Pobres criaturas
7.2
34,326
Fantástico. Ciencia ficción. Comedia. Drama
Bella Baxter es una joven revivida por el brillante y poco ortodoxo científico Dr. Godwin Baxter. Bajo la protección de Baxter, Bella está ansiosa por aprender. Hambrienta de la mundanidad que le falta, Bella se escapa con Duncan Wedderburn, un sofisticado y perverso abogado, en una aventura vertiginosa a través de los continentes. Libre de los prejuicios de su época, Bella se vuelve firme en su propósito de defender la igualdad y la liberación. (FILMAFFINITY) [+]
28 de enero de 2024
28 de enero de 2024
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gracias a Sitges 2023 pude ver la nueva película de Yorgos Lanthimos, una fascinante reinvención steamgothic de ‘Frankenstein’ que, en realidad, lleva a la gran pantalla la novela de Alasdair Gray titulada ‘Pobres criaturas’ y que cuenta en su reparto, con una Emma Stone como no la hemos visto nunca, acompañada de Mark Ruffalo, Willem Dafoe, Ramy Youssef, Jerrod Carmichael, Christopher Abbott y Margaret Qualley.
Si la obra de Gray fue descrita en 1992 como una "alegoría política hilarante que toma las formas de la literatura victoriana para ofrecer un desafío que invita a la reflexión entre los deseos de los hombres y la independencia de las mujeres", quizá el matiz que podría ponerse a la película es que el aspecto político está supeditado a la comedia negra, y su mensaje aparece de forma tan orgánica a su historia que hasta parece parodiar lo fútil de algunas discusiones de género de la actualidad.
Aunque su naturaleza satírica puede ser recibida como otro manifiesto a la moda de la representación, ‘Pobres Criaturas’ tiene cubiertas las espaldas amparándose en un material literario de hace más de 30 años, curiosamente justo cuando ‘Drácula de Bram Stoker’ de Coppola triunfaba en cines, con la que tiene algunos parecidos en su vestuario reminiscente al de Eiko Ishioka, que es la guinda a una exquisita estética entre los mundos de Terry Gilliam y los sets ostentosos de la era technicolor, pero con la paleta de colores de la obra de Mark Ryden.
La narración de la vida de Bella, una extraña mujer victoriana de temperamento infantil, resulta en una historia épica y estrafalaria que va desgranando sus hábitos peculiares, desde sus primeros días junto a su tutor, el Dr. Godwin Baxter, un divertidísimo Willem Dafoe, a su descubrimiento del sexo y las decepciones, casi como tres coming of age concentrados en una sola película, que nos hace reflexionar sobre la verdadera naturaleza humana, nuestra inocencia animal y las convenciones sociales.
De hecho, para ir desarmando todas las estructuras sociales preconcebidas, Bella pasea por un gran parque de atracciones Victoriano, en donde caben los burdeles de París, ‘El hombre elefante’ y pasajes de obras emblemáticas de la era, con ideas incluso de Greystoke, y la parte en la que Tarzán se encuentra introducido en la alta sociedad británica, irrumpiendo entre sus normas y protocolos.
Por tanto, el guion se guía siguiendo los tropos del cine de niños ferales introducidos en la sociedad, de 'El pequeño salvaje’ a ‘El enigma de Gaspar Hauser’, y no faltan los comentarios de clase y la idea de la compasión innata del ser humano, llevando a Rousseau al extremo, aplicando en el llanto de Bella al ver la miseria la idea de que son esas disciplinas y normas sociales en las que no encaja las que realmente envilecen a las personas.
Aunque sus elementos de liberación de género acaban cayendo en lo complaciente en su tercer acto, incluso en esa parte más obvia, Lanthimos mantiene un equilibrio asombroso entre la comedia, el erotismo y la verdadera celebración weird, permitiéndose incluso guiños directos a ‘La novia de Re-Animator’, otra variación bufa de la obra de Shelley llena de creaciones body horror que aquí juegan mano a mano con el ‘Freaks’ de Tod Browning, especialmente en referencias directas del final.
Sin dejar de construir un mundo único, rico y visualmente apabullante, ‘Pobres Criaturas’ se cuela entre las favoritas a los Óscar con ideas verdaderamente subversivas e inusuales en el cine de prestigio, alzándose como la película más redonda y ambiciosa de Yorgos Lanthimos sin dejar de ser la que tiene una caligrafía más limpia —torpemente confundida con la palabra “accesible”— con todos los apartados artísticos en gracia y una Emma Stone imperial.
Puntuación: 8 sobre 10.
Si la obra de Gray fue descrita en 1992 como una "alegoría política hilarante que toma las formas de la literatura victoriana para ofrecer un desafío que invita a la reflexión entre los deseos de los hombres y la independencia de las mujeres", quizá el matiz que podría ponerse a la película es que el aspecto político está supeditado a la comedia negra, y su mensaje aparece de forma tan orgánica a su historia que hasta parece parodiar lo fútil de algunas discusiones de género de la actualidad.
Aunque su naturaleza satírica puede ser recibida como otro manifiesto a la moda de la representación, ‘Pobres Criaturas’ tiene cubiertas las espaldas amparándose en un material literario de hace más de 30 años, curiosamente justo cuando ‘Drácula de Bram Stoker’ de Coppola triunfaba en cines, con la que tiene algunos parecidos en su vestuario reminiscente al de Eiko Ishioka, que es la guinda a una exquisita estética entre los mundos de Terry Gilliam y los sets ostentosos de la era technicolor, pero con la paleta de colores de la obra de Mark Ryden.
La narración de la vida de Bella, una extraña mujer victoriana de temperamento infantil, resulta en una historia épica y estrafalaria que va desgranando sus hábitos peculiares, desde sus primeros días junto a su tutor, el Dr. Godwin Baxter, un divertidísimo Willem Dafoe, a su descubrimiento del sexo y las decepciones, casi como tres coming of age concentrados en una sola película, que nos hace reflexionar sobre la verdadera naturaleza humana, nuestra inocencia animal y las convenciones sociales.
De hecho, para ir desarmando todas las estructuras sociales preconcebidas, Bella pasea por un gran parque de atracciones Victoriano, en donde caben los burdeles de París, ‘El hombre elefante’ y pasajes de obras emblemáticas de la era, con ideas incluso de Greystoke, y la parte en la que Tarzán se encuentra introducido en la alta sociedad británica, irrumpiendo entre sus normas y protocolos.
Por tanto, el guion se guía siguiendo los tropos del cine de niños ferales introducidos en la sociedad, de 'El pequeño salvaje’ a ‘El enigma de Gaspar Hauser’, y no faltan los comentarios de clase y la idea de la compasión innata del ser humano, llevando a Rousseau al extremo, aplicando en el llanto de Bella al ver la miseria la idea de que son esas disciplinas y normas sociales en las que no encaja las que realmente envilecen a las personas.
Aunque sus elementos de liberación de género acaban cayendo en lo complaciente en su tercer acto, incluso en esa parte más obvia, Lanthimos mantiene un equilibrio asombroso entre la comedia, el erotismo y la verdadera celebración weird, permitiéndose incluso guiños directos a ‘La novia de Re-Animator’, otra variación bufa de la obra de Shelley llena de creaciones body horror que aquí juegan mano a mano con el ‘Freaks’ de Tod Browning, especialmente en referencias directas del final.
Sin dejar de construir un mundo único, rico y visualmente apabullante, ‘Pobres Criaturas’ se cuela entre las favoritas a los Óscar con ideas verdaderamente subversivas e inusuales en el cine de prestigio, alzándose como la película más redonda y ambiciosa de Yorgos Lanthimos sin dejar de ser la que tiene una caligrafía más limpia —torpemente confundida con la palabra “accesible”— con todos los apartados artísticos en gracia y una Emma Stone imperial.
Puntuación: 8 sobre 10.
29 de enero de 2024
29 de enero de 2024
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decir que “Poor things” es una película especial no es exagerar en absoluto.
Una auténtica rara avis en los tiempos que corren. Y lo cierto es que se agradece que aún existan obras genuinas que nos rescaten del tedio de interminables sagas y adaptaciones cinematográficas comerciales.
Desde luego no es una película fácil de ver ni es para todo el público, todo hay que decirlo. A mí particularmente me costó lo mío entrar en ella.
Pero una vez que lo haces, la experiencia no podría ser más inquietante a la par que estimulante.
Visualmente es impactante. El diseño de producción, los planos aberrantes (esa perspectiva de ojo de pez tan recurrente), la iluminación y la fotografía crean un lienzo fascinante de imágenes oníricas e hipnotizantes. Todo ello potenciado además por la inclasificable música del debutante compositor de cine Jerskin Fendrix.
Por momentos recuerda al expresionismo de las películas de principios del siglo XX.
Y luego está la historia y las actuaciones, sobre todo la de Emma Stone, la cual hace un trabajo de interpretación superlativo con su personaje Bella Baxter. Un papel exigente y extremo que bien merece ser premiado con un galardón de la academia. Acompañada, eso sí, de un gran reparto destacando Willem Dafoe y Mark Ruffalo entre el elenco.
Podría decirse que Bella es algo similar al monstruo de Frankenstein, pero sería quedarse corto, muy corto.
Intentándolo resumir (lo cual es harto difícil) es el viaje vital de una recién nacida con cuerpo de mujer adulta que va descubriendo a marchas forzadas los placeres del mundo (la comida, el sexo, la música, el baile) y sus miserias (el sometimiento, los celos, la posesividad, la pobreza, la injusticia).
Un ser puro capaz de satirizar los constructos y las convenciones sociales a través de su afilada inteligencia e ingenuidad no domesticada.
Y es que esta película tiene momentos de un gran calado filosófico y discursos que desarman prejuicios con gran naturalidad.
Una suerte de comedia extremadamente retorcida y a veces oscura, que permanece en el pensamiento e invita a nuevo visionado para maravillarse de nuevo con este cuento del genial e inclasificable director Giórgos Lánthimos
.
Única en su especie.
Una auténtica rara avis en los tiempos que corren. Y lo cierto es que se agradece que aún existan obras genuinas que nos rescaten del tedio de interminables sagas y adaptaciones cinematográficas comerciales.
Desde luego no es una película fácil de ver ni es para todo el público, todo hay que decirlo. A mí particularmente me costó lo mío entrar en ella.
Pero una vez que lo haces, la experiencia no podría ser más inquietante a la par que estimulante.
Visualmente es impactante. El diseño de producción, los planos aberrantes (esa perspectiva de ojo de pez tan recurrente), la iluminación y la fotografía crean un lienzo fascinante de imágenes oníricas e hipnotizantes. Todo ello potenciado además por la inclasificable música del debutante compositor de cine Jerskin Fendrix.
Por momentos recuerda al expresionismo de las películas de principios del siglo XX.
Y luego está la historia y las actuaciones, sobre todo la de Emma Stone, la cual hace un trabajo de interpretación superlativo con su personaje Bella Baxter. Un papel exigente y extremo que bien merece ser premiado con un galardón de la academia. Acompañada, eso sí, de un gran reparto destacando Willem Dafoe y Mark Ruffalo entre el elenco.
Podría decirse que Bella es algo similar al monstruo de Frankenstein, pero sería quedarse corto, muy corto.
Intentándolo resumir (lo cual es harto difícil) es el viaje vital de una recién nacida con cuerpo de mujer adulta que va descubriendo a marchas forzadas los placeres del mundo (la comida, el sexo, la música, el baile) y sus miserias (el sometimiento, los celos, la posesividad, la pobreza, la injusticia).
Un ser puro capaz de satirizar los constructos y las convenciones sociales a través de su afilada inteligencia e ingenuidad no domesticada.
Y es que esta película tiene momentos de un gran calado filosófico y discursos que desarman prejuicios con gran naturalidad.
Una suerte de comedia extremadamente retorcida y a veces oscura, que permanece en el pensamiento e invita a nuevo visionado para maravillarse de nuevo con este cuento del genial e inclasificable director Giórgos Lánthimos
.
Única en su especie.
3 de febrero de 2024
3 de febrero de 2024
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver...
1) Todavía estoy digiriendo la cinta.
2) ¿Qué decir que no se haya dicho o escrito ya sobre esta "Pobres criaturas"?
Yo de Yorgos Lanthimos solo he visto "El sacrificio de un ciervo sagrado" (2017) y "La Favorita" (2018), y habiendo visto únicamente estos dos films tengo claro que el tío no hace cintas fáciles pero no busca agradar a nadie pero tampoco dejarlo indiferente. Hace un tipo de cine complejo y denso, que te deja jodido y rayado para un par de semanas, si no más...
Dicen que en esta ocasión esta muy comercial... Joder... ¿Comercial esta película? ¿En serio? Me cago en la mar... La voy a tener que ver un par de veces más, pienso hacerlo, pero de comercial no tiene nada, la verdad.
¿Bizarra? Un rato, pero menos de lo que me pensaba o esperaba, porque, pese a todo, tiene un lado muy humano, muy tierno, emotivo y emocional que hacen que todo lo raro no sea para tanto... He visto películas más raras y bizarras, la verdad.
Lo que si tengo más claro que el agua es que Emma Stone ha realizado un trabajo que no ha tenido que ser pero que nada fácil de realizar. Joder, nunca, nunca, nunca había visto a Stone así. Es una pedazo de actriz, de las mejores, pero en esta ocasión se ha superado, puede que nunca volvamos a verla así. Se desnuda física y emocionalmente de una manera brutal, joder, que interpretación más buena firma la tía, bien a gusto se ha tenido que quedar, agotada, si, pero con la sensación de haber dado un interpretación única.
Vale, si, Ramy Youssef es un descubrimiento, nos regala un personaje entrañable y Willem Dafoe y Mark Ruffalo están cojonudos también, son grandísimos actores ambos (sobre todo Dafoe, adoro a Dafoe) pero es que lo que ha hecho Emma Stone... ¡POR FAVOR, QUE MARAVILLA! Se come con papas la película, la devora.
Y luego visualmente es apabullante, una fotografía, un blanco y negro, unos colores... La cinta te atrapa de tal manera que casi no eres consciente del cambio del blanco y negro al color, la leche...
Y la música de Jerskin Fendrix... Menudo debut en las bandas sonoras, macho...
Lo tengo que soltar: Como dicen Jennifer Tilly en "La novia de Chucky" (1998): "Barbie... Muérete de envidia". Porque dice muchísimo más este PELICULÓN que la aberración de Greta Gerwig, sinceramente...
¿La recomiendo? Joder, si. Necesitamos más cintas así, que hagan que la sociedad se despierte del aletargamiento al que nos estamos acostumbrando, que nos sacudan y nos zarandee, que hay que vivir más, joder, que la vida se va en dos telediarios y lo poco o mucho que estemos aquí hay que disfrutarlo a tope (aunque consejos vendo que para mí no tengo...). No entro en detalles para que la podáis descubrir lo más en claro que podáis, lo que si os digo es: Hay que verla SÍ o Sí, tenéis que conocer a la única e irrepetible Bella Baxter.
1) Todavía estoy digiriendo la cinta.
2) ¿Qué decir que no se haya dicho o escrito ya sobre esta "Pobres criaturas"?
Yo de Yorgos Lanthimos solo he visto "El sacrificio de un ciervo sagrado" (2017) y "La Favorita" (2018), y habiendo visto únicamente estos dos films tengo claro que el tío no hace cintas fáciles pero no busca agradar a nadie pero tampoco dejarlo indiferente. Hace un tipo de cine complejo y denso, que te deja jodido y rayado para un par de semanas, si no más...
Dicen que en esta ocasión esta muy comercial... Joder... ¿Comercial esta película? ¿En serio? Me cago en la mar... La voy a tener que ver un par de veces más, pienso hacerlo, pero de comercial no tiene nada, la verdad.
¿Bizarra? Un rato, pero menos de lo que me pensaba o esperaba, porque, pese a todo, tiene un lado muy humano, muy tierno, emotivo y emocional que hacen que todo lo raro no sea para tanto... He visto películas más raras y bizarras, la verdad.
Lo que si tengo más claro que el agua es que Emma Stone ha realizado un trabajo que no ha tenido que ser pero que nada fácil de realizar. Joder, nunca, nunca, nunca había visto a Stone así. Es una pedazo de actriz, de las mejores, pero en esta ocasión se ha superado, puede que nunca volvamos a verla así. Se desnuda física y emocionalmente de una manera brutal, joder, que interpretación más buena firma la tía, bien a gusto se ha tenido que quedar, agotada, si, pero con la sensación de haber dado un interpretación única.
Vale, si, Ramy Youssef es un descubrimiento, nos regala un personaje entrañable y Willem Dafoe y Mark Ruffalo están cojonudos también, son grandísimos actores ambos (sobre todo Dafoe, adoro a Dafoe) pero es que lo que ha hecho Emma Stone... ¡POR FAVOR, QUE MARAVILLA! Se come con papas la película, la devora.
Y luego visualmente es apabullante, una fotografía, un blanco y negro, unos colores... La cinta te atrapa de tal manera que casi no eres consciente del cambio del blanco y negro al color, la leche...
Y la música de Jerskin Fendrix... Menudo debut en las bandas sonoras, macho...
Lo tengo que soltar: Como dicen Jennifer Tilly en "La novia de Chucky" (1998): "Barbie... Muérete de envidia". Porque dice muchísimo más este PELICULÓN que la aberración de Greta Gerwig, sinceramente...
¿La recomiendo? Joder, si. Necesitamos más cintas así, que hagan que la sociedad se despierte del aletargamiento al que nos estamos acostumbrando, que nos sacudan y nos zarandee, que hay que vivir más, joder, que la vida se va en dos telediarios y lo poco o mucho que estemos aquí hay que disfrutarlo a tope (aunque consejos vendo que para mí no tengo...). No entro en detalles para que la podáis descubrir lo más en claro que podáis, lo que si os digo es: Hay que verla SÍ o Sí, tenéis que conocer a la única e irrepetible Bella Baxter.
26 de enero de 2024
26 de enero de 2024
20 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
...de Emma Stone, por supuesto. Pero la película no se queda atrás. La estética exageradamente excéntrica y los planos alocados con cambios de lentes y lujuriosa variedad visual que molestaban un poco en "La Favorita" (por el contexto de época) aquí sientan de maravilla. Sí, la vestimenta es 'de época' nuevamente, pero estamos en un mundo fantástico esta vez. Es una fábula infantil pasada por las entrañas de un jabalí. La inocencia va de la mano con el sexo de una forma tan orgánica que sorprende. Y algo extremadamente loable es que el director te invita a reflexionar sobre muchísimas cosas a lo largo del metraje, pero no te alecciona ni busca darte verdades irrefutables. Es una invitación a pensar que funciona de maravilla y no subestima al espectador.
Sobra decir que las actuaciones son impresionantes. Todos hacen perfecto su papel. Mención especial a Emma Stone que está de 11 y hace una de las interpretaciones más complejas y perfectas que vi en mi vida. El potencial que hace años se viene evidenciando en su diversa filmografía está explotado al máximo aquí. Uno de los mejores papeles protagónicos que vas a ver en tu vida.
Y tengo que agregar que la película es realmente muy graciosa. Tal vez cueste entrar un poco en el juego al principio por ser un mundo tan extraño y hostil, pero el manejo de la sátira y la comedia absurda que se realiza es impresionante. Se ha convertido en mi comedia negra favorita casi sin esfuerzo. Recomendadísima. Para mi, la mejor película de 2023 (y dudo mucho que sea superada en lo que queda de década).
Sobra decir que las actuaciones son impresionantes. Todos hacen perfecto su papel. Mención especial a Emma Stone que está de 11 y hace una de las interpretaciones más complejas y perfectas que vi en mi vida. El potencial que hace años se viene evidenciando en su diversa filmografía está explotado al máximo aquí. Uno de los mejores papeles protagónicos que vas a ver en tu vida.
Y tengo que agregar que la película es realmente muy graciosa. Tal vez cueste entrar un poco en el juego al principio por ser un mundo tan extraño y hostil, pero el manejo de la sátira y la comedia absurda que se realiza es impresionante. Se ha convertido en mi comedia negra favorita casi sin esfuerzo. Recomendadísima. Para mi, la mejor película de 2023 (y dudo mucho que sea superada en lo que queda de década).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final tal vez me queda a deber un poco y es medio caótico, aunque no deja de ser genial. Cualquiera esperaría el cliché de que usaran el cuerpo del antiguo esposo para salvar al doctor God trasplantando su cerebro, pero el giro de tuerca de ponerle el cerebro de una cabra es incluso más retorcido y te saca una risa final antes del cierre del filme.
Las controversiales escenas de sexo me parecen totalmente justificadas en el contexto de la película y la exploración que debe hacer la protagonista para crecer. Admito que de todas formas me llegó a sonrojar un poco, más que nada porque Emma Stone nunca acostumbró a hacer este tipo de escenas y hay algunos momentos francamente violentos. De todas formas no es una queja, que quede claro.
Por último quisiera hacer mención de lo retorcido que tiene que ser tu psique para imaginar una historia en la que una mujer embarazada se suicida y un científico loco decide colocar el cerebro del bebé en el cuerpo de la mujer adulta. Mis aplausos al escritor del libro original por semejante reversión macabra del clásico Frankenstein.
PD: Te amo Emma Stone, después de esta película te coronaste como mi actriz favorita por la eternidad.
Las controversiales escenas de sexo me parecen totalmente justificadas en el contexto de la película y la exploración que debe hacer la protagonista para crecer. Admito que de todas formas me llegó a sonrojar un poco, más que nada porque Emma Stone nunca acostumbró a hacer este tipo de escenas y hay algunos momentos francamente violentos. De todas formas no es una queja, que quede claro.
Por último quisiera hacer mención de lo retorcido que tiene que ser tu psique para imaginar una historia en la que una mujer embarazada se suicida y un científico loco decide colocar el cerebro del bebé en el cuerpo de la mujer adulta. Mis aplausos al escritor del libro original por semejante reversión macabra del clásico Frankenstein.
PD: Te amo Emma Stone, después de esta película te coronaste como mi actriz favorita por la eternidad.
27 de enero de 2024
27 de enero de 2024
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paradójico, aunque en cierta manera sea un acto de justicia natural que, habiendo pisado -sólo un poco- el freno para simbiotizarse con una misma musa (Emma Stone), se reviertan las tornas para que sean la susodicha y un puñado de estrellas más (Willem Dafoe, Mark Ruffalo, Margaret Qualley) las que se transformen de pleno derecho en marionetas deshumanizadas (en la histeria de sus movimientos, que no en su psicología o actos) peligrosamente reconocibles. De un híbrido desfigurado entre el Dr Moureau, Victor Frankenstein y, tanto igual o más, del patriarca de 'Kynódontas', a un depredador sexual consumido por una depredadora sensorial.
Es una verdadera lástima que Margaret Qualley no disfrute de tiempo para demostrar que, de proponérselo, podría abarcar tanto como la propia Stone.
Ah, perdonad mi garrulismo y que no cite ahora a Rainer W. Fassbinder, pero yo donde de verdad quise tocar el pelo a Hannah Schygulla fue cuando hizo de azafata en 'Delta Force' (1986, Menahem Golan). Bienvenida sea su incombustible presencia incluso sentada.
Como si la moderna prometea de Mary Shelley -la que salía al final y sesgaba su 'no vida', no el otro- optase por salir a explorar cual principito de Saint-Exupéry y, claro está, partiendo del material literario de base del propio Alasdair Gray, la monstruosa -en tantos sentidos, de una Stone inconmensurable- muta su naciente e ingenua permeabilidad, de inconsciente y ácida transparencia, siendo el pararrayos y espejo de la corruptibilidad de las mal etiquetadas personas "normales", como una criatura reanimada y regresada a la vida que tendrá que esculpir sus emociones infantiles de recién nacida en un cascarón externo adulto.
Un festival hecho a la medida de Lanthimos que nada como pez en el agua o lo que quiera que sean él y sus criaturas removiéndose entre lo que quiera que construye sus universos malsanos, esquizoides, estrafalarios e imaginativos.
Un caramelo de sabor indefinible que provoca espasmos en la cabeza equiparables a los que, literalmente, impulsan al reparto encabezado por Emma Stone en el papel más extraño, complejo y arriesgado de su carrera.
Es una verdadera lástima que Margaret Qualley no disfrute de tiempo para demostrar que, de proponérselo, podría abarcar tanto como la propia Stone.
Ah, perdonad mi garrulismo y que no cite ahora a Rainer W. Fassbinder, pero yo donde de verdad quise tocar el pelo a Hannah Schygulla fue cuando hizo de azafata en 'Delta Force' (1986, Menahem Golan). Bienvenida sea su incombustible presencia incluso sentada.
Como si la moderna prometea de Mary Shelley -la que salía al final y sesgaba su 'no vida', no el otro- optase por salir a explorar cual principito de Saint-Exupéry y, claro está, partiendo del material literario de base del propio Alasdair Gray, la monstruosa -en tantos sentidos, de una Stone inconmensurable- muta su naciente e ingenua permeabilidad, de inconsciente y ácida transparencia, siendo el pararrayos y espejo de la corruptibilidad de las mal etiquetadas personas "normales", como una criatura reanimada y regresada a la vida que tendrá que esculpir sus emociones infantiles de recién nacida en un cascarón externo adulto.
Un festival hecho a la medida de Lanthimos que nada como pez en el agua o lo que quiera que sean él y sus criaturas removiéndose entre lo que quiera que construye sus universos malsanos, esquizoides, estrafalarios e imaginativos.
Un caramelo de sabor indefinible que provoca espasmos en la cabeza equiparables a los que, literalmente, impulsan al reparto encabezado por Emma Stone en el papel más extraño, complejo y arriesgado de su carrera.
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