Mad MenSerie
2007 

Matthew Weiner (Creador), Phil Abraham ...
7.9
34,905
Serie de TV. Drama
Serie de TV (2007-2015). 7 temporadas. 92 episodios. Aclamada serie dramática que narra los comienzos de una de las más prestigiosas agencias de publicidad de los años sesenta, y centrada en uno de los más misteriosos ejecutivos de la firma, Donald Draper, un hombre con un gran talento. "Mad Men" es la mirada a los hombres que dieron forma a las esperanzas y sueños diarios de los americanos de la época. En 1960 la publicidad era ... [+]
3 de julio de 2016
3 de julio de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La serie Mad Men se despidió hace un par de semanas. Durante ese tiempo he podido ver los últimos capítulos de la última temporada, a duras penas, con la salud medio embargada y todavía renqueante. No obstante, tenía que hablar de este acontecimiento; lo necesitaba. Mad Men es una parte de mi vida catódica, posiblemente, en ese interludio, de nuestras vidas. La entrada en ese segundo acto, cuando el camino de este amanuense va menguando. Bien, llegados a este punto, a lo mejor, todo lo que se haya escrito, en torno a Mad Men puede que sea breve o una erupción de textos panegíricos. Evidentemente, no es papel mojado ni en balde. El producto es algo más que una serie sobre una agencia de publicidad y su protagonista principal, Don Draper, el cual, ya una vez rematado su itinerario entra en la fase del mito. Ya no quedan más capítulos. Sí se ha terminado, de verdad. Es tan cierto como que esta serie de TV; es una obra de arte. Igual de hermosa que la vista de una astronauta, desde su nave espacial. Lo dicho y redundo; Mad Men es pura maestría. Un producto especial, como las citadas obras de arte. Esas que están todos los días, en lugares, repletos de armonía, sosiego y los fines de semana colmados de ciudadanos en busca del éxtasis admirativo. Afortunadamente, la democratización de la webesfera permite en pocos minutos ponerse en contacto con el primer capítulo, de la primera temporada emitido en 2007. Increíble, pero tan cierto como que nos quedan 20 días para que sea verano. A un golpe de teclado podemos observar esta lección de escritura audiovisual, de igual modo que podemos contemplar un Goya del Prado online. Mattew Weiner fue a una muy buena escuela y trabajó con un tipo visionario, en eso, que se nos ha antojado, como: la nueva ficción Made in USA. Nada menos, que estuvo escribiendo guiones del homoantecesor Draper/Whitman: Mad Soprano… Y es así, como muy bien le explicó su maestro Chase: “si vas a escribir el guion de tu vida, al igual que la novela con la que tanto soñaste. Nunca, nunca te arrepientas del final que tengas en mente. Tan sólo, hazlo”.
A partir de ese instante, todo lo que ha ocurrido durante estos casi ocho últimos años en Mad Men es pura imaginería y exaltación del talento por el buen gusto. Weiner declaró no hace mucho en una entrevista lo siguiente: “Es mi serie de televisión favorita. Es adictiva. Creo que es especial por dos cosas: tiene un estilo muy riguroso y está muy bien escrita. Los personajes son más que reales, son personajes con defectos”. En pocas palabras, yo, lo interpreto como la definición de una historia con gente que tiene alma y corazón por contar un viaje homérico, en torno al mundo de la publicidad. La virtud de Mad Men, es que todo lo que te cuenta en una gran mentira que admiras y sabes que es verdad. Donde su protagonista, es un tipo que se ha inventado, a sí mismo y nunca termina de encontrarse en ningún lugar pero está en todos nosotros. El juego de antítesis lo borda con el oficio de su pluma el ingenioso Weiner. Congregando en Madison Avenue (a esos hombres locos e intrépidos). El escenario principal donde pivotan acontecimientos que han configurado la historia del siglo XX en tres décadas: finales de los 50, los locos 60 y apenas medio cuarto de los 70. Ingredientes de primera calidad que convulsionaron a la sociedad y ésta acabo acariciando (estableciendo una relación kármica producto/individuo). La revolución sexual de la píldora femenina, el psicoanálisis de las masas de Manhattan, la Generación Beat, la llegada de los Rolling Stones y The Beatles a EE.UU. El magnicidio de JFK, el asesinato del Dr. Martin Luther King, Vietnam o el hombre en la luna y un largo etcétera.
Un protagonista que se mueve como un funambulista, desde el viaje inicial de las cortinillas, en caída libre, desde el despacho de la agencia, mientras los iconos publicitarios que ha creado observan saludables su vuelo.
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A partir de ese instante, todo lo que ha ocurrido durante estos casi ocho últimos años en Mad Men es pura imaginería y exaltación del talento por el buen gusto. Weiner declaró no hace mucho en una entrevista lo siguiente: “Es mi serie de televisión favorita. Es adictiva. Creo que es especial por dos cosas: tiene un estilo muy riguroso y está muy bien escrita. Los personajes son más que reales, son personajes con defectos”. En pocas palabras, yo, lo interpreto como la definición de una historia con gente que tiene alma y corazón por contar un viaje homérico, en torno al mundo de la publicidad. La virtud de Mad Men, es que todo lo que te cuenta en una gran mentira que admiras y sabes que es verdad. Donde su protagonista, es un tipo que se ha inventado, a sí mismo y nunca termina de encontrarse en ningún lugar pero está en todos nosotros. El juego de antítesis lo borda con el oficio de su pluma el ingenioso Weiner. Congregando en Madison Avenue (a esos hombres locos e intrépidos). El escenario principal donde pivotan acontecimientos que han configurado la historia del siglo XX en tres décadas: finales de los 50, los locos 60 y apenas medio cuarto de los 70. Ingredientes de primera calidad que convulsionaron a la sociedad y ésta acabo acariciando (estableciendo una relación kármica producto/individuo). La revolución sexual de la píldora femenina, el psicoanálisis de las masas de Manhattan, la Generación Beat, la llegada de los Rolling Stones y The Beatles a EE.UU. El magnicidio de JFK, el asesinato del Dr. Martin Luther King, Vietnam o el hombre en la luna y un largo etcétera.
Un protagonista que se mueve como un funambulista, desde el viaje inicial de las cortinillas, en caída libre, desde el despacho de la agencia, mientras los iconos publicitarios que ha creado observan saludables su vuelo.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El inefable e inescrutable, Don Draper es uno de los personajes más interesantes nacidos en esta Edad de Oro, junto a Tony Soprano desde aquel estreno en la idílica y pugilística HBO, en 1999. Y es que Mad Men tiene mucho de esa inmersión profunda, en una ambigüedad, que se permite la licencia de salir a tomar aire cuando quiere. Los tórridos asuntos del personaje Draper, entre aristas de primera vanguardia dan paso a los placeres confidenciales del amor romántico. Una visión —entre elipses perversas del movimiento — que tuvo el virtuosismo inexorable de la forma y la precisión, dentro de ese contexto histórico irrevocable. La adoración y excitación del capitalismo transmutado en un envoltorio cool sobre la competencia a muerte, entre agencias. La exigencia de profesionalidad, o la multiplicación de los recursos creativos. Todo ello, unido a una narrativa y perfección semántica hace de Mad Men, un hábitat único donde acabas por saborear a través del LCD o Led, de turno; el éxito, el poder, el dinero, el lujo, el sexo, la mentira, la rivalidad, la infelicidad y el desamor son algunos de los temas dominantes en un relato que muestra las relaciones laborales, pero también las personales, desde su perspectiva más pragmática y descarnada, lejos de cualquier enfoque sentimental. De ahí que el personaje, que huye de su pasado y va reinventándose, venga a presentarse como un golpe de suerte, de la metáfora de América: un héroe, uno muy realista. Tiene el tipo de habilidades personales exageradas que necesita un ídolo y en situaciones de crisis hace lo correcto, toma decisiones difíciles, aunque también tiene mucha cobardía dentro de él.
Jon Alonso
Sigue leyendo en https://200mghercianos.wordpress.com
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1 de agosto de 2017
1 de agosto de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, Mad Women. Porque las mujeres son los personajes más fuertes de la serie. Peggy, Joan, Betty, Sally... se comen con patatas a todos los hombres de la serie. Sus fuertes personalidades, sus caracteres, sus decisiones, la forma de ver la vida de cada una. Sin ellas, Mad Men no sería la joya de serie qué es.
La serie gira en torno a Don Draper, su viaje personal y profesional. Pero, al final, los viajes de los demás son igual o más interesantes que el suyo propio.
Peggy Olson es el verdadero personaje de Mad Men. Es única. Su evolución, tanto física como laboral; esa singular y magnética relación con Don; sus miedos; sus fracasos; sus logros; sus relaciones personales y familiares. Es un alma torturada y rota, pero que consigue levantarse y seguir adelante una y otra vez. Su anhelo de triunfar siempre está ahí y no deja que nadie le rompa ese sueño. Simplemente maravillosa.
Peggy se ha convertido en uno de mis personajes favoritos en la historia de la televisión. No puede estar mejor escrito y, sobre todo, mejor interpretado. Elisabeth Moss está inmensa. Consigue que Peggy sea emocional, divertida, sensible, dura, ingenua, adorable, infeliz, hermética. Todo en un personaje.
El final a esta gran serie me parece el perfecto. Cierra todas las historias y el último plano es genial. Te hace esbozar una sonrisa con él. Por fin. Después de 7 temporadas.
La serie gira en torno a Don Draper, su viaje personal y profesional. Pero, al final, los viajes de los demás son igual o más interesantes que el suyo propio.
Peggy Olson es el verdadero personaje de Mad Men. Es única. Su evolución, tanto física como laboral; esa singular y magnética relación con Don; sus miedos; sus fracasos; sus logros; sus relaciones personales y familiares. Es un alma torturada y rota, pero que consigue levantarse y seguir adelante una y otra vez. Su anhelo de triunfar siempre está ahí y no deja que nadie le rompa ese sueño. Simplemente maravillosa.
Peggy se ha convertido en uno de mis personajes favoritos en la historia de la televisión. No puede estar mejor escrito y, sobre todo, mejor interpretado. Elisabeth Moss está inmensa. Consigue que Peggy sea emocional, divertida, sensible, dura, ingenua, adorable, infeliz, hermética. Todo en un personaje.
El final a esta gran serie me parece el perfecto. Cierra todas las historias y el último plano es genial. Te hace esbozar una sonrisa con él. Por fin. Después de 7 temporadas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Respecto al final:
- Pete por fin le encuentra sentido a su vida. Consigue todo lo que anhelaba desde la primera temporada: éxito, amor y dinero.
- Joan, independiente como siempre. No necesita a nadie a su lado para ser feliz. Aunque me hubiera gustado que acabara con Roger, pero sabía que era inviable.
- Roger encuentra esa alma gemela que tanto buscaba.
- Peggy se libera y consigue ese equilibrio en su vida que parecía imposible. Amor y trabajo.
- Sally aprende a querer y entender a su madre, aunque sea bajo esas circunstancias.
- Creo que todos hemos aprendido a querer a Betty y, sobre todo, a entenderla. Su final es el más agridulce, pero es como ella lo ha querido. En su conversación con Sally lo explica perfectamente. Ella ya ha luchado todo lo que podía en su vida y ya está cansada. Necesita dejarse ir.
La carta a Sally y la conversación telefónica con Don son los dos momentos más desgarradores de la serie. No puedes evitar romperte. Betty siempre ha sido un personaje duro e incomprendido, y así lo ha sido hasta el final con su decisión. He pasado por muchos momentos con ella. En las primeras temporadas sentía pena y empatía por ella, luego consiguió que todos la odiáramos y sintiéramos rechazo por sus actos, y en las últimas temporadas pude volver a conectar con ella y a entenderla un poquito más. Hasta esos dos últimos capítulos en los que me ha roto el corazón. No sé si es el final que se merecía (para mí no), pero es el que le tocó y supo llevarlo con dignidad. Siempre Betty fucking Draper.
- Y Don, en ese final se encuentra a sí mismo y es libre. Después de tanto tiempo es libre. Esas tres conversaciones de "despedida" con Sally, Betty y Peggy son maravillosas. Con Peggy siempre ha tenido esa conexión inexplicable de dos almas muy similares y muy jodidas. La escena del 7x06 (The Strategy) bailando My Way juntos es una de las mejores escenas de la serie.
- Pete por fin le encuentra sentido a su vida. Consigue todo lo que anhelaba desde la primera temporada: éxito, amor y dinero.
- Joan, independiente como siempre. No necesita a nadie a su lado para ser feliz. Aunque me hubiera gustado que acabara con Roger, pero sabía que era inviable.
- Roger encuentra esa alma gemela que tanto buscaba.
- Peggy se libera y consigue ese equilibrio en su vida que parecía imposible. Amor y trabajo.
- Sally aprende a querer y entender a su madre, aunque sea bajo esas circunstancias.
- Creo que todos hemos aprendido a querer a Betty y, sobre todo, a entenderla. Su final es el más agridulce, pero es como ella lo ha querido. En su conversación con Sally lo explica perfectamente. Ella ya ha luchado todo lo que podía en su vida y ya está cansada. Necesita dejarse ir.
La carta a Sally y la conversación telefónica con Don son los dos momentos más desgarradores de la serie. No puedes evitar romperte. Betty siempre ha sido un personaje duro e incomprendido, y así lo ha sido hasta el final con su decisión. He pasado por muchos momentos con ella. En las primeras temporadas sentía pena y empatía por ella, luego consiguió que todos la odiáramos y sintiéramos rechazo por sus actos, y en las últimas temporadas pude volver a conectar con ella y a entenderla un poquito más. Hasta esos dos últimos capítulos en los que me ha roto el corazón. No sé si es el final que se merecía (para mí no), pero es el que le tocó y supo llevarlo con dignidad. Siempre Betty fucking Draper.
- Y Don, en ese final se encuentra a sí mismo y es libre. Después de tanto tiempo es libre. Esas tres conversaciones de "despedida" con Sally, Betty y Peggy son maravillosas. Con Peggy siempre ha tenido esa conexión inexplicable de dos almas muy similares y muy jodidas. La escena del 7x06 (The Strategy) bailando My Way juntos es una de las mejores escenas de la serie.
13 de abril de 2019
13 de abril de 2019
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mad Men, de las mejores series que he visto. La evolución de los personajes a través de la historia, el placer de recordar la publicidad de la época, la vida de los personajes al límite, una tristeza evocadora del protagonista.
Echarse un cigarrazo y una buena copa mientras se ve la serie para no pasar mal rato.
Unos personajes bordados y que enamoran.
Echarse un cigarrazo y una buena copa mientras se ve la serie para no pasar mal rato.
Unos personajes bordados y que enamoran.
4 de enero de 2011
4 de enero de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver la primera temporada, creía que se trataba de otra serie sin nada especial. De haberla abandonado en aquel momento, le habría puesto un discreto "siete". En este momento apenas me quedan un par de episodios de la cuarta temporada por ver, y he de confesar que no me esperaba lo que acabé descubriendo.
Si en la segunda ya empiezas a interesarte, en las dos últimas no es ya sólo el guión, sino que descubres que el trabajo de los actores es realmente memorable.
Si no tuviese en cuenta un principio tan frío, le habría puesto un "diez".
Si en la segunda ya empiezas a interesarte, en las dos últimas no es ya sólo el guión, sino que descubres que el trabajo de los actores es realmente memorable.
Si no tuviese en cuenta un principio tan frío, le habría puesto un "diez".
12 de mayo de 2011
12 de mayo de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mad Men es una serie magníficamente realizada y muy entretenida. Lástima que en ella - y sus personajes - la preeminencia del valor del status social como consecuencia predominantemente del enriquecimiento económico, relegue la cuantiosa producción de bienes culturales que EE.UU. ha ofrecido al mundo.
Siempre que reflexiono sobre ellos - en esto herederos ricos de Europa - me pregunto cuanto "el otro" es "alguien", "un fin en si mismo"; y cuanto "un medio", un escalón sobre el que hay pisar para ascender a posiciones de reconocimiento banal.
Creo que en el fondo es de lo que se trata esta serie: de los grados de padecimiento íntimo a que lleva una sociedad basada en el individualismo a ultranza. Porque si bien Occidente ha dado grandes cosas a la humanidad, su desmadrada construcción de un sujeto hedonista como fin último de la vida, empobrece y ridiculiza sus logros. Para mi, es el tema de esta notable producción televisiva.
Siempre que reflexiono sobre ellos - en esto herederos ricos de Europa - me pregunto cuanto "el otro" es "alguien", "un fin en si mismo"; y cuanto "un medio", un escalón sobre el que hay pisar para ascender a posiciones de reconocimiento banal.
Creo que en el fondo es de lo que se trata esta serie: de los grados de padecimiento íntimo a que lleva una sociedad basada en el individualismo a ultranza. Porque si bien Occidente ha dado grandes cosas a la humanidad, su desmadrada construcción de un sujeto hedonista como fin último de la vida, empobrece y ridiculiza sus logros. Para mi, es el tema de esta notable producción televisiva.
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