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Siempre Alice

Drama Alice Howland (Julianne Moore) está orgullosa de la vida que tanto esfuerzo le ha costado construir. A los cincuenta, es profesora de psicología cognitiva en Harvard y una experta lingüista de fama mundial, con un marido exitoso y tres hijos adultos. Cuando empieza a sentirse desorientada, un trágico diagnóstico cambia su vida, al tiempo que su relación con su familia y con el mundo, para siempre. Con elegancia y delicadeza, la autora ... [+]
Críticas 104
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8
6 de junio de 2015 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En algún momento de nuestras vidas seguro que hemos echado la vista atrás y hemos podido disfrutar de todos esos recuerdos que, aún hoy, nos siguen haciendo disfrutar o nos emocionan. Son esos momentos que atesoramos los que nos hacen sentir que nuestra vida ha valido la pena. pero ¿qué pasaría si un buen día esos recuerdos se esfumasen, si por un capricho del destino olvidáramos todo lo bueno y mal que la vida nos ha deparado? En ‘Siempre Alice’ (Richard Glatzer y Wash Westmoreland, 2014) es lo que le sucede a su protagonista, la Dra. Alice Howland (Julianne Moore). Cuando se da cuenta que hay palabras que se escapan en su vocabulario o que olvida una receta que prepara desde hace años, tras las pruebas pertinentes, Alice descubre que tiene un tipo de alzheimer precoz. Una película de los directores de las algo más “queer” ‘The Fluffer’ (2001) y ‘Quinceañera’ (2006), o de la recientemente estrenada ‘La última aventura de Robin Hood’ (2013).

Lo que en principio parecía una mera adaptación, como otra cualquiera, de la novela de Lisa Genova, poco a poco se va convirtiendo en una historia profunda y conmovedora. Nos encontramos con una historia a la que le cuesta arrancar, aunque con una introducción necesaria y orientadora. La Dra. Alice Howland es una eminencia en el campo de la lingüística, una erudita del lenguaje, una eminencia intelectual, y eso queda claro desde el primer minuto de la película. Su elocuencia y sus conocimientos son abrumadores. Pero su declive empieza a percibirse lentamente en esa introducción algo alargada que puede presagiar algo anodino y cargante. Nada más alejado de la realidad. A la historia le cuesta arrancar, repetimos, pero una vez que lo hace agarra al espectador, mete su mano desgarrando la carne y aprieta justo a la altura del corazón, consiguiendo un “K.O.” fulminante. Consigue una empatía absoluta hacia la Dra. Howland, y nos hace sufrir junto a ella.

Julianne Moore es la artífice de que esa empatía o ese sufrimiento hacia su personaje se incremente. Tras ganar el Globo de oro. el premio Gotham o el de la NBR, y conseguir nominaciones en premios tan dispares como el BAFTA, el Sindicato de Actores, los Critics’ Choice, los Satellite o los Independent Spirit, queda claro, tras ver su actuación, que su papel difícilmente encontrará rival en los Oscar (aunque eso está por ver todavía). Su papel apela al sentimiento, al del espectador, al que inocentemente está sentado en su butaca pensando en ver una película más sin saber la bofetada lacrimal que va a recibir. Soberbio se quedaría corto para reflejar el trabajo que Julianne Moore realiza, y no porque su papel sea espectacular o realice un cambio físico extraordinario, sino porque desde la sencillez de la Dra. Howland, consigue arrastrar al público hasta su lado, y, lo que considero más importante, le hace sufrir. Podríamos decir que realiza un trabajo absolutamente sádico, y que los demás disfrutando siendo masoquistas sentimentales, porque si hay algo que desprende ‘Siempre Alice’ es ese anhelo sensible, un sufrimiento apetitoso que todo espectador debería disfrutar. Podría tacharse la película de lacrimógena, pero se realiza con un realismo y una naturalidad tan pasmosos que resulta imposible no caer en su “trampa”.

Para aquellos que buscan una inyección sensitiva para descargar una presa emocional que hace tiempo no se vaciaba.
Lo mejor: El poderío interpretativo de Julianne Moore y su facilidad para llenarnos.
Lo peor: A ojos más duros puede resultar tramposa, pero ellos se lo pierden.
5
26 de julio de 2015 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siento lástima porque una gran novela ha sido tan mal versionada y por el talento desaprovechado de Moore. No le pongo un cero porque el trabajo de Moore es muy bueno aunque para los que le somos fans, mejorable dada su calidad interpretativa. Y si Moore no está excepcional es, en parte culpa de una dirección que cree que con una gran actriz y una fantástica novela la película se hace sola.
Para los que hemos leído la novela, el visionado de la película es una decepción cantada, ahora bien, yo le di una oportunidad porque todos comprendemos que son medios distintos, y su capacidad de concreción distinta. Pero eso no quita que la dirección no ha acertado a elegir los mejores momentos de la película, los personajes son meras sombras de los originales, sobre todo Anne y el marido John. Otra cosa que no aparece ni de lejos es la capacidad de Lisa Genova de imprimir humor al ritmo de las emociones, y hablando de emociones, se supone que ahí el cine debería poder al menos igualar a la escritura, pues tampoco, un servidor soltó alguna lágrima con la novela, pero la película apenas inmuta. Ya era hora el Óscar a Moore aunque antes lo mereció más.
Creo sinceramente que esta película en manos de un buen director hubiera sido una gran película y no la patética y típica película de las sobremesas de Antena 3. Por cierto, el doblaje español acaba de rematar el despropósito y es que últimamente encontrar un doblaje bueno se está haciendo difícil.
6
13 de septiembre de 2015 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
He hecho el ejercicio de comparar esta película con Amor, de Michael Haneke, que trata el mismo tema, el del Alzheimer. Y la verdad es que, al lado de la del director alemán esta parece una comedia. Estamos de acuerdo en que la actuación de Julian Moore es excepcional. Pero es que toda la película está montada para ese lucimiento. Porque la degradación progresiva del personaje no parece afectar los cimientos de una familia que parece modélica, e interpretada por un póker de actores de primera línea del Hollywood más comercial, embarcados en un proyecto que seguramente dará más reconocimiento profesional que económico. Me refiero en que en la mayoría de las películas que tratan el tema la familia se desmorona al ritmo de la enfermedad. Recordemos Arrugas, que pese a ser de animación era mucho más cruda que esta. El cine de Hollywood tiene una visión mucho más benigna de esa degradación. Una de las películas de amor más aplaudidas, El diario de Noa, se vale de los breves destellos de lucidez de su protagonista femenina para hacer una defensa llorosa del amor incondicional.

Cuando el Alzheimer ataca, ataca a toda la familia. Mientras la familia de Still Alice demuestra una solidez y entereza que abre grietas en la credibilidad. Demasiado bonito para ser cierto. Con eso se consigue que la película haga un poco de daño pero no demasiado. Sirve de alegato, pero con vaselina.

El Alzheimer es mucho más terrorífico que Siempre Alice porque es una metáfora de la muerte. Es la enfermedad que se lleva al familiar dejando su cuerpo como recordatorio de nuestra fragilidad temporal.

Yo hubiera echo una película de cómo se hizo la película, porque los directores, Richard Glatzer y Wash Westmoreland, pareja en la realidad, vivieron un demoledor drama mientras filmaban la película. Richard llevaba cuatro años sufriendo ELA y murió meses después de finalizar el film. La obra póstuma de una pareja, mientras uno de ellos se muere, sobre una enfermedad degenerativa debió ser algo mucho más terrible que Siempre Alice.
7
13 de septiembre de 2015 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película que te llega al alma. Una persona que tiene un trabajo de prestigio en una de las mejores universidades del mundo, un marido y unos hijos que la quieren y todo eso se viene abajo por la dura enfermedad que padece, una enfermedad que (en este caso) es hereditaria para uno de sus hijos y que hace que poco a poco vayas olvidándote de tus seres queridos, de hacer una cosa tan sencilla como atarte los cordones del zapato, de dónde está el baño de tu casa etc...

Julianne Moore hace una brillante interpretación, se mete de lleno en el papel y ofrece la angustia y la rabia que sufre ante esta enfermedad. Merecido Óscar a mejor actriz

También me quedo con la honestidad de su hija menor (Kristen Stewart)
7
9 de octubre de 2015 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil tocar un tema tan duro sin caer en el sentimentalismo. Sin embargo, en esta película está tratado con una gran serenidad que nos evita escenas demasiado sensibleras. Conmueve pero sin trampas burdas.
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