Carrie
7.0
58,364
Terror. Drama
Carrie White, una tímida adolescente que vive con su madre, una fanática religiosa, es objeto de las burlas constantes de sus compañeros de instituto. Cuando, en las duchas del gimnasio, la chica sufre un ataque de histeria al tener su primera menstruación, a una de sus compañeras se le ocurre gastarle una broma macabra durante la fiesta de graduación. Lo que todos ignoran es que Carrie posee poderes telequinésicos. Adaptación de la novela homónima de Stephen King. [+]
23 de julio de 2018
23 de julio de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay una chica en un instituto de Maine llamada Carrie White cuya vida está rota. Nadie la entiende, sus compañeras la maltratan, su fanática madre la tiene oprimida sin compasión bajo rezos y oraciones a Dios.
Es de esperar que la joven actúe, y que todo lo que ha estado soportando salga en forma de despiadada venganza...y más sabiendo que posee poderes telequinéticos.
Desde comienzos de los '70 el cine de terror estaba presto a vivir una renovación que significaría un nuevo comienzo para dicho género. La temprana y angustiante "Semilla del Diablo" de Polanski trazó un camino por el que poco después pasarían "El Exorcista", "La Profecía" y "La Noche de Halloween"; era el momento perfecto para que se estrenara una película como "Carrie", la cual, junto a las anteriores nombradas, cambiaría el panorama cinematográfico y prepararía el escenario para lo que se avecinaba en la década de los '80.
Dicha película sería nada más y nada menos que la primera adaptación de la primera novela de Stephen King, prolífico autor que vería innumerables obras suyas cobrando vida en pantalla a partir de ese momento (el cine de terror de los '80 está repleto de adaptaciones de sus novelas); esta "Carrie" le surgió a King cuando tenía aún tres novelas escritas sin publicar con la intención de hacer un relato corto, aunque no confiaba mucho en la historia. Fue gracias al empeño de su mujer que continuó con ello, añadiendo muchas experiencias personales e influenciado por "La Semilla del Diablo". Puesta a la venta en 1.974, no tuvo que pasar mucho tiempo para que la novela se convirtiera en todo un éxito.
Poco después la misma llegaría a manos de un Brian DePalma recién mudado a Hollywood que aún firmaba pequeños (y desconocidos para la mayoría) aunque muy interesantes trabajos, como "Hermanas" o la genial "El Fantasma del Paraíso". El que ninguna productora hubiera adquirido aún los derechos del libro puso en bandeja al director la oportunidad de embarcarse en lo que podría ser un jugoso éxito de taquilla; del guión se ocuparía Lawrence Cohen y del presupuesto la United Artist, eso sí, con muchas limitaciones, lo que llevaría a DePalma a no poder mantenerse totalmente fiel al texto original (no olvidemos cómo la protagonista se cargaba el pueblo entero en la novela).
Por méritos propios, "Carrie" se encuentra entre los mejores films de horror de los últimos cuarenta años, y la razón se encuentra en la capacidad que posee la historia para estremecer al espectador, pues difícil resulta que a éste no se le encoja el corazón desde el mismísimo comienzo contemplando la desgracia por la que pasa la pobre Carrie White, una muchacha atrapada por el malsano ambiente en el que le ha tocado vivir, aguantando la disciplina de una madre sobreprotectora y obsesionada con la religión y el pecado y la repulsión de sus compañeras (cuya repugnante catadura no conocerá límites, y lo veremos desde el mismísimo comienzo), mientras la srta. Collins ejerce el papel de madre sustitutiva para ella.
A pesar de las grandes y ocasionales dosis de humor negro (ácido hasta la médula), de su concesión al sadismo y de su inclinación al melodrama estudiantil (algo muy recurrente en el cine de la época), el tono de "Carrie" no se aleja mucho del que imprimió Polanski a "La Semilla del Diablo". Al igual que el franco-polaco, DePalma consigue crisparnos los nervios introduciéndonos en una atmósfera asfixiante y tensa, apoyándose en un problema tan serio como el acoso escolar (lo que ayuda al espectador a ponerse en la piel de la protagonista) y presentando una visión repugnante de la sociedad, la religión y el ser humano, pero al contrario de Rosemary, que terminaba aceptando el asedio de aquellos adoradores de Satán, Carrie condenará de la manera más horrible y, dicho sea de paso, extraordinaria, a los que no dejan de acosarla.
Un buen ejemplo de la gran capacidad que posee DePalma para angustiar a su público lo hallamos en el momento del clímax (que detallaré en la Zona Spoiler). Sissy Spacek, con una delicada belleza a lo Liv Ullmann o Mia Farrow, se lleva todos los elogios por su increíble y apabullante encarnación de Carrie, lidiando constantemente con Piper Laurie (futura Catherine Martell de "Twin Peaks"), quien da vida a su odiosa y detestable madre. Destacan sobre todo unos muy jóvenes y enervantes John Travolta y Nancy Allen (a quien cada vez aguanto menos).
Violenta, arriesgada, agobiante, sobrecogedora a la vez que fascinante y con un poder visual del todo arrollador, "Carrie" permanece en el tiempo no sólo como la mejor adaptación que se ha hecho de una novela de Stephen King, sino como una de las más grandes películas de horror del celuloide, sirviendo de principal referencia para un gran número de futuras producciones.
A todo esto, en 2.013 salió una estupidez de "remake" dirigido por Kimberly Peirce que a nadie recomiendo. Si no le doy más nota es porque el final no fue plato de mi gusto.
Es de esperar que la joven actúe, y que todo lo que ha estado soportando salga en forma de despiadada venganza...y más sabiendo que posee poderes telequinéticos.
Desde comienzos de los '70 el cine de terror estaba presto a vivir una renovación que significaría un nuevo comienzo para dicho género. La temprana y angustiante "Semilla del Diablo" de Polanski trazó un camino por el que poco después pasarían "El Exorcista", "La Profecía" y "La Noche de Halloween"; era el momento perfecto para que se estrenara una película como "Carrie", la cual, junto a las anteriores nombradas, cambiaría el panorama cinematográfico y prepararía el escenario para lo que se avecinaba en la década de los '80.
Dicha película sería nada más y nada menos que la primera adaptación de la primera novela de Stephen King, prolífico autor que vería innumerables obras suyas cobrando vida en pantalla a partir de ese momento (el cine de terror de los '80 está repleto de adaptaciones de sus novelas); esta "Carrie" le surgió a King cuando tenía aún tres novelas escritas sin publicar con la intención de hacer un relato corto, aunque no confiaba mucho en la historia. Fue gracias al empeño de su mujer que continuó con ello, añadiendo muchas experiencias personales e influenciado por "La Semilla del Diablo". Puesta a la venta en 1.974, no tuvo que pasar mucho tiempo para que la novela se convirtiera en todo un éxito.
Poco después la misma llegaría a manos de un Brian DePalma recién mudado a Hollywood que aún firmaba pequeños (y desconocidos para la mayoría) aunque muy interesantes trabajos, como "Hermanas" o la genial "El Fantasma del Paraíso". El que ninguna productora hubiera adquirido aún los derechos del libro puso en bandeja al director la oportunidad de embarcarse en lo que podría ser un jugoso éxito de taquilla; del guión se ocuparía Lawrence Cohen y del presupuesto la United Artist, eso sí, con muchas limitaciones, lo que llevaría a DePalma a no poder mantenerse totalmente fiel al texto original (no olvidemos cómo la protagonista se cargaba el pueblo entero en la novela).
Por méritos propios, "Carrie" se encuentra entre los mejores films de horror de los últimos cuarenta años, y la razón se encuentra en la capacidad que posee la historia para estremecer al espectador, pues difícil resulta que a éste no se le encoja el corazón desde el mismísimo comienzo contemplando la desgracia por la que pasa la pobre Carrie White, una muchacha atrapada por el malsano ambiente en el que le ha tocado vivir, aguantando la disciplina de una madre sobreprotectora y obsesionada con la religión y el pecado y la repulsión de sus compañeras (cuya repugnante catadura no conocerá límites, y lo veremos desde el mismísimo comienzo), mientras la srta. Collins ejerce el papel de madre sustitutiva para ella.
A pesar de las grandes y ocasionales dosis de humor negro (ácido hasta la médula), de su concesión al sadismo y de su inclinación al melodrama estudiantil (algo muy recurrente en el cine de la época), el tono de "Carrie" no se aleja mucho del que imprimió Polanski a "La Semilla del Diablo". Al igual que el franco-polaco, DePalma consigue crisparnos los nervios introduciéndonos en una atmósfera asfixiante y tensa, apoyándose en un problema tan serio como el acoso escolar (lo que ayuda al espectador a ponerse en la piel de la protagonista) y presentando una visión repugnante de la sociedad, la religión y el ser humano, pero al contrario de Rosemary, que terminaba aceptando el asedio de aquellos adoradores de Satán, Carrie condenará de la manera más horrible y, dicho sea de paso, extraordinaria, a los que no dejan de acosarla.
Un buen ejemplo de la gran capacidad que posee DePalma para angustiar a su público lo hallamos en el momento del clímax (que detallaré en la Zona Spoiler). Sissy Spacek, con una delicada belleza a lo Liv Ullmann o Mia Farrow, se lleva todos los elogios por su increíble y apabullante encarnación de Carrie, lidiando constantemente con Piper Laurie (futura Catherine Martell de "Twin Peaks"), quien da vida a su odiosa y detestable madre. Destacan sobre todo unos muy jóvenes y enervantes John Travolta y Nancy Allen (a quien cada vez aguanto menos).
Violenta, arriesgada, agobiante, sobrecogedora a la vez que fascinante y con un poder visual del todo arrollador, "Carrie" permanece en el tiempo no sólo como la mejor adaptación que se ha hecho de una novela de Stephen King, sino como una de las más grandes películas de horror del celuloide, sirviendo de principal referencia para un gran número de futuras producciones.
A todo esto, en 2.013 salió una estupidez de "remake" dirigido por Kimberly Peirce que a nadie recomiendo. Si no le doy más nota es porque el final no fue plato de mi gusto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Uno de los momentos más poderosos de la película y de la filmografía de Brian DePalma lo hallamos en la secuencia final del baile.
Hemos entrado en la fiesta de graduación con un largo y lento "travelling" que DePalma parece heredar del que Hitchcock, su mentor, ejecuta en "Inocencia y Juventud"; un plano que no enfocará a la banda como en un principio de presta a hacer, sino que virará a la izquierda y se posará sobre la pareja que acaba de entrar: Tommy y Carrie.
El ambiente es de júbilo, cálido y descarado, ambiente en el que Carrie, cohibida y temblorosa pero sonriente, se infiltra, silenciosa; tras una breve conversación con la profesora Collins, madre inconfesa de la chica, ésta y Tommy inician el baile. El director mantiene la cámara a la altura de las rodillas de los muchachos enfocando hacia arriba sin cesar el movimiento en círculo, que llega casi a marear, provocando una sensación de ahogo impropia para el momento que se está dando entre la pareja (o quizá no tanto, teniendo en cuenta en que Carrie duda con temor de las intenciones del chico).
Hay un concurso, una elección de rey y reina. Tommy coquetea con Carrie como si ya no existiera Sue, su novia real; situación de fantasía cruzada con violentos planos cortos de la madre de la protagonista enfocados desde arriba (como si fuera observada por Dios). La trampa tendida a la chica y las verdaderas intenciones de la fiesta se averiguan gracias a otro "travelling" que se mueve desde el suelo hasta el cubo, lleno con la sangre del cerdo antes asesinado.
Durante unos breves instantes, Carrie se siente en el Cielo; todos la aceptan, ha ganado el concurso y por fin puede verse como una mujer de verdad...
Mientras tanto, ahí está el cubo, y la malévola Chris observando junto a su novio, dispuesta a arruinar la noche de la protagonista. El director, con un interminable festival de guiños a Hitchcock, nos prepara para ese más que previsible desastre, y lo hace divinamente. Sue averigua la verdad, la profesora intuye algo malo...
Planos cada vez más cortos de la previsible y caótica situación unidos a secuencias en "slow motion" que sin duda representan la noche desde el punto de vista de Carrie. Collins detiene a Sue y la echa de la sala, ignorante del verdadero peligro. Chris se lame los labios.
Magia y horror, fantasía y crueldad unidas por obra y gracia de DePalma en una secuencia de absorbente atmósfera, de pura abstracción psicológica. Cuanto más se retrasa la caída del cubo más se tensa el ambiente y menos podemos respirar.
Sólo lo peor está por llegar...y al final ocurre lo que nos temíamos. El espectador, extasiado, ya está preparado para sentirse como en el mismísimo Infierno.
Hemos entrado en la fiesta de graduación con un largo y lento "travelling" que DePalma parece heredar del que Hitchcock, su mentor, ejecuta en "Inocencia y Juventud"; un plano que no enfocará a la banda como en un principio de presta a hacer, sino que virará a la izquierda y se posará sobre la pareja que acaba de entrar: Tommy y Carrie.
El ambiente es de júbilo, cálido y descarado, ambiente en el que Carrie, cohibida y temblorosa pero sonriente, se infiltra, silenciosa; tras una breve conversación con la profesora Collins, madre inconfesa de la chica, ésta y Tommy inician el baile. El director mantiene la cámara a la altura de las rodillas de los muchachos enfocando hacia arriba sin cesar el movimiento en círculo, que llega casi a marear, provocando una sensación de ahogo impropia para el momento que se está dando entre la pareja (o quizá no tanto, teniendo en cuenta en que Carrie duda con temor de las intenciones del chico).
Hay un concurso, una elección de rey y reina. Tommy coquetea con Carrie como si ya no existiera Sue, su novia real; situación de fantasía cruzada con violentos planos cortos de la madre de la protagonista enfocados desde arriba (como si fuera observada por Dios). La trampa tendida a la chica y las verdaderas intenciones de la fiesta se averiguan gracias a otro "travelling" que se mueve desde el suelo hasta el cubo, lleno con la sangre del cerdo antes asesinado.
Durante unos breves instantes, Carrie se siente en el Cielo; todos la aceptan, ha ganado el concurso y por fin puede verse como una mujer de verdad...
Mientras tanto, ahí está el cubo, y la malévola Chris observando junto a su novio, dispuesta a arruinar la noche de la protagonista. El director, con un interminable festival de guiños a Hitchcock, nos prepara para ese más que previsible desastre, y lo hace divinamente. Sue averigua la verdad, la profesora intuye algo malo...
Planos cada vez más cortos de la previsible y caótica situación unidos a secuencias en "slow motion" que sin duda representan la noche desde el punto de vista de Carrie. Collins detiene a Sue y la echa de la sala, ignorante del verdadero peligro. Chris se lame los labios.
Magia y horror, fantasía y crueldad unidas por obra y gracia de DePalma en una secuencia de absorbente atmósfera, de pura abstracción psicológica. Cuanto más se retrasa la caída del cubo más se tensa el ambiente y menos podemos respirar.
Sólo lo peor está por llegar...y al final ocurre lo que nos temíamos. El espectador, extasiado, ya está preparado para sentirse como en el mismísimo Infierno.
7 de junio de 2020
7 de junio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevar a la gran pantalla una novela de Stephen King y salir indemne es algo que no todos los directores logran y, si no, que se lo cuenten a Stanley Kubrick con la adaptación de "El Resplandor".
El film avanza a través de un halo de misterio contínuo donde el director va entregando, en cuenta gotas, cada uno de los elementos que nos llevará al momento culminante del film.
Para conseguir esta tensión latente hay varios elementos que contribuyen a ello. La elección de las actrices, los movimientos de cámara o la magnífica banda sonora de Pino Donaggio (espeluznate el tema musical "Bucket of blood"). Todos estos atributos logran que el espectador esté atento hasta el final de una historia que sorprenderá hasta a los más avispados.
El film avanza a través de un halo de misterio contínuo donde el director va entregando, en cuenta gotas, cada uno de los elementos que nos llevará al momento culminante del film.
Para conseguir esta tensión latente hay varios elementos que contribuyen a ello. La elección de las actrices, los movimientos de cámara o la magnífica banda sonora de Pino Donaggio (espeluznate el tema musical "Bucket of blood"). Todos estos atributos logran que el espectador esté atento hasta el final de una historia que sorprenderá hasta a los más avispados.
13 de julio de 2020
13 de julio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los amantes del cine siempre han considerado a Brian De Palma un rara avis o, como mínimo, un director peculiar con claros y oscuros dentro de su extensa filmografía, y eso que en su momento se dijo que era heredero del mismísimo Alfred Hitchcock. Esa bocanada de aire fresco que representaron sus primeros trabajos, atrajo a una legión de seguidores que a cada nueva obra abrían más la boca, no siempre en señal de admiración.
Carrie fue uno de esos fogonazos, con permiso y en mi opinión de la excelente El Fantasma del Paraíso (Phantom of the Paradise, 1974), que la precedió dos años antes. Esa subida a los altares del, por llamarlo de alguna manera, cine más comercial le aupó a lo más alto del pódium del cine de la época. Hay que tener en cuenta que la competencia en el género del año de su estreno fue feroz. Como muestra La Profecía (The Omen. Richard Donner), El Quimérico Inquilino (Le Locataire. Roman Polanski) y, barriendo para casa ¿Quién Puede Matar a un Niño? (Narciso Ibáñez Serrador).
La historia es obra de nuestro admirado Stephen King. Hacer un ranking de las mejores adaptaciones que se han hecho de sus libros nos parece un trabajo titánico. Carrie pienso que es una de las mejores, con permiso de El Resplandor (The Shining. Stanley Kubrick, 1980) y Misery (Rob Reiner, 1990). El hecho de conocer su autoría ya nos indica que la trama se moverá por los más oscuros callejones del terror.
Carrie White es una tímida y acomplejada adolescente con poder de telequinesis, que vive bajo el yugo de su madre Margaret, una reprimida fanática religiosa. La relación con sus compañeros de instituto es algo complicada. Tommy, el chico más guapo del lugar, la invita al baile de fin de curso, sin saber que sus compañeros planean una cruel broma. Lo que no saben es lo furibunda que será la reacción de Carrie.
Brian De Palma se mueve como pez en el agua en los entresijos de una trama rocambolesca, rebuscada y muy original. Plasmar todo eso en unos escasos 98 minutos sin que se resienta nada y con ritmo espectacular, nos da a entender de su capacidad para explicar historias, además con un lenguaje cinematográfico sugerente y para nada estereotipado.
En la parte algo más técnica tenemos el split-screen (pantalla partida) que es un recurso que en general dinamiza un film, puedes explicar dos o tres (más ya es abuso) cosas a la vez. Brian De Palma lo usó en numerosas ocasiones, tal es su estilo en cuanto a dinamismo. Aparte de Carrie tenemos, Hermanas, El Fantasma del Paraíso, Vestida Para Matar, Blow Out, La Hoguera de las Vanidades, Ojos de Serpiente y Femme Fatale. Como veis toda una declaración de intenciones del director americano.
Vamos con el elenco, que se las trae. Sin ánimo de ser como una cantera de talentos jóvenes, De Palma da muestra de su ojo clínico al fichar para el film a actores y actrices noveles que más tarde dejarían de ser promesas, algunos con más éxito que otros. Empezamos con la polifacética Sissy Spacek (Desaparecido) en el papel de Carrie en una excelente performance. Seguimos con Piper Laurie (El Buscavidas) como atormentada madre. A continuación nombraremos a los rookies: Amy Irving (La Furia), William Katt (House, Una Casa Aluciante), John Travolta (Impacto) y Nancy Allen (Vestida Para Matar).
Decir que Carrie esté considerada como una obra maestra del terror es, en mi opinión, algo arriesgado. Tiene muchas cosas positivas pero quizás el paso del tiempo ha mermado algo esa frescura con la que emergió. De todas maneras es de visionado obligado para todo aquel que quiera admirar una de las obras más selectas tanto del cine de terror como de Brian De Palma.
https://www.terrorweekend.com/2020/07/carrie-review.html
Carrie fue uno de esos fogonazos, con permiso y en mi opinión de la excelente El Fantasma del Paraíso (Phantom of the Paradise, 1974), que la precedió dos años antes. Esa subida a los altares del, por llamarlo de alguna manera, cine más comercial le aupó a lo más alto del pódium del cine de la época. Hay que tener en cuenta que la competencia en el género del año de su estreno fue feroz. Como muestra La Profecía (The Omen. Richard Donner), El Quimérico Inquilino (Le Locataire. Roman Polanski) y, barriendo para casa ¿Quién Puede Matar a un Niño? (Narciso Ibáñez Serrador).
La historia es obra de nuestro admirado Stephen King. Hacer un ranking de las mejores adaptaciones que se han hecho de sus libros nos parece un trabajo titánico. Carrie pienso que es una de las mejores, con permiso de El Resplandor (The Shining. Stanley Kubrick, 1980) y Misery (Rob Reiner, 1990). El hecho de conocer su autoría ya nos indica que la trama se moverá por los más oscuros callejones del terror.
Carrie White es una tímida y acomplejada adolescente con poder de telequinesis, que vive bajo el yugo de su madre Margaret, una reprimida fanática religiosa. La relación con sus compañeros de instituto es algo complicada. Tommy, el chico más guapo del lugar, la invita al baile de fin de curso, sin saber que sus compañeros planean una cruel broma. Lo que no saben es lo furibunda que será la reacción de Carrie.
Brian De Palma se mueve como pez en el agua en los entresijos de una trama rocambolesca, rebuscada y muy original. Plasmar todo eso en unos escasos 98 minutos sin que se resienta nada y con ritmo espectacular, nos da a entender de su capacidad para explicar historias, además con un lenguaje cinematográfico sugerente y para nada estereotipado.
En la parte algo más técnica tenemos el split-screen (pantalla partida) que es un recurso que en general dinamiza un film, puedes explicar dos o tres (más ya es abuso) cosas a la vez. Brian De Palma lo usó en numerosas ocasiones, tal es su estilo en cuanto a dinamismo. Aparte de Carrie tenemos, Hermanas, El Fantasma del Paraíso, Vestida Para Matar, Blow Out, La Hoguera de las Vanidades, Ojos de Serpiente y Femme Fatale. Como veis toda una declaración de intenciones del director americano.
Vamos con el elenco, que se las trae. Sin ánimo de ser como una cantera de talentos jóvenes, De Palma da muestra de su ojo clínico al fichar para el film a actores y actrices noveles que más tarde dejarían de ser promesas, algunos con más éxito que otros. Empezamos con la polifacética Sissy Spacek (Desaparecido) en el papel de Carrie en una excelente performance. Seguimos con Piper Laurie (El Buscavidas) como atormentada madre. A continuación nombraremos a los rookies: Amy Irving (La Furia), William Katt (House, Una Casa Aluciante), John Travolta (Impacto) y Nancy Allen (Vestida Para Matar).
Decir que Carrie esté considerada como una obra maestra del terror es, en mi opinión, algo arriesgado. Tiene muchas cosas positivas pero quizás el paso del tiempo ha mermado algo esa frescura con la que emergió. De todas maneras es de visionado obligado para todo aquel que quiera admirar una de las obras más selectas tanto del cine de terror como de Brian De Palma.
https://www.terrorweekend.com/2020/07/carrie-review.html
25 de febrero de 2024
25 de febrero de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El clásico de Brian De Palma es la primera adaptación de una novela de Stephen King, ahí es nada. Sin embargo, el filme de 1976 cuenta con las suficientes virtudes como para ser considerado una obra de culto. Y es que posee una historia que se mueve entre el drama y el terror, aunque lo primero está mucho más presente a lo largo de la cinta que nos ocupa. Eso sí, la banda sonora transmite inquietud y agobio. No obstante, el mayor mérito de Carrie es que logra plasmar un relato tan siniestro como reflexivo. Siniestro debido al horror producido por la habilidad psíquica de la protagonista, y reflexivo por el maltrato que esta sufre a manos de la mayoría de la gente que la rodea. Y es esto último lo que me gustaría resaltar, ya que aquí vemos como la pobre Carrie es acosada en el instituto por sus compañeras y profesores, en la calle por niños y en casa por su propia madre, una mujer tan obsesionada con su fe que lleva sus creencias hasta límites enfermizos. Por ello, considero muy importante el hecho de destacar la crueldad de la sociedad, como hace la película, pues la propia película es una crítica clara y directa al pésimo comportamiento de las personas. El reparto cumple muy bien con su cometido y está a la altura de lo que se cuenta en pantalla. Sissy Spacek era la indicada, sin duda, y ahí está el resultado. Y lo mismo se puede decir de Piper Laurie, que está magnífica.
21 de julio de 2024
21 de julio de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si el infierno de Dante se forma de 9 anillos que purgan los pecados cometidos en la tierra, el de De Palma -con o sin permiso de un Stephen King insatisfecho, para variar- se formaba solamente de dos, los de otra pista de baloncesto tuneada en salón de bailes de fin de curso para saldar cuentas con el acoso escolar y, de paso, hacer que a Sissy Spacek la conviertan en un monstruo del terror con ojos inyectados en sangre (bueno, y el resto del cuerpo) inhumanamente redondos como faros desde el cartel.
Entre medias, si el díptico de John Rubin usando a un lechón Robert De Niro era su guiño neoyorkino a la nouvelle vague ésta es la comedia de institutos -lo siento, pero las clases de gimnasia, las puyas de pupitres o los probadores de esmoquines dan fé de ello- de De Palma con los maléficos lechuguinos Nancy Allen y John Travolta haciéndole la puñeta a la pobre Sissy conjurados con P. J. Soles ('Halloween') y Edie McClurg ('Ferry Bueller's Day Off') al paso que a Amy Irving le toca experimentar la culpa y los remordimientos que le harán pasar a la empatía condescendiente y, casi, la madurez. Y por cierto, no, no sé si Nancy Allen y Sydney Sweeney son parientes.
Mención aparte para la única persona en el reparto capaz de robarle el cetro y las escenas a la reina condenada de la función y dar más canguelo que la propia Spacek (mayúscula, repito) eclipsándola, diría que por exigencia de guión incluso, en lides de matrona mesiánica y tarada, o puede que solamente sea una pobre diabla cobarde y resentida a la que el abandono conyugal le ha arrebatado su capacidad de amar a personas reales, y a la que justo eso último, mas el miedo a quedarse sola, la ha privado de la cordura.
Entre medias, si el díptico de John Rubin usando a un lechón Robert De Niro era su guiño neoyorkino a la nouvelle vague ésta es la comedia de institutos -lo siento, pero las clases de gimnasia, las puyas de pupitres o los probadores de esmoquines dan fé de ello- de De Palma con los maléficos lechuguinos Nancy Allen y John Travolta haciéndole la puñeta a la pobre Sissy conjurados con P. J. Soles ('Halloween') y Edie McClurg ('Ferry Bueller's Day Off') al paso que a Amy Irving le toca experimentar la culpa y los remordimientos que le harán pasar a la empatía condescendiente y, casi, la madurez. Y por cierto, no, no sé si Nancy Allen y Sydney Sweeney son parientes.
Mención aparte para la única persona en el reparto capaz de robarle el cetro y las escenas a la reina condenada de la función y dar más canguelo que la propia Spacek (mayúscula, repito) eclipsándola, diría que por exigencia de guión incluso, en lides de matrona mesiánica y tarada, o puede que solamente sea una pobre diabla cobarde y resentida a la que el abandono conyugal le ha arrebatado su capacidad de amar a personas reales, y a la que justo eso último, mas el miedo a quedarse sola, la ha privado de la cordura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un duelo de sucubas (Laurie, Spacek, Allen) en las cumbres del infierno. Ni más ni menos. Y ni Tony Manero ni el gran héroe americano pueden hacer frente a ellas más que presumir de pelazos y recibir cubazos -los de Katt, uno en la cabeza que no iba para él y otro que no se espera en el corazón-.
Casi medio siglo después, ningún intento de rescatar del infierno a Carrie White remakeando, rebooteando o secuelizando su legado fue fructífero. El listón estaba mucho más alto que la cubeta con sangre de cerdo.
¿Crees que Meg Ryan era buena fingiendo el "climax" junto a Billy Crystal en el restaurante? Pues no has oído a Piper Laurie muriéndose.
Casi medio siglo después, ningún intento de rescatar del infierno a Carrie White remakeando, rebooteando o secuelizando su legado fue fructífero. El listón estaba mucho más alto que la cubeta con sangre de cerdo.
¿Crees que Meg Ryan era buena fingiendo el "climax" junto a Billy Crystal en el restaurante? Pues no has oído a Piper Laurie muriéndose.
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