Me produce extrañas sensaciones la tercera mision de Tom Cruise. Mala no es, las escenas de acción son trepidantes, algo chorras pero no las sandeces que nos ofreció John Woo en la segunda parte. Tiene algo de suspense, un reparto solvente, con el gran Philiph Seymur Hoffman saliendose como un gran villano, carismático e hijo de la gran puta, lo mejor de la película sin duda, una verdadera lástima que sus apariciones sean a cuentagotas, y un gran desperdicio...el villano sosainas de la segunda salia mucho más.
Pero tampoco es buena, el guión sigue siendo un cúmulo de previsibilidades que nos preparan para las escenas de acción, como si los niveles del videojuego oficial se tratase (los programadores lo habran tenido facil...), la historia se torna ñoña y de un pastelon impresionante sobre todo en su desenlace (bastante flojito comparado con los tour de force de las dos anteriores, lo del tren y lo de la motito, respectivamente). Como dije, el villano daba para más, mucho más, y encima con un actor tan bueno pues la falta es aún más acusada. Imagino que los relucientes piños de Mr. Cruise necesitaban un minutaje minimo en la pantalla, ya ves.
Por lo menos no es la gran cagada (brutal cagada) que fue la segunda, pero ni de lejos llega a la maestría de la fenomenal película de De Palma.

Una muy interesante tercera parte de esta saga, que para mi opinión tendrían que dejar de estirar más, Cruise pues bueno está ahí en su papel de insufrible, de hombre duro que se ablanda ante una chica. Creo recordar que en una de las partes pierde a una chica con la cual creo que se casa, con lo cual vamos retomando ideas anteriores para darles finales diferentes.
También comentar que parece por el final que es el definitivo fin de la saga (esperémoslo por el bien mundial).
Recomendable 100%.

Un equipo de elite de una secreta organización gubernamental llamada F.M.I. es requerido para una nueva misión, tan arriesgada como siempre, para rescatar una agente que esta secuestrada en Berlín en poder de un poderoso traficante de armas. Esta operación de rescate es el inicio de una encarnizada lucha entre Ethan Hunt y el malvado traficante Davian. Nuestro héroe será repudiado y perseguido por su propia organización y solo dispondrá de 48 horas para encontrar la misteriosa “Pata de Conejo”.
En esta película podemos ver tres auténticas misiónes tan imposibles como reales, magníficamente planificadas y ejecutadas dentro de la trama del film que parecen posibles aunque sean imposibles. La primera en Berlín, la segunda en el Vaticano y la ultima en Shanghai.
El film es pura dinamita, trepidante, con un gran realismo y acción espectacular al 100x100. El director de la película ha tenido dinero en abundancia para gastar y ha conseguido una puesta en escena a la altura de los films de Bourne.
Los protagonistas están metidos hasta el cuello en sus respectivos papales, y mantienen al espectador atado a su butaca.
Resumiendo: Dos horas de frenético espectáculo, recomendable.

Misión Imposible 3 no tiene demasiado que ofrecer. A pesar de que esperaba un argumento mínimamente decente, con sus giros y demás, lo que me he encontrado es algo predecible de principio a fin, y lleno de trampitas efectistas (como esa introducción) que ponen altas las expectativas y luego decepcionan. Los personajes son sosos, faltos de toda carisma, de alguna respuesta irónica o salida que arranque alguna sonrisa. Las actuaciones tampoco están al nivel esperado, aunque el señor Cruise da el pego, la actriz que interpreta a su mujer se limita a poner sonrisitas de pánfila y lloriqueos de dama en apuros. Es imposible lograr sentir simpatía por un personaje tan bimbollo, lo que hace que su papel de princesa secuestrada no funcione bien.

A favor de la película solamente hay que decir que las escenas de acción son buenas. Siendo una película de acción, esto es lo más importante, pero cuando todo lo demás cojea tanto, es difícil decir que la peli llegue siquiera a ser buen entretenimiento. Es pasable, simplemente. No llegas a aburrirte, pero no entusiasma en absoluto. Uno simplemente se sienta en su butaca mientras contempla explotar cosas y se queja de las escenas relamidas y tontorronas donde se intenta- sin éxito- desarrollar a los personajes. "¡Qué exploten cosas ya!", exclama el espectador, y luego ve explotar cosas, y hay gran regocijo. Y nada más.

Siempre la mejor es la original. Y así era tras ver la segunda parte de Misión Imposible que llevaba entretenimiento y poco más. Pero grata sorpresa al ver esta tercera parte.
Cargada de acción, intriga y suspense. No obstante el argumento es lo que la hace tan destacable. La historia no es para tanto, pero está llevada con maestría tanto al relatarla como el en laborioso rodaje del señor J.J Abrams al cual me pongo a sus pies. Simplemente con ver el plano desde el cielo que se acerca a Tom Cruise cuando está a punto de hacer el péndulo en los rascacielos de Sghangai, es para quitarse el sombrero. Ya sabemos que lo de siempre, las típicas sonrisas de Tom Cruise, los diálogos de la chica al final... Sin embargo os la recomiendo fervientemente. Entretenimiento del bueno.
A ver si hacen otra parte, de este agente del F.M.I (Fuerza de misión imposible o Fondo monetario internacional).