Tras el considerable éxito de La sirenita después de décadas ninguneando al público más infantil, la Disney se propuso explotar el filón estrenando una película de animación al año. Los primeros noventa fueron gloriosos con La bella y la bestia, Aladdin o El rey león, luego vendrían los estudios Pixar y su revolucionaria Toy story película íntegramente filmada por ordenador. La segunda mitad de la década continuaron estrenándose títulos taquilleros pero de calidad más discreta mientras que Pixar afinaba el tiro con Bichos o la secuela de Toy story, de manera que a partir del siglo XXI se hicieron los amos del cotarro y sus películas superaron a las de Disney con títulos tan característicos como Monstruos S.A., Buscando a Nemo, Los increíbles, Ratatouille, Up o Del revés, entre otras obras maestras y la racha continúa hasta nuestros días con Coco por ejemplo.

En el caso de La sirenita, tenemos un cuento clásico de argumento tradicional algo fuera de moda en estos tiempos de corrección política y feminismo exacerbado, pero aún así la película entretiene con una historia que sigue funcionando gracias a sus encantadoras canciones y vistosos números musicales.

Consiguió resucitar a la Compañía, iniciando el florecimiento de la animación en la Era moderna. Le debemos mucho por tanto.
Un film que supuso un éxito de masas extraordinario, gracias a unas canciones gloriosas y a un personaje secundario de lo más querido y recordado, el mejor cangrejo de la historia, Sebastián.
En conclusión, un clásico sobre el amor juvenil, inolvidable por sus personajes secundarios y por su premiada banda sonora.

La sirenita forma parte de la infancia de muchos, incluida la mía a pesar de que nací 4 años después de su estreno. A mi hermana mayor siempre le encantó, y debido a eso me la puso infinidad de veces provocando que se volviera una cinta muy querida para mí. Han transcurrido muchos años desde su realización, 31 en concreto, pero su encanto sigue divirtiendo y maravillando a mucha gente y con razón. La historia es muy bella y está repleta de personajes realmente memorables y entrañables. Desde la hermosa y valiente protagonista hasta el cómico cocinero nos encontramos con el divertido cangrejo Sebastián, el simpático pez Flounder, la singular gaviota Scuttle y la pérfida bruja Úrsula, la cual es una de las mejores villanas de la gran factoría de Disney. También están otros como el imponente rey Tritón o el audaz príncipe Eric, quienes tienen un gran grado de importancia en el desarrollo de la trama. Es complicado quedarse con algo en especial, pues todo resulta estupendo y mágico. Las canciones por supuesto son otra delicia imprescindible para los amantes de la animación clásica. Y sobra decir que la animación es exquisita en cualquier aspecto, incluido el de los escenarios, que reluce con esos alucinantes fondos marinos.

Otro gran clásico de Disney disfrutable para niños y para gente de todas las edades.
Una gran animación que a pesar de tener de unos 30 años, un gran romance como solo Disney sabe hacerlo y tener grandes canciones y por lo tanto grandes momentos musicales.

Hay que decir que como adaptación del cuento original en el que se basa, la película tiene muchas libertades creativas que, como es común en las adaptaciones de Disney, descarta muchos elementos maduros y trágicos para ofrecer un cuento mucho más familiar y alegre. A pesar de esas libertades, La Sirenita logra ser una asombrosa película animada. La historia es casi parecida al relato original, pero narra una historia diferente que deriva mucho del cuento original. Eso hace que como adaptación se distancie mucho del material original, pero como película animada logra ser asombrosa. La historia de una joven que no solo desea conocer el mundo exterior, sino conocer a aquel joven príncipe que ha robado su corazón y que está dispuesta a sacrificar todo, incluyendo desafiar a su padre protector o perder su hogar. Ariel es un personaje realmente encantador, con un gran corazón y una belleza tanto externa como interna. Sus compañeros Flounder y Scuttle son bastante simpáticos. Sebastián es un personaje carismático y todo un alivio cómico. El Rey Tritón es un personaje que por momentos puede ser un padre odioso por ser demasiado sobre protector, pero no cabe duda que su amor por su hija es grande, aunque eso lo lleva a tomar decisiones que lo distancian más de ella. Úrsula, por último, es otro de los mejores villanos que Disney ha creado. Una villana muy elegante, excéntrica y astuta que logra ser entrañable, sin olvidar mencionar que ella fue inspirada en la artista Divine. Eso convierte a Úrsula en otro de los grandes legados que Divine ha dejado. La animación es una belleza que ofrece toda una mágica experiencia visual y las canciones de la banda sonora son realmente entrañables. La Sirenita (1989) es una adaptación libre que, por más que se desligue del material original, logró opacarlo lo suficiente para volverse una película icónica y una de las mejores obras animadas de Disney. Mi calificación final para esta película es un 9/10.