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El gran Gatsby

Drama. Romance Nueva York, años 20. En la alta sociedad norteamericana, llama la atención la presencia de Jay Gatsby, un hombre misterioso e inmensamente rico, al que todos consideran un advenedizo, lo que no impide que acudan a sus fastuosas fiestas en su gran mansión de Long Island. Gatsby vive obsesionado con la idea de recuperar al amor que dejó escapar años atrás. Para ello se hará amigo de su vecino recién llegado, el joven Nick Carraway. (FILMAFFINITY) [+]
Críticas 228
Críticas ordenadas por utilidad
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5
17 de mayo de 2013
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película despampanante, barroca y absurda hasta sumergirse en la malinterpretación.

Se le agradece el esfuerzo a Baz Luhrmann, su voluntad de innovar, pero la mezcla de contenido y continente no cuaja. Mal me pesa, pero no es ni lo brillante que pretende ni lo emocional que quiere. El estilo Luhrmann no sirve para llegar al alma de esta historia. El humo, la pirotecnia, el exceso, pueden con todo lo demás. Y eso que en el tercio inicial están justificados recreando unos años 20 efervescentes, inconscientes y hedonistas. Pero cuando llega el momento de centrarse en contar la historia, moldear personajes, hacer avanzar tramas, la habilidad para la pirotecnia da paso a una dirección plana, con poco que ofrecer, incluso llegando a escenas involuntariamente vodevilescas. Media hora más y llegaría el ridículo, ya se ve.

Pero la culpa de que el film no funcione no es del exceso visual per sé -y vamos llegando ya al tuétano de todo-, la culpa es del señor Luhrmann por querer ver una historia de amor donde no la hay. Mete esta imposible lectura con calzador (debe pensar que haber dirigido "Romeo + Julieta" y "Moulin Rouge" le obliga a ello como sello personal) y pasa por encima del tema esencial de la obra de Fitzgerald que no es otro que la denúncia salvaje, directa y explícita de la actitud de toda una panda de niñatos y no tan niñatos que llevaron a un país al colapso. Como los imbéciles que han jugado recientemente con nuestro bienestar y así nos han dejado.

Imaginen que dentro de cien años alguien quiere resaltar el buen corazón de Rodrigo Rato o los sentimientos heroicos de Josep Lluís Núñez o las nobles ambiciones románticas de cualquier especulador en una historia de amor que, encima, retratara con cariño bohemio a toda su clase y a sus hijos mientras se meten rayas en yates. Pues eso, que el tema es serio y no da para canciones de Beyoncé ni Lana del Rey, acaso de Rage Against The Machine, Bob Dylan, La Polla Records o Raimon.
6
23 de mayo de 2013
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hacía falta ser un lince para preverlo. El gran Gatsby es como Moulin rouge. Contiene exactamente los mismos extremos que encandilaron a unos (entre los cuales me incluyo) e irritaron a otros. A la historia le cuesta prácticamente los mismos minutos arrancar. La estética es tan extemporánea en la Nueva York de los locos años 20 que en las calles de Montmartre. La misma orgía visual. Y, sin embargo, el efecto en el espectador entregado no es el mismo que hace doce años. Será que Baz Luhrmann ya no nos pilla por sorpresa o quizá que en esta ocasión el riesgo ha dado paso a la previsión pero el resultado, por desgracia, roza la languidez, la frialdad, la artificialidad extrema. Justo lo que muchos podrían decir sobre Lana del Rey.

Con este nuevo filme se constata que si algo le cuesta al australiano es pasar desapercibido. Más que llevar la obra cumbre de la literatura estadounidense a la gran pantalla, lo que hace Luhrmann es adaptarla a sus propias necesidades. No importa que Scott Fitzgerald quisiera con esta novela poner en entredicho el sueño americano. Ningún tema, ninguna lectura, ninguna sutileza, suponen impedimento alguno para el desfile de fuegos artificiales, acelerones y ralentizados y, sobre todo, para el buen puñado de planos aéreos que nos reserva el director.

Navegando incesantemente de un lado al otro de la bahía del East Egg neoyorquino, asistimos a la salida del cascarón del joven Nick Carraway, que en su traslado a la gran ciudad pronto se adentrará en el fastuoso universo de la alta sociedad. Una burbuja de festivales y derroche que encarna el misterioso Gatsby, el ricachón que todo el mundo envidia pero al que nadie pone rostro. Su vecino adinerado lo tiene todo al alcance salvo lo que más anhela, recuperar el amor de Daisy Buchanan, casada ahora con un noble putero y tan inalcanzable como esa luz verde que cada noche le ciega desde el otro embarcadero.

Se nota la inclinación de Luhrmann por el romance porque no es hasta que se asienta la historia de amor entre Gatsby y Daisy que la película comienza a emocionar. En los dolorosos minutos previos el espectador es víctima de una larguísima introducción y de escenas de desenfreno y surrealismo pensadas únicamente para dar rienda suelta a la hiperactividad del director. Y para hacerle hueco a tan impresionante banda sonora. Fergie, Jay-Z, Florence + the machine. Los artistas de más rabiosa actualidad van sonando atropelladamente pero ni la música ni el filme se adjetivan con palabras mayores hasta que ella, Lana del Rey, entra en escena. Justo en ese instante comienza el deslumbramiento.

Las aglomeraciones y las coreografías imposibles dan paso a la fascinación por planos tan bellos como la carrera en coche por el bullicioso puente de Manhattan o, también sobre ruedas, el atropellamiento de la amante de Tom Buchanan. El brevísimo flashback hacia el pasado de Gatsby es de las secuencias más inolvidables de la película. Lástima que sólo DiCaprio esté a la altura de tan colosal espectáculo. Porque ni Tobey Maguire se despoja de la cara de pánfilo que arrastra desde que se dio a conocer en Las normas de la casa de la sidra ni Carey Mulligan desprende la sensualidad y el glamour que requiere su personaje.

Así que El gran Gatsby es como Moulin rouge pero sin la química y el carisma de Nicole Kidman y Ewan McGregor. Con banda sonora molona pero sin números musicales memorables. Con los mismos fuegos de artificio pero sin la consecuente piel de gallina. Baz Luhrmann, por tanto, fracasa en la oportunidad de asentar su cuestionado estilo. Por el momento, únicamente con el musical parisino ha demostrado que merece la pena profanar los grandes mitos de la cultura occidental.
3
31 de mayo de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece Luhrmann contentarse con el colorido estilo visual con que nos deslumbró en Moulin Rouge, pero lo que en aquella era ritmo, pasión y arrebato, en esta se transforma en hastío, aburrimiento y sosez.
El ritmo narrativo es tan, pero tan tan lento, y las interpretaciones tan mediocres que a la hora de las más de tres que dura el invento ya estás deseando que acabe, pero te da cosa desaprovechar la entrada. DiCaprio, pese a todo de lo mejor de la cinta, estropea una carrera que en los últimos tiempos transitaba por el acierto, y sus insulsos coprotagonistas (Maguire, seguramente impuesto por su amigo y especialmente una apática Mulligan) no hacen sino estar a la altura de un guión que seguramente escupa sobre la novela original (reconzocámoslo, nadie la ha leido). Un batacazo aliñado con música actual a toda pastilla y escenas videocliperas a cámara lenta.
7
22 de mayo de 2013 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que ser un genio para que el contenido y el continente de una película estén equilibrados, y desde luego Luhrmann no es ese genio.

Para que el argumento de este film sea mas interesante mas allá de sus luces y de su frívola historia de malogrados maridajes, se requiere empatía del espectador y una magia especial que desde luego, yo no he percibido en el film.

Hay una excelente interpretación de Di Caprio, nadie lo cuestiona, hay una factura visual curradísima para trasladarnos a ese mundo de ricos y pasiones y pecados veniales, pero yo aun me pregunto dónde entra el espectador a pasar de ser, un simple observador fascinado, a identificarse con alguno de sus personajes tan peculiarmente jilipollas, el machista racista, el ególatra iluso que se cree Dios pero a la vez es esclavo supremo de una mujer, y la mujer indecisa y mimada que la pobre no soporta ya tanto lujo y no sabe donde o con quien poner el huevo.
Y luego el escritor atolondrado, que intenta darle magia y trascendencia a todo este tinglado, enamorado inconfeso del protagonista, narrando en primera persona su alucinante experiencia vital.
No quiero dejar de mencionar tampoco sus chirriantes escenas anacrónicas de música pop y rap, que destrozan la seriedad de la historia intentando ser original y resultando una auténtica extravagancia sonora, y las decoraciones anacrónicas de la mansión de Gatsby tampoco se quedan atrás.
Entonces llego y le pongo una nota más bien alta, pues sí, porque hay escenas que se lo merecen, la primera media hora me encantó y también el careo interpretativo de Mulligan y DiCaprio a costa de la posesión de una mujer indecisa, y porque desde luego tiene un trabajo visual inmenso, y un 3d apabullante inusual para este género del drama romántico, que nos traslada mentalmente y físicamente a aquéllos "happy tuenties".

Pero de resto es como una pompa de jabón colorida y enorme, vacia y hueca por dentro, es como un cuento que uno nunca acaba de tomarse en serio por mucho que el director se haya esforzado en darle trascendencia o sentido a toda esta opereta trágica y que juega a romántica pero no lo es, es una burla del ser humano y una parodia de sus sueños y defectos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La protagonista menciona que tiene una hija pequeña."Tami". ¿Y dónde está? ¿Se la crían sus criados negros, supongo? Quizás 143 minutos no eran suficientes para presentarla...
Y vaya manera más suicida de morir, la querida del racista que se lanza sobre el coche, todo el mundo pudo ver que fue más un suicidio que otra cosa, pero nadie sale a defender al conductor (o conductora). Cosas de guión...
Yo también digo, una casa que tenia acceso restringido con una enorme verja, un gangster que decide eliminar su vida social y proteger a cal y canto su vida privada, y no tiene vigilancia de ninguna clase para que llegue un loco caminando con una pistola en la mano como Pedro por su casa.
Cuánto no podría aprender Gatsby de los gangsteres de la política de hoy dia, cómo protegen su intimidad aunque ya todo el mundo los tiene más que denunciados, podría estar vivo aun y vivir con sus cuentas en paraísos fiscales.
Por eso digo que aunque me ha gustado mucho el continente de este film, pero el contenido, ni me parece serio ni me ha transmitido nada especial, ni siquiera por el Special One Dicaprio.
3
24 de mayo de 2013 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es bastante exagerada y la banda sonora arruina algunas escenas.
Las interpretaciones no son malas, pero tampoco demasiado destacables.
Yo recomiendo ver antes la adaptación de 1974.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En mi opinión acaban con la atmósfera de misterio de forma muy brusca y rápida, resolviendo los principales misterios de la película en unos pocos segundos.
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