Crimen perfecto
1954 

8.2
29,965
Intriga. Thriller
Tony Wendice (Ray Milland), un frío y calculador tenista retirado, planea asesinar a su bella y rica esposa (Grace Kelly) porque sospecha que le es infiel, pero sobre todo porque desea heredar su gran fortuna. Para llevar a cabo su plan, chantajea a un antiguo compañero de universidad y lo convence para que, en su ausencia, entre en la casa y mate a su mujer. (FILMAFFINITY)
8 de diciembre de 2019
8 de diciembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace años que no la veía. La acabo de ver esta tarde por televisión, y al verla sola, esta vez no me he perdido ni un solo detalle. Es un film en que tienes que estar muy concentrada.
Para mí, hoy me he dado cuenta que es el mejor guión hecho por su director (casi siempre hay fallos de guión en Hitch) No se puede confeccionar mejor un guión a partir de una obra de teatro. Es un guión totalmente milimétrico, conciso, no le falta ni sobra nada. El juego de llaves es perfecto; todo está tan bien orquestado y, además, el director si prestas la debida atención, te lo hace fácil de digerir en todo momento.
El protagonista Ray Milland está genial. Es un actor a reivindicar; no se ha hablado de él lo suficiente (acordaros de "Dias sin Huella, Oscar 1945), y también al tanto con el inspector que me acordé de Colombo porque está todo un rato "jugando" con el protagonista. Se llama John Williams, como el músico. Los otros actores discretos, salvo Anthony Dawson, que por cierto, la conversación entre él i Milland en los primeros 20 minutos no tiene desperdicio. Y hacia el final uno se pone nervioso (todo y habiéndola visto) porque siempre hay algunos detalles que no nos acordamos hasta que los vemos otra vez; me acordaba del juego de las llaves pero no de todo el proceso.
Ah, acordaros que Ray Milland era el padre de Ryan O'Neal en la famosa (que no buena) Love Story (1970)
En resumen, quizás el mejor film de su director en bajo presupuesto´.
Puntuación : 8
Anna Inglés i Bardí. Barcelona.
Para mí, hoy me he dado cuenta que es el mejor guión hecho por su director (casi siempre hay fallos de guión en Hitch) No se puede confeccionar mejor un guión a partir de una obra de teatro. Es un guión totalmente milimétrico, conciso, no le falta ni sobra nada. El juego de llaves es perfecto; todo está tan bien orquestado y, además, el director si prestas la debida atención, te lo hace fácil de digerir en todo momento.
El protagonista Ray Milland está genial. Es un actor a reivindicar; no se ha hablado de él lo suficiente (acordaros de "Dias sin Huella, Oscar 1945), y también al tanto con el inspector que me acordé de Colombo porque está todo un rato "jugando" con el protagonista. Se llama John Williams, como el músico. Los otros actores discretos, salvo Anthony Dawson, que por cierto, la conversación entre él i Milland en los primeros 20 minutos no tiene desperdicio. Y hacia el final uno se pone nervioso (todo y habiéndola visto) porque siempre hay algunos detalles que no nos acordamos hasta que los vemos otra vez; me acordaba del juego de las llaves pero no de todo el proceso.
Ah, acordaros que Ray Milland era el padre de Ryan O'Neal en la famosa (que no buena) Love Story (1970)
En resumen, quizás el mejor film de su director en bajo presupuesto´.
Puntuación : 8
Anna Inglés i Bardí. Barcelona.
28 de enero de 2020
28 de enero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un misterio más británico que la reina Isabel, donde un asesinato se planea entre "caballeros" y tragos, en una charla casual larguísima, donde hay un villano, Tony, frío, calculador, brillante, el conflicto y las razones del mismo son como una pieza de relojería, tiene que encajar perfectas para que cada cosa salga en su justo momento, en este tipo de misterios lo psicológico, lo humano importa poco, es un juego de agilidad mental y diálogos ingeniosos, por ende nada suena como lo haría en la realidad.
La película se disfruta entrando en su universo, es la única forma, ya que no lo que cuenta porque esposos que contraten a alguien para asesinar a sus esposas infieles es un tema universal, pero como está narrado sí.
Lo peor: es demasiado teatral, empezando por la duración de las escenas, casi todas de más de 10 minutos. Siguiendo por los diálogos y la forma de reaccionar de casi todos los personajes.
Lo mejor: las interpretaciones, todos están más que correctos y Grace Kelly destaca por su belleza y por ser el personajes más "realista" de todos, la menos "juguetona".
También Hitchcock se las arregla para algunos movimientos de cámara interesantes, pocos, en general la dirección es bastante estática pero
ahí están y se agradecen.
La película se disfruta entrando en su universo, es la única forma, ya que no lo que cuenta porque esposos que contraten a alguien para asesinar a sus esposas infieles es un tema universal, pero como está narrado sí.
Lo peor: es demasiado teatral, empezando por la duración de las escenas, casi todas de más de 10 minutos. Siguiendo por los diálogos y la forma de reaccionar de casi todos los personajes.
Lo mejor: las interpretaciones, todos están más que correctos y Grace Kelly destaca por su belleza y por ser el personajes más "realista" de todos, la menos "juguetona".
También Hitchcock se las arregla para algunos movimientos de cámara interesantes, pocos, en general la dirección es bastante estática pero
ahí están y se agradecen.
18 de febrero de 2020
18 de febrero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vista dos veces en mi vida, la primera cuando tendría unos veinte años, pensé esto de ella:
"En su época fue considerada menor dentro de la filmografía del maestro. Desde luego, una vez vista, a mí personalmente no me extraña. Sin embargo sí es cierto que con el tiempo se ha revalorizado, apareciendo hasta nuestros ojos como una perfecta y calculada maquinaria. Yo confieso que no me ha gustado mucho que digamos, pero según he leído por ahí ha ganado con el tiempo.
Como simple curiosidad, el simpático Robert Cummings se alimentaba, entre otras cosas, con un régimen compuesto por vitaminas y cebolla. Incluso escribió un libro sobre dicha alimentación, que tuvo mucho éxito".
Vista por segunda vez, en diciembre de 2019, pienso que es un buen filme, quizás excesivamente dialogado en dos o tres ocasiones, pero necesarias dichas escenas para saber lo que debería ocurrir y lo que en realidad ocurre una vez llegado el momento de llevar a cabo el plan.
Observo la belleza de la fotografía y la importancia que se da a los diversos objetos que salen en la historia, desde las llaves hasta el bolso, tijeras... todo vital para comprender el intríngulis de la historia.
Y es que el guión es excelente y no se deja nada a la improvisación.
También me doy cuenta de la excelente labor interpretativa de Grace Kelly, que sin duda fue mejor actriz de lo que muchos dijeron en su día. Una buena película, en suma.
¿Que no de las mejores obras de Hitchcock? Bueno, según y tal...
https://filmsencajatonta.blogspot.com
"En su época fue considerada menor dentro de la filmografía del maestro. Desde luego, una vez vista, a mí personalmente no me extraña. Sin embargo sí es cierto que con el tiempo se ha revalorizado, apareciendo hasta nuestros ojos como una perfecta y calculada maquinaria. Yo confieso que no me ha gustado mucho que digamos, pero según he leído por ahí ha ganado con el tiempo.
Como simple curiosidad, el simpático Robert Cummings se alimentaba, entre otras cosas, con un régimen compuesto por vitaminas y cebolla. Incluso escribió un libro sobre dicha alimentación, que tuvo mucho éxito".
Vista por segunda vez, en diciembre de 2019, pienso que es un buen filme, quizás excesivamente dialogado en dos o tres ocasiones, pero necesarias dichas escenas para saber lo que debería ocurrir y lo que en realidad ocurre una vez llegado el momento de llevar a cabo el plan.
Observo la belleza de la fotografía y la importancia que se da a los diversos objetos que salen en la historia, desde las llaves hasta el bolso, tijeras... todo vital para comprender el intríngulis de la historia.
Y es que el guión es excelente y no se deja nada a la improvisación.
También me doy cuenta de la excelente labor interpretativa de Grace Kelly, que sin duda fue mejor actriz de lo que muchos dijeron en su día. Una buena película, en suma.
¿Que no de las mejores obras de Hitchcock? Bueno, según y tal...
https://filmsencajatonta.blogspot.com
19 de febrero de 2020
19 de febrero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Crimen Perfecto" es uno de los grandes clásicos del suspense, a cargo de Alfred Hitchcock. Luego de planificarlo durante mucho tiempo, el ex tenista Tom Wendice decide finalmente asesinar a su esposa para cobrarle su infidelidad con un amigo de ambos, el escritor Mark Halliday, y de paso quedarse con su fortuna. Para ello, contactará a un antiguo compañero de la universidad para concretar el crimen perfecto. Hitchcock dará cuenta nuevamente de su obsesión cinematográfica con “el crimen perfecto”, y en ello el perfeccionamiento constante de la estructura maquiavélica como fuente de inspiración para escabrosas conspiraciones de venganza y herencias por disputar que tanto lo caracterizó, pero más aún su innegable talento para mostrar el lado más perverso del ser humano, aquel que utiliza el asesinato premeditado como una forma válida para concretar intereses y obsesiones personales. Hay varios elementos narrativos y estéticos que hacen que el filme funcione de tan buena forma y haya envejecido tan bien.
En primer lugar, el concepto narrativo y estructural de la historia y sus personajes, ya que técnicamente el film se desenvuelve con 3 personajes protagónicos y 2 secundarios, de los cuales, dos son profundamente interesantes, Tony Wendice y el Inspector Hubbard. Y el resto más bien asumiendo labores funcionales al servicio de la trama, como es el caso de Margot Wendice, esposa de Tony. Mark Halliday, el amigo de la pareja que ejerce como amante de Margot. Y Charles Swann, el ex compañero universitario que Wendice utilizará para hilar y ejecutar el crimen perfecto. Sin embargo, si cada personaje parece encajar a la perfección, ya sea por su importancia o estructuración narrativa, lo es porque detrás del guión no se encuentra otro más que el creador original de la obra teatral, el propio Frederick Knott, quién realiza una traslación de formato realmente eficiente. En concreto, Wendice se alza como el prototipo de personaje maquiavélico por excelencia de la filmografía del director. Es un personaje egocéntrico, egoísta, frío y calculador, pero profundamente inteligente, ya que sabe perfectamente cómo sacar partido de cada acción para construir un escenario esencialmente beneficioso para sus intereses. Retirado del tenis y sabiendo que la apatía que ha mostrado hacia su esposa ha hecho que ésta ingenuamente busque consuelo en los brazos de otro hombre, que se ha convertido por cierto en amigo de ambos, Tony encuentra una razón más para deshacerse de su esposa.
Por otra parte, su inteligencia emocional y creativa le permiten transformar un hecho absoluta y aparentemente mundano y anecdótico como es encontrarse con un ex compañero de universidad, en la clave para armar su siniestro plan. Chantajeándolo luego de seguirlo durante un tiempo en sus actividades criminales, Tony arrincona a Swann para que acepte la propuesta de asesinar a su esposa, por cual incluso ya le había ofrecido una cantidad de dinero. El film terminará por asumir derroteros muy moralistas, aunque ello depende la gravedad del crimen. El villano tiene que, en consecuencia, terminar siendo castigado por su crimen, pero hay que reconocer que en el transcurso el director se esmera por hacer que Wendice no parezca un ser despreciable, a pesar de ser evidentemente arrogante. Y lo hará principalmente involucrando al espectador en identificar las pistas por las cuales Hubbard finalmente advierta el plan del conspirador, en quizás uno de los elementos algo exacerbados del libreto, la tremenda habilidad del inspector por deducir la cronología de los eventos y, más aún, los errores que hacen que el crimen, precisamente, no sea perfecto. En segundo lugar, no queda duda de que Hitchcock intenta por todos los medios de respetar la esencia narrativa teatral que vemos en la narración también en el aspecto estético. Prácticamente casi toda la cinta se desarrolla en un solo escenario, el departamento de los Wendice, en donde Tony pacta con Swann, éste intenta asesinar a Margot con un resultado inesperado y finalmente se concreta la investigación del cínico, aunque altamente eficiente inspector Hubbard.
Las actuaciones son impecables, Ray Millard un talentoso y carismático villano, que se vuelve odioso a medida que la trama avanza e impredecible en sus decisiones. Se echa encima el peso interpretativo de la película, incluso asumiendo poco a poco una suerte de esencia omnisciente en prácticamente todas las escenas del film. Contraponiendo el carácter intepretativo, Hitchcock contó también con la talentosa Grace Kelly, en la primera de sus muchas colaboraciones, quién encarnaría a Margot Wendice. Que interpreta a una mujer frágil e ingenua en temas amorosos, pero extrañamente calculadora en otras cuestiones. También encontramos en el reparto a Robert Cummings, quién encarna a Mark Halliday, el amante de Margot, que en realidad no pasa de ser el típico galán que no aporta nada. Anthony Dawson interpreta a Charles Swann, personaje de dudosa reputación contratado por Tony Wendice para acabar con su esposa. Y John Williams al perspicaz inspector Hubbard, que logra desenmascarar a Wendice cuando prácticamente Margot estaba condenada por el crimen de Swann.
En definitiva, es sencillamente perfecta. Está absolutamente todo trabajado a la perfección en esta obra magistral del suspense. Los tres principales actores soberbios, el guión es descomunal y el argumento sublime. Una cinta muy efectiva en términos narrativos y estilísticos, en la que Hitchcock da cuesta de gran talento y efectividad para crear atmósferas atrapantes e interesantes, invitando al espectador a formar parte del juego mortal que los personajes de sus películas suelen asumir. Uno de los mejores trabajos de planos secuencia y encuadres que he visto nunca. Rodada casi íntegramente en un solo escenario donde los objetos cobran una importancia crucial. Una vez más, lo inverosímil se vuelve fascinante en manos de el genio del suspense.
En primer lugar, el concepto narrativo y estructural de la historia y sus personajes, ya que técnicamente el film se desenvuelve con 3 personajes protagónicos y 2 secundarios, de los cuales, dos son profundamente interesantes, Tony Wendice y el Inspector Hubbard. Y el resto más bien asumiendo labores funcionales al servicio de la trama, como es el caso de Margot Wendice, esposa de Tony. Mark Halliday, el amigo de la pareja que ejerce como amante de Margot. Y Charles Swann, el ex compañero universitario que Wendice utilizará para hilar y ejecutar el crimen perfecto. Sin embargo, si cada personaje parece encajar a la perfección, ya sea por su importancia o estructuración narrativa, lo es porque detrás del guión no se encuentra otro más que el creador original de la obra teatral, el propio Frederick Knott, quién realiza una traslación de formato realmente eficiente. En concreto, Wendice se alza como el prototipo de personaje maquiavélico por excelencia de la filmografía del director. Es un personaje egocéntrico, egoísta, frío y calculador, pero profundamente inteligente, ya que sabe perfectamente cómo sacar partido de cada acción para construir un escenario esencialmente beneficioso para sus intereses. Retirado del tenis y sabiendo que la apatía que ha mostrado hacia su esposa ha hecho que ésta ingenuamente busque consuelo en los brazos de otro hombre, que se ha convertido por cierto en amigo de ambos, Tony encuentra una razón más para deshacerse de su esposa.
Por otra parte, su inteligencia emocional y creativa le permiten transformar un hecho absoluta y aparentemente mundano y anecdótico como es encontrarse con un ex compañero de universidad, en la clave para armar su siniestro plan. Chantajeándolo luego de seguirlo durante un tiempo en sus actividades criminales, Tony arrincona a Swann para que acepte la propuesta de asesinar a su esposa, por cual incluso ya le había ofrecido una cantidad de dinero. El film terminará por asumir derroteros muy moralistas, aunque ello depende la gravedad del crimen. El villano tiene que, en consecuencia, terminar siendo castigado por su crimen, pero hay que reconocer que en el transcurso el director se esmera por hacer que Wendice no parezca un ser despreciable, a pesar de ser evidentemente arrogante. Y lo hará principalmente involucrando al espectador en identificar las pistas por las cuales Hubbard finalmente advierta el plan del conspirador, en quizás uno de los elementos algo exacerbados del libreto, la tremenda habilidad del inspector por deducir la cronología de los eventos y, más aún, los errores que hacen que el crimen, precisamente, no sea perfecto. En segundo lugar, no queda duda de que Hitchcock intenta por todos los medios de respetar la esencia narrativa teatral que vemos en la narración también en el aspecto estético. Prácticamente casi toda la cinta se desarrolla en un solo escenario, el departamento de los Wendice, en donde Tony pacta con Swann, éste intenta asesinar a Margot con un resultado inesperado y finalmente se concreta la investigación del cínico, aunque altamente eficiente inspector Hubbard.
Las actuaciones son impecables, Ray Millard un talentoso y carismático villano, que se vuelve odioso a medida que la trama avanza e impredecible en sus decisiones. Se echa encima el peso interpretativo de la película, incluso asumiendo poco a poco una suerte de esencia omnisciente en prácticamente todas las escenas del film. Contraponiendo el carácter intepretativo, Hitchcock contó también con la talentosa Grace Kelly, en la primera de sus muchas colaboraciones, quién encarnaría a Margot Wendice. Que interpreta a una mujer frágil e ingenua en temas amorosos, pero extrañamente calculadora en otras cuestiones. También encontramos en el reparto a Robert Cummings, quién encarna a Mark Halliday, el amante de Margot, que en realidad no pasa de ser el típico galán que no aporta nada. Anthony Dawson interpreta a Charles Swann, personaje de dudosa reputación contratado por Tony Wendice para acabar con su esposa. Y John Williams al perspicaz inspector Hubbard, que logra desenmascarar a Wendice cuando prácticamente Margot estaba condenada por el crimen de Swann.
En definitiva, es sencillamente perfecta. Está absolutamente todo trabajado a la perfección en esta obra magistral del suspense. Los tres principales actores soberbios, el guión es descomunal y el argumento sublime. Una cinta muy efectiva en términos narrativos y estilísticos, en la que Hitchcock da cuesta de gran talento y efectividad para crear atmósferas atrapantes e interesantes, invitando al espectador a formar parte del juego mortal que los personajes de sus películas suelen asumir. Uno de los mejores trabajos de planos secuencia y encuadres que he visto nunca. Rodada casi íntegramente en un solo escenario donde los objetos cobran una importancia crucial. Una vez más, lo inverosímil se vuelve fascinante en manos de el genio del suspense.
10 de mayo de 2020
10 de mayo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé dónde he leído hace poco que un asesino comete una barbaridad de errores al llevar a cabo su crimen, y que se recuerda, a posteriori, un muy escaso porcentaje de ellos.
No me suele gustar Ray Milland, al que asociaré siempre con El hombre que tenía rayos X en los ojos, pero está óptimo en CRIMEN PERFECTO. También fue perfecta, u óptima, la forma en que el mago del suspense consiguió enmascarar lo opresivo de rodar la mayor parte de una película en una sala de estar.
Lograda adaptación, logrado ritmo y fantástica interpretación de John Williams, el actor; una interpretación de la que tantos han bebido después. Por ejemplo, el parsimonioso detective de El exorcista, uno de los doce sin piedad.
Con todo, otra de las cosas más sorprendentes de este CRIMEN PERFECTO es que en el dormitorio del matrimonio hubiera dos camas. No me imagino a tipo alguno, tuviere o no tuviere rayos X en los ojos, renuente a compartir lecho con una princesa en ciernes y con tanta gracia. Ni aun habiéndose casado con ella por dinero.
No me suele gustar Ray Milland, al que asociaré siempre con El hombre que tenía rayos X en los ojos, pero está óptimo en CRIMEN PERFECTO. También fue perfecta, u óptima, la forma en que el mago del suspense consiguió enmascarar lo opresivo de rodar la mayor parte de una película en una sala de estar.
Lograda adaptación, logrado ritmo y fantástica interpretación de John Williams, el actor; una interpretación de la que tantos han bebido después. Por ejemplo, el parsimonioso detective de El exorcista, uno de los doce sin piedad.
Con todo, otra de las cosas más sorprendentes de este CRIMEN PERFECTO es que en el dormitorio del matrimonio hubiera dos camas. No me imagino a tipo alguno, tuviere o no tuviere rayos X en los ojos, renuente a compartir lecho con una princesa en ciernes y con tanta gracia. Ni aun habiéndose casado con ella por dinero.
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