Una serie que mezcla, superhéroes, drama, humor negro y mucha diversión. Una serie que sorprende desde el principio, hasta el capitulo final, el cual es el mejor de la serie y da ganas de levantarse a aplaudir. El reparto esta genial, desde el primero al último, destacando por encima de todos el actor Antony Starr, que después de su gran trabajo en la serie Banshee, se reinventa para interpretar a Patriota y nos deja uno de los mejores personajes televisivos de la última década.

Original, impactante, divertida, no deja indiferente y está realmente bien ejecutada.
Los personajes están muy trabajados, es mucho más que una serie de superhéroes, te hace pensar y te lleva de un lado a otro. El humor, a veces sutil y a veces grosero, está a la altura.
A mí me encanta, hasta la música es buena.

Respecto a la calidad de la serie, no voy a decir nada que no se haya dicho ya, salta a la vista desde el primer capítulo el esfuerzo por crear una trama interesante, personajes que resultan memorables y una factura impecable en cuanto efectos especiales y escenas de acción.

Voy a centrarme más en el motivo por el que empecé a ver esta serie, y es que escuché por más de una boca que esta serie atacaba todas las modas de la sociedad actual, llegando a calificarla de "antiprogre".

Si bien la serie es políticamente incorrecta hasta decir basta, no entiendo como algunos han podido malinterpretar el crear una serie de personajes que son muñecos de paja para atacar una serie de ideas muy concretas (véase Stormfront, Halcón azul, Soldier boy...) con los cuales la audiencia identifique con unos seres despreciables, una serie de ideas muy concretas, presentadas de manera zafia y caricaturizada, de modo que tratan de contentar a los de siempre y dirigir la opinión del público hacia una dirección.

Una pena que ya ninguna serie relevante se libre de este tipo de cosas, pues llega a cansar bastante. Sin embargo, he de admitir que al menos esta serie está bien hecha y dichos mensajes políticos los mete de manera más inteligente de lo que estamos acostumbrados (tanto que como dije, algunos han querido ver que esta serie transmite unos mensajes antiprogres, cuando es más bien lo contrario).

Dicho esto, espero con ganas la cuarta temporada. Si siguen haciéndolo bien y el único punto de la serie no es meter ideología a calzón quitado, yo al menos podré seguir disfrutándola.

No soy un crítica profesional ni voy a escribir un tocho. Sólo diré, para quien se resista a ver contenido de super héroes por ser tan perfectos, que vea esta serie. Esta llena de super héroes malos, gore, sexo, humor malsonante, efectos especiales logradisimos, y se acerca mucho a la realidad de qué pasaría si existieran los super héroes. Antony Starr, odioso en su personaje de homelander es un espectáculo en pantalla. The Butcher, interpretado por Karl Urban no se queda atrás. La recomiendo 100% pero no la veáis con vuestros hijos.

The boys nos pinta una especie de distopía donde existen los superhéroes, creados por una empresa con el único objetivo de hacerse asquerosamente ricos. Cosa que ya son, pero como buena empresa nunca es suficiente. Debido a que estos héroes generan beneficios a espuertas se les pasan por alto los ‘daños colaterales’ esto es que al típico pringado de a pié se lo carguen en alguna de sus heroicas aventuras. De ahí surgen nuestros protagonistas, todos han perdido algo o a alguien debido a los supers y están decididos a acabar con ellos cueste lo que cueste.

Aparte de esto, como todas las series de extensión media, hay diferentes subtramas o arcos argumentales que se nos van contando de forma bastante solvente, bien guionizadas y rodadas y con unas actuaciones mucho más que decentes. Concretamente me quedo con la actuación de Antony Starr y de Karl Urban, pero todos están muy bien. La adaptación desde los cómics diría que es más que fiel. Garth Ennis suele ser un guionista bastante irreverente y creo que la serie lo adapta de forma correcta, con su gore y su contenido políticamente incorrecto y humor negrísimo incluido. Yo diría que esto es lo mejor de la serie. Se trata de un producto no apto para todos los públicos. Su target es alguien quizás un poco harto de la hipocresía que inunda el mundo en general, al igual que ocurre en la serie. Es de ese tipo de ficciones que te hace pensar por su preocupante parecido con la realidad, donde no hay superhéroes, pero se los inventan.

Totalmente recomendada, aunque seas como yo que el rollo superhéroe os de exactamente igual.

Corre el peligro de alargarse como el chicle, eso está por ver, claro. Pero es algo que les suele ocurrir a las series de éxito. Que se acaban liando en subtramas insulsas y al final acaban aburriendo a las piedras mientras los espectadores esperamos que se produzca el clímax final.