Monsieur Verdoux
7.9
7,614
Comedia
Basada en hechos reales, cuenta la historia de Henri Verdoux, un hombre de doble vida. Por un lado es un respetable hombre casado padre de un hijo, pero por otro es un seductor que, bajo otra identidad, se dedica a casarse con viudas ricas a las que posteriormente asesina para quedarse con su fortuna. (FILMAFFINITY)
3 de diciembre de 2016
3 de diciembre de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El guión funciona desde el contraste, con un rango dinámico que varía según la sensibilidad del espectador. No extraña un Orson Welles cómplice del guión, como escritor, detrás de las bambalinas.
Así, aparece un Chaplin, actor, que sólo le falta hablar a la cuarta pared, haciéndonos participes. El espectador no hace pie en ninguna simpatía, en ningún valor.
Luego hay un amanecer a través de una ventana, un momento de los antiguos maestros. De Lang, Murnau, el propio Chaplin. Una reliquia, en una época que ya iba a terminar de desaparecer, una película de tono ajeno, por lo ya expresado, extraña, cínica, muy simpática.
¿Hanekiana? Desde la estética nuclear, sí. Desde la estética de complementos, es donde se puede diverger ya ahí, de la manera que se quiera.
Así, aparece un Chaplin, actor, que sólo le falta hablar a la cuarta pared, haciéndonos participes. El espectador no hace pie en ninguna simpatía, en ningún valor.
Luego hay un amanecer a través de una ventana, un momento de los antiguos maestros. De Lang, Murnau, el propio Chaplin. Una reliquia, en una época que ya iba a terminar de desaparecer, una película de tono ajeno, por lo ya expresado, extraña, cínica, muy simpática.
¿Hanekiana? Desde la estética nuclear, sí. Desde la estética de complementos, es donde se puede diverger ya ahí, de la manera que se quiera.
27 de septiembre de 2012
27 de septiembre de 2012
17 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la fuerza nos quieren hacer pasar "Monsieuer Verdoux" como obra maestra cuando ya en su momento fue severamente criticada a todos los niveles. El tiempo pasa y la decadencia a la que está sometido el séptimo arte nos hace "reconocer" las virtudes de este flojo trabajo de Charles Chaplin. Recalcando mi posición que ya expresé en "Candilejas", Chaplin tiene gracia y tiene talento como Charlot. Fuera de su personaje se mueve como un elefante en una cacharrería. Y es que ni siquiera te hace reír, como sucede en esta comedia negra, mal planteada y concebida, y encima excesivamente larga para la simpleza que me está contando. Por ejemplo, pierde un tiempo precioso en interminables, nada divertidas y repetitivas secuencias para asesinar a alguna de sus mujeres, cosa que Woody Allen resuelve en unos pocos minutos con una gracia infinitamente superior en "Toma el dinero y corre". Luego la parte policial y el resto, es igual de endeble.
Si nos centramos en el propio argumento de la película, éste resulta tan desconcertante como el personaje de Verdoux. Se supone que es un alegato contra la sociedad capitalista pero ¡el capitalista es él! Verdoux hace lo que sea, literalmente, por la pasta y rápidamente lo invierte en la bolsa, a especular, faltaría más. Si ya sé que el cinismo de los izquierdistas no tiene límites pero uno espera que no fuera tan incongruente. Lo que si parece claro es que se nos quiere vender la idea de que Verdoux, en realidad no es un mal tipo, lo cual hace que a uno se le revuelve el estómago. Como ya he comentado en otras ocasiones se ve que entre el personal hay fascinación, amor casi, por los psicópatas pero los de cierta clase, capaz de ser psicópata los laborales y excelente padre de familia, los fines de semana. En este sentido la desfachatez del personaje hace que te resulte imposible sentir la más mínima simpatía por él, sino todo lo contario.
Pero cuando ya lo borda Chaplin es cuando quiere hacer pasar a un vulgar asesino por una especie de filósofo de pacotilla que da lecciones por doquier con argumentos tan pueriles como los del malo de "Seven". La cara, el cinismo y la desvergüenza a la que llega aquí Chaplin, por boca de Verdoux, es de órdago. Yo no sé si Chaplin era comunista o no (seguramente sería un típico izquierdista), pero oyéndolo se ve claramente de qué pie cojea. Que conste que me da igual, pero si me cuenta un rollo progre, lo escupo y lo critico. En la parte del juicio se dedica a decir unas barbaridades que no hay quien se trague, al no ser que uno esté tan intoxicado por las consignas de esta especie de secta cuyo sentido de la realidad y del ridículo son nulos.
Por lo que parece ahora nosotros tenemos la culpa de que sea un asesino. Que como hay armas, el estado tiene la culpa de que haya muertos. ¡Sera tonto! Y las guerras. Claro, es lo mismo matar viudas y robarlas que defender a la población de criminales que prácticamente tienen, curiosamente, las mismas ideas que Verdoux-Chaplin. "Por un asesinato se es un villano, por miles se es un héroe". Pues denúncialo, chico denuncia a ese héroe asesino, cuya identidad desconocemos quizás porque la cobardía y la demagogia de Chaplin es tan grande que se atreve a "denunciar" el bombardeo de Guernica (¡Huy que valiente y atrevido! y eso va por toda la izquierda mundial. Por cierto, sale el auge del fascismo "malo", pero silencio sepulcral sobre el comunismo. Guernica sí, pero Stalin, aplaudiendo con las orejas, ¿verdad?) que causó poco más de cien muertos (aunque la portada del periódico diga "thousands", cosa de la propaganda) y sin embargo guarda el más absoluto silencio sobre los bombardeos aéreos masivos de los aliados en toda Europa y el Japón, que superaron ampliamente el millón de muertos, sólo población civil. Que queréis que os diga, me toca bastante las narices el tema de Guernica y la hipocresía tan descarada de los izquierdistas.
Si nos centramos en el propio argumento de la película, éste resulta tan desconcertante como el personaje de Verdoux. Se supone que es un alegato contra la sociedad capitalista pero ¡el capitalista es él! Verdoux hace lo que sea, literalmente, por la pasta y rápidamente lo invierte en la bolsa, a especular, faltaría más. Si ya sé que el cinismo de los izquierdistas no tiene límites pero uno espera que no fuera tan incongruente. Lo que si parece claro es que se nos quiere vender la idea de que Verdoux, en realidad no es un mal tipo, lo cual hace que a uno se le revuelve el estómago. Como ya he comentado en otras ocasiones se ve que entre el personal hay fascinación, amor casi, por los psicópatas pero los de cierta clase, capaz de ser psicópata los laborales y excelente padre de familia, los fines de semana. En este sentido la desfachatez del personaje hace que te resulte imposible sentir la más mínima simpatía por él, sino todo lo contario.
Pero cuando ya lo borda Chaplin es cuando quiere hacer pasar a un vulgar asesino por una especie de filósofo de pacotilla que da lecciones por doquier con argumentos tan pueriles como los del malo de "Seven". La cara, el cinismo y la desvergüenza a la que llega aquí Chaplin, por boca de Verdoux, es de órdago. Yo no sé si Chaplin era comunista o no (seguramente sería un típico izquierdista), pero oyéndolo se ve claramente de qué pie cojea. Que conste que me da igual, pero si me cuenta un rollo progre, lo escupo y lo critico. En la parte del juicio se dedica a decir unas barbaridades que no hay quien se trague, al no ser que uno esté tan intoxicado por las consignas de esta especie de secta cuyo sentido de la realidad y del ridículo son nulos.
Por lo que parece ahora nosotros tenemos la culpa de que sea un asesino. Que como hay armas, el estado tiene la culpa de que haya muertos. ¡Sera tonto! Y las guerras. Claro, es lo mismo matar viudas y robarlas que defender a la población de criminales que prácticamente tienen, curiosamente, las mismas ideas que Verdoux-Chaplin. "Por un asesinato se es un villano, por miles se es un héroe". Pues denúncialo, chico denuncia a ese héroe asesino, cuya identidad desconocemos quizás porque la cobardía y la demagogia de Chaplin es tan grande que se atreve a "denunciar" el bombardeo de Guernica (¡Huy que valiente y atrevido! y eso va por toda la izquierda mundial. Por cierto, sale el auge del fascismo "malo", pero silencio sepulcral sobre el comunismo. Guernica sí, pero Stalin, aplaudiendo con las orejas, ¿verdad?) que causó poco más de cien muertos (aunque la portada del periódico diga "thousands", cosa de la propaganda) y sin embargo guarda el más absoluto silencio sobre los bombardeos aéreos masivos de los aliados en toda Europa y el Japón, que superaron ampliamente el millón de muertos, sólo población civil. Que queréis que os diga, me toca bastante las narices el tema de Guernica y la hipocresía tan descarada de los izquierdistas.
30 de noviembre de 2009
30 de noviembre de 2009
12 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento es tan poco creíble que aburre, por más que se lo inteprete de la manera que sea. No me importa si quiere expresar ideas de un mundo frío, oscuro y cínico.
La película es aburrida y tediosa, Chaplin no me parece un gran genio del cine, en sus actuaciones siempre es muy teatral y cae en la exageración, habrá contribuido y aportado mucho al cine desde otros aspectos y le agradezco; pero no lo voy a venerar como todos los demás. Ni Luces de la Ciudad (City Lights), El Gran Dictador (The Great Dictator) y Candilejas (Limelight) lograron realmente atraparme.
La película es aburrida y tediosa, Chaplin no me parece un gran genio del cine, en sus actuaciones siempre es muy teatral y cae en la exageración, habrá contribuido y aportado mucho al cine desde otros aspectos y le agradezco; pero no lo voy a venerar como todos los demás. Ni Luces de la Ciudad (City Lights), El Gran Dictador (The Great Dictator) y Candilejas (Limelight) lograron realmente atraparme.
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