Los juegos del hambre
2012 

6.2
86,015
Ciencia ficción. Aventuras. Thriller
Lo que en el pasado fueron los Estados Unidos, ahora es una nación llamada Panem; un imponente Capitolio ejerce un control riguroso sobre los 12 distritos que lo rodean y que están aislados entre sí. Cada distrito se ve obligado a enviar anualmente un chico y una chica entre los doce y los dieciocho años para que participen en los Hunger Games, unos juegos que son transmitidos en directo por la televisión. Se trata de una lucha a ... [+]
24 de abril de 2012
24 de abril de 2012
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Últimamente parece uno condenado a la exclusión social si no se adhiere al último fenómeno editorial. Comenzó esta inercia colectiva J.K. Rowling y sus siete volúmenes de Harry Potter, continuó después Stephenie Meyer con los romances vampirescos de Crepúsculo y ahora nos encontramos en pleno furor por Los juegos del hambre. Complicado saber de antemano los ingredientes que convierten a un libro en éxito de ventas pero lo que está claro es que el origen del contagio lo podemos encontrar fácilmente en cualquier instituto de educación secundaria.
El gancho para el lector potencial no podía ser más descarado. Katniss, la protagonista de 16 años, es en estos momentos la heroína de toda adolescente occidental. Valiente, madura y un tanto asocial, se propone voluntaria para rescatar a su hermana pequeña de una muerte segura, situándose en el punto de mira de una sociedad ávida de carnaza. Con el público en plena fase de pubertad en el bolsillo, tampoco conviene buscarle lecturas filosóficas a Los juegos del hambre para ampliar el abanico de espectadores. La crítica social, descaradamente simplona, es una mera excusa para los que han superado la veintena y se niegan a reconocer que han disfrutado como enanos con la película.
Porque esta nueva gallina de los huevos de oro de Hollywood es eminentemente una cinta de acción. Es probable que a Mercedes Milà se le ponga el vello de punta cuando compruebe que la trama es una extensión gore y extrema de su Gran Hermano, pero los reproches a la telerrealidad, al sistema opresor y a lo que demonios quieran encontrarle los intelectuales, son un mero telón de fondo para una historia que lo único que persigue es el entretenimiento.
El afán recreativo, sin embargo, no le resta mérito a Los juegos del hambre, que para colmo consigue sorprender en un mercado, el de la superproducción, más cargado de efectos especiales que de nuevas ideas. El planteamiento es su baza más atractiva. Los jóvenes de los distritos disidentes son reclutados para el juego mortal por un sistema futurista mediante un sorteo tan terrorífico como el que decidía en su momento el destino de los cachorritos españoles en la mili. Ese miedo a lo desconocido, de arrojamiento a una muerte segura, a un futuro determinado por otros, esa impotencia, es la angustiosa sensación que consigue mantener el interés a lo largo de todo el metraje.
Por su parte, la segunda mitad del filme, aunque más salvaje y violenta, pierde empuje. Desde el momento en que arranca la letal competición, en una cuenta atrás de infarto, el argumento se reduce a una mera persecución con algún que otro giro inesperado. El clímax final apela más a la emoción que a la acción, con una escena de lucha tan acelerada como sobria. La sensación, sin embargo, es la de haber presenciado un espectáculo que logra arrebatar más energía al espectador que la media de blockbusters.
El gancho para el lector potencial no podía ser más descarado. Katniss, la protagonista de 16 años, es en estos momentos la heroína de toda adolescente occidental. Valiente, madura y un tanto asocial, se propone voluntaria para rescatar a su hermana pequeña de una muerte segura, situándose en el punto de mira de una sociedad ávida de carnaza. Con el público en plena fase de pubertad en el bolsillo, tampoco conviene buscarle lecturas filosóficas a Los juegos del hambre para ampliar el abanico de espectadores. La crítica social, descaradamente simplona, es una mera excusa para los que han superado la veintena y se niegan a reconocer que han disfrutado como enanos con la película.
Porque esta nueva gallina de los huevos de oro de Hollywood es eminentemente una cinta de acción. Es probable que a Mercedes Milà se le ponga el vello de punta cuando compruebe que la trama es una extensión gore y extrema de su Gran Hermano, pero los reproches a la telerrealidad, al sistema opresor y a lo que demonios quieran encontrarle los intelectuales, son un mero telón de fondo para una historia que lo único que persigue es el entretenimiento.
El afán recreativo, sin embargo, no le resta mérito a Los juegos del hambre, que para colmo consigue sorprender en un mercado, el de la superproducción, más cargado de efectos especiales que de nuevas ideas. El planteamiento es su baza más atractiva. Los jóvenes de los distritos disidentes son reclutados para el juego mortal por un sistema futurista mediante un sorteo tan terrorífico como el que decidía en su momento el destino de los cachorritos españoles en la mili. Ese miedo a lo desconocido, de arrojamiento a una muerte segura, a un futuro determinado por otros, esa impotencia, es la angustiosa sensación que consigue mantener el interés a lo largo de todo el metraje.
Por su parte, la segunda mitad del filme, aunque más salvaje y violenta, pierde empuje. Desde el momento en que arranca la letal competición, en una cuenta atrás de infarto, el argumento se reduce a una mera persecución con algún que otro giro inesperado. El clímax final apela más a la emoción que a la acción, con una escena de lucha tan acelerada como sobria. La sensación, sin embargo, es la de haber presenciado un espectáculo que logra arrebatar más energía al espectador que la media de blockbusters.
21 de abril de 2012
21 de abril de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
12 distritos. 24 tributos. Un único superviviente. Año tras año el Capitolio organiza "Los Juegos del Hambre", una especie de reality show de superviviencia. Cada distrito de Panem deberá elegir a dos participantes, un chico y una chica de entre 12 y 18 años que les represente. Estos juegos son un castigo para el pueblo llano, por haber osado rebelarse contra el todopoderoso Capitolio años atrás.
Katniss Everdreen (Jennifer Lawrence) se presenta como voluntaria, se ofrece como tributo, para participar en los juegos en lugar de su hermana pequeña. Junto a Peeta Mellark, serán los encargados de representar al distrito 12.
Gary Ross dirige está primera parte de forma correcta. Nunca es fácil realizar una adaptación literaria, siempre se pierden matices y por motivos narrativos se "sacrifican" personajes. Como ocurre en este caso. Pero lo importante es mantener la esencia del texto escrito, y la película eso lo consigue. Suzanne Collins narra la historia en primera persona, Katniss es la protagonista absoluta. Este tipo de narración se suele plasmar en la pantalla grande de dos maneras, bien sea con en uso de la voz en off de la protagonista; bien sea con el uso del plano subjetivo. Gary Ross opta por la segunda. Aunque abuse un poco de este recurso y en ocasiones maree un poco, en el momento que entras en su juego, ayuda a identificarse con la protagonista.
La película recoge la mayoría de los momentos significativos del libro. Es verdad, que la película seguramente gustará más a los que se han leído las novelas, ya que los momentos en los que Katniss guarda silencio, o el motivo de sus acciones están más desarrollados. Es más fácil saber lo que piensa.
Katniss Everdreen se convierte así en la nueva heroína cinematográfica, una mujer luchadora, valiente e independiente. Vemos los comienzos de un trío amoroso, como era de esperar, entre Peeta, Gale (su mejor amigo) y ella; mejor desarrollado en el libro. La película tiene un elenco de actores lleno de caras conocidas, y que aunque en ocasiones parezca frío, realiza su trabajo con solvencia. En el campo de Juego los protagonistas tienen que ser estrategas, asesinos, fríos, cualquier muestra de sentimientos es señal de debilidad.
La primera película tiene como objetivo mostrar el funcionamiento de "Los Juegos del Hambre", la tiranía y frialdad del Capitolio frente a la muerte de "su pueblo". La gente del Capitolio es completamente "artificial", vestidos con conjuntos de dudoso estilo, ignorantes de la realidad, y maquillados de pies a cabeza. La película y el libro tienen la función de encender la chispa que dará paso a la llama. Una adaptación más que correcta, y una película, que pese a su larga duración (2 horas y media), te mantiene en tensión gracias al buen ritmo de las escenas. Un buen entretenimiento.
@naiara_glez
Katniss Everdreen (Jennifer Lawrence) se presenta como voluntaria, se ofrece como tributo, para participar en los juegos en lugar de su hermana pequeña. Junto a Peeta Mellark, serán los encargados de representar al distrito 12.
Gary Ross dirige está primera parte de forma correcta. Nunca es fácil realizar una adaptación literaria, siempre se pierden matices y por motivos narrativos se "sacrifican" personajes. Como ocurre en este caso. Pero lo importante es mantener la esencia del texto escrito, y la película eso lo consigue. Suzanne Collins narra la historia en primera persona, Katniss es la protagonista absoluta. Este tipo de narración se suele plasmar en la pantalla grande de dos maneras, bien sea con en uso de la voz en off de la protagonista; bien sea con el uso del plano subjetivo. Gary Ross opta por la segunda. Aunque abuse un poco de este recurso y en ocasiones maree un poco, en el momento que entras en su juego, ayuda a identificarse con la protagonista.
La película recoge la mayoría de los momentos significativos del libro. Es verdad, que la película seguramente gustará más a los que se han leído las novelas, ya que los momentos en los que Katniss guarda silencio, o el motivo de sus acciones están más desarrollados. Es más fácil saber lo que piensa.
Katniss Everdreen se convierte así en la nueva heroína cinematográfica, una mujer luchadora, valiente e independiente. Vemos los comienzos de un trío amoroso, como era de esperar, entre Peeta, Gale (su mejor amigo) y ella; mejor desarrollado en el libro. La película tiene un elenco de actores lleno de caras conocidas, y que aunque en ocasiones parezca frío, realiza su trabajo con solvencia. En el campo de Juego los protagonistas tienen que ser estrategas, asesinos, fríos, cualquier muestra de sentimientos es señal de debilidad.
La primera película tiene como objetivo mostrar el funcionamiento de "Los Juegos del Hambre", la tiranía y frialdad del Capitolio frente a la muerte de "su pueblo". La gente del Capitolio es completamente "artificial", vestidos con conjuntos de dudoso estilo, ignorantes de la realidad, y maquillados de pies a cabeza. La película y el libro tienen la función de encender la chispa que dará paso a la llama. Una adaptación más que correcta, y una película, que pese a su larga duración (2 horas y media), te mantiene en tensión gracias al buen ritmo de las escenas. Un buen entretenimiento.
@naiara_glez
28 de abril de 2012
28 de abril de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin dejarme influenciar por las restantes críticas de la película, ya que no he leído ninguna, mi primer acercamiento hacia "The Hunger Games" ha sido bastante frío. En sí, no me esperaba nada más de lo visto, y también partía en desventaja con ciertos amantes de la obra que se habían aproximado y seguramente embriagado, al leer previamente sus aventuras antes de disfrutarlas también en la gran pantalla.
El fenómeno "Los Juegos del Hambre" no sé si irá a más, o es un punto de partida potente pero sin continuación. Y no me refiero con continuación a qué no se harán más partes, más cuando en su primera semana se ha emulado a otros fenómenos comerciales como "Harry Potter" o "El caballero Oscuro", y observando desde muy de cerca al más que fenómeno, podemos decir, película comercial franquicia de una generación,"Avatar".
Pero en sí, me refiero a que las restantes entregas tengan el jugo ese que han sabido exprimir tanto el Mago de Howards y las encarnaciones de Cameron. Porque quizás, ese aroma a película de amorío dentro de la descarnación y el experimento, no le juegue a la larga un buena pasada. No creo, y esta es una opinión muy particular, que los espectadores del filme "La isla" y los seguidores de otro fenómeno más, este adolescente, llamado "Crepúsculo", convivan apaciblemente más allá de un segundo show. No creo que haya que decir que ésta película nace con la vitola de ser un poco un círculo de varias de ellas, ya sea por su temática y por su forma de llevarla a cabo, dónde los personajes son mayonetas en sí más allá de la película.
"The Hunger Games" no tiene ni grandes personajes, ni grandes diálogos ni buenas interpretaciones. Pero lo peor de todo, es que no tiene tampoco grandes situaciones para ser tal magna obra de entretenimiento. Las pruebas en sí, y la puesta en escena, más allá de causarte asombro, (bueno si te causan, por algunas situaciones violentas y funestas entre adolescentes), lo que te causa es sentimiento de compasión por el director, y relativamente por parte de la producción, por no haber dado el rigor necesario a las aventuras de los participantes del Distrito 12. Muchas veces pensaba en mitad de la película, si en algún momento se metieron de lleno el equipo artístico, en que una situación real podría estar bien representada con lo que estaban haciendo. Lo único pasable de la película, aparte de no ser mala en nada pero tampoco buena sin contemplaciones en algo, es la actuación de Jennifer Lawrence. Pero repito, pasable. No más. La chica tampoco hace gran cosa.
(SIGO POR FALTA DE ESPACIO)......
El fenómeno "Los Juegos del Hambre" no sé si irá a más, o es un punto de partida potente pero sin continuación. Y no me refiero con continuación a qué no se harán más partes, más cuando en su primera semana se ha emulado a otros fenómenos comerciales como "Harry Potter" o "El caballero Oscuro", y observando desde muy de cerca al más que fenómeno, podemos decir, película comercial franquicia de una generación,"Avatar".
Pero en sí, me refiero a que las restantes entregas tengan el jugo ese que han sabido exprimir tanto el Mago de Howards y las encarnaciones de Cameron. Porque quizás, ese aroma a película de amorío dentro de la descarnación y el experimento, no le juegue a la larga un buena pasada. No creo, y esta es una opinión muy particular, que los espectadores del filme "La isla" y los seguidores de otro fenómeno más, este adolescente, llamado "Crepúsculo", convivan apaciblemente más allá de un segundo show. No creo que haya que decir que ésta película nace con la vitola de ser un poco un círculo de varias de ellas, ya sea por su temática y por su forma de llevarla a cabo, dónde los personajes son mayonetas en sí más allá de la película.
"The Hunger Games" no tiene ni grandes personajes, ni grandes diálogos ni buenas interpretaciones. Pero lo peor de todo, es que no tiene tampoco grandes situaciones para ser tal magna obra de entretenimiento. Las pruebas en sí, y la puesta en escena, más allá de causarte asombro, (bueno si te causan, por algunas situaciones violentas y funestas entre adolescentes), lo que te causa es sentimiento de compasión por el director, y relativamente por parte de la producción, por no haber dado el rigor necesario a las aventuras de los participantes del Distrito 12. Muchas veces pensaba en mitad de la película, si en algún momento se metieron de lleno el equipo artístico, en que una situación real podría estar bien representada con lo que estaban haciendo. Lo único pasable de la película, aparte de no ser mala en nada pero tampoco buena sin contemplaciones en algo, es la actuación de Jennifer Lawrence. Pero repito, pasable. No más. La chica tampoco hace gran cosa.
(SIGO POR FALTA DE ESPACIO)......
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En su primera parte el filme parece no avanzar, se detiene demasiado en la previa de la competición y sobresalen en la escena los actores y personajes menos trabajados en ella. La segunda parte es un poco mejor, pero ese entretenimiento poco logrado no hace gran cosa. La verdad que todo suena a dejavú, y lo peor es que no funciona. Porque el tal mensaje
de crítica se da por sentado, ese amorío no viene a cuento en tal momento de la trama, y si eso son aventuras de calidad que se intenta a equiparar a otros fenómenos ya comentados, tengo que decir que la experiencia no da el resultado deseado.
de crítica se da por sentado, ese amorío no viene a cuento en tal momento de la trama, y si eso son aventuras de calidad que se intenta a equiparar a otros fenómenos ya comentados, tengo que decir que la experiencia no da el resultado deseado.
22 de junio de 2012
22 de junio de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los juegos del hambre es un producto concebido desde el inicio con el propósito de reventar la taquilla, objetivo que ha cumplido a la perfección. Como producto comercial es sin duda excelente.
Sin embargo, lo que aquí tratamos de analizar es cine, y desde esta perspectiva las dudas son mucho mayores.
De hecho, uno de los grandes problemas de Los juegos del hambre es el público al que va dirigida. Estos son adolescentes y pre-adolescentes, la franja de edad que más dinero se deja en el cine. A ellos se adapta la película, tomando un punto de vista inmaduro y analizando un historia adulta desde una perspectiva casi infantil.
El libro en el cual está basado sigue la misma estrategia. Sin embargo, en la versión audiovisual que se nos presenta vemos como lo han llevado más allá, desprendiéndose de todos esos elementos violentos y sexuales que tanta polémica habían suscitado, y que podrían poner en peligro su comercialización.
El modelo que sigue es muy similar al que anteriormente adoptaran otras franquicias millonarias como Crepúsculo. Se trata de una serie de best-sellers de 3 libros, cuyas adaptaciones al cine aprovecharán toda esa fama para aumentar su publicidad.
La originalidad de la propuesta no es desde luego una de sus bazas, pues ya pudimos ser espectadores doce años atrás de una historia muy similar en el film nipón Battle Royale. A esto, se le añade un triángulo amoroso, recurso muy manido, pero que aquí se sitúa en un contexto y una situación muy particular que podía haber sido aprovechada mucho mejor.
La historia podía haber sido interesante si en vez de centrarse en los acontecimientos (cada vez más forzados y absurdos debido a su búsqueda incesable del espectáculo), hubiera dedicado sus esfuerzos a analizar a los personajes en esas situaciones tan extremas. En definitiva, si se hubiera planteado la esencia de la historia libre de accesorios artificiales e inverosímiles, y las hubiera sustituido por una serie de preguntas un poco más serias.
En cuanto a la realización, destacar una molesta cámara que sufre de hiperactividad, y que agota al espectador, sobre todo al comienzo. La única razón que encuentro a semejante decisión por parte del director de Plaeasantville y Seabiscuit, Gary Ross, es poder con ella evitar las imágenes duras y violentas que la trama contiene de forma potencial. Al final, en estas escenas no vemos nada. Creo que si se puede evitar mostrar escenas explícitas de una manera más creativa.
Sin embargo, lo que aquí tratamos de analizar es cine, y desde esta perspectiva las dudas son mucho mayores.
De hecho, uno de los grandes problemas de Los juegos del hambre es el público al que va dirigida. Estos son adolescentes y pre-adolescentes, la franja de edad que más dinero se deja en el cine. A ellos se adapta la película, tomando un punto de vista inmaduro y analizando un historia adulta desde una perspectiva casi infantil.
El libro en el cual está basado sigue la misma estrategia. Sin embargo, en la versión audiovisual que se nos presenta vemos como lo han llevado más allá, desprendiéndose de todos esos elementos violentos y sexuales que tanta polémica habían suscitado, y que podrían poner en peligro su comercialización.
El modelo que sigue es muy similar al que anteriormente adoptaran otras franquicias millonarias como Crepúsculo. Se trata de una serie de best-sellers de 3 libros, cuyas adaptaciones al cine aprovecharán toda esa fama para aumentar su publicidad.
La originalidad de la propuesta no es desde luego una de sus bazas, pues ya pudimos ser espectadores doce años atrás de una historia muy similar en el film nipón Battle Royale. A esto, se le añade un triángulo amoroso, recurso muy manido, pero que aquí se sitúa en un contexto y una situación muy particular que podía haber sido aprovechada mucho mejor.
La historia podía haber sido interesante si en vez de centrarse en los acontecimientos (cada vez más forzados y absurdos debido a su búsqueda incesable del espectáculo), hubiera dedicado sus esfuerzos a analizar a los personajes en esas situaciones tan extremas. En definitiva, si se hubiera planteado la esencia de la historia libre de accesorios artificiales e inverosímiles, y las hubiera sustituido por una serie de preguntas un poco más serias.
En cuanto a la realización, destacar una molesta cámara que sufre de hiperactividad, y que agota al espectador, sobre todo al comienzo. La única razón que encuentro a semejante decisión por parte del director de Plaeasantville y Seabiscuit, Gary Ross, es poder con ella evitar las imágenes duras y violentas que la trama contiene de forma potencial. Al final, en estas escenas no vemos nada. Creo que si se puede evitar mostrar escenas explícitas de una manera más creativa.
22 de abril de 2012
22 de abril de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenida lo es un buen rato, las más de dos horas y cuarto se pasan volando, aunque la premisa argumental no es sea muy original. A pesar de basarse en la novela del mismo título, esto es una mezcla de El Show de Truman, Battle Royale, Gran Hermano, Rollerball y seguro que me dejo algo más. El trio protagonista es mejor que el soso de Crepúsculo, y como se dice en la película: El amor adolescente vende, y vaya si lo hace. Este film es de los de llevar a la gente (sobretodo a los adolescentes con las hormonas a flor de piel) a las salas de cine, y los de las palomitas a forrarse. La historia es un juego para que los ricos se diviertan, ni más ni menos. No se puede hacer nada sin que te vean. Puro espectáculo mediático. Aunque, es como Los Inmortales, aquí ya se dice que solo puede quedar uno. Es la ley del más fuerte. En lo ridículo estaría todo el vestuario que se lleva en el distrito 1, surrealista es la palabra (ver el look del personaje de Elizabeth Banks, la primera vez que aparece en escena, me ha venido a la mente el personaje de Johnny Depp como El Sombrerero Loco en la Alicia de Tim Burton, no sabía si reir o avergonzarme), y esa diferencia de clases, partida en dos: ricos y pobres, unos comen hasta reventar y otros no tienen ni para comer. Es demencial, pero por desgracia es algo que existe en la vida, no solo en la ficción. Y, bueno, parece ser que habrá continuación, y encima con la estupenda taquilla que está teniendo en Norteamérica.
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