Slumdog Millionaire
2008 

7.7
138,099
Drama. Romance
Jamal Malik (Dev Patel) es un adolescente pobre de los suburbios de Bombay que participa en la versión hindú del popular programa "¿Quién quiere ser millonario?". A punto de conseguir 20 millones de rupias, que es el premio máximo del concurso, el joven es interrogado por la policía, que sospecha que está haciendo trampas. Pero para cada una de las preguntas, Jamal tiene una respuesta. (FILMAFFINITY)
6 de febrero de 2009
6 de febrero de 2009
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Slumdog Millionaire está arrasando por el mundo, se está llevando todo tipo de premios y tiene muchas posibilidades de culminar esa carrera de premios con unos cuantos Oscar, así que fui con ganas de verla, con ciertas expectativas, y no es que me defraudara pero tampoco me pareció una gran película.
Lo que no puedo comprender es por qué está teniendo tanta repercusión, ¿tal vez me perdí algo? Porque a mi me pareció una historia bastante convencional, una historia de las de toda la vida, con ambiente de pobreza, mafias y amores de infancia, nada nuevo ni original como para que forme semejante revuelo. Tal vez sea porque en Estados Unidos están deseando pillar una historia de pobreza oriental, en este caso en la India, para ponerla por las nubes y creerse más interesantes e implicados con los problemas del mundo "vamos a darle un montón de premios a esta película que habla sobre los pobres niños de la India, que pena me dan, ay que buenos somos y que comprometidos con las buenas causas... ya me puedo ir tranquilo a dormir esta noche a mi mansión de la playa"
Es una película bien hecha, los actores dan el tipo, sobre todo los niños más pequeños que están geniales sin ni siquiera ser actores profesionales, lo cual tiene mucho mérito, no sólo por parte de ellos sino también del director.
Y la historia es la de siempre: un chico huérfano que se cría en el peor de los ambientes en India junto a su hermano, en ese ambiente conoce a Latika, otra niña huérfana, y los tres comparten penurias y situaciones difíciles, hasta que un día se separan y van pasando los años y el protagonista nunca consigue olvidarse de ella, pasa la vida buscándola y va al programa "Quieres ser millonario" porque imagina que ella lo verá...
El planteamiento me gustó, contar la historia del chaval a través de las preguntas que le van a haciendo en el concurso es bastante original, pero según avanza la película eso se va diluyendo y acaba en un final de lo más convencional y típico.
Lo que no puedo comprender es por qué está teniendo tanta repercusión, ¿tal vez me perdí algo? Porque a mi me pareció una historia bastante convencional, una historia de las de toda la vida, con ambiente de pobreza, mafias y amores de infancia, nada nuevo ni original como para que forme semejante revuelo. Tal vez sea porque en Estados Unidos están deseando pillar una historia de pobreza oriental, en este caso en la India, para ponerla por las nubes y creerse más interesantes e implicados con los problemas del mundo "vamos a darle un montón de premios a esta película que habla sobre los pobres niños de la India, que pena me dan, ay que buenos somos y que comprometidos con las buenas causas... ya me puedo ir tranquilo a dormir esta noche a mi mansión de la playa"
Es una película bien hecha, los actores dan el tipo, sobre todo los niños más pequeños que están geniales sin ni siquiera ser actores profesionales, lo cual tiene mucho mérito, no sólo por parte de ellos sino también del director.
Y la historia es la de siempre: un chico huérfano que se cría en el peor de los ambientes en India junto a su hermano, en ese ambiente conoce a Latika, otra niña huérfana, y los tres comparten penurias y situaciones difíciles, hasta que un día se separan y van pasando los años y el protagonista nunca consigue olvidarse de ella, pasa la vida buscándola y va al programa "Quieres ser millonario" porque imagina que ella lo verá...
El planteamiento me gustó, contar la historia del chaval a través de las preguntas que le van a haciendo en el concurso es bastante original, pero según avanza la película eso se va diluyendo y acaba en un final de lo más convencional y típico.
16 de febrero de 2009
16 de febrero de 2009
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué magnífica película, cómo me he divertido; Danny Boyle se ha currado su mejor obra sin duda, dirigiendo el guión de Simon Beaufoy que adapta la novela Q & A de Vikas Swarup. La historia es una extravagancia de tomo y lomo, honesta al mismo tiempo que inverosímil, un moderno cuento de hadas, eterna lucha entre el bien (el amor, las luces, los colores) y el mal (la oscuridad, la pobreza, la maldad, la intolerancia), con una espectacular ambientación, en Agra y Mumbai, metrópolis hipertrofiadas arquetípicas de ese universo tan peculiar y desconocido que es la India.
La trama sigue el triángulo formado por dos chicos, los hermanos Malik, Jamal y Salim, y Latika, el tercer lado. Me fascina cómo Boyle apuesta por el antagonismo entre los chicos: mientras el prota, Jamal, representa la pureza y la inocencia, Malik es el ángel guardián de la virtud de su hermano, conoce "el otro lado", pero hace todo lo posible por proteger al pequeño, sacrificándose contantemente, conociendo a la perfección la mitad oscura de la existencia, aunque lo arriesgue todo en el empeño. Desde el principio vemos esta dualidad, en esos muchachos, esos "slumdogs", chicos de chabola, iguales a los de casi cualquier lugar del mundo. La aparición de Latika significará la esperanza para Jamal, el futuro que apenas se puede vislumbrar en una vida en la que sólo hay lugar para el atroz presente.
Por ello la ventana del concurso televisivo es como una puerta cuántica, la certeza de que hay un más allá real y tangible...
No nos debe importar que las preguntas que se formulen en ese programa coincidan sospechosamente con la trayectoria vital del chaval, ya que la vocación de la peli es claramente ser una ficción, en ningún momento Boyle manda señales de que esto no sea un cuento, una fábula, y así lo debemos disfrutar; no obstante, se aprovecha para realizar una visión crítica de la situación social hindú, con unas cargas de profundidad que tienen su mira en la religión, los tremendos contrastes, la televisión, etc. La peli contiene tantos frentes que es difícil no olvidarse de alguno, pero me quedaría con la fascinante belleza de esa historia de determinación, amor y destino, con esa maravillosa adaptación de la iconografía "bollywoodiense" (sin duda gracias a la co-directora, Loveleen Tandan), con esa banda sonora de A.R. Rahman (quizá excesiva su nominación al óscar, pues no difiere en absoluto del color musical que contienen cientos de pelis hindúes), con ese espectacular trabajo de edición de Chris Dickens, con el talento narrativo a raudales que se ve en las pequeñas y grandes cosas (por ejemplo la escena de la representación de la ópera de Gluck, Orfeo y Eurídice, con un indudable paralelismo con la historia de Jamal) y la talentosa fotografía de Anthony Dod Mantle, parece que liberado de su adscripción al Dogma. Ah, y todos los actores están sobresalientes, sin excepción.
La trama sigue el triángulo formado por dos chicos, los hermanos Malik, Jamal y Salim, y Latika, el tercer lado. Me fascina cómo Boyle apuesta por el antagonismo entre los chicos: mientras el prota, Jamal, representa la pureza y la inocencia, Malik es el ángel guardián de la virtud de su hermano, conoce "el otro lado", pero hace todo lo posible por proteger al pequeño, sacrificándose contantemente, conociendo a la perfección la mitad oscura de la existencia, aunque lo arriesgue todo en el empeño. Desde el principio vemos esta dualidad, en esos muchachos, esos "slumdogs", chicos de chabola, iguales a los de casi cualquier lugar del mundo. La aparición de Latika significará la esperanza para Jamal, el futuro que apenas se puede vislumbrar en una vida en la que sólo hay lugar para el atroz presente.
Por ello la ventana del concurso televisivo es como una puerta cuántica, la certeza de que hay un más allá real y tangible...
No nos debe importar que las preguntas que se formulen en ese programa coincidan sospechosamente con la trayectoria vital del chaval, ya que la vocación de la peli es claramente ser una ficción, en ningún momento Boyle manda señales de que esto no sea un cuento, una fábula, y así lo debemos disfrutar; no obstante, se aprovecha para realizar una visión crítica de la situación social hindú, con unas cargas de profundidad que tienen su mira en la religión, los tremendos contrastes, la televisión, etc. La peli contiene tantos frentes que es difícil no olvidarse de alguno, pero me quedaría con la fascinante belleza de esa historia de determinación, amor y destino, con esa maravillosa adaptación de la iconografía "bollywoodiense" (sin duda gracias a la co-directora, Loveleen Tandan), con esa banda sonora de A.R. Rahman (quizá excesiva su nominación al óscar, pues no difiere en absoluto del color musical que contienen cientos de pelis hindúes), con ese espectacular trabajo de edición de Chris Dickens, con el talento narrativo a raudales que se ve en las pequeñas y grandes cosas (por ejemplo la escena de la representación de la ópera de Gluck, Orfeo y Eurídice, con un indudable paralelismo con la historia de Jamal) y la talentosa fotografía de Anthony Dod Mantle, parece que liberado de su adscripción al Dogma. Ah, y todos los actores están sobresalientes, sin excepción.
14 de febrero de 2009
14 de febrero de 2009
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿El destino está escrito? Opción A: Para todos. Opción B: Imposible. Opción C: Depende de para quién. 'Slumdog Millonaire' comienza con esta pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez. Esta película que por sus colores, sus protagonistas, su miseria no deja de recordarme a 'Ciudad de Dios'. Sin embargo, la vértebra de su narración es un concurso de televisión, es la historia de un chico de chabola que que prueba suerte, no por hacerse rico, sino buscando el reencuentro con la mujer de su vida. Las preguntas nos sirven de mcguffin magistral para adentrarnos en los acontecimientos de su vida, momentos disparatados, algunos ciertamente inverosímiles, otros que te desgarran el alma. Una magnífica, trepidante banda sonora acompaña a unas imágenes de vibrantes colores, un relato redondo, una historia de amor imposible, una historia de tortura, de corrupción, de buenos y de malos, pero también de malos que se hacen pero que no lo son tanto.
16 de febrero de 2009
16 de febrero de 2009
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última película del realizador Danny Boyle, "Slumdog Millionaire", es la historia de un adolescente pobre de Bombay que está a punto de ganar el premio máximo en el concurso ¿Quiere ser millonario? cuando es arrestado y acusado de hacer trampas. La cinta es a día de hoy la más firme aspirante a alzarse con el Oscar a Mejor Película del año. El que esto suscribe no la considera como tal, pero qué importaran los premios cuando se nos ofrece un producto tan bien elaborado como éste, con tanta fuerza y con un estilo visual que colma la pantalla: un arrollador y potente espectáculo al más puro estilo Bollywoodiense repleto de luces, color y belleza.
El que a lo largo de su vida Jamal (Dev Patel) haya ido encontrándose las respuestas a las preguntas que se le formularán en la versión hindu del programa responde a necesidades narrativas, y aunque algo forzado, nos permite adentrarnos en el verdadero motor del filme: la historia de Jamal y su eterna búsqueda del amor de Latika (la bellísima Freida Pinto). Ambos actores cumplen correctamente con sus papeles en esta historia de amor algo convencional.
La película lleva su trama en dos direcciones paralelas: por un lado vemos el desarrollo del concurso de televisión, en el que Jamal va contestando a las preguntas ante la incredulidad del presentador y del júbilo de los allí presentes; por otra parte, la más destacada, se nos cuenta la vida desde que era crío de Jamal, permitiéndosenos admirar la inexpresable belleza del país hindú, desde el (casi) perfectamente simétrico Taj Mahal, pasando por Bombay, hasta las zonas más pobres y desoladas del que es llamado el subcontinente indio.
Boyle firma con esta una buena y admirable película que está dejando huella allá por donde pasa y que se ha convertido en la sorpresa del año. Una cinta alegre y viva, pero que alberga en su fondo un tema controvertido y nada agradable: el abuso hacia el débil por parte del fuerte, en los binomios:
A. Presentador-Jamal
B. Jefe mafioso-Latika
C. Salim-Latika
D. En definitiva, hombre y slumdog (perro callejero)
Respuestas que por desgracia son todas correctas.
El que a lo largo de su vida Jamal (Dev Patel) haya ido encontrándose las respuestas a las preguntas que se le formularán en la versión hindu del programa responde a necesidades narrativas, y aunque algo forzado, nos permite adentrarnos en el verdadero motor del filme: la historia de Jamal y su eterna búsqueda del amor de Latika (la bellísima Freida Pinto). Ambos actores cumplen correctamente con sus papeles en esta historia de amor algo convencional.
La película lleva su trama en dos direcciones paralelas: por un lado vemos el desarrollo del concurso de televisión, en el que Jamal va contestando a las preguntas ante la incredulidad del presentador y del júbilo de los allí presentes; por otra parte, la más destacada, se nos cuenta la vida desde que era crío de Jamal, permitiéndosenos admirar la inexpresable belleza del país hindú, desde el (casi) perfectamente simétrico Taj Mahal, pasando por Bombay, hasta las zonas más pobres y desoladas del que es llamado el subcontinente indio.
Boyle firma con esta una buena y admirable película que está dejando huella allá por donde pasa y que se ha convertido en la sorpresa del año. Una cinta alegre y viva, pero que alberga en su fondo un tema controvertido y nada agradable: el abuso hacia el débil por parte del fuerte, en los binomios:
A. Presentador-Jamal
B. Jefe mafioso-Latika
C. Salim-Latika
D. En definitiva, hombre y slumdog (perro callejero)
Respuestas que por desgracia son todas correctas.
23 de febrero de 2009
23 de febrero de 2009
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acaba de ganar 8 Oscars y no sé si los merece o no. No seré yo quien decida esto. Pero sí puedo intentar describir la sensación que tuve al ver la película y mi decepción posterior.
Fui con ilusión ya que Danny Boyle a veces me gusta y a veces non (como los pimientos del Padrón que a veces pican y a veces...) pero como leí que Slumdog Millionaire era una comedia con realidad social dramática y con un tono de cuento al estilo "Millones" (esta me gustó en su momento) pensé que me iba a gustar. Conociendo el cine de Boyle no me extrañó ver en la pantalla todo su virtuosismo estético, con un montaje excepcional que le da ese ritmo de video clip alocado que tanto le gusta al inglés y que generalmente le funciona. Bien, la cosa pintaba bien, pero de repente comienza a utilizar recursos del todo a 100 para darnos mucha pena y mostrarnos la "realidad" de los pobres en la India. Vale. No me lo trago.
Y no me lo trago no porque lo que aparece no sea real o creíble (o directamente basado en hechos reales). No es eso, es que no me lo creo porque el tono en que me está contando la historia, en plan fantasiosa e irreal, en plan cuento de amor (dulzón en exceso por cierto) no permite introducir esas trampas de realidad abrasiva llena de silicona y liposucciones. No me creo esa "realidad" en plan Ciudad de Dios, que tiene un envoltorio espectacular y brillante y poco contenido y en el fondo, poca "realidad". Leí por un blog que estos directores tan flipados con la pobreza y sus dramas deberían ver "Los Olvidados" de Buñuel y aprender la lección. Eso sí que es acojonar con la realidad.
Esa es la parte que me irrita de Slumdog Millionaire, que tiene, como dije al principio, muchas y grandes virtudes sobre todo en lo técnico (y Boyle dirige la cámara con maestría) y en el ritmo, que le va que ni pintado. Pero que no se meta donde no debe, porque entonces huele a estafa. Y no me meto a hablar del argumento, porque es tan increible que debo bajar la cabeza y decir eso de "ya, bueno, pero es que es un cuento, es una fantasía". Hay tantas películas irreales que adoro que no lo puedo utilizar como argumento en su contra.
Vayan a verla y disfrútenla como yo no pude hacerlo. Seguramente lo pasen bien y no les importe cierta impostura videoclipera que emborrone el fondo para no verlo. Es entretenida y lo pasas bien, sí, pero poco más en mi opinión.
Fui con ilusión ya que Danny Boyle a veces me gusta y a veces non (como los pimientos del Padrón que a veces pican y a veces...) pero como leí que Slumdog Millionaire era una comedia con realidad social dramática y con un tono de cuento al estilo "Millones" (esta me gustó en su momento) pensé que me iba a gustar. Conociendo el cine de Boyle no me extrañó ver en la pantalla todo su virtuosismo estético, con un montaje excepcional que le da ese ritmo de video clip alocado que tanto le gusta al inglés y que generalmente le funciona. Bien, la cosa pintaba bien, pero de repente comienza a utilizar recursos del todo a 100 para darnos mucha pena y mostrarnos la "realidad" de los pobres en la India. Vale. No me lo trago.
Y no me lo trago no porque lo que aparece no sea real o creíble (o directamente basado en hechos reales). No es eso, es que no me lo creo porque el tono en que me está contando la historia, en plan fantasiosa e irreal, en plan cuento de amor (dulzón en exceso por cierto) no permite introducir esas trampas de realidad abrasiva llena de silicona y liposucciones. No me creo esa "realidad" en plan Ciudad de Dios, que tiene un envoltorio espectacular y brillante y poco contenido y en el fondo, poca "realidad". Leí por un blog que estos directores tan flipados con la pobreza y sus dramas deberían ver "Los Olvidados" de Buñuel y aprender la lección. Eso sí que es acojonar con la realidad.
Esa es la parte que me irrita de Slumdog Millionaire, que tiene, como dije al principio, muchas y grandes virtudes sobre todo en lo técnico (y Boyle dirige la cámara con maestría) y en el ritmo, que le va que ni pintado. Pero que no se meta donde no debe, porque entonces huele a estafa. Y no me meto a hablar del argumento, porque es tan increible que debo bajar la cabeza y decir eso de "ya, bueno, pero es que es un cuento, es una fantasía". Hay tantas películas irreales que adoro que no lo puedo utilizar como argumento en su contra.
Vayan a verla y disfrútenla como yo no pude hacerlo. Seguramente lo pasen bien y no les importe cierta impostura videoclipera que emborrone el fondo para no verlo. Es entretenida y lo pasas bien, sí, pero poco más en mi opinión.
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