Indiana Jones y la última cruzada
1989 

7.8
122,034
Aventuras. Acción
En esta tercera entrega, el padre del protagonista (Harrison Ford), Henry Jones, también arqueólogo (Sean Connery), es secuestrado cuando buscaba el Santo Grial. Indiana tendrá que ir a rescatarlo y, de paso, intentar hacerse con la preciada reliquia, que también ambicionan los nazis. (FILMAFFINITY)
3 de julio de 2017
3 de julio de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen ciertos elementos —olores, sabores, sonidos...— que son capaces de transportarnos al pasado, a momentos concretos —mejores o peores—, como si fuesen cápsulas del tiempo incorpóreas. Me pasa con 'Indiana Jones y la última cruzada' y el cuarto de estar de mi antigua casa. Me veo con 7-8 años, tumbado en el suelo y avanzando el VHS para pasar las ya míticas y aburridas advertencias sobre piratear y los derechos de autor.
Fue entonces cuando descubrí el cine más allá de Disney (y de 'Jurassic Park'). Los cañones de Utah, el tren del circo, el barco, Venecia, Elsa —mito erótico de entonces—, las ratas, la persecución en lancha, los nazis, la playa de Mónsul, el encontronazo con Hitler, Iskenderun y Alejandreta, más nazis, Petra y el Santo Grial. La película de aventuras por excelencia, sí.
A Spielberg, con sus claroscuros, le debo momentos como este. A él y a John Williams. Una dupla perfecta para la que, al igual que con Harrison Ford y Sean Connery, guardo un espacio por siempre en mi corazón cinéfilo.
Fue entonces cuando descubrí el cine más allá de Disney (y de 'Jurassic Park'). Los cañones de Utah, el tren del circo, el barco, Venecia, Elsa —mito erótico de entonces—, las ratas, la persecución en lancha, los nazis, la playa de Mónsul, el encontronazo con Hitler, Iskenderun y Alejandreta, más nazis, Petra y el Santo Grial. La película de aventuras por excelencia, sí.
A Spielberg, con sus claroscuros, le debo momentos como este. A él y a John Williams. Una dupla perfecta para la que, al igual que con Harrison Ford y Sean Connery, guardo un espacio por siempre en mi corazón cinéfilo.
15 de noviembre de 2017
15 de noviembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Madurez y diversión se dan la mano con vehemencia. Desde los aspectos formales hasta los narrativos están cuidados al máximo. Las interpretaciones demuestran lo bien que se lo están pasando los actores. Ojalá muchas secuelas fuesen así.
24 de mayo de 2019
24 de mayo de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Alemania declara la guerra a los Jones."
Mi favorita de la saga del aventurero arqueólogo del sombrero y el látigo. La fórmula clásica del cine de aventuras estaba presente, con todos sus elementos bien definidos, lo que halló Spielberg, por entonces chico maravilla de Hollywood, para revitalizar el género fue la inclusión de un nuevo elemento: el padre del arqueólogo. También se narra el origen y evolución del protagonista, desde su estilo de Boy Scout aventurero hasta la relación paternofilial. Una exploración psicológica de los personajes.
'En busca del arca perdida' trataba sobre la recuperación del arca de la alianza de manos de los nazis, aquí el enemigo es el mismo pero esta vez deben recuperar el Santo Grial, en el que se combinan la piedra filosofal y la copa donde se recogieron las últimas gotas de la sangre de Cristo. Venecia, Berlín, Arabia (y rodaje en Almería) son los caminos que visitaremos durante la búsqueda del Grial en una de las mejores películas de aventuras de los ochenta de la mano de los Henry Jones que treinta años después de su estreno sigue divirtiendo como ninguna. "Mejor que la aspirina, el opio y el vodka juntos", llegaron a decir en Manchester Guardian.
Mi favorita de la saga del aventurero arqueólogo del sombrero y el látigo. La fórmula clásica del cine de aventuras estaba presente, con todos sus elementos bien definidos, lo que halló Spielberg, por entonces chico maravilla de Hollywood, para revitalizar el género fue la inclusión de un nuevo elemento: el padre del arqueólogo. También se narra el origen y evolución del protagonista, desde su estilo de Boy Scout aventurero hasta la relación paternofilial. Una exploración psicológica de los personajes.
'En busca del arca perdida' trataba sobre la recuperación del arca de la alianza de manos de los nazis, aquí el enemigo es el mismo pero esta vez deben recuperar el Santo Grial, en el que se combinan la piedra filosofal y la copa donde se recogieron las últimas gotas de la sangre de Cristo. Venecia, Berlín, Arabia (y rodaje en Almería) son los caminos que visitaremos durante la búsqueda del Grial en una de las mejores películas de aventuras de los ochenta de la mano de los Henry Jones que treinta años después de su estreno sigue divirtiendo como ninguna. "Mejor que la aspirina, el opio y el vodka juntos", llegaron a decir en Manchester Guardian.
15 de noviembre de 2019
15 de noviembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Steven Spielberg vuelve a contar con actores de la primera entrega, que le dio un fantástico resultado, para esta nueva entrega, con la entrada de River Phoenix (DEP) como un joven Indiana teniendo sus primeras aventuras con la Cruz de Coronado con desenlace curioso y con Sean Connery como el padre del mítico aventurero.
No he podido ver Indiana Jones y el Templo Maldito aún; pero ésta me ha gustado tanto como En busca del Arca perdida por sus escenas de aventuras (la aventura en el zeppelin, el tanque o padre e hijo rodeados de llamas) más sus cómicas secuencias ("no tenía billetes", la escena del bibliotecario mirando el matasellos... :poss) que hacen que, para mi, ésta sea superior a la primera.
Y así Steven Spielberg, George Lucas y Harrison Ford volvieron a ser un trío de ases y volvieron a hacer brillar el género de aventuras. A ellos, más la inolvidable partitura de John Williams, se les estará agradecidos por haber creado a un icono del cine con películas hechas para el disfrute con el sello de calidad del Rey Midas.
No he podido ver Indiana Jones y el Templo Maldito aún; pero ésta me ha gustado tanto como En busca del Arca perdida por sus escenas de aventuras (la aventura en el zeppelin, el tanque o padre e hijo rodeados de llamas) más sus cómicas secuencias ("no tenía billetes", la escena del bibliotecario mirando el matasellos... :poss) que hacen que, para mi, ésta sea superior a la primera.
Y así Steven Spielberg, George Lucas y Harrison Ford volvieron a ser un trío de ases y volvieron a hacer brillar el género de aventuras. A ellos, más la inolvidable partitura de John Williams, se les estará agradecidos por haber creado a un icono del cine con películas hechas para el disfrute con el sello de calidad del Rey Midas.
4 de abril de 2020
4 de abril de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Indiana Jones y la Última Cruzada" notable y entrañable tercera entrega del famoso arqueólogo Indiana Jones, a cargo de la dupla conformada por George Lucas y Steven Spielberg. Indiana Jones se embarcará esta vez en la búsqueda de una de las mayores reliquias de la historia de la humanidad, el Santo Grial, la copa que Jesús usó en la Última Cena y que recogió su sangre tras su crucifixión. Un grupo de nazis, en tanto, secuestrará al padre de Indiana para obligarlo a buscar el tesoro y así conquistar la vida eterna. Mientras Lucas proponía la búsqueda del Santo Grial, Spielberg aceptaba, pero con la condición de que se le vinculara con la difícil relación que había caracterizado a padre e hijo hasta ese momento, como una metáfora sobre la búsqueda de la reliquia y una nueva oportunidad para ambos de construir una relación de afecto y entendimiento. De esta forma, no será extraño que el prólogo final de la cinta inicie con un adolescente Indiana arrebatándole la Cruz de Coronado a un grupo de mercenarios de tesoros, que planean vendérsela al magnate Panama Hat.
En dicha secuencia, en donde el futuro arqueólogo roba la reliquia y escapa espectacularmente de los mercenarios a caballo y luego en un tren circense que transporta a las bestias del espectáculo (cocodrilos, serpientes y leones), se plasmará la primera referencia a la dificil relación de Indiana con su padre Henry Jones, cuando el muchacho busca refugio en casa pero su padre le ignora y permite que el sheriff le quite la cruz y se la entregue al mafioso. Uno de los grandes detalles de este prólogo y que enlazará luego con el leitmotiv es precisamente el encuentro del joven Indiana con el líder de los mercenarios, que siente una inusual simpatía por el futuro arqueólogo, al punto de regalarle su sombrero de Fedora, que se convertirá en uno de emblema de la saga, junto con el distintivo látigo. En la mencionada escena, que acontece en el barco “Coronado” de Panamá Hat en la costa portuguesa, un ya adulto Indiana Jones nuevamente se ve enfrentado al magnate por la misma reliquia, que consigue arrebatarle, antes de que explote el carguero. Una escena en la que el director se da cuenta de que el espíritu aventurero y justiciero del arquéologo, su idealismo acerca la historia y la importancia de sus artefactos, son una característica distintiva en el héroe.
Sin embargo, lo más importante para los amantes del cine de acción, es que el film, está plagado de momentos espectaculares, en mi opinión, la mejor de la saga y reflejo de una madurez absoluta como director de orquesta de películas de acción. Las secuencias de acción no dan respiro: a la citada secuencia de búsqueda en las catacumbas venecianas, hay que agregar la persecución en lancha de la sociedad secreta que guarda el secreto del Grial y cuyo líder, Kazim, el viaje a Berlín en donde, en una quema masiva de libros, Indiana recupera el diario y se encuentra con el mismísimo Hitler a boca de jarro, el enfrentamiento en el dirigible cuando pretendían salir de Alemania y el escape en avión de caza, el enfrentamiento con las huestes nazi a campo abierto con misiles y tanques incluidos, y como no, la magnífica y emotiva secuencia final en el Cañón de la Luna Creciente. Conviene referirse a la secuencia final, ya que además de ser entretenida, resulta profundamente simbólica. Finalmente, héroes y villanos llegan al Canal de la Luna Creciente para conquistar el Grial, pero antes deben superar tres pruebas, que a la postre son pruebas de fe. El guión contrapone a Indiana Jones para que acceda al Grial, cuando Donovan hiere de muerte al padre del arqueólogo, y éste se ve obligado a aventurarse y superar las tres pruebas finales para sacar la copa y curar a su padre. Es, en definitiva, el amor hacia su padre lo que lo lleva a seguir adelante, y no la posibilidad siquiera de acceder al Grial como reliquia.
Las actuaciones son inmejorables, Harrison Ford disfrutó como nunca de su interpretación, asumiendo sus propias acciones de riesgo y teniendo una excelente química con Sean Connery, quién dicho sea de paso le otorga una seria y elegancia a esta tercera entrega que los fanáticos aplaudieron. Connery aceptaría con la condición que su personaje se alzará como una versión madura de la de Indiana, aunque el guión tendiera a presentarlo como un hombre letrado exigente y obsesivo con su trabajo. Alison Doody es la inteligente, pero obsesiva Dra. Elsa Schneider, siendo el personaje femenino más complejo de las tres primeras entregas. Es madura, muestra tener una inteligencia superior a la normal, lo que la coloca par a par con los Jones. Mucho más talentosa que Karen Allen y Kate Capshaw, que interpretaron a Marion Ravenwood y Willie Scott. El Dr. Marcus Brody y el amigo egipcio de Indiana, Sallah, interpretados por Denholm Elliott y John Rhys-Davies. Ambos sirven de actores bisagra que ayudan con su cuota de humor a canalizar mejor las emociones y la acción del film, lo que refuerza la entretención. Los principales villanos, Walter Donovan y el Coronel Vogel, fueron personificados por Julian Glover y Michael Byrne, respectivamente. Glover como el magnate estadounidense que contrata a Indiana, aunque clandestinamente apoya a los nazis en su búsqueda. Y Byrne, interpreta a un sádico y propotente coronel nazi que muestra una inusual antipatía por los Jones y que se convierte en una de sus peores pesadillas.
En definitiva, un clásico entrañable y notable que cierra con broche de oro la trilogía inicial de Indiana Jones, en donde destaca un ritmo vertiginoso y una enorme variedad de elementos narrativos de acción. Con una banda sonora que es una delicia, una historia interesante y unas grandes actuaciones, la química entre Ford y Connery es impresionante. Sin duda, una de las mejores terceras entregas jamás realizadas. La película de aventuras por excelencia, y que debió haber sido el cierre definitivo de la saga del intrépido arquéologo, que tuvo una tardía e innecesaria secuela.
En dicha secuencia, en donde el futuro arqueólogo roba la reliquia y escapa espectacularmente de los mercenarios a caballo y luego en un tren circense que transporta a las bestias del espectáculo (cocodrilos, serpientes y leones), se plasmará la primera referencia a la dificil relación de Indiana con su padre Henry Jones, cuando el muchacho busca refugio en casa pero su padre le ignora y permite que el sheriff le quite la cruz y se la entregue al mafioso. Uno de los grandes detalles de este prólogo y que enlazará luego con el leitmotiv es precisamente el encuentro del joven Indiana con el líder de los mercenarios, que siente una inusual simpatía por el futuro arqueólogo, al punto de regalarle su sombrero de Fedora, que se convertirá en uno de emblema de la saga, junto con el distintivo látigo. En la mencionada escena, que acontece en el barco “Coronado” de Panamá Hat en la costa portuguesa, un ya adulto Indiana Jones nuevamente se ve enfrentado al magnate por la misma reliquia, que consigue arrebatarle, antes de que explote el carguero. Una escena en la que el director se da cuenta de que el espíritu aventurero y justiciero del arquéologo, su idealismo acerca la historia y la importancia de sus artefactos, son una característica distintiva en el héroe.
Sin embargo, lo más importante para los amantes del cine de acción, es que el film, está plagado de momentos espectaculares, en mi opinión, la mejor de la saga y reflejo de una madurez absoluta como director de orquesta de películas de acción. Las secuencias de acción no dan respiro: a la citada secuencia de búsqueda en las catacumbas venecianas, hay que agregar la persecución en lancha de la sociedad secreta que guarda el secreto del Grial y cuyo líder, Kazim, el viaje a Berlín en donde, en una quema masiva de libros, Indiana recupera el diario y se encuentra con el mismísimo Hitler a boca de jarro, el enfrentamiento en el dirigible cuando pretendían salir de Alemania y el escape en avión de caza, el enfrentamiento con las huestes nazi a campo abierto con misiles y tanques incluidos, y como no, la magnífica y emotiva secuencia final en el Cañón de la Luna Creciente. Conviene referirse a la secuencia final, ya que además de ser entretenida, resulta profundamente simbólica. Finalmente, héroes y villanos llegan al Canal de la Luna Creciente para conquistar el Grial, pero antes deben superar tres pruebas, que a la postre son pruebas de fe. El guión contrapone a Indiana Jones para que acceda al Grial, cuando Donovan hiere de muerte al padre del arqueólogo, y éste se ve obligado a aventurarse y superar las tres pruebas finales para sacar la copa y curar a su padre. Es, en definitiva, el amor hacia su padre lo que lo lleva a seguir adelante, y no la posibilidad siquiera de acceder al Grial como reliquia.
Las actuaciones son inmejorables, Harrison Ford disfrutó como nunca de su interpretación, asumiendo sus propias acciones de riesgo y teniendo una excelente química con Sean Connery, quién dicho sea de paso le otorga una seria y elegancia a esta tercera entrega que los fanáticos aplaudieron. Connery aceptaría con la condición que su personaje se alzará como una versión madura de la de Indiana, aunque el guión tendiera a presentarlo como un hombre letrado exigente y obsesivo con su trabajo. Alison Doody es la inteligente, pero obsesiva Dra. Elsa Schneider, siendo el personaje femenino más complejo de las tres primeras entregas. Es madura, muestra tener una inteligencia superior a la normal, lo que la coloca par a par con los Jones. Mucho más talentosa que Karen Allen y Kate Capshaw, que interpretaron a Marion Ravenwood y Willie Scott. El Dr. Marcus Brody y el amigo egipcio de Indiana, Sallah, interpretados por Denholm Elliott y John Rhys-Davies. Ambos sirven de actores bisagra que ayudan con su cuota de humor a canalizar mejor las emociones y la acción del film, lo que refuerza la entretención. Los principales villanos, Walter Donovan y el Coronel Vogel, fueron personificados por Julian Glover y Michael Byrne, respectivamente. Glover como el magnate estadounidense que contrata a Indiana, aunque clandestinamente apoya a los nazis en su búsqueda. Y Byrne, interpreta a un sádico y propotente coronel nazi que muestra una inusual antipatía por los Jones y que se convierte en una de sus peores pesadillas.
En definitiva, un clásico entrañable y notable que cierra con broche de oro la trilogía inicial de Indiana Jones, en donde destaca un ritmo vertiginoso y una enorme variedad de elementos narrativos de acción. Con una banda sonora que es una delicia, una historia interesante y unas grandes actuaciones, la química entre Ford y Connery es impresionante. Sin duda, una de las mejores terceras entregas jamás realizadas. La película de aventuras por excelencia, y que debió haber sido el cierre definitivo de la saga del intrépido arquéologo, que tuvo una tardía e innecesaria secuela.
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