Nunca presencié en vivo ninguna actuación de Eugenio ni lo conocí en persona. Quizás la primera vez que oí hablar de él fue cuando se anunció su prematura muerte. Sin embargo, su legado ha perdurado a través de recopilaciones que lo destacan a él y a otros grandes cómicos como Gila. Es fascinante cómo muchos de sus chistes siguen causando risas a pesar del paso de los años. Gracias a estos compilados, este peculiar biopic cuenta con una dimensión cómica.

Ver esta película ha sido realmente gratificante. Merece ser vista, especialmente por las actuaciones de David Verdaguer y Carolina Yuste, aunque esta última parece necesitar más tiempo en pantalla para brillar plenamente.

Lo más destacado del filme es su humanidad, alternando momentos de comedia y drama, capturando así las fluctuaciones de la vida. No estoy seguro de si la vida del protagonista fue realmente tan dura, pero, a pesar de todo, logró arrancar sonrisas a la gente.

Si Saben Aquell fuera una película biográfica, lo sería de dos personajes a la vez: Eugenio y Conchita. O más de Conchita que de Eugenio.

Saben Aquell es la historia de cómo Eugenio, el artista, y seguramente también la persona, no habrían existido de no ser por Conchita.

La película Saben Aquell nos mete de lleno en la misión fundamental del cine: contar la vida de la gente, de la gente que tiene cosas que contar. A menudo el cine español se pudre cuando nos cuenta las ideas extravagantes de un cineasta supuestamente genial que se toma tres cubatas y pergeña una película en una servilleta del bar en el que desparrama con el productor de turno.
La película de Trueba, por el contrario, cuenta una biografía llena de humanidad, con sensibilidad, con mesura, con emoción, con amor, con las imperfecciones propias de los personajes reales. Con unos actores de primer nivel, con un manejo de la cámara tan virtuoso que no se nota (Harto estoy de los directores que van por la vida con una steadycam colgada del cuello filmando chorradas con movimientos epilépticos para que el público solo vea al director). Trueba, que apunta maneras geniales, sabe mantenerse en su lugar. Sin tonterías. Con el saber estar que tuvo en vida el propio Eugenio. Lo dicho, una película extraordinaria.

Carlos Osorio García de Oteyza.

Ofrece una mirada fresca y emotiva a los primeros años de la carrera del icónico humorista Eugenio. Situada en Barcelona a finales de los años 60, la película nos presenta a Eugenio Jofra, un joven joyero interpretado por David Verdaguer. Su vida toma un giro inesperado cuando conoce a Conchita, un encuentro que desencadena una historia de amor y humor.

La dirección de Trueba es competente, siguiendo una estética visual típica que podría haber explorado más en profundidad la rica temática de la película. A pesar de esto, la película se sostiene gracias a su sólido guion.

La historia se aleja del estereotipo de una comedia ligera para entregarnos un relato sorprendentemente conmovedor. A medida que avanzan los acontecimientos, la película revela un tono más triste y melancólico de lo que uno podría esperar, y esto funciona de manera efectiva para enriquecer la narrativa.

Sin embargo, lo que realmente destaca en "Saben Aquell" son las actuaciones. David Verdaguer y Carolina Yuste, que interpreta a Conchita, forman una pareja en pantalla cautivadora. Su química es palpable y auténtica, y es la columna vertebral de la película. La transformación de Eugenio en el famoso humorista, su evolución desde un joven joyero a un fenómeno del humor underground, se siente vívida gracias a las actuaciones magistrales de ambos actores.

La película es una sorpresa agradable, ofreciendo una visión nueva y conmovedora de un personaje conocido. Aunque la dirección podría haber sido más audaz, "Saben Aquell" destaca por su guion efectivo y, sobre todo, por las interpretaciones conmovedoras de David Verdaguer y Carolina Yuste. Una película que te hace reír, pero también te conmueve y te hace reflexionar sobre la esencia de la comedia y el amor.

Bonita película de David Trueba. Refleja a la perfección la época en que se desarrolla, con buena ambientación. Es fácil adentrarse en ella y dejar que te envuelva, con sencillez y realismo. Además los "acudits" van muy bien y te hacen pasar muy buenos momentos. David Verdaguer está estupendo, su interpretación de Eugenio es magistral. Cuesta distinguir al actor del personaje real.

Película recomendable que te envolverá con su sencillez y realismo, significando las pequeñas cosas de la vida que hacen la pena vivirla.