Mujeres al borde de un ataque de nervios
1988 

7.0
52,481
Comedia. Drama
Pepa e Iván son actores de doblaje. Él es un mujeriego empedernido y, después de una larga relación, rompe con Pepa: le deja un mensaje en el contestador pidiéndole que le prepare una maleta con sus cosas. Pepa, que no soporta vivir en una casa llena de recuerdos, decide alquilarla. Mientras espera que Iván vaya a recoger la maleta, la casa se le va llenando de gente extravagante de la que aprenderá muchas cosas sobre la soledad y la locura. (FILMAFFINITY) [+]
18 de febrero de 2024
18 de febrero de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace por lo menos veinte años que no la veo. Probablemente más. La recuerdo perfectamente. Y vista ahora, después de haber visto toda la filmografía de Almodóvar, algunas de sus películas varias veces, tengo que reconocer que su estilo visual, la intensidad dramática y el estilo general es el mismo, exactamente el mismo.
La recordaba más larga. Me ha gustado mucho. Es excelente. Una de sus mejores películas.
Los colores chillones, los planos divididos, la centralidad de la feminidad como eje sobre el que pivota toda la historia... elementos comunes a todo su cine.
El enloquecimiento que forma parte de su esencia, el gazpacho, el taxi. Está llena de planos icónicos, sonidos de siempre, actuaciones míticas.
Es una gran película.
La recordaba más larga. Me ha gustado mucho. Es excelente. Una de sus mejores películas.
Los colores chillones, los planos divididos, la centralidad de la feminidad como eje sobre el que pivota toda la historia... elementos comunes a todo su cine.
El enloquecimiento que forma parte de su esencia, el gazpacho, el taxi. Está llena de planos icónicos, sonidos de siempre, actuaciones míticas.
Es una gran película.
15 de marzo de 2014
15 de marzo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mujeres al borde de un ataque de nervios de Pedro Almodóvar, es una comedia negra del más puro estilo del director. Dirigida con un ritmo enérgico y vivaz, y a su modo habitual de hacer cine, es embrollada y singular, además de idónea para los seguidores del director manchego. Realizada de manera ingeniosa y espléndida, tiene un resultado impetuoso y entretenido que cumple con las expectativas del público en general, aunque sin mucho brillo.
La fotografía, es lumínica y llamativa, como si fuera un teatro al menos en interiores, con imágenes llenas de tonos coloridos y vistosos que atraen al espectador. La música, es melodramática y emotiva en los momentos oportunos, con toques melódicos y sentimentales en un sutil acompañamiento, con uso de música distinta como clásica y caribeña en un popurrí de los más variado. Resaltando el trabajo técnico de movimientos de cámara y planos, con gran uso de primeros planos, subjetivos, detalle y travelling que sacan lo mejor del film.
Las actuaciones, son cumplidoras pero sin lucidez, en un gran elenco actoral típico de Almodóvar contando con la participación de Carmen Maura, Antonio Banderas, Julieta Serrano, Rossy de Palma, María Barranco, Chus Lampreave, y con los actores Guillermo Montesinos, Fernando Guillén y Ángel de Andrés López. Para los cuales, emplea unos vestuarios y caracterizaciones sugerentes y apropiados al personaje, bien trabajados y con ese estilo particular del cineasta manchego.
El guion, escrito como es normal por el mismo director, es envesado y lioso, pero argumentado de manera curiosa y disparatada, haciendo honor al título del film en una historia cómica aunque algo reiterativa, pero en líneas generales cumplidora de su estilo más definido. Y emplea para llevarlo a cabo una narrativa común e insinuante, que es muy expresiva y dinámica, además de contener los elementos habituales de provocación y sexualidad que tanto le imprime a sus films.
En conclusión, la considero una de las obras indispensables de Almodóvar, sin mucha lucidez pero desde luego en su línea más pura de líos amorosos, la cual entretiene y divierte sin ser una gran cinta. Recomendable por su dirección, guion, interpretaciones, música y narrativa que convierten a Mujeres al borde de un ataque de nervios, en una cinta necesaria y amena del director, la cual, además de tener 5 goyas en su haber, tiene el honor de ser la primera de sus obras en ser nominada al oscar como mejor película de habla no inglesa.
La fotografía, es lumínica y llamativa, como si fuera un teatro al menos en interiores, con imágenes llenas de tonos coloridos y vistosos que atraen al espectador. La música, es melodramática y emotiva en los momentos oportunos, con toques melódicos y sentimentales en un sutil acompañamiento, con uso de música distinta como clásica y caribeña en un popurrí de los más variado. Resaltando el trabajo técnico de movimientos de cámara y planos, con gran uso de primeros planos, subjetivos, detalle y travelling que sacan lo mejor del film.
Las actuaciones, son cumplidoras pero sin lucidez, en un gran elenco actoral típico de Almodóvar contando con la participación de Carmen Maura, Antonio Banderas, Julieta Serrano, Rossy de Palma, María Barranco, Chus Lampreave, y con los actores Guillermo Montesinos, Fernando Guillén y Ángel de Andrés López. Para los cuales, emplea unos vestuarios y caracterizaciones sugerentes y apropiados al personaje, bien trabajados y con ese estilo particular del cineasta manchego.
El guion, escrito como es normal por el mismo director, es envesado y lioso, pero argumentado de manera curiosa y disparatada, haciendo honor al título del film en una historia cómica aunque algo reiterativa, pero en líneas generales cumplidora de su estilo más definido. Y emplea para llevarlo a cabo una narrativa común e insinuante, que es muy expresiva y dinámica, además de contener los elementos habituales de provocación y sexualidad que tanto le imprime a sus films.
En conclusión, la considero una de las obras indispensables de Almodóvar, sin mucha lucidez pero desde luego en su línea más pura de líos amorosos, la cual entretiene y divierte sin ser una gran cinta. Recomendable por su dirección, guion, interpretaciones, música y narrativa que convierten a Mujeres al borde de un ataque de nervios, en una cinta necesaria y amena del director, la cual, además de tener 5 goyas en su haber, tiene el honor de ser la primera de sus obras en ser nominada al oscar como mejor película de habla no inglesa.
1 de septiembre de 2014
1 de septiembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mujeres al borde de un ataque de nervios desde hoy se ha convertido para mí un ícono del cine español. En su línea clásica, Almodóvar vuelve a crear un film pobre en presupuesto pero rico, millonario en emociones. Narrando el desdichado dolor que causa el amor en las mujeres, el director manchego vuelve a crear un micromundo donde cuatro mujeres muy distintas se unen en un mismo punto, convergiendo en una trama delirante, pero que a la vez es sincera y muestra realidades del amor, las relaciones, el dolor, su mal tratamiento, la soledad y la pena mal llevada.
Cabe destacar y loar la espléndida actuación de Carmen Maura que sabe estar en todo momento en su sitio y tiene un gran poder sobre su personaje a lo largo de todo el film logrando que el diálogo y la esencia del guión traspase por la pantalla y entre en los poros de los espectadores. También impresionante María Barranco, que es capaz de llevar más allá la comedia y volverla aún más desternillante con su personaje surrealista.
Por si fuera poco a todo se añade una realidad envuelta en el surrealismo, la incapacidad del ser humano actual de procesar la soledad, la pena y el dolor. Como bien se dice en el film: "La gente joven, no sabéis luchar por las cosas. Os creéis que todo es placer. Pues no, hay que sufrir. Y mucho." Y en esto se cimienta toda la historia de la película. Pepa incapaz de asumir el dolor del abandono y la ruptura se dispone a buscar y buscar a Iván, para a hablar con él, aferrándose a lo que sea (como la maleta) para que venga a él. Lucía es una mujer herida, desequilibrada por el amor, torturada por la idea de un final que ella en el fondo nunca esperaba y por ello se dedica a buscar su venganza que lo único que hace es remover más su dolor interior. Candela es una mujer feliz, inocente, carente de maldad, no ha sido capaz de romper por el miedo y por culpa de esa falta de valentía llega su dolor. Como podemos ver todos estos personajes principales se manchan de las relaciones rotas y son las que les causan el malestar y la manera en que se desarrollan o actúan. Es por ello la resolución y la manera llevada de cada dolor una metáfora de los finales de cada amor, porque algún día el amor se acaba y sólo dependiendo de como sabemos procesar ese dolor somos capaces de superarlo o no.
Cabe destacar y loar la espléndida actuación de Carmen Maura que sabe estar en todo momento en su sitio y tiene un gran poder sobre su personaje a lo largo de todo el film logrando que el diálogo y la esencia del guión traspase por la pantalla y entre en los poros de los espectadores. También impresionante María Barranco, que es capaz de llevar más allá la comedia y volverla aún más desternillante con su personaje surrealista.
Por si fuera poco a todo se añade una realidad envuelta en el surrealismo, la incapacidad del ser humano actual de procesar la soledad, la pena y el dolor. Como bien se dice en el film: "La gente joven, no sabéis luchar por las cosas. Os creéis que todo es placer. Pues no, hay que sufrir. Y mucho." Y en esto se cimienta toda la historia de la película. Pepa incapaz de asumir el dolor del abandono y la ruptura se dispone a buscar y buscar a Iván, para a hablar con él, aferrándose a lo que sea (como la maleta) para que venga a él. Lucía es una mujer herida, desequilibrada por el amor, torturada por la idea de un final que ella en el fondo nunca esperaba y por ello se dedica a buscar su venganza que lo único que hace es remover más su dolor interior. Candela es una mujer feliz, inocente, carente de maldad, no ha sido capaz de romper por el miedo y por culpa de esa falta de valentía llega su dolor. Como podemos ver todos estos personajes principales se manchan de las relaciones rotas y son las que les causan el malestar y la manera en que se desarrollan o actúan. Es por ello la resolución y la manera llevada de cada dolor una metáfora de los finales de cada amor, porque algún día el amor se acaba y sólo dependiendo de como sabemos procesar ese dolor somos capaces de superarlo o no.
10 de julio de 2018
10 de julio de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película gira en torno a los intentos desesperados de una mujer (Pepa, interpretada magistralmente por Carmen Maura) por recuperar al hombre que la abandonó.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero como si se tratara de un MacGuffin hitchcockiano, esa búsqueda frenética de Pepa termina funcionando como una excusa para el desarrollo de su personaje y entorno. Es que cuando Pepa al fin encuentra a Iván en el aeropuerto, se da cuenta de que todo lo que la llevó hasta él, ahora la aleja. Ese hecho termina conformando la clave de la película: la psicología femenina como un misterio indescifrable.
Toda la película se desarrolla en un ámbito kitsch, plagado de colores saturados que parecen darle vida a los objetos. Y las relaciones interpersonales también son extravagantes, burdas, bizarras, al punto de convertir la puesta en escena en una meta-ficción. Se combinan elementos de montaje con escenas teatrales, las últimas con el objetivo de dar rienda suelta a los diálogos absurdos y contradictorios. El director parece querer mostrar un universo en el cual los personajes nunca pueden decir realmente lo que piensan o quieren, sino que más bien son arrastrados y sometidos por las circunstancias. En algún punto, puede relacionarse este mecanismo de no-comunicación con la lucha frente a la represión (de todo tipo): la tensión oculta que existe entre las expresiones humanas y el silencio impuesto desde afuera.
Toda la película se desarrolla en un ámbito kitsch, plagado de colores saturados que parecen darle vida a los objetos. Y las relaciones interpersonales también son extravagantes, burdas, bizarras, al punto de convertir la puesta en escena en una meta-ficción. Se combinan elementos de montaje con escenas teatrales, las últimas con el objetivo de dar rienda suelta a los diálogos absurdos y contradictorios. El director parece querer mostrar un universo en el cual los personajes nunca pueden decir realmente lo que piensan o quieren, sino que más bien son arrastrados y sometidos por las circunstancias. En algún punto, puede relacionarse este mecanismo de no-comunicación con la lucha frente a la represión (de todo tipo): la tensión oculta que existe entre las expresiones humanas y el silencio impuesto desde afuera.
16 de junio de 2020
16 de junio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertida comedia que a pesar de que ya cuenta con unos añitos a sus espaldas, sigue fresca y conservando el tipo, y es que como suele ser habitual en el cine de Pedro Almodóvar, sus peculiares personajes y sus tan inverosímiles situaciones funcionan como un imán cuando se trata de atraer la atención del espectador. Excepcional trabajo de Carmen Maura, para no variar, que casi ella sola sostiene la película de principio a fin. (6.5/10)
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