Kevin Smith vuelve a deja de lado a sus recurrentes personajes (léase Jay y Bob el silencioso) para contarnos la historia de Zack (Seth Rogen) y Miri (Elizabeth Banks), amigos desde que estudiaban y compañeros de piso en la actualidad. Acuciados por las deudas y tras una fructífera reunión de ex alumnos deciden rodar una película de porno casero para ganar algún dinerillo. Al proyecto se unirán varios extravagantes personajes que completarán un cuanto menos curioso casting.

Resulta irónico que conforme ha ganado en "habilidad" a la hora de dirigir, los guiones de Smith hayan ido perdiendo fuelle. Lamentablemente en ¿Hacemos una porno? falta esa chispa irónica y esos verborreicos diálogos llenos de frikismos que tan buenos resultados han ofrecido en la (gran) mayoría de sus anteriores trabajos. Sí, es cierto que en la película todavía quedan resquicios del Smith más gamberro y trasgresor, pero el problema es que quedan eclipsados por una sucesión de gags soeces no demasiado afortunados.

Rogen y Banks forman un buen dúo, ella parece sentirse cómoda en el género, mientras que él, a pesar de que no consiga que se empatice con su personaje (por lo menos no de la misma manera que si lo hizo en sus más celebrados trabajos con Judd Apatow) realiza un trabajo aceptable, lo mismo que el resto de actores secundarios. Al final y a pesar del tema central de la película esta desemboca irremediablemente hacia la típica comedia romántica, afortunadamente algunas gracietas propias del director como la parodia porno de La guerra de las galaxias (Star Wars) o el debate sobre la calidad de Durmiendo con su enemigo (Sleeping with the Enemy) consiguen salvar la función, aunque sea por los pelos.

Cada director que tiene un estilo propio satisfactorio, el cual le hace diferente de sus compañeros de profesión, consigue sobresalir dentro del género que domina en particular, cuando se aleja de él sus virtudes pueden quedar en evidencia. Así le ocurre a Kevin Smith en esta insustancial y barata historia de amor entre una mujer tan atractiva como infravalorada (dentro del film) y su amigo (físicamente opuesto) que se cree original y gracioso (parece ser espejo personal de Kevin Smith).
¿Dónde está el subversivo director de "Clercks" o "Mallrats"? Lo único que queda de él es un cargante abuso de comentarios y escenas soeces con el objetivo de llamar la atención y que, en más de una ocasión, resultan descompasados con la almibarada trama.
Lo peor , sin duda, ese "americanizado" y nauseabundo mensaje final respecto al amor y a la vida.
Lo mejor, aparte de Elizabeth Banks, es lo veloz que se te pasa el tiempo viendo esta película, y lo todavía más rápido que consigues olvidarte de ella.

Pues eso. Al final de ver la película te quedas con el mal gusto de boca de que las cosas no se han terminado.
En primer lugar. En la primera parte te ríes bastante, pero luego pincha y casi no hay escenas cómicas. El erotismo, ni es erotismo ni es cómico. Lo romántico está como forzado, como que no fluye naturalmente del argumento. En cuanto al guion, pues regular, tiene su trama, pero es muy mejorable.
En segundo lugar. El erotismo es casi inexistente (lo digo para que no nos lleve a equívocos) y la primera parte te hace reír bastante.
En tercer lugar. La calidad de los actores. Pues tenemos a una Elizabeth Banks y un Seth Rogen que habiendo funcionado bien en otros filmes, aquí quedan completamente deslavazados y con un reparto de secundarios que prácticamente no aporta nada.

En resumen. No la recomiendo. Durante los primeros 40 minutos es bastante cómica, pero luego se pierde en un embrollo que te deja sin emociones; hasta que cuando acaba dices: ¡por fin!


Frase de la película:
"¡Oye! Yo no pienso intervenir: mi mujer me mataría"

Al menos Kevin Smith intenta ser el kevin Smith que fue. Los fans ya no estamos tan mosqueados con él.

Entretenida y simplona, sin chispa pero con momentos divertidos.

¡O casi!

Y donde antes había sólo un director talentoso y gamberro, ahora hay uno que, además, se adapta al estilo "Hollywood", con tramas previsibles y final feliz.

Eso sí, por el camino tiene diálogos interesantes y, sobre todo, un personaje femenino que no se ve mucho en películas made in USA, pero que resulta muy atractivo porque caga, ríe y habla de sexo sin tapujos.