La profesora de piano
2001 

7.3
24,420
14 de noviembre de 2013
14 de noviembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Haneke realiza una película difícil de catalogar, difícil de describir, difícil por su frialdad, por la poca compasión que tiene con el espectador, que lo sitúa ante una película dura, con escenas altamente desagradables, con una mujer (interpretada magistralmente por Huppert) que roza lo sublime en el excelso arte de la música y que desciende a la barbarie mas animal en su forma de entender el sexo y las relaciones con el otro.
Cada escena es un reflejo de este oxímoron; la relación con una madre posesiva y controladora, las criticas duras a sus alumnos, sus manos seguras pero frías a la hora de interpretar el piano, la incapacidad de ambos amantes de poder ser para el otro.
Es una película difícil en todos los aspectos, difícil de asimilar también. Haneke asegura que "los que hacen películas de entretenimiento son los pesimistas, el optimista intenta sacar a la gente de su apatía", pero tras ver la película uno se pregunta hacia donde nos quiere llevar Haneke, contra que nos quiere enfrentar y como respuesta solo queda el rostro duro y compungido de una mujer muerta en vida.
Cada escena es un reflejo de este oxímoron; la relación con una madre posesiva y controladora, las criticas duras a sus alumnos, sus manos seguras pero frías a la hora de interpretar el piano, la incapacidad de ambos amantes de poder ser para el otro.
Es una película difícil en todos los aspectos, difícil de asimilar también. Haneke asegura que "los que hacen películas de entretenimiento son los pesimistas, el optimista intenta sacar a la gente de su apatía", pero tras ver la película uno se pregunta hacia donde nos quiere llevar Haneke, contra que nos quiere enfrentar y como respuesta solo queda el rostro duro y compungido de una mujer muerta en vida.
25 de mayo de 2014
25 de mayo de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Huppert realiza un trabajo entrañable. La atmósfera en la que nos envuelve resulta cautivadora, Schubert, una madre castrante y sadomasoquismo como forma de auto liberación hacen que la pianista sea un gran film. Se experimenta la tristeza el desánimo y la soledad. Esta película refresca el género. El tema de la agresión sexual ha sido tocado en varias ocasiones, sin embargo "la pianista" deja un sabor agridulce. Gran trabajo del director, una iluminación adecuada y tres actores que llevan de una forma excelente el peso de la historia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El sadomasoquismo y las madres controladoras son temas ya expuestos en otras cintas, sin embargo, el desarrollo de ésta te envuelve.
7 de junio de 2017
7 de junio de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Erika es profesora de piano, cuarentona, rígida, constreñida. Vive con su madre. No sólo vive: duerme con su madre. En la misma habitación. Cama contra cama. Sabemos que su padre murió loco en un manicomio. No es de extrañar. Su madre es enfermizamente posesiva, entrometida, castradora, invade todo su espacio. Erika es severa con sus alumnos hasta la crueldad. Como es lógico, presenta diversos trastornos sexuales. Frecuenta sex shops y se encierra en esas tristes cabinas individuales para ver porno, olfatea los pañuelos de papel abandonados por los pajilleros. Merodea por cines al aire libre para sorprender a alguna pareja follando. Se inflige heridas en la vagina con una hoja de afeitar, hasta sangrar.
Abriga una fantasía: encontrar a un hombre que la domine, la sojuzgue, la maltrate, que utilice con ella cadenas, esposas, cables, látigos, máscaras, fustas, que la sodomice y la obligue a practicarle besos negros. Cree encontrarlo en un alumno, y para dejarle paso no duda en mutilar espantosamente a su mejor alumna. Él se resiste al principio, asqueado, pero ella no sabe que ha encontrado la horma de su zapato...
Tras el visionado de La pianista tuve que salir a tomar una copa. Ya sé que es una excusa barata, pero así fue. Una película espesa, dura, implacable con la condición humana, de ambiente desasosegante, asfixiante, una visita a los infiernos de la psique para avisarnos de que eso puede pasarle a cualquiera. Haneke es un tocapelotas de primera categoría. Por eso no he visto, ni pienso ver, sus dos Funny Games y Amor. Al fin y al cabo, dejar que te las toquen es voluntario, ¿no? El panorama humano de La pianista me interesaba más. Para estómagos fuertes, no la puede ver cualquiera.
Me preguntaba después, desde el punto de vista del cinéfilo inveterado, si es necesario rodar películas así. Aún no he localizado la respuesta, hasta tal punto me turbó. Naturalmente, y ya sé que me repito, nada sería igual sin la estremecedora interpretación de la grande grande grande Isabelle Huppert, simplemente excelsa en su papel. No sé de dónde saca energías este frágil pajarillo para encarnar personajes tan duros y terribles como esta Erika. Creo que sólo ella es capaz. Pienso en lo que haría Meryl Sreep en su lugar, y me entran vahídos.
Creo que es mejor verla que dejar pasar la oportunidad. Pero, insisto, no todo el mundo la soportará.
Abriga una fantasía: encontrar a un hombre que la domine, la sojuzgue, la maltrate, que utilice con ella cadenas, esposas, cables, látigos, máscaras, fustas, que la sodomice y la obligue a practicarle besos negros. Cree encontrarlo en un alumno, y para dejarle paso no duda en mutilar espantosamente a su mejor alumna. Él se resiste al principio, asqueado, pero ella no sabe que ha encontrado la horma de su zapato...
Tras el visionado de La pianista tuve que salir a tomar una copa. Ya sé que es una excusa barata, pero así fue. Una película espesa, dura, implacable con la condición humana, de ambiente desasosegante, asfixiante, una visita a los infiernos de la psique para avisarnos de que eso puede pasarle a cualquiera. Haneke es un tocapelotas de primera categoría. Por eso no he visto, ni pienso ver, sus dos Funny Games y Amor. Al fin y al cabo, dejar que te las toquen es voluntario, ¿no? El panorama humano de La pianista me interesaba más. Para estómagos fuertes, no la puede ver cualquiera.
Me preguntaba después, desde el punto de vista del cinéfilo inveterado, si es necesario rodar películas así. Aún no he localizado la respuesta, hasta tal punto me turbó. Naturalmente, y ya sé que me repito, nada sería igual sin la estremecedora interpretación de la grande grande grande Isabelle Huppert, simplemente excelsa en su papel. No sé de dónde saca energías este frágil pajarillo para encarnar personajes tan duros y terribles como esta Erika. Creo que sólo ella es capaz. Pienso en lo que haría Meryl Sreep en su lugar, y me entran vahídos.
Creo que es mejor verla que dejar pasar la oportunidad. Pero, insisto, no todo el mundo la soportará.
17 de junio de 2017
17 de junio de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Repugnante. Eso es lo que me parece el universo que nos retrata Haneke. Cada uno de los personajes que recorren la cinta así como las situaciones que estos protagonizan me resultan repugnantes, hacen que se me revuelva el estómago y se me ponga cara de vinagre.
Por lo general, las películas que más disfruto son aquellas que me dejan impactado, que son capaces de sorprenderme y me hacen pensar en ellas aún durante varios días tras verlas, y esto aunque para ello tengan que recurrir a cierto efectismo. Sin embargo, con esta película, que efectivamente me ha dejado impactado, la sensación de sorpresa más que venir acompañada de una de fascinación lo hace de una de disgusto.
No es solo cuestión de la pareja protagonista, de quienes podemos decir, por parte de él, que se trata de un tipo aburrido (o mejor aún, que aburre) y en todo caso repelente, y, en el caso de ella, que su fetiche sexual casi es el menor de sus trazos negativos. La madre, tal vez el tercer personaje en discordia en cuanto a importancia, es al menos tan extraña como su hija, aunque el menos es capaz de despertarnos cierta ternura como víctima de ella misma. El resto de figuras que desfilan por esta historia no son capaces de despertarme ni la menor empatía, ni siquiera la alumna de la pianista a la que le hace la putada con los cristales. Aunque los caracteres y sucesos de la película no son tan raros de por sí (todos entendemos que hay de todo en la villa del señor), la forma que tiene Haneke de contarnos esta historia los hace parecer de otro planeta. Muchos otros nos han contado historias sobre los marginados de la sociedad, sobre los desheredados de la tierra y de un mundo que no han hecho pensando en ellos, sobre las gentes más extrañas y ajenas a la masa, pero por lo general lo hacen buscando que los comprendamos a ellos y a su mundo, que abramos la mente y la mirada. Por el contrario, no parece ser esto lo que pretende el director austríaco. Esto me hace pensar: ¿qué pretende Hanke? ¿cuál es el mensaje que nos quiere transmitir? ¿de verdad hay algo que nos quiera decir, o solo pretende dejarnos ojipláticos?
Lo dicho hasta ahora no quita que evidentemente Haneke sabe como dirigir una película y en ese sentido no se le puede poner ninguna pega a 'La Pianiste'. La actuación de Isabelle Huppert es sobresaliente y es uno de los aspectos más positivos de la cinta.
Resumiendo, me gustaría ver ese talento dedicado a historias que me resulten más interesantes, así que le daré la oportunidad a alguna otra de las películas de Haneke.
Por lo general, las películas que más disfruto son aquellas que me dejan impactado, que son capaces de sorprenderme y me hacen pensar en ellas aún durante varios días tras verlas, y esto aunque para ello tengan que recurrir a cierto efectismo. Sin embargo, con esta película, que efectivamente me ha dejado impactado, la sensación de sorpresa más que venir acompañada de una de fascinación lo hace de una de disgusto.
No es solo cuestión de la pareja protagonista, de quienes podemos decir, por parte de él, que se trata de un tipo aburrido (o mejor aún, que aburre) y en todo caso repelente, y, en el caso de ella, que su fetiche sexual casi es el menor de sus trazos negativos. La madre, tal vez el tercer personaje en discordia en cuanto a importancia, es al menos tan extraña como su hija, aunque el menos es capaz de despertarnos cierta ternura como víctima de ella misma. El resto de figuras que desfilan por esta historia no son capaces de despertarme ni la menor empatía, ni siquiera la alumna de la pianista a la que le hace la putada con los cristales. Aunque los caracteres y sucesos de la película no son tan raros de por sí (todos entendemos que hay de todo en la villa del señor), la forma que tiene Haneke de contarnos esta historia los hace parecer de otro planeta. Muchos otros nos han contado historias sobre los marginados de la sociedad, sobre los desheredados de la tierra y de un mundo que no han hecho pensando en ellos, sobre las gentes más extrañas y ajenas a la masa, pero por lo general lo hacen buscando que los comprendamos a ellos y a su mundo, que abramos la mente y la mirada. Por el contrario, no parece ser esto lo que pretende el director austríaco. Esto me hace pensar: ¿qué pretende Hanke? ¿cuál es el mensaje que nos quiere transmitir? ¿de verdad hay algo que nos quiera decir, o solo pretende dejarnos ojipláticos?
Lo dicho hasta ahora no quita que evidentemente Haneke sabe como dirigir una película y en ese sentido no se le puede poner ninguna pega a 'La Pianiste'. La actuación de Isabelle Huppert es sobresaliente y es uno de los aspectos más positivos de la cinta.
Resumiendo, me gustaría ver ese talento dedicado a historias que me resulten más interesantes, así que le daré la oportunidad a alguna otra de las películas de Haneke.
17 de diciembre de 2017
17 de diciembre de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
- Oye, ¿has visto "La pianista?- me preguntó hace tiempo mi hijo
- Pues ...no, no me suena. He visto "El piano", "El pianista", "La leyenda del pianista en el océano", "Tirad sobre el pianista", a Chico Marx tocando el piano en todas sus pelis, pero "La pianista no?. ¿Está bien?
- Tienes que verla...es brutal. Te la traeré un día de estos. Que la mama no la vea
Pasaron un par de meses y por fin tuve en mis manos el DVD en cuestión. En la entrega, mi hijo volvió a recordarme evitar a toda costa que su madre la viese. Aquello prometía. Qué bien conoce el niño a su madre.
Pues sí, la vi, dos veces, por lo de los matices. Porque esta peli es muy de matices y la cinta merecía un estudio profundo por el tema que tocaba.
Uno puede pensar que la adaptación - recreación ficticia sobre una obra del Marqués de Sade, "Saló, o los 120 días de Sodoma" de Pasolini (peliculón), es muy fuerte, asquerosa y descarnada. Que la "Lolita" (peliculón) de Kubrick, interpretada magistralmente por un poderoso James Mason, es aberrante y extemporanea. Que aquella "Calígula" (peliculón) dirigida por el genio viciosillo Tinto Brass y protagonizada, entre otros, por Peter O'Toole y Malcolm McDowell, y que falleció antes de nacer por, según los mentideros del celuloide, abuso de parafilia es una burla al cine serio. Con estos datos, irrefutables para algunos y absurdos para otros, uno puede y debe pensar; ¿por qué unas son tan maltratadas - ignoradas por la crítica profesional y la otra es encumbrada a obra mayor?. ¿Qué diferencia hay entre las unas y la otra?. Pues para mí francamente ninguna. Quiero creer que son cosas del destino que es así de caprichoso. (Mi madre decía: piensa mal y acertarás, pero es que mi madre era muy mal pensada)
"La pianista", película basada en la novela de la escritora austriaca Elfriede Jelinek, es dura y vulgar en contenido visual, pero gana muchos enteros cuando llega el momento de reflexionar sobre el comportamiento humano en según qué circunstancias y bajo presión.
El director de la cinta nos sumerge de lleno en el universo de las parafilias. En el caso de la protagonista son varias.
Una mujer de...taitantos años languidece irremediablemente como consecuencia de no afrontar con valentía su sexualidad. Censura su libre albedrío silenciando unos deseos carnales que corroen sus entrañas. Ésta situación no solo afecta a su comportamiento sexual. Su actitud para afrontar el día a día en el entorno familiar (vive con su madre), social y laboral, también se ve afectado, tirando de indiferencia, soberbia, frialdad y hasta crueldad para intentar ocultar, que no negar, sus deseos más íntimos.
La peli sería una más del montón si la tratásemos técnicamente. En ese aspecto carece de valor. Tal vez reseñar la buena banda sonora que aporta estilo y ayuda al espectador a relajarse y centrarse más en la trama, ejerciendo de perfecto catalizador.
Hay que verla detenidamente para juzgarla.
8 de 10 por lo valiente que ha sido el director y por las muy buenas interpretaciones del elenco
- Pues ...no, no me suena. He visto "El piano", "El pianista", "La leyenda del pianista en el océano", "Tirad sobre el pianista", a Chico Marx tocando el piano en todas sus pelis, pero "La pianista no?. ¿Está bien?
- Tienes que verla...es brutal. Te la traeré un día de estos. Que la mama no la vea
Pasaron un par de meses y por fin tuve en mis manos el DVD en cuestión. En la entrega, mi hijo volvió a recordarme evitar a toda costa que su madre la viese. Aquello prometía. Qué bien conoce el niño a su madre.
Pues sí, la vi, dos veces, por lo de los matices. Porque esta peli es muy de matices y la cinta merecía un estudio profundo por el tema que tocaba.
Uno puede pensar que la adaptación - recreación ficticia sobre una obra del Marqués de Sade, "Saló, o los 120 días de Sodoma" de Pasolini (peliculón), es muy fuerte, asquerosa y descarnada. Que la "Lolita" (peliculón) de Kubrick, interpretada magistralmente por un poderoso James Mason, es aberrante y extemporanea. Que aquella "Calígula" (peliculón) dirigida por el genio viciosillo Tinto Brass y protagonizada, entre otros, por Peter O'Toole y Malcolm McDowell, y que falleció antes de nacer por, según los mentideros del celuloide, abuso de parafilia es una burla al cine serio. Con estos datos, irrefutables para algunos y absurdos para otros, uno puede y debe pensar; ¿por qué unas son tan maltratadas - ignoradas por la crítica profesional y la otra es encumbrada a obra mayor?. ¿Qué diferencia hay entre las unas y la otra?. Pues para mí francamente ninguna. Quiero creer que son cosas del destino que es así de caprichoso. (Mi madre decía: piensa mal y acertarás, pero es que mi madre era muy mal pensada)
"La pianista", película basada en la novela de la escritora austriaca Elfriede Jelinek, es dura y vulgar en contenido visual, pero gana muchos enteros cuando llega el momento de reflexionar sobre el comportamiento humano en según qué circunstancias y bajo presión.
El director de la cinta nos sumerge de lleno en el universo de las parafilias. En el caso de la protagonista son varias.
Una mujer de...taitantos años languidece irremediablemente como consecuencia de no afrontar con valentía su sexualidad. Censura su libre albedrío silenciando unos deseos carnales que corroen sus entrañas. Ésta situación no solo afecta a su comportamiento sexual. Su actitud para afrontar el día a día en el entorno familiar (vive con su madre), social y laboral, también se ve afectado, tirando de indiferencia, soberbia, frialdad y hasta crueldad para intentar ocultar, que no negar, sus deseos más íntimos.
La peli sería una más del montón si la tratásemos técnicamente. En ese aspecto carece de valor. Tal vez reseñar la buena banda sonora que aporta estilo y ayuda al espectador a relajarse y centrarse más en la trama, ejerciendo de perfecto catalizador.
Hay que verla detenidamente para juzgarla.
8 de 10 por lo valiente que ha sido el director y por las muy buenas interpretaciones del elenco
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here