La gran apuesta
6.8
36,532
Drama. Comedia
Tres años antes de la crisis mundial del 2008 originada por las hipotecas subprime que hundió prácticamente el sistema financiero global, cuatro tipos fuera del sistema fueron los únicos que vislumbraron que todo el mercado hipotecario iba a quebrar. Decidieron entonces hacer algo insólito: apostar contra el mercado de la vivienda a la baja, en contra de cualquier criterio lógico en aquella época... Adaptación del libro “La gran ... [+]
17 de enero de 2016
17 de enero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tema del gran colapso económico debido a la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en el 2008 y su repercusión mundial ya ha sido contado en varias películas, pero no está demás otra que intente explicarlo no vaya a suceder que la historia se repita.
Quizás hay exceso de detalles técnicos del tejemaneje que llevaban acabo los bancos y las agencias de valoración y poco sobre la nula intervención del Gobierno que debería haber velado por los intereses de los ciudadanos que al final se quedaron sin trabajo y sin casa.
El tema interesa, pero me resulta un tanto cargante.
Quizás hay exceso de detalles técnicos del tejemaneje que llevaban acabo los bancos y las agencias de valoración y poco sobre la nula intervención del Gobierno que debería haber velado por los intereses de los ciudadanos que al final se quedaron sin trabajo y sin casa.
El tema interesa, pero me resulta un tanto cargante.
22 de enero de 2016
22 de enero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine americano no tiene reparos en producir con sus recursos y grandes nombres lo que es una denuncia del gran timo de la banca internacional con la connivencia de las agencias de calificación e incluso los agentes supervisores gubernamentales. Todo ello dando nombres y apellidos. Resulta un relato gansteril que pone los pelos de punta por su sencillez. Porque tal como admite uno de sus protagonistas toda el argot que se desplega no deja de ser unos tecnicismos eufemísticos que esconden un robo digno de las estampitas que los tramposos hacían a los catetos en la ciudad.
El relato se sigue con interés a pesar de esos términos que son difíciles de entender y que aunque intenta explicarlos de una manera metafórica o mediante símiles (realizados por famosos interpretándose a si mismos) no dejan de ser aspectos complejos para todos aquellos que no han sido versados en la materia.
Por desgracia conozco la esencia. En España hemos sido víctimas de las hipotecas abusivas, aunque no hemos tenido CDO (se empaquetaban las hipotecas y se vendían como bonos trasladando beneficios -futura ruina- a sus compradores-) Famosas han sido la colocación de preferentes. Pero la gran olvidada han sido los swaps o las traducidas en la película como permutas (de tipo de interés), de las que la cláusula suelo son una variante. Como conocedor del tema, del que fui víctima, como regalo de una de nuestras solventes y limpias entidades financieras, estos productos han sido uno de los grandes responsables de esta crisis.
Los protagonistas de "La gran apuesta" son economistas o inversores que descubren sorprendidos como la base del crecimiento económico no tiene cimientos sólidos.Todo el mundo parece haber caído en la trampa, desde le emigrantes a la striper y nadie está supervisando este caos. Ante este análisis sabedores que nadie corregirá esta situación (ya que es el propio sistema -prensa incluida), apuestan mediante credit default swap (permuta de incumplimiento crediticio) para sacarle provecho económico cuando se produzca.
Este producto complejo no deja de ser una apuesta de casino. Por ejemplo el barril de petróleo está a 100 dólares y no deja de subir, a la empresa que lo necesita le interesa tener ligado su precio para que las subidas incontroladas no afecten su solvencia. Para ello fija un precio a futuro mediante este contrato. Si el barril pasa a 120 él sigue pagando 100 y la otra parte contratante paga 20, si por el contrario el precio cae a 80 sigue pagando 100 y el otro pierde 20. ¿Qué sucede? que la parte contratante que mayoritariamente pone las condiciones es la que especula y en realidad fija los precios. Así retiene los productos, provoca grandes subidas y cuando tiene ligado los precios a futuro puede beneficiarse de haberlos sobrevalorado.
Así de sencillo. En la gran película italiana "El capital humano" ya tenía protagonistas que realizaban esta apuesta sobre la solvencia de Italia. Era un tema tangencial, ni siquiera los explican. Ante la quiebra se forran y lo celebran. Aquí es el tema troncal, casi no hay subtramas y además hacen referencia a la gran perturbación que se producirá y como los pobres de siempre serán las víctimas y las que acaben pagando todo este juego.
Gran película para entender la crisis, al nivel de "Margin call", "El lobo de wall street", "El gran farol" y de los documentales "Inside job", "Collapse","Deudocracia" para Grecia y "Manos arriba, esto es un contrato" para España.
El relato se sigue con interés a pesar de esos términos que son difíciles de entender y que aunque intenta explicarlos de una manera metafórica o mediante símiles (realizados por famosos interpretándose a si mismos) no dejan de ser aspectos complejos para todos aquellos que no han sido versados en la materia.
Por desgracia conozco la esencia. En España hemos sido víctimas de las hipotecas abusivas, aunque no hemos tenido CDO (se empaquetaban las hipotecas y se vendían como bonos trasladando beneficios -futura ruina- a sus compradores-) Famosas han sido la colocación de preferentes. Pero la gran olvidada han sido los swaps o las traducidas en la película como permutas (de tipo de interés), de las que la cláusula suelo son una variante. Como conocedor del tema, del que fui víctima, como regalo de una de nuestras solventes y limpias entidades financieras, estos productos han sido uno de los grandes responsables de esta crisis.
Los protagonistas de "La gran apuesta" son economistas o inversores que descubren sorprendidos como la base del crecimiento económico no tiene cimientos sólidos.Todo el mundo parece haber caído en la trampa, desde le emigrantes a la striper y nadie está supervisando este caos. Ante este análisis sabedores que nadie corregirá esta situación (ya que es el propio sistema -prensa incluida), apuestan mediante credit default swap (permuta de incumplimiento crediticio) para sacarle provecho económico cuando se produzca.
Este producto complejo no deja de ser una apuesta de casino. Por ejemplo el barril de petróleo está a 100 dólares y no deja de subir, a la empresa que lo necesita le interesa tener ligado su precio para que las subidas incontroladas no afecten su solvencia. Para ello fija un precio a futuro mediante este contrato. Si el barril pasa a 120 él sigue pagando 100 y la otra parte contratante paga 20, si por el contrario el precio cae a 80 sigue pagando 100 y el otro pierde 20. ¿Qué sucede? que la parte contratante que mayoritariamente pone las condiciones es la que especula y en realidad fija los precios. Así retiene los productos, provoca grandes subidas y cuando tiene ligado los precios a futuro puede beneficiarse de haberlos sobrevalorado.
Así de sencillo. En la gran película italiana "El capital humano" ya tenía protagonistas que realizaban esta apuesta sobre la solvencia de Italia. Era un tema tangencial, ni siquiera los explican. Ante la quiebra se forran y lo celebran. Aquí es el tema troncal, casi no hay subtramas y además hacen referencia a la gran perturbación que se producirá y como los pobres de siempre serán las víctimas y las que acaben pagando todo este juego.
Gran película para entender la crisis, al nivel de "Margin call", "El lobo de wall street", "El gran farol" y de los documentales "Inside job", "Collapse","Deudocracia" para Grecia y "Manos arriba, esto es un contrato" para España.
22 de enero de 2016
22 de enero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Séptimo Arte ha tratado la actual crisis económica y financiera desde diversos puntos de vista a través de varios documentales y películas. Con independencia de su mayor o menor grado de entretenimiento, muchos de ellos deberían ser de obligada visión para llegar a entender por qué ha fallado el sistema, hasta qué punto han pagado justos por pecadores y cómo puede arrastrar todavía a millones de personas como un tsunami. Cabe citar, entre otras, “Margin Call” -nominada al Oscar al mejor guion e inspirada en el hundimiento de la firma Lehman Brothers y en el escándalo de las hipotecas subprime-, “Inside Job” -el aclamado documental, ganador de la estatuilla dorada de Hollywood, donde se destripa el inicio de la recesión con una agudeza sorprendente-, “The Company Men” de John Wells, “Malas noticias” de Curtis Hanson, “El capital” de Costa-Gavras o “El lobo de Wall Street” de Matin Scorsese.
A partir de ahora, deberá añadirse a la lista “La gran apuesta”, un film que se ha colado en todas las candidaturas de los distintos festivales y certámenes cinematográficos de 2015. Su historia vuelve a poner de manifiesto la condición de marionetas de los ciudadanos que nos hemos visto envueltos en esta espiral de avaricia, corrupción e incompetencia que aún seguimos padeciendo.
Reconozco que me acerqué a este largometraje con ciertas dudas, ya que su director, Adam McKay, no me aportaba suficientes garantías como cineasta. Sus anteriores trabajos se reducían a comedias esperpénticas protagonizadas por Will Ferrer -“Los amos de la noticia”, “Hermanos por pelotas”, “Pasados de vueltas”-, y esa circunstancia no invitaba precisamente al optimismo. Con “La gran apuesta” firma su título más notable, elevando sin duda alguna el listón de su trayectoria anterior. Aun así, conserva esa propensión hacia al humor absurdo y la escenografía hortera que termina por impregnar todo el metraje.
McKay ofrece una visión satírica y cruda de esos acontecimientos bursátiles y bancarios que entretiene, en ocasiones hace gracia, y a ratos sorprende. Sin embargo, de forma casi constante, intercala algunas salidas de tono que obligan al espectador a tomarse a broma lo que le está contando, cuando lo conveniente sería que se lo tomara muy en serio. Por otra parte, hay que reconocer que cuesta creer que el relato se base en hechos reales pero, por increíble que parezca, es así.
Por ejemplo, ver a Margot Robbie haciendo de Margot Robbie, dentro de una bañera llena de espuma y con una copa de champán en la mano, explicando la simpleza de los productos financieros, o asistir a los cameos de Selena Gómez interpretándose a sí misma, o sufrir los ramalazos gamberros del propio realizador, impiden calificar a la cinta de sobresaliente. No obstante, la incluiré en mi particular listado de películas imprescindibles, porque nos abre los ojos sobre lo despiadado, retorcido y, a su vez, frágil que es nuestro modelo económico, así como lo ineptas, ineficaces y patéticas que resultan sus instituciones de control y supervisión financiera.
Un guión brillante por momentos y lúcido en su mayor parte, un ramillete de actores extraordinarios y con una atrayente intensidad creativa, y una notable dosis de diversión se alían para conformar un producto recomendable, que ya ha sido nominado a cinco Oscars (película, director, guión, actor secundario y montaje), cuatro Globos de Oro y cinco BAFTA, habiendo obtenido asimismo el reconocimiento prácticamente unánime de las Asociaciones de Críticos estadounidenses.
Christian Bale, Ryan Gosling, Brad Pitt y Steve Carrell integran el reparto. Cada uno en su estilo cumplen de sobra los objetivos marcados y gozan de escenas de lucimiento personal. En definitiva, dentro de la sala de proyección lo que procede es divertirse pero, al salir a la calle, conviene reflexionar para no volver a cometer los mismos errores.
www.cineenpantallagrande.blogspot.com
@gerardo_perez_s
A partir de ahora, deberá añadirse a la lista “La gran apuesta”, un film que se ha colado en todas las candidaturas de los distintos festivales y certámenes cinematográficos de 2015. Su historia vuelve a poner de manifiesto la condición de marionetas de los ciudadanos que nos hemos visto envueltos en esta espiral de avaricia, corrupción e incompetencia que aún seguimos padeciendo.
Reconozco que me acerqué a este largometraje con ciertas dudas, ya que su director, Adam McKay, no me aportaba suficientes garantías como cineasta. Sus anteriores trabajos se reducían a comedias esperpénticas protagonizadas por Will Ferrer -“Los amos de la noticia”, “Hermanos por pelotas”, “Pasados de vueltas”-, y esa circunstancia no invitaba precisamente al optimismo. Con “La gran apuesta” firma su título más notable, elevando sin duda alguna el listón de su trayectoria anterior. Aun así, conserva esa propensión hacia al humor absurdo y la escenografía hortera que termina por impregnar todo el metraje.
McKay ofrece una visión satírica y cruda de esos acontecimientos bursátiles y bancarios que entretiene, en ocasiones hace gracia, y a ratos sorprende. Sin embargo, de forma casi constante, intercala algunas salidas de tono que obligan al espectador a tomarse a broma lo que le está contando, cuando lo conveniente sería que se lo tomara muy en serio. Por otra parte, hay que reconocer que cuesta creer que el relato se base en hechos reales pero, por increíble que parezca, es así.
Por ejemplo, ver a Margot Robbie haciendo de Margot Robbie, dentro de una bañera llena de espuma y con una copa de champán en la mano, explicando la simpleza de los productos financieros, o asistir a los cameos de Selena Gómez interpretándose a sí misma, o sufrir los ramalazos gamberros del propio realizador, impiden calificar a la cinta de sobresaliente. No obstante, la incluiré en mi particular listado de películas imprescindibles, porque nos abre los ojos sobre lo despiadado, retorcido y, a su vez, frágil que es nuestro modelo económico, así como lo ineptas, ineficaces y patéticas que resultan sus instituciones de control y supervisión financiera.
Un guión brillante por momentos y lúcido en su mayor parte, un ramillete de actores extraordinarios y con una atrayente intensidad creativa, y una notable dosis de diversión se alían para conformar un producto recomendable, que ya ha sido nominado a cinco Oscars (película, director, guión, actor secundario y montaje), cuatro Globos de Oro y cinco BAFTA, habiendo obtenido asimismo el reconocimiento prácticamente unánime de las Asociaciones de Críticos estadounidenses.
Christian Bale, Ryan Gosling, Brad Pitt y Steve Carrell integran el reparto. Cada uno en su estilo cumplen de sobra los objetivos marcados y gozan de escenas de lucimiento personal. En definitiva, dentro de la sala de proyección lo que procede es divertirse pero, al salir a la calle, conviene reflexionar para no volver a cometer los mismos errores.
www.cineenpantallagrande.blogspot.com
@gerardo_perez_s
24 de enero de 2016
24 de enero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy día son más frecuentes películas con una cierta trama social que pone en jake a los reyes de monopolio, y si en su día le toco a Martín con Leonardo hablar sobre Wall street ahora es el turno de Adam McKay para hablar sobre otro tema muy de actualidad.
Adam McKay por su lado, no es que tenga una gran filmografía, su reconocimiento todavía no es el de los grandes directores, ya sea por que aún no ha encontrado su lugar o porque el cine de comedia no aporta nada convincente y por lo tanto sigue sin encontrar su sello como director.
La gran apuesta se nos disfraza de cordero para poco a poco ir enseñando los dientes, su estructura metafórica muy recurrente logra aportar un cierto aire condescendencia con el espectador. Su ritmo en ocasiones irregular logra sumergirnos en el terrible mundo bancario y como pueden manipular lo aparentemente formal. Su trama es bastante compleja de entender para aquellos que viven fuera de una cierta terminología específica, los cuales no llegaran a comprender la magnitud que albarca toda ella.
La forma en la que nos cuentan la película también se puede rodear de cierta controversia, ya que frivolizar con ciertas cuestiones puede resultar un poco irritante, aunque también es cierto que se hubieran hecho la película plenamente en serio el abanico de espectadores quedaría ampliamente reducido, aún así no es que sea demasiado abierto, ya que tiene un público bastante concreto.
Su actores en gran medida hacen un buen trabajo, por su lado Bale desempeña un excelente trabajo, en un papel poco común para él logra salirse del registro estandar y marcarse un tanto, Steve, al que normalmente acostumbramos a ver en comedia, también logra sorprendernos con su actuación, Ryan aunque bien actuado, puede resultar un tanto forzado su personaje y Brad realiza un papel de relleno que saca a relucir.
Como conclusión podemos decir que La gran apuesta es una película que narra una historia bastante interesante para los curiosos de la temática, pero que puede provocar en muchos espectadores una perdida de comprensión ya que la trama puede resultar un tanto compleja de entender.
Lo mejor: Como van desengranando la cosa
Lo peor: Una cierta forma de contarlo, en ocasiones compleja
Recomendada : Si*
@cineypunto
https://www.facebook.com/groups/18162448741/
https://www.facebook.com/groups/523450181107453/
Adam McKay por su lado, no es que tenga una gran filmografía, su reconocimiento todavía no es el de los grandes directores, ya sea por que aún no ha encontrado su lugar o porque el cine de comedia no aporta nada convincente y por lo tanto sigue sin encontrar su sello como director.
La gran apuesta se nos disfraza de cordero para poco a poco ir enseñando los dientes, su estructura metafórica muy recurrente logra aportar un cierto aire condescendencia con el espectador. Su ritmo en ocasiones irregular logra sumergirnos en el terrible mundo bancario y como pueden manipular lo aparentemente formal. Su trama es bastante compleja de entender para aquellos que viven fuera de una cierta terminología específica, los cuales no llegaran a comprender la magnitud que albarca toda ella.
La forma en la que nos cuentan la película también se puede rodear de cierta controversia, ya que frivolizar con ciertas cuestiones puede resultar un poco irritante, aunque también es cierto que se hubieran hecho la película plenamente en serio el abanico de espectadores quedaría ampliamente reducido, aún así no es que sea demasiado abierto, ya que tiene un público bastante concreto.
Su actores en gran medida hacen un buen trabajo, por su lado Bale desempeña un excelente trabajo, en un papel poco común para él logra salirse del registro estandar y marcarse un tanto, Steve, al que normalmente acostumbramos a ver en comedia, también logra sorprendernos con su actuación, Ryan aunque bien actuado, puede resultar un tanto forzado su personaje y Brad realiza un papel de relleno que saca a relucir.
Como conclusión podemos decir que La gran apuesta es una película que narra una historia bastante interesante para los curiosos de la temática, pero que puede provocar en muchos espectadores una perdida de comprensión ya que la trama puede resultar un tanto compleja de entender.
Lo mejor: Como van desengranando la cosa
Lo peor: Una cierta forma de contarlo, en ocasiones compleja
Recomendada : Si*
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25 de enero de 2016
25 de enero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque por un primer momento creí que iba a ser una fiesta de pelucas y peluquines con poco fondo como ‘La gran estafa americana’, resulta que ‘La Gran Apuesta’ es esa película que llevábamos tiempo esperando. Esencialmente porque muestra de forma despiadada, y sin prejuicios el lado más frívolo de la economía y la quiebra del sector inmobiliario norteamericano, que originó la gran crisis económica mundial de 2008. Recordad que aún estamos pagando las consecuencias.
Cogiendo como base el libro que adapta de Michael Lewis, ‘La gran apuesta’ nos invita a reflexionar y temer por nuestro dinero. Con un póker de ases ganador (Christian Bale, Steve Carell, Ryan Gosling y Brad Pitt), perfecto cada uno en su papel, asistimos con indignación a cómo los bancos se pegaron la gran vida mientras otros pagaron las consecuencias.
McKay narra la película de forma casi documental, llamando mucho la atención el montaje de la película, en la que en varias ocasiones los protagonistas hablan directamente a los espectadores y se bombardea con instantáneas o vídeos de la época, que sirve de reflejo para mostrar la locura financiera de aquellos años.
Lógicamente nos viene a la cabeza ‘El Lobo de Wall Street’, pero es un tono completamente distinto. Mientras que la película de Scorsese tocaba cualquier nivel de depravación posible, ‘La Gran apuesta’ se centra en los aspectos financieros. Y aunque hay conceptos que no son de dominio público y que podría hacernos desconectar, se hace un parón en la narración para recurrir a cameos de famosos que explican los conceptos más enrevesados sin perder el hilo ni el tono de lo que se está contando. Así, la película origina algunas escenas muy inspiradas, como la torre de Babel con calificaciones. Destaca también la banda sonora, casi imperceptible, pero que acompaña la narración de los acontecimientos durante sus más de dos horas de película.
‘La Gran Apuesta’ es una película magnífica, que conecta con el espectador tocando su fibra sensible. Nos muestra sin tapujos la gran fiesta que nos estábamos perdiendo y que aconteció al desastre que aún estamos pagando.
Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com
Cogiendo como base el libro que adapta de Michael Lewis, ‘La gran apuesta’ nos invita a reflexionar y temer por nuestro dinero. Con un póker de ases ganador (Christian Bale, Steve Carell, Ryan Gosling y Brad Pitt), perfecto cada uno en su papel, asistimos con indignación a cómo los bancos se pegaron la gran vida mientras otros pagaron las consecuencias.
McKay narra la película de forma casi documental, llamando mucho la atención el montaje de la película, en la que en varias ocasiones los protagonistas hablan directamente a los espectadores y se bombardea con instantáneas o vídeos de la época, que sirve de reflejo para mostrar la locura financiera de aquellos años.
Lógicamente nos viene a la cabeza ‘El Lobo de Wall Street’, pero es un tono completamente distinto. Mientras que la película de Scorsese tocaba cualquier nivel de depravación posible, ‘La Gran apuesta’ se centra en los aspectos financieros. Y aunque hay conceptos que no son de dominio público y que podría hacernos desconectar, se hace un parón en la narración para recurrir a cameos de famosos que explican los conceptos más enrevesados sin perder el hilo ni el tono de lo que se está contando. Así, la película origina algunas escenas muy inspiradas, como la torre de Babel con calificaciones. Destaca también la banda sonora, casi imperceptible, pero que acompaña la narración de los acontecimientos durante sus más de dos horas de película.
‘La Gran Apuesta’ es una película magnífica, que conecta con el espectador tocando su fibra sensible. Nos muestra sin tapujos la gran fiesta que nos estábamos perdiendo y que aconteció al desastre que aún estamos pagando.
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