No
7.1
8,299
Drama
René Saavedra (Gael García Bernal) es un ejecutivo de publicidad que regresa a Chile tras su exilio en México y diseña una brillante y optimista campaña que propugna el "No" al plebiscito chileno de 1988. Su objetivo es poner fin a la dictadura militar y derrocar a Augusto Pinochet, con una estrategia de márketing no basada en el enfrentamiento y la denuncia del régimen sino en la esperanza de un futuro mejor. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2023
25 de octubre de 2023
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Desde hoy una de mis películas favoritas de Pablo Larraín. Primero debemos situarnos en el contexto social y político de la historia; la trama transcurre en Chile en los años 80's durante el El plebiscito nacional, un referéndum (procedimiento jurídico y político por el que se somete al voto popular, leyes o actos administrativos para su ratificación) realizado en ese país el miércoles 5 de octubre de 1988, durante la dictadura militar; este plebiscito se llevó a cabo para decidir si Augusto Pinochet seguía o no en el poder hasta el 11 de marzo de 1997.
Ya desde el conflicto principal se puede deducir que es una premisa interesante. Obviamente como la mayor parte de la filmografía de Larraín dicha premisa está relacionada con Pinochet y la dictadura militar chilena; si bien el director logra denunciar la represión, corrupción y censura que se ejerce ante la oposición y retrata la deshumanización, crueldad y abuso de poder por parte del gobierno hacia la población...creo que lo refleja en su mayoría es la manipulación o el poder que tienen los medios de comunicación con las masas; independiente de cuál sea su postura ideológica.
Las actuaciones están muy bien, Alfredo Castro brillando por su talento y Gael García Bernal demostrando porque es uno de los mejores actores latinos actualmente. Otro detalle que me gustó es que se utilizó material audiovisual original que se emitió por la TV chilena en aquellos años; considero que No es una buena película que reconstruye un hecho histórico de manera adecuada y ayuda al espectador a entender un poco más sobre el sentido de la justicia y libertad. También demuestra el poderoso alcance que tiene la publicidad en la sociedad...tanto así que es capaz de cambiar el rumbo de un país.
Ya desde el conflicto principal se puede deducir que es una premisa interesante. Obviamente como la mayor parte de la filmografía de Larraín dicha premisa está relacionada con Pinochet y la dictadura militar chilena; si bien el director logra denunciar la represión, corrupción y censura que se ejerce ante la oposición y retrata la deshumanización, crueldad y abuso de poder por parte del gobierno hacia la población...creo que lo refleja en su mayoría es la manipulación o el poder que tienen los medios de comunicación con las masas; independiente de cuál sea su postura ideológica.
Las actuaciones están muy bien, Alfredo Castro brillando por su talento y Gael García Bernal demostrando porque es uno de los mejores actores latinos actualmente. Otro detalle que me gustó es que se utilizó material audiovisual original que se emitió por la TV chilena en aquellos años; considero que No es una buena película que reconstruye un hecho histórico de manera adecuada y ayuda al espectador a entender un poco más sobre el sentido de la justicia y libertad. También demuestra el poderoso alcance que tiene la publicidad en la sociedad...tanto así que es capaz de cambiar el rumbo de un país.
15 de diciembre de 2023
15 de diciembre de 2023
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Un best seller camuflado.
El destino del mundo descansa sobre los hombros de nuestro héroe. Ese es el argumento de cualquier novela convertida en best seller. Cambia «mundo» por «Chile» y ya lo tienes. En realidad no es del todo así, pero peca de eso. Según este film, en ese momento concreto de la historia, pesó más en la balanza contra la dictadura la opinión de tres o cuatro pequeño-burgueses conocedores de los laberintos de la política y de los secretos de las (entonces) nuevas técnicas publicitarias que todo el peso de la mayor parte de una sociedad polarizada con argumentos de sobra para derrocarla. Simplemente, se dejaron «seducir» por la campaña del No.
Posmodernismo avant la lettre (o el mundo según google).
Da lo mejor de ti mismo. Sé creativo. Pragmático. Conviértete (junto con tus ideas) en un producto. El mundo se reduce a eso. Al menos el mundo en el que el éxito es la medida de todas las cosas. ¿Punto para Larraín o para la vanguardia de la sociedad chilena? ¿Fue esto así o se trata de un cuestionamiento actual aplicado con carácter retroactivo? Seguramente las dos cosas.
La historia de Chile y el cine.
Gracias sobre todo a Patricio Guzmán, Chile nos ha sabido contar su historia, política y social, a través de la pantalla. Esta película se inserta perfectamente en esa «tradición». Gracias Larraín, gracias Chile.
Finalmente...
La película «funciona», no hay duda. Parte de culpa la tiene el elenco. Todos encajan a la perfección en su papel, que es lo mismo que decir que lo interpretan perfectamente. En ese aspecto nada chirría. Algo que no es fácil de conseguir. No es que esto «salve» la película, pero sin duda la eleva.
El destino del mundo descansa sobre los hombros de nuestro héroe. Ese es el argumento de cualquier novela convertida en best seller. Cambia «mundo» por «Chile» y ya lo tienes. En realidad no es del todo así, pero peca de eso. Según este film, en ese momento concreto de la historia, pesó más en la balanza contra la dictadura la opinión de tres o cuatro pequeño-burgueses conocedores de los laberintos de la política y de los secretos de las (entonces) nuevas técnicas publicitarias que todo el peso de la mayor parte de una sociedad polarizada con argumentos de sobra para derrocarla. Simplemente, se dejaron «seducir» por la campaña del No.
Posmodernismo avant la lettre (o el mundo según google).
Da lo mejor de ti mismo. Sé creativo. Pragmático. Conviértete (junto con tus ideas) en un producto. El mundo se reduce a eso. Al menos el mundo en el que el éxito es la medida de todas las cosas. ¿Punto para Larraín o para la vanguardia de la sociedad chilena? ¿Fue esto así o se trata de un cuestionamiento actual aplicado con carácter retroactivo? Seguramente las dos cosas.
La historia de Chile y el cine.
Gracias sobre todo a Patricio Guzmán, Chile nos ha sabido contar su historia, política y social, a través de la pantalla. Esta película se inserta perfectamente en esa «tradición». Gracias Larraín, gracias Chile.
Finalmente...
La película «funciona», no hay duda. Parte de culpa la tiene el elenco. Todos encajan a la perfección en su papel, que es lo mismo que decir que lo interpretan perfectamente. En ese aspecto nada chirría. Algo que no es fácil de conseguir. No es que esto «salve» la película, pero sin duda la eleva.
6 de febrero de 2025
6 de febrero de 2025
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Buena película chilena, que relata el periodo histórico en donde se realizó el plebiscito realizado en 1988 para decidir si continuaba o no Pinocho.
Está muy bien realizada, utilizando viejas cintas de fílmico que le dan cierta nostalgia al ver esas imágenes poco nítidas al estilo vhs más ochentoso.
La trama cumple, sin ser la gran cosa y previsible (porque ya conocemos el hecho histórico), está bueno cómo el relato de los dos ´´bandos´´ van desarrollando sus campañas publicitarias. En el medio aparece, pero muy solapado, un drama personal interpretado correctamente por el mexicano García Bernal (que es al único que se le entiende bien lo que dice, ya que a los actores chilenos me costó bastante, porque hablan rápido y bastante cerrado).
Recomendable para los que les interesa la historia política y los diferentes formas de manipular y construir el poder de la opinión pública.
Está muy bien realizada, utilizando viejas cintas de fílmico que le dan cierta nostalgia al ver esas imágenes poco nítidas al estilo vhs más ochentoso.
La trama cumple, sin ser la gran cosa y previsible (porque ya conocemos el hecho histórico), está bueno cómo el relato de los dos ´´bandos´´ van desarrollando sus campañas publicitarias. En el medio aparece, pero muy solapado, un drama personal interpretado correctamente por el mexicano García Bernal (que es al único que se le entiende bien lo que dice, ya que a los actores chilenos me costó bastante, porque hablan rápido y bastante cerrado).
Recomendable para los que les interesa la historia política y los diferentes formas de manipular y construir el poder de la opinión pública.
25 de enero de 2013
25 de enero de 2013
5 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente película de la realidad chilena de esos años y de un pasado que aún nos persigue. Es importante siempre recordar el pasado, con espíritu de futuro, para hacer las cosas bien, como fue lo que motivo a las personas en los ochenta. Lo señaló dado que al parecer el país y sus lideres han perdido la brújula en cuanto a lo correcto, por eso espero, que está excelente puesta en escena sea para muchos el suficiente estimulo educativo para hacer lo correcto y en unidad.
16 de julio de 2013
16 de julio de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es innegable que aquí, en No, nos encontramos con una de las mejores obras del cine latinoamericano reciente. Su gran factura pueda compensar los años en los que el cine latinoamericano remachacaba sobre asuntos en los que no solo se hacía mala publicidad de nuestros patios traseros sino de nuestras producciones, a veces afrancesadas y arrogantes, otras veces miserables de cabo a rabo, actores y directores por parejo. Con No se da un paso distinto. Se nota el aliento del cine que nos merecemos, que queremos ver y sentir palpitando junto a nuestros pueblos.
"Chile, la alegría ya viene" deja de representar una anécdota histórica, se convierte también en un punto muy alto para seguir buscando lo mejor de nuestras historias sin desconocer nuestras sombras y fatalidades.
Es una grandiosa película: Gael tenía que estar, tal y como lo ha hecho en otros proyectos en los que apuntaba también a hacer parte de lo mejor del cine latinoamericano reciente.
"Chile, la alegría ya viene" deja de representar una anécdota histórica, se convierte también en un punto muy alto para seguir buscando lo mejor de nuestras historias sin desconocer nuestras sombras y fatalidades.
Es una grandiosa película: Gael tenía que estar, tal y como lo ha hecho en otros proyectos en los que apuntaba también a hacer parte de lo mejor del cine latinoamericano reciente.
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