriz de reparto? No he cronometrado quien aparece más en pantalla pero el peso de este personaje es la película en sí. Así que, más criterio en las categorías a la hora de nominar (igual que a Rooney Mara en "Carol" dicho sea de paso).
El film es demasiado dramático, tormentoso, hiperboliza demasiado el sufrimiento. Eso no quita un gran diseño artístico, fotografía, tratando las imágenes como un verdadero lienzo donde los protagonistas pintan sus vivencias.
Salgo de la proyección de "La chica danesa" y no tengo buenas sensaciones. Explicar los puntos negativos me cuesta un gran esfuerzo, No sé definir bien mi desagrado. Meditándolo unos días lo que más me cojea es Lilí. El personaje no tiene fuerza, no hace al espectador cómplice, transmite una sensación que estoy seguro no es la que pretende. En varios tramos del film dudo de la cordura mental de este personaje. Me parece peligroso hacia sí mismo, con un deseo entendible pero ciego en todo lo que no se refiere a él. La interpretación de Edie Redmayne tampoco me ayuda. Su Oscar fue excesivo, pero hay que reconocerle un gran trabajo en "La teoría del todo". AQuí, sencillamente, no me lo creo. Sus miradas al limbo y su sonrisa bucólica no son suficientes armas para transmitir su lucha interna.
La partenaire de Redmayne, Alicia Vikander, sí logra una gran actuación y eclipsa completamente la de su compañero. No es la primera vez que ésto le pasa al joven Eddie, si no volvamos a echar un vistazo a la ya citada "La teoría del todo" y observemos a Felicity Jones. Su sacrificio la irá alejando cada vez más de su marido.Y ese personaje y ese enfoque si nos logra interesar. Merecida nominación, pero ¿mejor acriz de reparto? No he cronometrado quien aparece más en pantalla pero el peso de este personaje es la película en sí. Así que, más criterio en las categorías a la hora de nominar (igual que a Rooney Mara en "Carol" dicho sea de paso).
El film es demasiado dramático, tormentoso, hiperboliza demasiado el sufrimiento. Eso no quita un gran diseño artístico, fotografía, tratando las imágenes como un verdadero lienzo donde los protagonistas pintan sus vivencias.
19 de febrero de 2016
19 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El señor Hooper ha querido hacer para el gran público una peli que claramente apuntaba para algo mucho más intimista y delicado. En otras palabras, más pendiente de querer ganar un Oscar que en contar el verdadero sufrimiento.
El paso del tiempo no parece ser relevante en la historia porque no está bien definido. Tampoco la metamorfosis del personaje, que pasó de cero a cien en veinte minutos y de ahí ya no pasa en todo lo que queda de película.
Eddie Redmayne, está bien pero no sublime como se esperaba de él. Demasiado influenciado por la presión mediática de tener que defender título y eso le pasa factura. Demasiado cohibido durante toda la película.
Por otro lado, a mi juicio, es excesivamente joven y "guapo" en sus rasgos para ese papel (Lili Elbe era un coco), pero eso no es su culpa. Claramente es un error de casting fruto de lo anterior (ansia por la estatuilla por parte del director). Me hubiera pegado más en el papel Burn Gorman, creo que lo hubiera clavado!!! Meditadlo
Por todo esto, la señorita Alicia Vikander, claramente se come a Redmayne en todos los aspectos. Una grandísima interpretación que bien merecería un Oscar. Está preciosa y lo borda!!
De todos modos, la película ha conseguido llegarme e incluso emocionarme en algunos tramos... imaginad si llegan a rascar un poco más en vez de quedarse en la superficie.
PD: En serio, Burn Gorman hubiera sido la auténtica chica danesa. Indagad y comparad.
El paso del tiempo no parece ser relevante en la historia porque no está bien definido. Tampoco la metamorfosis del personaje, que pasó de cero a cien en veinte minutos y de ahí ya no pasa en todo lo que queda de película.
Eddie Redmayne, está bien pero no sublime como se esperaba de él. Demasiado influenciado por la presión mediática de tener que defender título y eso le pasa factura. Demasiado cohibido durante toda la película.
Por otro lado, a mi juicio, es excesivamente joven y "guapo" en sus rasgos para ese papel (Lili Elbe era un coco), pero eso no es su culpa. Claramente es un error de casting fruto de lo anterior (ansia por la estatuilla por parte del director). Me hubiera pegado más en el papel Burn Gorman, creo que lo hubiera clavado!!! Meditadlo
Por todo esto, la señorita Alicia Vikander, claramente se come a Redmayne en todos los aspectos. Una grandísima interpretación que bien merecería un Oscar. Está preciosa y lo borda!!
De todos modos, la película ha conseguido llegarme e incluso emocionarme en algunos tramos... imaginad si llegan a rascar un poco más en vez de quedarse en la superficie.
PD: En serio, Burn Gorman hubiera sido la auténtica chica danesa. Indagad y comparad.
29 de febrero de 2016
29 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fui al cine pensando que me encontraría un película más del monstruo enorme que amenaza con convertir todo el arte cinematográfico en productos totalmente comerciales: Hollywood. Sin embargo, al empezar, hubo detalles que captaron mi atención y, tonto de mí, llegué a considerar que la había prejuzgado injustamente. Por desgracia, no. Más o menos a partir de la mitad de la película toma exactamente la dirección que se podía predecir al ver el trailer, lo que la transforma en otra típica película más basada en hechos reales. Cumple con todos los elementos que la academia impone para poder optar a una nominación en el Oscar. Y ni siquiera consiguió la animación. Pobrecilla. En fin, voy a entrar en detalles.
"La chica danesa" cuenta la historia de Einar Wegener, un artista exitoso de los años 20 que está, aparentemente, felizmente casado con Gerda Wegener. Poco a poco, el protagonista va a ir descubriendo que no se siente cómodo en su cuerpo y que, por el contrario, cuando se viste de mujer siente que florece su verdadero "yo", una entidad llamada Lili. Y así podremos ver todas las consecuencias que tiene eso.
Siendo la historia sobre la primera persona transexual de la historia, podríamos habernos encontrado con una película transgresora, que nos hablara de un tema que, a día de hoy, sigue causando incomodidad. Siendo una película marca Hollywood, no vamos a encontrar nada de eso. Porque sí, porque aunque sea inglesa, la película busca formar parte de los cánones que marca la industria de cine comercial estadounidense, al mismo nivel que, por ejemplo, "El Niño" o "El desconocido", siendo españolas, también lo buscaban. Y es una auténtica pena, la verdad, porque el metraje muestra algunos elementos formidables.
Hay escenas muy memorables y muy emotivas, especialmente las que carecen de diálogo. Es cuando se suprimen las palabras y pasamos a lo visual, al tacto, a los movimientos, cuando la película brilla en todo su esplendor. Incluso siendo una banda sonora muy olvidable, en algunas escenas enfatiza bien las sensaciones por las que pasa nuestro protagonista. Por otro lado, sin duda, lo mejor de la película es la actuación de Alicia Vikander como la esposa de Einar. Esa actriz destaca en cada escenario en el que aparece; muestra una personalidad compleja e interesante, no es la simple herramienta en la que muchas veces se encasilla a "la chica" en este tipo de historias.
No obstante, la actuación de Eddie Redmayne deja mucho que desear. Una actuación artificial, que apunta únicamente a llegar a los Oscar. Tiene momentos muy buenos, eso es cierto, y, en general, hace un trabajo bastante digno, pero comparado con su compañera, que deja el listón muy alto, él no es capaz de dar la actuación que quizás precisaba una película con este tema. Su físico le ayuda mucho, pero no le basta para ser la "estrella" de la película. Tampoco le ayuda el guión cursi y pegajoso que acompaña a casi cada escena. Un guión carente de sustancia, pero lo suficientemente ñoño como para contentar al público extremadamente sensible. Y, claro, sin duda, lo peor de todo, nos encontramos con los clichés de cada película basada en hechos reales que todos conocemos y algunos detestamos: los médicos malvados e incomprensivos, los abusones aleatorios que lanza la película contra el héroe, las conversaciones edulcoradísimas que deben inspirar al espectador... y, obviamente, el textito del final que te cuenta lo que ocurrió después en la verdadera vida de los personajes. Este último elemento me enerva en especial. Si quieres contarme algo, película, enséñamelo. Si no me lo vas a enseñar, no me hagas leerlo como si fuera una página de Wikipedia. Deja que me lo imagine y ya está.
En fin, siento que ya me estoy explayando en una película que no lo merece y supongo que mi opinión ya habrá quedado clara a los lectores. En conclusión, "La chica danesa" resulta decepcionante, presentando un argumento que podría haber dado más de si, pero se queda en un plano superficial, insulso y manipulado para causar la mítica "lágrima fácil" en el espectador. Si te gustan este tipo de películas, de la talla de "Patch Adams" (Tom Shadyac, 1998) o "The Imitation Game" (Morten Tyldum, 2014), es probable que la disfrutes. Si prefieres ver películas basadas en hechos reales que intentan contar una historia distinta y de una forma mucho más original, te recomiendo que te alejes de ésta y veas algo como "La Red Social" (David Fincher, 2010).
Saludos del Protestón.
"La chica danesa" cuenta la historia de Einar Wegener, un artista exitoso de los años 20 que está, aparentemente, felizmente casado con Gerda Wegener. Poco a poco, el protagonista va a ir descubriendo que no se siente cómodo en su cuerpo y que, por el contrario, cuando se viste de mujer siente que florece su verdadero "yo", una entidad llamada Lili. Y así podremos ver todas las consecuencias que tiene eso.
Siendo la historia sobre la primera persona transexual de la historia, podríamos habernos encontrado con una película transgresora, que nos hablara de un tema que, a día de hoy, sigue causando incomodidad. Siendo una película marca Hollywood, no vamos a encontrar nada de eso. Porque sí, porque aunque sea inglesa, la película busca formar parte de los cánones que marca la industria de cine comercial estadounidense, al mismo nivel que, por ejemplo, "El Niño" o "El desconocido", siendo españolas, también lo buscaban. Y es una auténtica pena, la verdad, porque el metraje muestra algunos elementos formidables.
Hay escenas muy memorables y muy emotivas, especialmente las que carecen de diálogo. Es cuando se suprimen las palabras y pasamos a lo visual, al tacto, a los movimientos, cuando la película brilla en todo su esplendor. Incluso siendo una banda sonora muy olvidable, en algunas escenas enfatiza bien las sensaciones por las que pasa nuestro protagonista. Por otro lado, sin duda, lo mejor de la película es la actuación de Alicia Vikander como la esposa de Einar. Esa actriz destaca en cada escenario en el que aparece; muestra una personalidad compleja e interesante, no es la simple herramienta en la que muchas veces se encasilla a "la chica" en este tipo de historias.
No obstante, la actuación de Eddie Redmayne deja mucho que desear. Una actuación artificial, que apunta únicamente a llegar a los Oscar. Tiene momentos muy buenos, eso es cierto, y, en general, hace un trabajo bastante digno, pero comparado con su compañera, que deja el listón muy alto, él no es capaz de dar la actuación que quizás precisaba una película con este tema. Su físico le ayuda mucho, pero no le basta para ser la "estrella" de la película. Tampoco le ayuda el guión cursi y pegajoso que acompaña a casi cada escena. Un guión carente de sustancia, pero lo suficientemente ñoño como para contentar al público extremadamente sensible. Y, claro, sin duda, lo peor de todo, nos encontramos con los clichés de cada película basada en hechos reales que todos conocemos y algunos detestamos: los médicos malvados e incomprensivos, los abusones aleatorios que lanza la película contra el héroe, las conversaciones edulcoradísimas que deben inspirar al espectador... y, obviamente, el textito del final que te cuenta lo que ocurrió después en la verdadera vida de los personajes. Este último elemento me enerva en especial. Si quieres contarme algo, película, enséñamelo. Si no me lo vas a enseñar, no me hagas leerlo como si fuera una página de Wikipedia. Deja que me lo imagine y ya está.
En fin, siento que ya me estoy explayando en una película que no lo merece y supongo que mi opinión ya habrá quedado clara a los lectores. En conclusión, "La chica danesa" resulta decepcionante, presentando un argumento que podría haber dado más de si, pero se queda en un plano superficial, insulso y manipulado para causar la mítica "lágrima fácil" en el espectador. Si te gustan este tipo de películas, de la talla de "Patch Adams" (Tom Shadyac, 1998) o "The Imitation Game" (Morten Tyldum, 2014), es probable que la disfrutes. Si prefieres ver películas basadas en hechos reales que intentan contar una historia distinta y de una forma mucho más original, te recomiendo que te alejes de ésta y veas algo como "La Red Social" (David Fincher, 2010).
Saludos del Protestón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Final edulcoradísimo donde los haya. ¿Cuándo aprenderá el cine comercial que somos adultos capaces de aguantar un final triste, sin necesidad de sensiblería barata?
30 de abril de 2016
30 de abril de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras estudiaba en La Real Academia de Bellas Artes de Dinamarca, la joven y atractiva pintora Gerda Gottlieb (1886-1940), conoció a Einar Wegener (1882-1931), un chico de suaves maneras, muy afable y suficientemente caballeroso, por el cual se sintió sincera y profundamente atraída. Tras sostener una relación, en la que ella solía tomar ciertas iniciativas, Gerda y Einar se casaron en 1904 (ella con 18 años y él con 22) y ambos siguieron pintando lo que cada uno prefería: Ella, figuras humanas y Einar paisajes de su tierra.
Cierto día, en ausencia de una modelo a la que venía pintando, Gerda pidió a su esposo que se pusiera unas medias y unos zapatos con los que imitara las piernas de su original, y cuando luego sostuvo su vestido porque temió ponérselo… un impulso muy profundo brotó dentro del frágil ser de Einar, y por sugerencia de su esposa, comenzaron a jugar (ella) – a ser (él), creando un personaje al que llamaron Lili Elbe, para lo cual, Einar se vestía como mujer y posaba para nuevos cuadros de la notable e inspirada Gerda.
Así comienza otra dolorosa, emotiva y conmovedora historia, donde los seres humanos tienen que luchar infatigablemente, primero, contra sus propios e incontrolables impulsos, después contra la moral adquirida e imperante, y finalmente, contra una sociedad que defiende severamente sus costumbres y principios contra todo aquel que pretenda desenmarcarse de ellas. A todo esto, las limitaciones educativas, culturales y científicas de cada época, deniegan el cambio a todo lo que, hasta entonces, resulte indemostrable. Por esto, ser distinto, traspasar las líneas o pretender transformar los paradigmas, ha traído (y seguirá trayendo) muchísimo sufrimiento a quienes han andado por estos caminos, porque, no obstante que la aspiración eterna del universo es el cambio y la evolución, siempre las mentes obtusas irán quedando atrás… así que, a su hermetismo ideológico, añadirán una agresividad sin límites en su desesperado afán de no verse rezagadas. Se defiende la tradición, cuando lo que hay que defender es la justicia y la verdad.
La Lili Elbe que recrea, Eddie Redmayne, me conmueve profundamente, porque es la suerte de ser que, prodigando amor, arte y sensibilidad, no obstante, padece toda suerte de incomprensiones y de atentados contra su vida, por parte de una sociedad –donde se incluyen algunos científicos y gente del común- que da la sensación de que, hasta entonces, no ha comprendido nada.
¡Cuán distintos resultan ambos personajes cuando los vemos en la pulcritud de su relación, cuando conocemos sus conflictos, sus impulsos, sus esfuerzos por aceptarse, sus sacrificios! Se demuestra una vez más que, con el conocimiento y el entendimiento, el perdón resulta innecesario y la aceptación surge sin reservas.
Adorable, Gerda Wegener (muy bellamente interpretada por Alicia Vikander), de esa, fortuna de mujer, con una capacidad de comprensión infinita, ajena a los prejuicios y con más temor de perder al ser que ama que de verlo transformarse.
Basado en la primera novela de David Ebershoff, publicada en el año 2000, el guion de Lucinda Coxon, contiene magníficos diálogos donde los criterios sensibles emergen poderosamente, y la dirección de Tom Hopper (“King’s speech”, “Los miserables” …) resulta una vez más, imponente en lo formal y de gran fuerza espiritual.
Siento que, “LA CHICA DANESA”, tiene, desde ya, el sello de la permanencia.
Cierto día, en ausencia de una modelo a la que venía pintando, Gerda pidió a su esposo que se pusiera unas medias y unos zapatos con los que imitara las piernas de su original, y cuando luego sostuvo su vestido porque temió ponérselo… un impulso muy profundo brotó dentro del frágil ser de Einar, y por sugerencia de su esposa, comenzaron a jugar (ella) – a ser (él), creando un personaje al que llamaron Lili Elbe, para lo cual, Einar se vestía como mujer y posaba para nuevos cuadros de la notable e inspirada Gerda.
Así comienza otra dolorosa, emotiva y conmovedora historia, donde los seres humanos tienen que luchar infatigablemente, primero, contra sus propios e incontrolables impulsos, después contra la moral adquirida e imperante, y finalmente, contra una sociedad que defiende severamente sus costumbres y principios contra todo aquel que pretenda desenmarcarse de ellas. A todo esto, las limitaciones educativas, culturales y científicas de cada época, deniegan el cambio a todo lo que, hasta entonces, resulte indemostrable. Por esto, ser distinto, traspasar las líneas o pretender transformar los paradigmas, ha traído (y seguirá trayendo) muchísimo sufrimiento a quienes han andado por estos caminos, porque, no obstante que la aspiración eterna del universo es el cambio y la evolución, siempre las mentes obtusas irán quedando atrás… así que, a su hermetismo ideológico, añadirán una agresividad sin límites en su desesperado afán de no verse rezagadas. Se defiende la tradición, cuando lo que hay que defender es la justicia y la verdad.
La Lili Elbe que recrea, Eddie Redmayne, me conmueve profundamente, porque es la suerte de ser que, prodigando amor, arte y sensibilidad, no obstante, padece toda suerte de incomprensiones y de atentados contra su vida, por parte de una sociedad –donde se incluyen algunos científicos y gente del común- que da la sensación de que, hasta entonces, no ha comprendido nada.
¡Cuán distintos resultan ambos personajes cuando los vemos en la pulcritud de su relación, cuando conocemos sus conflictos, sus impulsos, sus esfuerzos por aceptarse, sus sacrificios! Se demuestra una vez más que, con el conocimiento y el entendimiento, el perdón resulta innecesario y la aceptación surge sin reservas.
Adorable, Gerda Wegener (muy bellamente interpretada por Alicia Vikander), de esa, fortuna de mujer, con una capacidad de comprensión infinita, ajena a los prejuicios y con más temor de perder al ser que ama que de verlo transformarse.
Basado en la primera novela de David Ebershoff, publicada en el año 2000, el guion de Lucinda Coxon, contiene magníficos diálogos donde los criterios sensibles emergen poderosamente, y la dirección de Tom Hopper (“King’s speech”, “Los miserables” …) resulta una vez más, imponente en lo formal y de gran fuerza espiritual.
Siento que, “LA CHICA DANESA”, tiene, desde ya, el sello de la permanencia.
5 de mayo de 2016
5 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No está mal, es una peli muy correctamente realizada (sobresaliente look visual en la recreación de los años 20 del siglo XX), con buenas interpretaciones y un tema bastante poco tratado en el cine. Yo la vi en dos partes porque se me hizo un pelín larga, pero en total le pondría un notable.
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